MASTER NEGAtlVE #
COLUMBIA UNIVERSITY LIBRARIES
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308
Box 21
San Salvador, A. C. [Centro América jj álbum pa-
trl&tioo. 1916.
266» 5 p. llluB., platea» porta. 24aii.
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INTENTIONAL
SECOND
EXPOSURES DUE TO
PHOTOGRAPHS
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^1
r
ñlbum Patriótico
1915
£lxcmo. Sr. cCon Carlos Meléncfez. Presicíezite da la
Rapúbüca de £U Salvador.
Vi
Eterno. Sr. don Carlos Meléndez, Presidente de la
Rttpúi^Uca de O Salvador.
QEDICñTORlñ
A LOS PRECLAROS CIUDADANOS
DON CARLOS MELENDEZ
Y DOCTOR DON ALFONSO QUINONEZ MOUNA
A vosotros, grandes patriotas, ejemplos de aha riudadanía, que ha^
béís sabido en momentos aciagos para El Salvador, con 0ran s^mlurSa y
ánimo recto conservar la magestad de las institudoaes y dominando la
calígine de grandes desgracias nacionales, encaminar al país con aciertos
admirables por las vías luminosas que conducen a la salud de la Repú-
blica, sacrificando hondamente vuestros intereses personales en aras del
bien general, va ofrendado este libro, humilde y sincera pleitesía que
rinden a vuestros méritos excepcionales vuestros partidarios y amigos.
En sus páginas encontraréis, testimonios de las luchas ardientes del
patriotismo en persecución de los bienes inestimables de la Paz, del
Orden y de la Libertad bien entendida ; en sus escritos, el bosquejo de
una campaña política de inmensas proyecciones para el porvenir del país
en la que vuestros esclarecidos nombres, símbolo del honor, fueron las
labores que señalaron un oriente luminoso a los destinos de El Salvador.
Cuando en el decurso de los tiempos, apagado el fuego de las
pasiones volcánicas de nuestras luchas contemporáneas, el investigador de
la VERDAD registre los historiales de nuestros días, ha de acudir al
Umo presente para formarse concepto justo de la alta misión que en
vuestras manos puso la Patria Salvadoreña ; y entonces, d^Nirados en el
crisol de las edades los hechos en que tuvirteis parte piradpal, un Juez
imparcial pondrá sobre vuestras frentes de pattiotat hooradot» un faesoo
ramo de laurel como homenaie merecido a vuestros grandes sacrifidoa y
a vuestras virtudes preclaras.
LOS EDITORES.
Dofta Sara Meza de Meléndez, disitinguida dama salvadofcia,
esposa del Señor Presidente de ia República.
Dolía Sara Meza de Meléndez, disitin^uida dama salvadordla,
esposa del SeOor Presidente de la República.
PRIMERA PARTE
DON CARLOS MELENDEZ
Nació en San Salvador el lo. de febrero del venturoso
año de 1861, siendo sus padres el honrado agricultor don
Rafael Meléndez y la distinguida matrona doña Mercedes
Ramírez de Meléndez, cuyo feliz matrimonio se efectuó en
esta Capital el 9 de junio de 1859. Don Rafael murió el 11
de enero de 1880, sobreviviendo dofta Mercedes para con
suelo no sólo de la familia Meléndez, sino que también de
las clases menesterosas a las que proteje día a día con
maternal cariño. Actualmente la señora de Meléndez es por
mil títulos digna Directora de la Sociedad de Señoras LA
Buena Prensa.
Este matrimonio ejemplar Meléndez -Ramírez tuvo nue-
' ve hijos llamados : Carlos, Mercedes, Francisco, Rafael, Sara,
jorge, Leonor, Carmen y Guillermo.
Don Carlos Meléndez recibió esmerada educación en
los más renombrados centros de enseñanza del país; pero
una vez muerto su padre, quedó él al frente de los nego-
cios y merced a los notables conocimientos adquiridos, ha
podido multiplicar la modesta fortuna que su padre les dejó.
La personalidad de don Carlos Meléndez no es de las
que suelen surgir del montón anónimo de las sociedades
convulsivas. En medio de su vida modesta y sin agitacio-
nes tiene páginas brillantes que debemos consignarlas para
que más tarde las recoja la Historia al hacer el balance de
su actuación.
Corría el histórico año de 1885. El 8 de marzo, fue
don Carlos Meléndez quien en compañía del doctor Rafael
Ayala y otros distinguidos patriotas, se presentó en la Casa
9
ALBUM PATRIÓTICO
Blanca, que entonces servía de Mansión Presidencial, para
conferenciar con el doctor Rafael Zaldivar acerca de los
medios de realizar la defensa de la República ante la insó-
lita y audaz amenaza del General Justo Rufino Barrios,
quien por decreto de 28 de febrero de ese año, habla lan-
zado su reto, a la faz del mundo, a los demás Estados
centroamericanos. El señor Meléndez, como queda dicho,
fue de los primeros que ardiendo en santo patriotismo
deseaba estudiar los medios más a propósito * de llevar
adelante una guerra defensiva que con buen éxito contra-
rrestáse la temeraria jornada del General Barrios. En esa
conferencia prestó su cooperación eficacísima al entonces
Ministro de la Guerra General Adán Mora, habiéndole a-
compañado el pueblo en masa recorriendo las calles de la
Capital, para enardecer el sentimiento patrio herido tan
ferozmente.
Pasados los acontecimientos en que se cubrió de gloria
el pabellón Salvadoreño, porque se defendió la sagrada
autonomía Nacional, vino la Administración del General
Menéndez, y fué en esta época que el ciudadano don Car-
los Meléndez tuvo otra oportunidad de servir a su patria
con sincero amor. En efecto, un gran servicio prestó yendo
al reino de Inglaterra a conseguir un empréstito, el que en
mejores condiciones se ha tenido hasta hoy, sin devengar
ni un centavo por tan delicado cargo.
En 1890 estuvo don Carlos Meléndez, unido con ente-
reza, a los patriotas que anhelaban con toda fe el restable-
cimiento del orden constitucional para derribar de la Presi-
dencia a los terribles usurpadores del 22 de junio, habién-
dole tocado desempeñar en los dias más aciagos de aquel
nefasto episodio, la Gobernación del Departamento de San
Salvador, en el mes de julio.
Pasan ocho años, y en 1898, tenemos en escena otra
vez, con más relieve, el nombre de don Carlos Meléndez. Por
los hombres honrados y unionistas de corazón, se trataba
de evitar el derrumbe de la República Mayor de Centro-A-
mérica, y las miradas de todos convergieron a él para pro-
clamarlo Jefe del Estado de El Salvador. El no pudo ne-
garse al llamamiento franco y unánime de sus conciudadanos
y aceptó la candidatura, con su ideal bien alto de afirmar
la futura grande Nacionalidad Centroamerieana. La fatalidad
quiso que surgiera la traición y con ella el eclipse de aquel
10
DON RAFAEL MELENDEZ, padre del señor Presidente de la República
y uno de los ciudadanos cultos y honrados de la sodedu
salvadoreña, que a fuerza de tesonero trabajo
logró fomv una modesta fortuna.
ALBUM PATRIÓTICO
Blanca, que entonces servia de Mansión Presidencial, para
conferenciar con el doctor Rafael Zaldivar acerca de los
medios de realizar la defensa de la República ante la insó-
lita y audaz amenaza del General Justo Rufint) Barrios,
quien por decreto de 28 de febrero de ese año, habla lan-
zado su reto, a la faz del mundo, a los demás Estados
centroamericanos. El señor Meléndez, como queda dicho,
fue de los primeros que ardiendo en santo patriotismo
deseaba estudiar los medios más a propósito de llevar
adelante una guerra defensiva que con buen éxito contra-
rrestáse la temeraria jornada del General Barrios. En esa
conferencia prestó su cooperación eficacisima al entónces
Ministro de la Guerra General Adán Mora, habiéndole a-
compañado el pueblo en masa recorriendo las calles de la
Capital, para enardecer el sentimiento patrio herido tan
ferozmente.
Pasados los acontecimientos en que se cubrió de gloria
ei pabellón Salvadoreño, porque se defendió la sagrada
autonomía Nacional, vino la Administración del General
Menéndez, y fué en esta época que el ciudadano don Car-
los Meléndez tuvo otra oportunidad de servir a su patria
con sincero amor. En efecto, un gran servicio prestó yendo
al reino de Inglaterra a conseguir un empréstito, el que en
mejores condiciones se ha tenido hasta hoy, sin devengar
ni un centavo por tan delicado cargo.
En 1890 estuvo don Carlos Meléndez, unido con ente-
reza, a los patriotas que anhelaban con toda fe el restable-
cimiento del orden constitucional para derribar de la Presi-
dencia a los terribles usurpadores del 22 de junio, habién-
dole tocado desempeñar en los días más aciagos de aquel
nefasto episodio, la Gobernación del Departamento de San
Salvador, en el mes de julio.
Pasan ocho años, y en 1898, tenemos en escena otra
vez, con más relieve, el nombre de don Carlos Meléndez. Por
los hombres honrados y unionistas de corazón, se trataba
de evitar el derrumbe de la República Mayor de Centro-A-
mérica, y las miradas de todos convergieron a él para pro-
clamarlo Jefe del Estado de El Salvador. El no pudo ne-
garse al llamamiento franco y unánime de sus conciudadanos
y aceptó la candidatura, con su ideal bien alto de afirmar
la futura grande Nacionalidad Centroamerieana. La fatalidad
quiso que surgiera la traición y con ella el eclipse de aquel
10
DON RAFAEL MELENDEZ, padre del señor Presidente de la República
y uno de los ciudadanos cultos y honrados de la sociedad
salvadoreña, que a fuerza de tesonero trabajo
logró formar una modesta fortana.
7
Dr. Alfonso Quiñónez M.
Vicepresidente de la República
J
Dolía Leonor Mdéndez de Quifiónez,
distb^ida matroaa salvadoreña, esposa del ScAor Vicepretideate
de la República.
E)oña Leonor Meléndez de Quiñónez.
distinguida matrona salvadoreña, esposa del Señor Vicepresidente
de la República.
ALBUM PATRIÓTICO
hermoso sueflo. La República Mayor, que era un gran paso
hacia la cumbre, fue rota y escarnecida; y el que iba a ser
su porta estandarte sintió honda congoja en su corazón.
No está demás consignar que ya en las noches tristes
de la Patria, o en días tranquilos, ha sido firme y sereno,
y ha demostrado su elevado altruismo. Nada menos en 1894,
después de la fuga de los hermanos Ezeta, cuando San
Salvador era un vasto campamento y se presagiaba una
espantosa y sin igual hecatombe de sangre, en unión del
caballero don Pablo Orellana, evitó la efusión de sangre
en el Cuartel de Artillería y el irastorno consiguiente en la
Capital.
Tales hechos» haciendo a un lado otros, que no por lo
aislados dejan de tener importancia al trazar el proceso
histórico de un hombre, demuestran bien claro que en don
Carlos MeléndeZy existe la contextura de un hombre enér-
gico y severo, que no vacila ni teme, llamado a las cimas
del Poder, para hacer el bien y cubrir de gloria no sólo
a su Patria, sino a Centro América. No se ha levantado él
en los campos de batalla, pero tiene la férrea voluntad de
un experto Comandante en Jefe de un Ejército. No ha vi-
vido en las asonadas pero sabe clasificarlas y las considera
como la muerte de los pueblos. No ha vivido en los gabi-
netes de estudio, pero es un clarividente, y sabe que el
país necesita de educación. Su vida ha sido de trabajo y
de orden; y por esto, desde que llegó a dar la mano a la
República, cuando ^ta caía en el abismo de la anarquía,
no le imprime otro norte que paz y trabajo, dentro de los
límites de la libertad y la Justicia.
Desde la noche que ocurrió presuroso a levantar la
bandera que habían desgajado los sicarios, lo hemos visto,
día por día, hora por hora, minuto a minuto, en su gabine-
te presidencial, multiplicándose, como si su vida hubiese
sido así toda, tal es su expedición y su fuerza de acción.
Es el salvador justo y sabio de la Patria, que nos lleva a
la tierra prometida.
Antes de concluir este breve estudio, queremos recor-
dar nuestra adhesión previsora. En 1898 residíamos en la
poética ciudad de Sonsonate, y redactábamos allá EL ECO DE
Occidente, que abogaba exclusivamente por la candida-
tura del ciudadano Meléndez, para Gobernador del Estado.
Y fue en octubre de ese año que decíamos así: " Compar
13
ALBUM PATRIÓTICO
triotas, cumplimos con nuestro deber, con nuestro programa.
Amamos la Unión Centroamericana; he aquí nuestro can-
didato para Gobernador del Estado, el ciudadano don Car-
los Meléndez. Ansiamos ta felicidad de El Salvador, de este
país tan querido para nosotros ..."
He aqui el hombre, si no el mejor del pais, el más apa-
rente en las actuales circunstancias para formar un Gobier-
no sano, respetuoso a las instituciones que nos rigen. Es
el señor Meléndez un patriota digno, de sano criterio, sin
ambiciones bastardas; desinteresado y consecuente se le ha
visto siempre.
La Divina Providencia ha querido que tengamos la
dicha de ver confirmadas nuestras palabras, y que podamos
rendirle esta apoteosis que es la que le rinde todo un pue-
blo que le llama al ejercicio de la Presidencia, para lograr
el desiderátum que los buenos patriotas perseguimos: la
felicidad Nacional.
F. J, RiVAS.
DOCUMENTOS IMPORTANTES
San Salvador, ^ de junio de 1914.
— Señores Secretarios: Cuando el 9 de febrero del año
próximo pasado me hice cargo interinamente de la Presiden-
cia de la República, por el lapso que faltaba para con-
cluir su periodo al malogrado Presidente doctor don Manuel
Enrique Araujo, según Decretos de la Asamblea Nacional
de 9 y 24 del mismo mes de febrero, me propuse única-
mente cumplir con un deber de patriotismo, para conservar
el orden y la paz, gravemente amenazados en aquellos di-
fíciles momentos.
Para completa realización de tan nobles fines, tuve,
necesariamente, que apelar al patriotismo de todos los sal-
vadoreños y, especialmente, al de aquel grupo de mis ami-
gos y correligionarios con quienes me vinculan lazos de
comunidad de ideas, y que no sólo me han prestado su leal
y desinteresado concurso en todos los órdenes de actividad de
14
Doctor Don Francisco G. cíe MacKón
Presidente del Congreso Nacional
ALBUM PATRIÓTICO
triotas, cumplimos con nuestro deber, con nuestro programa.
Amamos la Unión Centroamericana; he aquí nuestro can-
didalo para Gobernador del Estado, el ciudadano don Car-
los Meléndez. Ansiamos la felicidad de El Salvador, de este
país tan querido para nosotros ..."
He aquí el hombre, si no el mejor del país, el más apa-
rente en las actuales circunstancias para formar un Gobier-
no sano, respetuoso a las instituciones que nos rigen. Es
el señor Meléndez un patriota digno, de sano criterio, sin
ambiciones bastardas; desinteresado y consecuente se le ha
visto siempre.
La Divina Providencia ha querido que tengamos la
dicha de ver confirmadas nuestras palabras, y que podamos
rendirle esta apoteosis que es la que le rinde todo un pue-
blo que le llama al ejercicio de la Presidencia, para lograr
el desiderátum que los buenos patriotas perseguimos: la
felicidad Nacional.
F. J. RiVAS.
DOCUMENTOS IMPORTANTES
San Salvador, 25 de junio de 1914.
— Señores Secretarios: Cuando el 9 de febrero del año
próximo pasado me hice cargo interinamente de la Presiden-
cia de la República, por el lapso que faltaba para con-
cluir su periodo al malogrado Presidente doctor don Manuel
Enrique Araujo, según Decretos de la Asamblea Nacional
de 9 y 24 del mismo mes de febrero^ me propuse única-
mente cumplir con un deber de patriotismo, para conservar
el orden y la paz, gravemente amenazados en aquellos di-
fíciles momentos.
Para completa realización de tan nobles fines, tuve,
necesariamente, que apelar al patriotismo de todos los sal-
vadoreños y, especialmente, al de aquel grupo de mis ami-
gos y correligionarios con quienes me vinculan lazos de
comunidad de ideas, y que no sólo me han prestado su leal
y desinteresado concurso en todos los órdenes de actividad de
14
General don J. Miguel Batres,
Vicepresidente de la Asamblea Nacional.
■
ALBUM PA-nadnco
la política militante, sino que también se han empeñado en
organizar trabajos que propendan a consolidar el orden, el pro-
greso y bienestar de que hoy disfruta la República, creyendo
que mi nombre, como candidato a la Presidencia, podría ser
un punto de concentración de las fuerzas vivas y sanas del
país, en el sentido que dejo indicado.
Muchas observaciones hube, naturalmente, de oponer a
las múltiples agrupaciones que de diferentes puntos del país
a mí se dirigieron, haciéndome tal excitativa, desde hace
algunos meses. Mas, en vez de aceptar mis objeciones, esos
trabajos se han multiplicado de día en día, llegando a ad-
quirir una extensión considerable y a constituir un verda-
dero partido político con tendencias bien definidas y mar-'
cadas por el bienestar del pueblo salvadoreño, tendencias
que están en un todo de acuerdo con mi modo de sentir.
Los actos de esa agrupación política son de todos co-
nocidos; y en vista del reiterado empeño con que continúan
sus trabajos en favor de mi candidatura, me he visto en la
necesidad de aceptar ésta, porque creo de mi deber no des-
airar la excitativa de un partido nacional, ya bastante nu-
meroso y cuyos fines políticos, como antes dejo dicho,
conducen a encaminar a la República por el sendero de la
paz y del progreso.
Aparte del deber de solidaridad que me liga con el
partido o agrupación política que postula mi candidatura,
existe también la natural consideración de que yo no pue-
do, en el estado a que las cosas han llegado, dejar burla-
das sus aspiraciones, máxime si se toma en cuenta que,
al hacer lo contrario, resentiría al gran número de ciudada-
nos honrados que han aceptado absolutamente la responsa-
bilidad de organizar el movimiento electoral que en todo el
país se ha despertado al rededor de mi nombre.
Por estas graves circunstancias que pesan sobre mi
conciencia y que mueven mi patriotismo, después de ma-
dura meditación, he resuelto aceptar de una manera franca
el puesto de combate que mis conciudadanos me han asig-
nado en la próxima lucha eleccionaria.
Y, como el ejercicio de la Presidencia de la República
en los últimos seis meses del periodo que debo llenar por
designación de la ley y de la Honorable Asamblea Nacional,
es incompatible con la aceptación de mi candidatura, he creí-
do que este impedimento de orden político y moral tan elevado.
2
17
ALBUM PATRIÓTICO
me impondrá en su debida oportunidad el deber imprescin-
dible de depositar el alto cargo que estoy desempeñando, en la
persona designada por la Constitución.
Para ese efecto legal, vengo a suplicar a la Honorable
Representación Nacional, que se digne concederme licencia por
el término de siete meses, con facultad de poder hacer uso de
ella en tiempo oportuno; todo de acuerdo con lo dispuesto
en la fracción 4a. del Art. 68 y Art. 81 de nuestra Constitución
Política.
Con especiales protestas de mi elevada consideración,
reitero a los seffores Secretarios el homenaje de mis respetos.
C. MELÉNDEZ.
A los señores Secretarios de la Honorable Asamblea Nacio-
nal.—Présente.
HONORABLE ASAMBLEA NACIONAL :
Por razones de elevado carácter moral y por respeto a las
leyes que garantizan nuestra . vida republicana» al ser conse-
cuente con la opinión de la inmensa mayoría de sus conciuda-
danos que lo postulan como candidato a la Primera Magistratu-
ra del Estado, en el próximo período constitucional, el Jefe del
Supremo Poder Ejecutivo se ha visto en el caso de solicitar
ante esta Soberana Asamblea Nacional, permiso para separar-
se del ejercicio de su cargo por el término de siete meses; per-
miso del que hará uso cuando lo crea conveniente. La Comisión
de Poderes y Excusas, tomando muy en cuéntalas poderosas
y justas razones expuestas por el Excelentísimo señor Presiden-
te en apoyo de su solicitud, es de opinión que le sea con-
cedido el permiso solicitado, llamando a desempeñar la
Presidencia de la República, mientras dure la licencia con-
cedida, al Primer Designado constitucionaknente electo.
Permita la Honorable Asamblea Nacional hacer constar
a los miembros de la Comisión de Poderes y Excusas, su
satisfacción plena al observar que una era digna y respe-
tuosa a las leyes, se desarrolla en la actualidad. Como bue-
18
ALBUM PATRiÓTiCO
nos salvadoreños se congratulan y se sienten orgullosos
por ello; augurando para el porvenir de la patria bienan-
danzas y libertades.
Sala de Comisiones del Poder Legislativo. Palacio Na-
cional: San Salvador, veintiséis de junio de mil novecientos
czioxct.— Miguel A. Montalvo.—José León Narváez.~Juan Mi-
gael González,— M. Rubio Somoza.—J. H. ViUac(»ta.—RafQd
A. OreUana.
San Salvador, 90 de julio de 1914
Excelentísimo señor :
Vuestro no desmentido patriotismo, asi como el pro-
fundo respeto que en vuestros actos de hombre público
habéis demostrado por la Constitución y demás leyes del
país, os hizo dirigiros a la Representación Nacional solici-
tando permiso para cesar en el ejercicio de la Primera Ma-
gistratura de la República, por el término de siete meses.
Al resolver el Honorable Congreso vuestra solicitud
favorablemente, no pudo menos que aplaudir la sinceridad
de vuestros actos, nobleza de aspiraciones e inquebrantable
resolución de guardar y hacer guardar los preceptos constitu-
cionales.
El Decreto por el cual se os concede el permiso que
solicitáis, será puesto en vuestras manos por una comisión
de esta Augusta Asamblea, compuesta dé los muy Honora-
bles Representantes doctores Francisco G. de Machón y
don Fidel Antonio Novo^, Presidente y Vicepresidente, en
su orden, de este Alto Cuerpo.
Con la más alta consideración y respeto tenemos el ho-
nor de su^ríbirnos del señor Presidente, muy atentos y
seguros servidores. — Salvador Flamettaf^ ler. Secretario. —
Miguel Angel Montalvo, 2o. Secretario.
Al Excmo. sefior Presidente de la República don Carlos
Meléndez,— Presente.
19
ALBUM PATRIÓTICO
La Asamblea Nacional Legislativa de la República de El
Salvador,
Por CUANTO: El Excelentísimo señor Presidente de la
República, don Carlos Meléndez, fundándose en altos y po-
derosos motivos que la Ley Constitucional le señala, se ha
dirigido a la Soberana Representación Nacional, solicitando
permiso para separarse, durante el término de siete meses,
de la Primera Magistratura, en virtud de que los pueblos
lo proclaman, por inmensa mayoría, para el ejercicio del
Supremo Poder en el cuatrienio de 1915 a 1919.
CONSIDERANDO:
Que el articulo 82 de la Carta Fundamental, en su se*
gundo inciso, previene que no podrá ser electo Presidente
para el siguiente período, el ciudadano que hubiere ejercido
la Presidencia Constitucional dentro de los últimos seis me-
ses del periodo anterior.
POR TANTO:
En uso de sus facultades constitucionales,
DECRETA:
Art. lo. — Concédese licencia al señcir Presidente de la
República don Carlos Meléndez, por el término de siete
meses; debiendo hacer uso de ella cuando lo estime conve-
niente.
Art. 2o. — Llámese al Primer Designado doctor don Al-
fonso Quiñónez Molina, para que ejerza la Presidencia de
la República, por el tiempo que se hiciere uso de la licen-
cia mencionada, previa la protesta Constitucional que ren-
dirá ante la Mesa Directiva del Supremo Congreso, en quien
ha delegado sus facultades la Honorable Asamblea para el
caso de no encontrarse reunida en la fecha del depósito.
Art. 3o.— El presente Decreto tendrá fuerza de ley des-
de el día de su publicación.
Dado en el Salón de Sesiones del Poder Legislativo,
Palacio Nacional: San Salvador, a los treinta días del mes
20
ALBUM PATRIÓTICO
de junio de mil novecientos catorce. — Francisco G. de Ma-
chón, Presidente. — Salvador Flamenco, ler. Secretario. —
Ai. A. Montalvo, 2o. Secretario.
Palacio Nacionah San Salvador» 2 de julio de 1914.
Ejecútese.
C. MELÉNDEZ.
B Mtaistro de QoberMdóa.
Samuel Luna.
San Salvador, 30 de junio de 1914.
Señor :
Nos damos la honra de comunicar a Ud. que se ha
concedido permiso al señor Presidente de la República para
separarse de la Primera Magistratura del pafs, por el tér-
mino de siete meses, permiso de que hará uso cuando lo
estime conveniente.
En cumplimiento del precepto constitucional, esta Ho-
norable Asamblea acordó llamar a Ud., en su carácter de
Primer Designado, para desempeñar la Presidencia de la
República en tanto dure el permiso concedido al señor Pre-
sidente.
Con muestras de nuestra atta consideración, nos sus-
cribimos de Ud., señor Ministro, muy atentos seguros ser-
vidores.—5a/vGí/or Fhmeneo, ler. S^retarío.— A. Man-
talvOt 2o. Secretario.
Sr. Designado doctor don Alfonso Quifiónez M.— Presente.
21
Doctor Pío Romero Bosque
Presidente de la Corte Suprema de Justicia
Doctor Pío Romero Bosque
Pteíiidenle de la Corte Supiotna do Justicia
EL DOCTOR ALFONSO QUINONEZ M.
Vamos a presentar a la consideración del pueblo Sal-
vadoreño, la figura importante del señor Dr. don Alfonso
Quiflónez Molina, electo Vicepresidente de la República,
por el voto unánime del pueblo. Bien merece ser cono-
cida, de propios y extraños, esta joven personalidad de la
Democracia Nacional.
El Dr. Quiñónez Molina nació el 11 de enero de
1873 en la ciudad de Suchitoto, cuna gloriosa de los
Palomo, Avalos, Guevara Valdés, Gallardo, Ruiz Araujo,
Bosque, Vaquero, Revelo, Aguilar, Parker, García de Ma-
chón y otros muchos que han descollado como médicos,
poetas, politices, escritores, filántropos etc. etc.
Sus padres son los señores don Lucio Quiñónez y dofia
Aurelia Molina de Quiñónez, oriundos de la misma localidad,
ciudadanos honrados que a fueiza de tesonero trabajo for-
maron una regular fortuna que permitiera ver a sus descen-
dientes conveitídos en hombres útiles a la Sociedad y a la
Patria.
El Padre del Dr. Quñónez ya falleció, pero sobrevive
su señora madre, como ángel bondadoso que bendice a cada
instante a sus hijos.
La vida del Dr. Quiñónez ha sido fecunda y laboriosa
en todos los órdenes, ocupando desde los más humildes pues^
tos a los más elevados. Y la recompensa de esa vida in-
tensa es el hecho de que la Nación lo aclame para ser la
salvaguardia de la ley, mientras en las urnas electorales
se consagre la elección del no menos integérrimo ciudadano
don Carlos Meléndez, como Presidente de la República,
en el periodo de 1915-1919.
25
ALBUM PATRIÓTICO
A grandes rasgos vamos a delinear la escala ascen-
dente de nuestro biografiado amigo.
El 19 de julio de 1897 fué nombrado médico suplente
del Hospital General de San Salvador.
El 18 de enero de 1898 fué nombrado tercer vocal
suplente de la Junta Directiva del Manicomio.
El 3 de febrero del mismo año se le concedió la cátedra
de Higiene y Terapéutica de la Universidad Nacional.
El 15 de febrero del afio siguiente 1899, fué nombrado
Consejero suplente de la Facultad de Medicina, y el día 17
se le concedió también el puesto de segundo vocal de la
Directiva de la Facultad.
El 4 de septiembre de 1900 entró a desempeñar el car-
go de Director de la Profiláxis Venérea.
En 1903 el voto popular lo llevó al puesto de quinto
regidor para la Municipalidad de 1904 de esta Capital.
A mediados de octubre de 1904 llegó a la Dirección
del Manicomio y Asilo Sara, en donde aún todavía con aplau-
so general se deja sentir su mano bienhechora y sus sen-
timientos altruistas.
El 4 de marzo de 1905 San Salvador presenció la rea-
lización de un ensueño, una boda de amor: el Dn Quifiónez
daba su mano al pie de los altares a la gentil señorita
Leonor Meléndez. , , , t-
El 28 de agosto de 1905 se encargó de la primera clí-
nica quirúrgica del Hospital Rosales.
El 15 de julio de 1906 se le confirió el nombramiento
de Médico activo del Honorable Consejo de la Cruz Roja
de El Salvador. . . ^ .
El 5 de junio de 1908 asistió como representante del
Hospital Rosales al quinto Congreso Médico Panamericano
que se reunió en la Capital de la hermana República de
Guatemala. No pudo entonces haber llenado allá mejor su
misión. ^ ^ „ . .
El 14 de diciembre de 1909, el Supremo Gobierno,
reconociendo la sabia labor del Dr. Quiñónez, lo invistió
de las credenciales de Delegado en la Cuarta Conferencia
Sanitaria Internacional que tuvo su asiento en San José de
Costa Rica, con asistencia de eminencias científicas de todo
el Continente. . .
El 31 de marzo de 1910 se acordó que a nombre de
El Salvador asistiese a la Conferencia Diplomática sobre
26
ALBUM PATRIÓTICO
la unificación del Derecho relativo a la letra de cambio, y
que tuvo verificativo en La Haya el 21 de junio siguiente.
Y al mismo tiempo, aprovechando su viaje a Holanda, y en
la misma fecha, se le extendieron credenciales para integrar
el Primer Congreso Internacional de Agronomía Tropical,
que se efectuó en Bruselas, Bélgica, del 20 al 23 de mayo
' de ese año. También se le confirió la Delegación salva-
doreña ante el tercer Congreso Internacional de Higiene
Escolar, que se reunió en París, del 2 al 7 de agosto del
citado año. Y por último, en esa gira al través de Europa,
fué Delegado al Congreso Internacional de Tul)ercuIosos
que se celebró en Barcelona, del 16 al 22 de octubre de
Electo Alcalde Municipal y Jefe del Distrito de San Sal-
vador, en ese mismo afto, fué segundo vocal del Partido
Nacional Unionista.
El 28 de marzo de 1912, se le nombró Subsecretario
de Estado en los Despachos de Relaciones Exteriores, Jus-
ticia y Beneficencia. Ese mismo año había sido electo Di-
putado Suplente por el Departamento de San Salvador.
El 25 de julio del mismo 1912 el Presidente Araujo
tuvo a bien encomendarle la Subsecretaría de Fomento. Y
el 26 de octubre siguiente la importante Sociedad "Porve-
nir de Obreros", de Santa Tecla, lo aclamó Socio Honorario,
El 19 de febrero de 1912 fué nombrado Secretario de
la Legación Salvadoreña en Francia, España e Italia.
El 7 de julio de 1913, durante la Presidencia del Excmo.
señor Meléndez, fué llamado al desempeño del Ministerio
de Guerra, Marina y Fomento, como prueba de la alta
confianza que despertó por su obra en bien de la paz y
del progreso nacional.
Finalmente, el 4 de marzo del corriente año de 1914, la
Asamblea Nacional Legislativa, interpretando el anhelo ^del
pueblo salvadoreño para asegurar la paz y la Constitución,
lo aclamó Primer Designado a la Presidencia de la República.
El Dr. Quiñónez es de los tipos de hombres perfectos,
j reparados por la naturaleza para gobernar pueblos y
orientar las Democracias hacia su destino manifiesto. Eñ
su mismo temperamento lleva el alma de las grandes cosas
y las realiza sencillamente como la función más fácil. He
aqui, pues, explicado, el por qué el importante Ramo de
Fomento de la República, tiene en el Dr. Quiñónez su más
27
ALBUM PATRIÓTICO
esforzado paladín. Sin grandes reclamos, porque nuestro
amigo es modesto hasta la exageración, ha impulsado la
nave de la nación, secundando al ilustre don Carlos Me-
léndez, ya creando oficinas necesarias que desparramen sus
mejores frutos, ya estableciendo estadísticas departamen-
tales tan útiles para marcar los adelantos de cada región.
La fundación de la Escuela de Artes Gráficas es algo que va
a cristalizarse en el triunfo del obrero salvadoreño, debido
al esfuerzo, dirección y apoyo personal del Dr. Quiñónez
Él que ha tomado ejemplo en las grandes capitales del
mundo civilizado, ha marcado esa luminosa huella en el te-
rruño salvadoreño. En los Departamentos se ejecutaron tra-
bajos a granel en las Juntas de Fomento y de aguas, y en
ningún momento las descuidó. Aquí mismo, en la Capital,
diariamente se le vió inspeccionar la Oficina de Estadística
V de Ingenieros Oficiales, como si solo esa hubiera sido su
labor Es el Dr. Quiñónez a manera de artífice que anhela
ver levantarse de sus manos un enjambre de progresos.
Y si pasamos a apreciar detalladamente la obra múltiple
V sabia del Dr. Quiñónez, en el Ramo de la Guerra, ten-
dríamos para llenar muchas columnas en un detenido estudio.
La instrucción militar, que es la salvaguardia del honor
nacional, se encuentra satisfecha de los adelantos positivos,
en lo moral y material que ha recibido de su Ministro. To-
dos los Jefes de las grandes dependencias del Ejecutivo,
desde el conspicuo Estado Mayor Central, hasta la Coman-
dancia Departamental, se mueve matemática y ordenadamente
a impulsos del reformador de tan noble carrera. El Dr.
Quiñónez ha hecho sentir su benéfica actuación en todo el
gremio y en todos los centros militares, a tal grado que el
Excmo. señor Comandante General del Ejército, don Carlos
Meléndez, no tuvo sino aplausos para su esforzado colabo-
rador. Hoy es cuando coii justicia se puede decir que hay
milicia con cultura en todos los órdenes. El Cuartel es Es-
cuela y está formando ciudadanos viriles para el mañana.
iLoor al factor del progreso del Ejecutivo salvadoreño!
Las hermosas tradiciones salvadoreñas no se desmien-
ten- de los hogares modestos, de los pueblos humildes,
surgen los hombres que vienen a irradiar claridades en las
alturas del Poder. La virtud, el patriotismo y el progreso,
se encarnan en estos mimados de la Divina Providencia
para el bienestar general. ' ^ ^ ^^^^
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ALBUM PATRIÓTICO
esforzado paladín. Sin grandes reclamos, porque nuestro
amigo es modesto hasta la exageración, ha impulsado la
nave de la nación, secundando al ilustre don Carlos Me-
léndez, ya creando oficinas necesarias que desparramen sus
mejores frutos, ya estableciendo estadísticas departamen-
tales tan útiles para marcar los adelantos de cada región.
La fundación de la Escuela de Artes Gráficas es algo que va
a cristalizarse en el triunfo del obrero salvadoreño, debido
al esfuerzo, dirección y apoyo personal del Dr. Quiflónez.
Él que ha tomado ejemplo en las grandes capitales del
mundo civilizado, ha marcado esa luminosa huella en el te-
rruño salvadoreño. En los Departamentos se ejecutaron tra-
bajos a granel en las Juntas de Fomento y de aguas, y en
ningún momento las descuidó. Aquí mismo, en la Capital,
diariamente se le vió inspeccionar la Oficina de Estadística
y de Ingenieros Oficiales, como si solo esa hubiera sido su
labor Es el Dr. Quiñónez a manera de artífice que anhela
ver levantarse de sus manos un enjambre de progresos.
Y si pasamos a apreciar detalladamente la obra múltiple
y sabia del Dr. Quiñónez, en el Ramo de la Guerra, ten-
dríamos para llenar muchas columnas en un detenido estudio.
La instrucción militar, que es la salvaguardia del honor
nacional, se encuentra satisfecha de los adelantos positivos,
en lo moral y material que ha recibido de su Ministro. To-
dos los Jefes de las grandes dependencias del Ejecutivo,
desde el conspicuo Estado Mayor Central, hasta la Coman-
dancia Departamental, se mueve matemática y ordenadamente
a impulsos del reformador de tan noble carrera. El ür
Quiñónez ha hecho sentir su benéfica actuación en todo e
gremio y en todos los centros militares, a tal grado que el
Excmo señor Comandante General del Ejército, don Carlos
Meléndez no tuvo sino aplausos para su esforzado colabo-
rador Hoy es cuando con justicia st puede decir que hay
milicia con cultura en todos los órdenes. El Cuartel es Es-
cuela y está formando ciudadanos viriles para el mañana.
iLoor al factor del progreso del Ejecutivo salvadoreño!
Las hermosas tradiciones salvadoreñas no se desmien-
ten- de los hogares modestos, de los pueblos humildes,
surgen los hombres que vienen a irradiar claridades en las
alturas del Poder. La virtud, el patriotismo y el progreso,
se encarnan en estos mimados de la Divina Providencia
para el bienestar general. ^ ^ ^^^^^
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08
DR. MANUEIL CASTRO RAMIREIZ
Magistrado de El Salvador en la Corte de Justicia Centroamericana
ALBUM PATOIÓTICO
ricana, surgió la candidatura del eximio ciudadano Meléndez,
para Presidente del Estado de El Salvador, y si no se
hubiera frustrado esa tan soñada idea de unión, de seguro
que el señor Meléndez, hubiera salido triunfante, y hoy fi-
gmaría como uno de 4os fundadores de la República Mayor
de CentTO-Am&ica. Tal es a grandes rasgos la persona-
lidad del muy honrado y distinguido ciudadimo don Carlos
Meléndez.
II
El doctor don Alfonso Quiñónez Molina, candidato a la
Vicepresidencia de la República, en el próximo período consti-
tucional, es una de las figuras más culminantes del país.
En atención a sus revelantes méritos morales e intelectuales,
y en vista del permiso solicitado por el Presidente don
Carlos Meléndez, la Asamblea Nacional acordó: designar al
doctor don Alfonso Quiñónez Molina, para que desempeñara
tan alto, como honorifico puesto, durante el tiempo de siete
meses.
El doctor Quiñónez M. es uno de los médicos más notables
de El Salvador, y en diferentes ocasiones ha sido enviado
como representante a muchos congresos y conferencias ve-
rificados en las Repúblicas hermanas y en importantes na-
ciones europeas, donde ha puesto de manifiesto la gran
potencia de su mentalidad, lo mismo que sus numerosos
conocimientos en distintos ramos de la ciencia. El doctor
Quiñónez Molina, es joven aun, e indudablemente tendrá
que ir aumentando de día en día el tesoro de sus hetero-
géneos y profundos conocimientos, para legarlos como sa-
grada ofrenda a su querida Patria.
En lo particular el doctor Quiñónez es un cumplido
caballero, un excelente amigo, un padre cariñoso, un buen
esposo y un hijo modelo.
Rafael García Escobar.
San Salvador, 1° de octubre de 1914.
32
Dr. Ramón García GonzAlbz
ler. DciliEiuido ft U PmMcoda de la Rciiábttca
3
ALBUM PATRIÓTICO
ricana, surgió la candidatura del eximio ciudadano Meléndez,
para Presidente del Estado de El Salvador, y si no se
hubiera frustrado esa tan soñada idea de unión, de seguro
que el señor Meléndez. hubiera salido triunfante, y hoy fi-
guraría como uno de los fundadores de la República Mayor
de Centro-América. Tal es a grandes rasgos la persona-
lidad del muy honrado y distinguido ciudadano don Carlos
Meléndez.
II
El doctor don Alfonso Quiñónez Molina, candidato a la
Vicepresidencia de la República, en el próximo periodo consti-
tucional, es una de las figuras más culminantes del pais.
En atención a sus revelantes méritos morales e intelectuales,
y en vista de! permiso solicitado pur el Presidente don
Carlos Meléndez. la Asamblea Nacional acordó: designar al
doctor don Alfonso Quiñónez Molina, para que desempeñara
tan alto, como honorífico puesto, durante el tiempo de siete
meses.
El doctor Quiñónez M, es uno de los médicos más notables
de El Salvador, y en diferentes ocasiones ha sido enviado
como representante a muchos congresos y conferencias ve-
rificados en las Repúblicas hermanas y en importantes na-
ciones europeas, donde ha puesto de manifiesto la gran
potencia de su mentalidad, lo mismo que sus numerosos
conocimientos en distintos ramos de la ciencia. El doctor
Quiñónez Molina, os joven aun, e indudablemente tendrá
que ir aumentando de día tn día el tesoro de sus hetero-
géneos y profundos conocimientos, para legarlos como sa-
grada ofrenda a su querida Patria.
En lo particular el doctor Quiñónez es un cumplido
caballero, un excelente amigo, un padre cariñoso, un buen
esposo y un hijo modelo.
RAFAEL GARCÍA ESCOBAR.
San Salvador, 1« de octubre de 1914.
32
Dr. Ramón García González
ler. Designado a la Presidencia de la República
3
LA ACCION BENEFICA DE DOS INTEKINATOS
(Para el ''Album Patriótico:'}
"Nada existe tan difícil como
mantenerse dentro del limite
de lo justo, hablando de las
virtndcs de los mandatarios"
PUNIO.
No obstante que los interinatos son épocas transitivas
en que la voluntad personal y el pensamiento de evolución,
se estrechan ante la acción conciliadora de una política que
no se quiere truncar, nuestro pais ha tenido la suerte de
cosechar por la acción, ha sido unánime en dos patriotas,
los beneficios positivos de ambos interinatos.
El señor don Garios Meléndez, primero, y el Dr. Alfon-
so Quifiónez Molina, después, han sido los dos patriotas
que llenaron este lapso político, que si bien se examina, fué
pródigo en circunstancias especiales que pusieron de mani-
fiesto la cordura, preparación y patriotismo que estos dos
hombres de estado tienen.
Cuando el 4 de febrero de 1913, la República ensan-
grentada, bamboleaban sus instituciones en un espanto de
anarquía, el interinato del señor don Carlos Meléndez, fue
motivo de absoluta precisión para cimentar la paz y la
concordia que en aquellos momentos amenazaran perderse.
Y fue el prestigio de este ciudadano, a los altos timbres de
su vida, a lo que se debió en aquella hora el mantenimiento
de esa amable paz que tanto necesitábamos.
Las llaves de las libertades y de los derechos republi-
canos, estaban en las manos del hombre probo que supo
siempre tenderlas a la amistad, al aplauso cívico y a la
dádiva pecuniaria, en los momentos en que estas tres cosas
fuesen necesarias.
35
ALBUM PATRIÓTICO
Y así, para el corazón del pueblo que ama y espera
ciegamente, bastaba tener la esperanza del porvenir, sobre
el pasado del hombre que supo siempre ser ciudadano de
veras.
Dejando consignada la acción conciliadora que fuera
resultado de su exponente individual, y penetrando su acti-
vidad gubernativa en el periodo provisorio de su presiden-
cia, puntualizaremos los acontecimientos más sobresalientes,
que dieran margen al aplauso de la nación entera, ante to-
do, entre las clases conscientes y bien intencionadas, que
no piensan bajo el influjo del color de las banderías parti-
darias o el convencionalismo egoísta.
La política internacional tuvo en este período un mo-
mento de crítica espectación para los salvadoreños, al sentir
el paso acerado del conquistador que, basándose en la
«conveniencia suya», en la «necesidad de su propio interés»,
pretendía, sin más argumento que sus deseos, obtener en
un recodo de nuestro litoral del Pacífico, ciertas concesiones
que favoreciendo planes de seguridad posterior, fuesen para
El Salvador en menoscabo de su integridad nacional.
Y el alma del pais vibrante y viril, encauzada como el
afluente de todas las energías patrióticas en el alma del
Presidente Meléndez, exteriorizó la más noble, franca y
patriótica protesta diplomática que conviniera a los intereses
lesionados del país.
La digna actitud del gobierno de don Carlos Meléndez
ha sido fecunda, pues aunque la pretensión no ha desapa-
recido, el golpe furtivamente certero que se premeditaba, se
conjuró por el momento, dando moti/o a que el Senado de
la nación pretendiente, juiciosamente comprendiera la justicia
de la causa salvadoreña. Y este problema queda en pie,
con la mudez elocuente de la estatua <|el desierto que mira
la lejanía como si esperase /
El problema queda en pie; pero también el hombre está
de la misma manera. /
La acción gubernativa no termina aquí y sigue desen-
volviéndose prudencial y sabiamente cuando se trata de la
anormalidad de las finanzas del país que un Banco fraudu-
lento puso de relieve. La energía conciliadora con que
entonces se tratara el desquiciamiento financiero y la apre-
miante situación de las instituciones bancarias, bastó para
36
Doctor Femancío López
2o. Designado a la Presidencia de la República
ALBUM PATRIÓTICO
Y así, para el corazón del pueblo que ama y espera
ciegamente, bastaba tener la esperanza del porvenir, sobre
el pasado del hombre que supo siempre ser ciudadano de
veras.
Dejando consignada la acción conciliadora que fuera
resultado de su exponente individual, y penetrando su acti-
vidad gubernativa en el período provisorio de su presiden-
cia, puntualizaremos los acontecimientos más sobresalientes,
que dieran margen al aplauso de la nación entera, ante to-
do, entre las clases conscientes y bien intencionadas, que
no piensan bajo el influjo del color de las banderías parti-
darias o el convencionalismo egoísta.
La política internacional tuvo en este periodo un mo-
mento de crítica espectación para los salvadoreños, al sentir
el paso acerado del conquistador que, basándose en la
«conveniencia suya- , en la '<necesidad de su propio interés>>,
pretendía, sin más argumento que sus deseos, obtener en
un recodo de nuestro litoral del Pacifico, ciertas concesiones
que favoreciendo planes de seguridad posterior, fuesen para
El Salvador en menoscabo de su integridad nacional.
Y el alma del país vibrante y viril, encauzada como el
afluente de todas las energías patrióticas en el alma del
Presidente Meléndez, exteriorizó la más noble, franca y
patriótica protesta diplomática que conviniera a los intereses
lesionados del país.
La digna actitud del gobierno de don Carlos Meléndez
ha sido fecunda, pues aunque la pretensión no ha desapa-
recido, el golpe furtivamente certero que se premeditaba, se
conjuró por el momento, dando moti/o a que el Senado de
la nación pretendiente, juiciosamente comprendiera la justicia
de la causa salvadoreña. Y este problema queda en pie,
con la mudez elocuente de la estatua del desierto que mira
la lejanía como si esperase
El problema queda en pie; pero también el hombre está
de la misma manera.
La acción gubernativa no termina aquí y sigue desen-
volviéndose prudencial y sabiamente cuando se trata de la
anormalidad de las finanzas del país que un Banco fraudu-
lento puso de relieve. La energía conciliadora con que
entonces se tratara el desquiciamiento financiero y la apre-
miante situación de las instituciones bancarías, bastó para
36
Doctor Femando López
2o. Designado a la Prasidencia de la RepAbiica
ALBUM PATRIÓTICO
que la nación emprendiera de nuevo el fácil camino de su
progreso espontáneo. De esta manera se omitió una crisis
violenta que pudo perjudicar hondamente al país.
No es nuestro objeto hacer un inventario detallado de
las obras que la voluntad del mandatario materializara para
el desarrollo y progreso de la nación.
Quédese eso para más tarde cuando el lustro deslinde
sus contornos históricos y pueda apreciarse determinadamente,
lo que fuera su obra presidencial, mejor dicho, la acción de
su iniciativa en el interinato gubernativo.
En la base de su pedestal de ciudadano honesto, la
patria ha sembrado su mejor rama de laurel; la nación es-
pera de su austeridad y honradez catonianas, la salud de
la moral política, y de sus principios republicanos, acentua-
damente demócratas, la vida de la patria, ilesa, autónoma
y grande.
Gustavo A. Ruiz.
DON CARLOS MELENDEZ
He sido enemigo toda mi vida de quemar incienso ante
los poderosos, bien sabido de que es la adulación un vene-
no fatal; pero, entre adulación y estímulo, la diferencia es
notoria. Se adula exagerando los buenos hechos de los
hombres, por más que esto les halague. Se estimula, po-
niéndose de relieve tal y como son, con el fin de animaries
en la prosecución de sus fines.
La labor política y administrativa del señor Melendez,
durante el tiempo que, por mandato de la ley, empuñara las
riendas del gobierno, fue lenta pero juiciosa, encarnándose
en ella el tino, sin sobresalientes hechos de relumbrón que
solo producen ruido efímero, sin resultados benéficos y prác-
^*^^^En las cuestiones internacionales, de suyo delicadas,
que durante su gobierno surgieron, supo mantener la dig-
nidad del país sin comprometerle. En las económicas, puso
un sello de tranquilidad y de confianza en el público, man-
teniendo el crédito de la República a la misma altura en
que le dejara su antecesor señor Araujo.
39
ALBUM PATRIÓTICO
Las relaciones amistosas con los demás países de Cen-
tro-América fueron, durante su gobierno, perfectamente sa-
tisfactorias, asegurando una paz duradera, de la que tanto
necesitamos nosotros los centroamericanos (que hemos gas-
tado en injustas guerras mucho oro y mucha sangre: san-
gre de hermanos) para cumplir los altos fines a que esta-
mos llamados.
Un gobierno asi, es pues, ejemplar.
Julio SolIs Luna.
San Salvador»
PRO ^PATRIA
(Para el ''Attmm Patriótico.")
De cuantas candidaturas se han proclamado en el pais —
para Presidente de la República — ninguna ha tenido más
aceptación, ni es tan a propósito para fomentar el progreso
de la patria, como la del ilustre hombre público don Carlos
Meléndez. Y no podía ser de otro modo. El señor Meléndez
reúne a su honradez acrisolada, un criterio limpio y sereno,
que lo coloca dignamente en la más alta cumbre de la vida
nacional: la elevación de sus pensamientos, el intenso amor
que profesa a su patria, la solidez de su posición social y
pecuniaria, todo ese cúmulo, en fin, de excelencias que dis-
tinguen su personalidad honorable, son las más brillantes
ejecutorías de que su Gobierno dará óptimos frutos de
prosperidad, tal como los dió el del eximio patricio don
Francisco Menéndez, de grátísima memoria para los salva-
doreños.
Realizar en la tierra la ley moral, que tanto encomió
Cicerón en su tratado de República, es el destino de la
democracia, ha dicho el más elocuente de los pensadores
modernos. Pues bien, el más grande intérprete de esa verdad
profundísima, es el señor Meléndez. Todo concurre en su
inmenso radio político. El ilustrado criterio de estadista que
posee, el enlace de sus principios y la prudente reserva con
40
Don Samuel Luna
3er. Designado a la Presidencia de la República
ALBUM PATRIOTICO
Las relaciones amistosas con los demás países de Cen-
tro-América fueron, durante su gobierno, perfectamente sa-
tisfactorias, asegurando una paz duradera, de la que tanto
necesitamos nosotros los centroamericanos (que hemos gas-
tado en injustas guerras mucho oro y mucha sangre: san-
gre de hermanos) para cumplir los altos fines a que esta-
mos llamados.
Un gobierno asi, es pues, ejemplar.
Julio Solís Luna.
San Salvador.
PRO ^PATRIA
(Para el ''Album Patriótico.'')
De cuantas candidaturas se han proclamado en el país —
para f^resideníe de la República — ninguna ha tenido más
aceptación, ni es tan a propósito para fomentar el progreso
de la patria, como la del ilustre hombre público don Carlos
Meléndez. Y no podía ser de otro modo. El señor Meléndez
reúne a su honradez acrisolada, un criterio limpio y sereno,
que lo coloca dignamente en la más alta cumbre de la vida
nacional: la elevación de sus pensamientos, el intenso amor
que profesa a su patria, la solidez de su posición social y
pecuniaria, todo ese cúmulo, en fin, de excelencias que dis-
tinguen su personalidad honorable, son las más brillantes
ejecutorias de que su Gobierno dará óptimos frutt)S de
prosperidad, tal como los dió el del eximio patricio don
Francisco Menéndez, de gratísima memoria para los salva-
doreños.
Realizar en la tierra la ley moral, que tanto encomió
Cicerón en su tratado de República, es el destino de la
democracia, ha dicho el más elocuente de los pensadores
modernos. Pues bien, el más grande intérprete de esa verdad
profundísima, es el señor Meléndez. Todo concurre en su
inmenso radio político. El ilustrado criterio de estadista que
posee, el enlace de sus principios y la prudente reserva con
40
Don Samuel Luna
3er. Designado a la Presidencia de la República
ALBUM PATRkynCO
que maneja sus propios intereses, son la mejor garantía de
que, al ser investido del alto cargo de Primer Magistrado
de la República, sabrá marcar el rumbo de los más gran-
des ideales de progreso y libertad.
La patria necesita hoy, más que nunca, de la colabora-
ción de sus grandes hombres. Es por esto que el país, sin
distinción de colores políticos, aclama por unanimidad, para
Presidente de la República, a don Carlos Meléndez y, para
Vicepresidente al eminente profesor Dr. don Alfonso Qui-
ñónez Molina, quien con su ilustración y tacto politico sa-
brá prestar al señor Meléndez su valiosa colaboración, a fin
de colocar a nuestra adorada patria a la vanguardia de los
países civilizados y cultos.
El que esto escribe tiene fe absoluta en esos dos gran-
des hombres, quienes sintetizan en este momento histórico
el ideal más grande del derecho y la justicia. Les conoce
personalmente y desde el afio de 1896, en que El Salvador
sufría estremecimientos horribles y estaba al vórtice de su
decadencia y de su ruina, el señor Meléndez era una per-
sonalidad en quien el país había Ajado ya su más grande
y hermosa esperanza.
En aquella época memorable, tuve el honor de afiliarme
al grupo de amigos del señor Meléndez, al lado del ilustra-
do doctor don Luis Alonso Barahona, y desde entonces, he
seguido con mis simpatías al esclarecido ciudadano don
Carlos Meléndez, en todos los trabajos que sus numerosos
partidarios, dentro y fuera de la República, iniciaron en pro
de su candidatura.
Es por esta razón que hoy, lleno de entusiasmo patrió-
tico, vengo a colocar mi humilde grano de arena en. el
grandioso edificio de la restauración nacional.
C. BARRIOS Castro.
EL PRESTIGIO DE LA HONRADEZ
(Para el **Allmm Patríotíco")
Cuando en Europa se tuvo noticia de la sangrienta tra-
gedia del 4 de febrero, consumada en el Parque Bolívar de
la capital salvadoreña, los amigos de nuestro pais pensaron
43
ALBUM PATRIÓTICO
con sobrada razón que éste iba a caer en una tremenda
anarquía, precursora de un protectorado extranjero: tan gra-
ve era el hecho y tan profundamente impresionó la opinión
europea. Y como allá, para el buen nombre de nuestras
repúblicas latinas, solo se toman en cuenta sus largos pe-
ríodos de orden y trabajo, aquella inmoralidad política hizo
temer que el mal tuviera raices en el pueblo y que ningu-
na fuerza sería capaz de mantener el orden sobre las olas
del caudillaje en lucha y de desviar el país de la trágica
pendiente en que se había colocado.
Para salvarlo de la ruina segura no se necesitaba de
una energía intransigente y sostenida en el Gobierno, que
despertara rivalidades de partido, sino la acción conciliado-
ra de un ciudadano justo, que por los prestigios de su hon-
radez y patriotismo, por su prudencia y ecuanimidad, se
colocara en el fiel de la balanza y pudiera encauzar la opi-
nión pública, teniendo a raya a los pocos pero audaces ele-
mentos disociadores que habían preparado el atentado y de-
bían estar listos para lanzarse a la revuelta y contener al
mismo tiempo los impulsos de la indignación impaciente que
pudieran empujar al Gobierno a la antigua y funesta políti-
ca de represalias. El problema era difícil y requería toda la
serenidad de un verdadero patriota.
Y he aquí que apareció a la cabeza del Gobierno una
personalidad limpia y prestigiosa que unificó rápidamente la
opinión sensata en favor del orden y de la justicia y man-
tuvo a flote la nave del Estado cuando parecía que iba a
zozobrar. Esa personalidad fue el ciudadano don Caríos
Meléndez. Su historia de patriota sin mancha llevó al país
la confianza que necesitaba en aquel momento crítico, y las
pasiones políticas sólo pudieron producir espasmos fugitivos
sin conmover el fondo del sentimiento popular, que se com-
pactó en derredor del nuevo Jefe de la República. El país
le debe tan importante servicio, prestado en momentos difí-
ciles, con peligro de su tranquilidad y aún de su misma
vida.
Para tales casos excepcionales sirve el esfuerzo soste-
nido de una vida consagrada íntegramente al bien, e impreg-
nada del sentimiento de la justicia; la atracción irresistible
de un nombre.
La continuación de ese orden, a pesar de las dificulta-
des creadas por las crisis económicas local y universal, que
44
ALBUM PATRIÓTICO
con sobrada razón que éste iba a caer en una tremenda
anarquía, precursora de un protectorado extranjero: tan gra-
ve era el hecho y tan profundamente impresionó la opinión
europea. Y como allá, para el buen nombre de nuestras
repúblicas latinas, solo se toman en cuenta sus largos pe-
riodos de orden y trabajo, aquella inmoralidad politica hizo
temer que el mal tuviera raíces en el puebU) y que nini^u-
na fuerza sería capaz de mantener el orden sobre las i)las
del caudillaje en lucha y de desviar el país de la trágica
pendiente en que se había colocado.
Para salvarlo de la ruina segura no se necesitaba de
una energía intransigente y sostenida en el Gobierno, que
despertara rivalidades de partido, sino la acción conciliado-
ra de un ciudadano justo, que por los prestigios de su hon-
radez y patriotismo, por su prudencia y ecuanimidad, se
colocara en el fiel de la balanza y pudiera encauzar la opi-
nión pública, teniendo a raya a los pocos pero audaces ele-
mentos disociadores que habían preparado el atentado y de-
bían estar listos para lanzarse a la revuelta y contener al
mismo tiempo los impulsos de la indignación impaciente que
pudieian empujar al Gobierno a la antigua y funesta politi-
ca de represalias. El problema era difícil y requería toda la
serenidad de ini verdadero patriota.
Y he aquí que apareció a la cabeza del Gobierno una
personalidad limpia y prestigiosa que unificó rápidamente la
opinión sensata en favor del orden y déla justicia y man-
tuvo a flote la nave del Estado cuando parecía que iba a
zozobrar. Esa personalidad fue el ciudadano don Carlos
Meléndez. Su historia de patriota sin mancha llevó al país
la confianza que necesitaba en aquel momento crítico, y las
pasiones políticas sólo pudieron producir espasmos fugitivos
sin conmover el fondo del sentimiento popular, que se com-
pactó en derredor del nuevo Jefe de la República. El país
le debe tan importante servicio, prestado en momentos difí-
ciles, con peligro de su tranquilidad y aún de su misma
vida.
Para tales casos excepcionales sirve el esfuerzo soste-
nido de una vida consagrada íntegramente al bien, e impreg-
nada del sentimiento de la justicia; la atracción irresistible
de un nombre.
La continuación de ese orden, a pesar de las dificulta-
des creadas por las crisis económicas local y universal» que
44
ALBUM PATRIÓTICO
han afectado hondamente nuestra vida propia, ha sido tam-
bién obra meritoria de su sucesor en el Gobierno provisio-
nal doctor Quiñónez Molina. . ^ . xt -
Ambos han merecido por ello la gratitud de la Nación,
que ahora, encarrilada en el sendero de la ley, solo necesi-
ta de paz, honradez y justicia para desarrollar sus abun-
dantes fuentes de riqueza y realizar el bienestar de sus ha-
bitantes. . , . , , ,
Y es de esperar, que la actividad patriótica de los bue-
nos salvadoreños estará con el Gobierno, para evitarle obs-
táculos en su reorganización administrativa y dar a su ta-
rea regeneradora un impulso nacional.
Así El Salvador será lo que está llamado a ser.
R. Rivera.
Sonsonate, marzo de 1915.
TEMPESTAD Y BONANZA
(Para el *ÁUmm Patriótico*)
El 9 de febrero de 1913, el alma nacional se conmovió
hondamente. Una inmensa catástrofe hizo vibrar dolorosa-
mente las fibras más sensibles de la Madre Patria; día luc-
tuoso en que el insigne Patricio doctor Manuel Enrique
Araujo, rindió la jornada de la vida para remontarse a la
mansión de los predestinados.
El eclipse de ese astro de primera magnitud, ensom-
breció el suelo Centroamericano.
La Patria Cuscatleca, como huérfana desamparada, es-
tremecióse de dolor y de zozobra.
Empero, providencialmente, disipáronse las negras bru-
mas del horizonte político, surgiendo de pronto una figura
prominente; él digno sucesor del ilustre desaparecido doc-
tor Arauio, que, así como Noé, el elegido, salvó a su des-
cendencia, así el conspicuo y prestigioso ciudadano don
Carlos Meléndez, el Designado, salvó a la Patria.
En la conciencia nacional está la benéfica labor admi-
46
Dr. Cecilio Bustamante
Ministro de Gobernación, Fomento y Agricultura
ALBUM PATRIÓTICO
han afectado hondamente nuestra vida propia, ha sido tam-
bién obra meritoria de su sucesor en el Gobierno provisio-
nal doctor Quiñónez Molina, ^ . xt -
Ambos han merecido por ello la gratitud de la Nación,
que ahora, encarrilada en el sendero de la ley, solo necesi-
ta de paz, honradez y justicia para desarrollar sus abun-
dantes fuentes de riqueza y realizar el bienestar de sus ha-
bitantes.
Y es de esperar, que la actividad patriótica de los bue-
nos salvadoreños estará con el Gobierno, para evitarle obs-
táculos en su reorganización administrativa y dar a su ta-
rea regeneradora un impulso nacional.
Asi El Salvador será lo que está llamado a ser.
R. Rivera.
Sonsonate, marzo de 1915.
TEMPESTAD Y BONANZA
(Para el •Aibum Patriótico*)
El 9 de febrero de 1913, el alma nacional se conmovió
hondamente. Una inmensa catástrofe hizo vibrar dolorosa-
mente las fibras más sensibles de la Madre Patria; día luc-
tuoso en que el insigne Patricio doctor Manuel Enrique
Araujo, rindió la jornada de la vida para remontarse a la
mansión de los predestinados.
El eclipse de ese astro de primera magnitud, ensom-
breció el suelo Centroamericanv).
La Patria Cuscatleca, como huérfana desamparada, es-
tremecióse de dolor y de zozobra.
Empero, providencialmente, disipáronse las negras bru-
mas del horizonte político, surgiendo de pronto una figura
prominente; el digno sucesor del ilustre desaparecido doc-
tor Araujo, que, así como Noé, el elegido, salvó a su des-
cendencia, así el conspicuo y prestigioso ciudadano don
Carlos Meléndez, el Designado, salvó a la Patria ^
En la conciencia nacional está la benéfica labor admi-
46
Dr. Cecilio Bustamante
Ministro de Gobernación, Fomento y Agricultura
ALBUM PATRIÓTICO
nistrativa del señor Meléndez, durante los diecinueve meses
de su interinato en el Poder, lo mismo que la actuación de
su predecesor, doctor Alfonso Quiñónez Molina: almas ge-
melas que han sabido inspirarse en el mismo ideal patrió-
tico y Programa de Gobierno, que garantiza prácticamente
el progreso y engrandecimiento del pueblo salvadoreño.
Los cortos i^odos de mando, que acertadamente ejer-
cieron los señores Meléndez y Quiñónez M., han servido
para agrandar más aún, la talla moral de tan distinguidos
patriotas. De ahí, la simpatía, el prestigio y el voto unáni-
me y espontáneo del pueblo, que en esta vez, con admira-
ble cordura, ha sabido dar al César, lo que es del César.
La Libertad, 1? de marzo de 1915.
Luis H. Guillen.
DON CARLOS MELENDEZ
(Para el *Atímm Patriótico»)
Había pasado la noche trágica. Flotaba en los espíritus
algo indefinible, algo tenebroso, que infundía miedo y zozo-
bra. La muerte, al cerrar con mano airada los ojos de un
gobernante, parecía blandir su guadaña sobre las institucio-
nes del pueblo. Había silencio, había mutismo, pero ese
mutismo anunciador de la tormenta. Las ideas aherrojadas,
el derecho abatido, la palabra amordazada, la lealtad cu-
bierta de vilipendio, la honradez victima de la calumnia en
administraciones anteriores, todo esto, creyendo llegado el
momento de su reivindicación, pensó unirse, en infame con-
tuvernio, con las pasiones comprimidas que luchaban por
dominar a las pasiones vencedoras y dueñas del poder des-
de luengos años. Vióse, en medio de la sombra, ¡cosa inau-
dita! a la honradez dando la mano al crimen, al derecho
aplaudiendo el hecho, a la razón justificando el error, al
amor ensalzando el odio, a la nobleza fraternizando con la
indignidad. Era preciso que en medio de ese caos aparecie-
ra la luz y disipara las tinieblas; que la verdad deslindara
responsabilidades y que los buenos buscaran a los buenos
y Iqs malos a los malos.
48
ALBUM PATRIÓTICO
Como todos esos ideales y pasiones conglomerados se
movían a impulsos de una esperanza, cuya realización era
el general deseo, al aparecer sobre la cumbre el hombre en
quien convergían los anhclop populares desde hacía muchos
años, se disiparon las pasiones tormentosas de la concien-
cia, de la misma manera que se disipa la tormenta en la
atmósfera a los besos ardientes de los rayos del sol.
La situación estaba salvada; las instituciones aparecie-
ron sostenidas con mano firme; las pasiones de arriba y las
pasiones de abajo desaparecieron; la razón, que es justicia
y equidad, flameó su enseña redentora y la República apa-
reció radiando en su faz los fulgores del derecho.
Tales fueron los acontecimientos; tal fué el hombre que
evitó la catástrofe y dio nuevas orientaciones a la vida pro-
gresiva y libre de la patria. ¿Que esto fue providencial?
sea; todos los hombres que han dejado páginas gloriosas
en el libro de la historia, han sido providenciales, sin que
esto mengüe sus merecimientos; al contrario, al aplaudir su
obra, se aplaude y venera la Providencia.
I Bastaría lo dicho para rendir á tal hombre el debido
homenaje de respeto y de cariño, si los hechos posteriores
no estuvieran ratificando el concepto de patriota que adqui-
rió desde antes de su exaltación al poder; y no quiero re-
ferirme al progreso material que se realiza, a pesar del pe-
culado y derroches anteriores y de la anormalidad económi-
ca del mundo, sino al hecho elocuente que hoy precisamen-
te se manifiesta al iniciarse el nuevo periodo presidencial:
la compatibilidad de la opinión pública, la unificación de
todas las tendencias, la convergencia de todas las aspira-
ciones y el llamamiento de todas las voluntades a la reali-
zación de estos fines: la libertad, el respeto al derecho, el
impulso al progreso, el bien y el engrandecimiento de la
patria. ¿Qué la compatibilidad es imposible? Losé: las
pasiones vencidas y las que aspiran a ser vencedoras bre-
garán siempre por el éxito; pero yo me refiero a la com-
patibilidad de las tendencias, aspiraciones e ideales gene-
rosos y patrióticos, mientras el jefe del Estado sea el por-
ta estandarte de la honradez y del derecho-
He ahí, en síntesis, la obra de don Garios Meléndez.
Que no decaiga; que el error no tuerza la rectitud de sus
ideas y la bondad de sus sentimientos; que la norma re-
gular, conecta y justa de sus actos, aniquile para siempre
4
49
ALBUM PATRIÓTICO
el espíritu de revuelta y caudillaje; que logre ahogar todas
las mezquinas pasiones y personales intereses y sobre las
ruinas de la iniquidad levantar y sostener el edificio de la
República, colocando bajo su bandera, como los polluelos
bajo el ala, a todos los hombres de buena voluntad que
quieran laborar por la gloria y engrandecimiento de la pa-
tria, sin distinción de credos ni colores y sin pensar que
los que discrepan, de buena fe y honradamente, son enemi-
gos sistemáticos, pues quizás las discrepancias se refieren
únicamente a los procedimientos, encaminándose todos a la
realización del mismo ideal. De esta manera los hijos y
amantes de la patria, serán, en su tiempo, los glorificadores
del nombre del gobernante y continuadores de su obra me-
ritoria y de su noble ejemplo, tal como hoy— adictos y con-
trarios en su época— tan admiradores y propagandistas de
las enseñanzas que dejó aquel probo mandatario,— el gene-
ral Menéndez — que, teniendo la presencia del bien, indi-
có a la conciencia nacional, como una esperanza y una ban-
dera redentora, este nombre: Carlos Meléndez.
Miguel A. fortín.
San Salvador, Marzo de 1915.
LA PAZ
El pueblo salvadoreño, trabajador, hospitalario y celo-
so de su integridad, ha gozado de completa Paz durante los
dos interinatos que por ministerio de la ley han desempeñado
la primera magistratura de la Nación los señores don Car-
los Meléndez y Dr. Alfonso Quiñónez Molina.
Estas dos personalidades han sabido captarse el apre-
cio y estimación de sus gobernados, porque durante su ad-
ministración se ha gozado de libertad, progreso y paz, no
obstante las mil dificultades monetarias por que ha cruzado
el País; por eso el pueblo entero los ha aclamado para que
continúen al frente de los destinos públicos, y es de augu-
rarse una era de paz completa, pues nadie ignora que la
paz, como quiera que se le considere, y fuera dd caso de
50
i
ALBUM PATRIÓTICO
el espíritu de revuelta y caudillaje; que logre ahogar todas
las mezquinas pasiones v personales intereses y sobre las
ruinas de la iniquidad levantar y sostener el edificio de la
República, colocando bajo su bandera, como los polluelos
bajo el ala, a todos los hombres de buena voluntad que
quieran laborar por la gloria y engrandecimiento de la pa-
tria, sin distinción de credos ni colores y sin pensar que
los que discrepan, de buena fe y honradamente, son enemi-
gos sistemáticos, pues quizás las discrepancias se refieren
únicamente a los procedimientos, encaminándose todos a la
realización del mismo ideal. De esta manera los hijos y
amantes de la patria, serán, en su tiempo, los glorifícadores
del nombre del gobernante y continuadores de su obra me-
ritoria y de su noble ejemplo, tal como hoy— adictos y con-
trarios en su época— tan admiradores y propagandistas dt
las enseñanzas que dejó aquel probo mandatario,— el gene-
ral Menéndez— que, teniendo la presencia del bien, indi-
có a la conciencia nacional, como una esperanza y una ban-
dera redentora, este nombre: Carlos Meléndez.
MIGUEL A. FORTÍN.
San Salvador, Marzo de 1915.
LA PAZ
El pueblo salvadoreño, trabajador, hospitalario y celo-
so de su integridad, ha gozado de completa Paz durante los
dos interinatos que por ministerio de la ley han desempeñado
la primera magistratura de la Nación los señores don Car-
los Meléndez y Dr. Alfonso Quiñónez Molina.
Estas dos personalidades han sabido captarse el apre-
cio y estimación de sus gobernados, porque durante su ad-
ministración se ha gozado de libertad, progreso y paz, no
obstante las mil dificultades monetarias por que ha cruzado
el País; por eso el pueblo entero los ha aclamado para que
continúen al frente de los destinos públicos, y es de augu-
rarse una era de paz completa, pues nadie ignora que la
paz, como quiera que se le considere, y fuera del caso de
50
4*
ALBUM PATRIÓTICO
conseguirla con sangre, es el más rico presente que los go-
biernos pueden dar a sus pueblos, porque la paz es el fin
a que se encaminan las leyes y a que se dirige la misma
guerra, cuando una fatal necesidad, conduce a los hombres
al campó del honor, rompiendo todos aquellos vínculos de
confraternidad y concordia que sólo en la paz pueden man-
tenerse; porque es verdad, que aunque una nación alcance
a estar bajo una Ley que es todo respeto y garantía y a la
sombra de Instituciones bienhechoras, desde que la paz es
perturbada y los campos se cubren de sangre y de cadáve-
res por la guerra, se confunden los límites, se violan los
derechos y se extingue todo aquello que puede llamarse fe-
licidad.
Debemos, pues, los salvadoreños, poner nuestro contm-
gente, a fin de conservar la paz, ya que contamos con ciu-
dadanos honrados y de reconocido patriotismo, en el Poder
Supremo, como son los señores Meléndez y Quiñónez Molina.
José a. mazorra.
Chalatenango, marzo de 1915.
EL PUEBLO Y SU MANDATARIO
(Para el •Albm Patriótico.»)
El mandatario que se apoya en el pueblo y en la ley,
nada tiene que temer, porque él es la opinión y ésta es la
fuerza.
El pueblo es la ley en todas las naciones y al pueblo
se le debe la redención del género humano y la libertad
universal, porque de su seno salen los derechos del hom-
bre que son el decágolo político de las sociedades mo-
dernas.
El pueblo siguió a Jesucristo con entusiasmo en su
peregrinación desde su cuna de Belén, hasta el altar del
sacrificio en el Calvario, sin abandonarlo en esa vía do-
lorosa.
52
Dr- tomas G. Palomo
Ministro de Hacienda y Crédito Público
ALBUM PATRIÓTICO
conseguirla con sangre, es el más rico presente que los go-
biernos pueden dar a sus pueblos, porque la paz es el fin
a que se encaminan las leyes y a que se dirige la misma
guerra, cuando una fatal necesidad, conduce a los hombres
al campo del honor, rompiendo todos aquellos vínculos de
confraternidad y concordia que sólo en la paz pueden man-
tenerse; porque es verdad, que aunque una nación alcance
a estar bajo una Ley que es todo respeto y garantía y a la
sombra de instituciones bienhechoras, desde que la paz es
perturbada y los campos se cubren de sangre y de cadáve-
res por la guerra, se confunden los limites, se violan los
derechos y se extingue todo aquello que puede llamarse fe-
licidad.
Debemos, pues, los salvadoreños, poner nuestro contin-
gente, a fin de conservar la paz, ya que contamos con ciu-
dadanos honrados y de reconocido patriotismo, en el Poder
Supremo, como son los señores Meléndez y Quiñónez Molina.
JOSÉ A. MAZORRA.
Chalatenango, marzo de 1915.
EL PUEBLO Y SU MANDATARIO
(Para el ^Atímn Patriótico. *)
El mandatario que se apoya en el pueblo y en la ley,
nada tiene que temer, porque él es la opinión y ésta es la
fuerza.
El pueblo es la ley en todas las naciones y al pueblo
se le debe la redención del género humano y la libertad
universal, porque de su seno salen los derechos del hom-
bre que son el decágolo político de las sociedades mo-
dernas.
El pueblo siguió a Jesucristo con entusiasmo en su
peregrinación desde su cuna de Belén, hasta el altar del
sacrificio en el Calvario, sin abandonarlo en esa vía do-
lorosa.
52
ALBUM PATRIÓTICO
Tras aquel hombre, divino, pero humilde, no iban los
grandes de la tierra, ni los poderosos; le seguían los labrie-
gos, los obreros, los que buscan en las fuerzas superiores,
aliento para la vida, consuelo para sus aflicciones, promesas
y esperanzas para el porvenir.
Sí, porque las clases humildes y obreras tienen instin-
tos irresistibles de libertad, y cuando se unen y se compactan
en un anhelo común con fuerza vigorosa y propósitos sanos,
son invencibles en la lucha.
El pueblo nace, como el Mártir del Gólgota, en la
pobreza, se forma en el combate, se aquilata en el trabajo,
y se levanta glorioso en el sacrificio.
Él inoculó su sangre en las arterias de la revolución
civilizadora del mundo; apoyó las titánicas empresas, ha
roto las cadenas de los esclavos, los cetros de los sobera-
nos, y ha derribado al despotismo.
El pueblo con su natural instinto jamás pone su culto
en falsos Idolos, él sabe quién le ama deveras, quién se
desvive por engrandecerio, quién lucha por salvado.
Las clases altas son por lo común egoístas, retraídas
e indolentes, y odian a los gobiernos porque dicen que las
explota.
El pueblo que se une siempre a las grandes ideas es
valiente, abnegado y desprendido, y su apoyo es la única
sólida base de los gobiernos.
Los poderosos, los sibaritas, los dioses de la Banca,
tienen su sangre dispuesta para ... las congestiones. Los
hijos del pueblo la tienen para derramarla por una cau-
sa noble y en defensa de la patria.
De sus manos ha surgido, como de las de Dios, todo
un mundo de progreso, y de su seno han salido los gran-
des inventos, las maravillosas obras de arte, la civilización
humana en todas sus manifestaciones.
Dá sin reserva alguna sus hijos a la Patria y su vi-
da al trabajo; va a los combates a defender la integridad
nacional; embellece la ciudad haciendo que progresen las
artes; derriba con sus manos la montaña virgen y hace
surgir la agricultura; construye edificios, abre vías de co-
municación; explota la riqueza mineral, y dá, finalmente, las
gotas de sudor al progreso de la patria y las gotas de su
sangre a su defensa.
54
ALBUM PATRIÓTICO
Tras aquel hombre divino, pero humilde, no iban los
grandes de la tierra, ni los poderosos; le seguían los labrie-
gos, los obreros, los que buscan en las fuerzas superiores,
aliento para la vida, consuelo para sus aflicciones, promesas
y esperanzas para el porvenir.
Si, porque las clases humildes y obreras tienen instin-
tos irresistibles de libertad, y cuando se unen y se compactan
en un anhelo común con fuerza vigorosa y propósitos sanos,
son invencibles en la lucha.
El pueblo nace, como el Mártir del Gólgota, en la
pobreza, se forma en el combate, se aquilata en el trabajo,
y se levanta glorioso en el sacrificio.
Él inoculó su sangre en las arterias de la revolución
civilizadora del mundo; apoyó las titánicas empresas, ha
roto las cadenas de los esclavos, los cetros de los sobera-
nos, y ha derribado al despotismo.
El pueblo con su natural instinto jamás pt»ne su culto
en falsos Ídolos, él sabe quién le ama deveras, quién se
desvive por enurandecerlo, quién lucha por salvarlo.
Las clases altas son por lo común egoístas, retraídas
e indolentes, y odian a los gobiernos porque dicen que las
explota.
El pueblo que se une siempre a las grandes ideas es
valiente, abnegado y desprendido, y su apoyo es la única
sólida base de los gobiernos.
Los poderosos, los sibaritas, los dioses de la Banca,
tienen su sangre dispuesta para ... las congestiones. Los
hijos del pueblo la tienen para derramarla por una cau-
sa noble y en defensa de la patria.
De sus manos ha surgido, como de las de Dios, todo
un mundo de progreso, v de su seno han salido los gran-
des inventos, las maravillosas obras de arte, la civilización
humana en todas sus manifestaciones.
Dá sin reserva alguna sus hijos a la Patria y su vi-
da al trabajo; va a los combates a defender la integridad
nacional; embellece la ciudad haciendo que progresen las
artes; derriba con sus manos la montaña virgen y hace
surgir la agricultura; construye edificios, abre vías de co-
municación; explota la riqueza mineral, y dá, finalmente, las
gotas de sudor al progreso de la patria y las gotas de su
sangre a su defensa.
54
Doctor Reyes Arrieta Rossi,
Sithu t:rc 'arto f!(- Rt-lntuf^v E>:<fitai, Ir*.-
in.(xicn PúL.lic.'; 1- Jui-tit .a
ALBUM PATRiÓTICO
Nunca se deja engañar, y cuando se abusa de él y se
le desconocen y vulneran sus derechos y sus libertades, sa-
len de su hirviente seno de volcán las olas de fuego de
las revoluciones que son la expresión genuina de sus có-
leras.
Carlos Qüehl.
DISCURSO
pronunciado por s\i autor frente a la residencia del ciudadano
don Carlos Meléndez. el 13 d« dictmüm d» 1913.
Excelentísimo señor don Carlos Meléndez:
Señores:
Los Clubs de esta ciudad, y especialmente el Club Calva-
reño «General Cabanas», me han comisionado para que os
dirija la palabra en este solemne acto, en que el pueblo
lleno de regocijo viene a presentaros un cariñoso saludo y
a ofreceros, a la vez, su incondicional adhesión, para que
sigáis dirigiendo los altos y delicados destinos de la patria,
en el próximo periodo de 1915 a 1919; y es que ha visto
en vos, señor, al ciudadano probo, amante respetuoso de
la ley, que sabrá hacer la felicidad de este desventurado
pueblo, que siempre ha sido víctima del más odioso y de-
testable despotismo. Con el Gobierno del Dr. Araujo se ini-
ció una era de paz, de libertad y de progreso, cuya ful-
gente aurora ya empezaba a iluminar hasta las crestas más
altas de nuestras seculares y feraces montañas, tantas ve-
ces oscurecidas con el humo de combate fratricida! Y a vos,
señor, os ha cabido la gloria de continuar laborando en esa
magna obra, digna solo de espíritus superiores, como el de
aquel y como el vuestro.
¡Dejad a la prensa independiente que lance sus candentes
dardos, contra tí, que no serán capaces de herir vuestro pecho,
pues está cubierto con la fuerte coraza del más acendrado
patriotismo! ¡Dejad al encrespado mar de las pasiones poli-
ticas que lance sus gigantes y rugientes olas en señal de
amenaza, que al llegar a vuestros pies, se tornarán en co-
pos de blanquísima espuma!
56
Doctor Francisco A.. Lima,
Subsecretario de Gobernación
ALBUM PATRIÓTICO
Nunca se deja engañar, y cuando se abusa de él y se
le desconocen y vulneran sus derechos y sus libertades, sa-
len de su hirviente seno de volcán las olas de fuego de
las revoluciones que son la expresión genuina de sus có-
leras-
Carlos Qüehl.
DISCURSO
pronunciacío por svi autor frente a la residencia del ci\adadaiK>
don Carlos Meléndez. el 13 de dictemt>re de 1913.
Excelentísimo señor don Carlos Meléndez:
Señores :
Los Clubs de esta ciudad, y especialmente el Club Calva-
reño «General CabcMiis . nie han c(»misionado para que os
dirija la palabra en este st^lemne acto, en que el pueblo
lleno de re^íocijo viene a presentaros un cariñoso saludo y
a ofreceros', a la vez, su incondicional adhesión, para que
si^ráis dirigiendo los altos y delicados destinos de la patria,
en el próximo período de 1915 a 1919; y es que ha visto
en vos, señor, al ciudadano probo, amante respetuoso de
la lev, que sabrá hacer la felicidad de este desventurado
pueblo, que siempre ha sido victima del más odioso y de-
testable despotismo. Con el Gobierno del Dr. Araujo se ini-
ció una era de paz, de libertad y de progreso, cuya tul-
gente aurora ya empezaba a iluminar hasta las crestas más
altas de nuestras seculares y feraces montañas, tantas ve-
ces oscurecidas con el luimo de combale fratricida! Y a vos,
señor, os ha cabido la gloria de continuar laborando en esa
magna obra, digna solo de espíritus superiores, como el de
aquel y como el vuestro,
¡Dejad a la prensa independiente que lance sus candentes
dardos, contra ti, que no serán capaces de herir vuestro pecho,
pues está cubierto con la fuerte coraza del más acendrado
patriotismo! ¡Dejad al encrespado mar de las pasiones poli-
ticas que lance sus gigantes y rugientes olas en señal de
amenaza, que al llegar a vuestros pies, se tornarán en co-
pos de blanquísima espuma!
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ALBUM PATRIÓTICO
¡La gloria del triunfo está en la lucha y para triunfar
es necesario luchar!
¿Qué importa al águila caudal que se remonta en su
atrevido vuelo hasta las más empinadas cumbres de los
Andes, los ladridos de los perros famélicos que desean de-
vorarle, cuando ella fía en la potencia de sus alas?
Y a vos, señor, qué os incumbe que unos cuatro des-
contentos os quieran aturdir con sus estiidentes y destem-
plados gritos desde las columnas de la prensa opositora, si
el pueblo entero, de un confín a otro de la República, os
aclama?
Las personas sensatas han calificado ya de antipatrió-
tica esa campaña emprendida por ciertos individuos que
desean ver anarquizado el país para, lograr sus bastardas
y nefandas ambiciones! ...
Pueblo:
En estos difíciles y críticos momentos porque atraviesa
el país, la única persona que puede salvarlo de la miseria,
la esclavitud y la anarquía, es el honrado ciudadano don
Garios Meléndez, y es por esto, que todos los patriotas bien
intencionados, lo aclaman unánimemente.
Rafael García Escobar.
LA OPINION
Desde el más lejano rincón de esta amada República
salvadoreña llegan los patrióticos ecos, las altísimas notas
de la fundación de clubs melendistas, que se proponen
trabajar con fervor y ':on tesón, por la victoria del insigne
estadista, gloria inmarcesible de la tierra centroamericana.
Este como resurgimiento de la conciencia nacional, que
se alista, entusiasta, para entrar con bríos en la próxima
contienda electoral, nos coloca en la gloriosa cima de la
cordura y sensatez, que son los bellos caracteres de los
países cultos y los hermosos senderos que conducen a una
paz estable, fundamento y base para el adelanto de la clase
proletaria: ese humilde pero potente ejército de los laboriosos...
58
ALBUM PATRIÓTICO
¡La ghtria del triunfo está en la lucha y para triunfal-
es necesario luchar!
¿Qué importa al águila caudal que se remonta en su
atrevido vuelo hasta las más empinadas cumbres de los
Andes, los ladridos de los perros famélicos que desean de-
vorarle, cuando ella fia en la potencia de sus alas?
Y a vos, señor, qué os incumbe que unos cuatro des-
contentos os quieran aturdir con sus estiidentes y destem-
plados gritos desde las columnas de la prensa opositora, si
el pueblo entero, de un confín a otro de la República, os
aclama ?
Las personas sensatas han calificado ya de antipatrió-
tica esa campaña emprendida por ciertos individuos que
desean ver anarquizado el país para, lograr sus bastardas
y nefandas ambiciones! . . .
Pueblo:
En estos dificiles y críticos momentos porque atraviesa
el pais, la única persona que puede salvarlo de la miseria,
la esclavitud y la anarquía, es el honrado ciudadano don
Carlos Meléndez, y es por esto, que todos los patriotas bien
intencionados, lo aclaman unánimemente.
Rafael García Escobar.
LA OPINION
Desde el más lejano rincón de esta amada República
salvadoreña llegan K»s patrióticos ecos, las altísimas notas
de la fundación de clubs melendistas, que se propf.nen
trabajar con fervor y • on test'm, por la victoria del insii^Mie
estadista, i^loria inn'iarcesible de la tierra centntamericana.
Este como resurgimient(i de la conciencia nacit)naL que
se alista, entusiasta/ para entrar con bríos en la próxima
contienda electoral, nos coloca en la gloriosa cima de la
cordura y sensatez, que son los bellos caracteres de los
países cultos y los hermosos senderos que conducen a una
paz estable, fundamento y base para el adelanto de la clase
proletaria: ese humilde pero potente ejército de los laboriosos...
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ALBUM PATRÓITICO
Y a través de ese prisma, ante ese gesto digno de un
pueblo que adora en don Carlos Meléndez a un patriarca,
se observa, se trasluce la ola arroUadora, el deseo único, el
pensamiento unánime que mueve la corriente de la opinión
pública; la más grande aspiración del ciudadano y del pa-
triota: entregar la difícil nave del Estado en manos de un
hombre que piense en los destinos de El Salvador, con la
mano puesta sobre el corazón, como símbolo del religioso
respeto que debemos a la Patria y de la lealtad a que es
acreedora la divina madre de nuestra madre.
Y el pueblo trabajador, el pueblo honrado que reconoce
en el integérrimo ciudadano señor Meléndez, al virtuoso, al
intachable, al hombre de talla, dispuesto a ofrendarlo todo
por sus compatriotas, lo aclama, y dándole pruebas inequí-
vocas de su cariño, lo señala y se resuelve a elegirlo para
el próximo periodo constitucional de la República. Por eso,
y ante ese aspecto halagador; ante ese dichoso despertar del
espíritu nacional por medio de sus clubs, es lógico que crea-
mos en la victoria de don Carlos Meléndez, que resuena en
el corazón del Pueblo como nombre sublime, augurio santo
de bienestar y de felicidad suprema para la querida tierra
cuscatleca.
ALKED£DOPv DE UN HOMBRE
(Para el "AUmm Patriótico")
Vida agitada y tempestuosa la vida del Poder; agitar-
se en las esferas de la política y ser sereno ante los pro-
blemas nacionales, es cosa bien difícil. Es en este campo de
acción que debe verse al señor don Carlos Meléndez.
Sin ambiciones rastreras, sin huellas de crimenes, con
enorme caudal de honradez, con energías potentes y cumplien-
do la Ley, llegará a la Presidencia el señor Meléndez. No as-
cenderá a ella, como muchos, por lineas quebradas; sigue la
línea recta, ama la sencillez republicana y se mantiene fir-
me con su antiguo prestigio, con el cariño y respeto de
todos sus conciudadanos y creyendo siempre que la sereni-
dad es una de las grandes virtudes que acompañan en todo
momento a los hombres superiores.
eo
ALBUM PATRÓITICO
Y a través de ese prisma, ante ese gesto digno de un
pueblo que adora en don Carlos Meléndez a un patriarca,
se observa, se trasluce !a o\a arrolladora. el deseo único, ei
pensamiento unánime que mueve la ct)rriente de la opinión
pública; la más grande aspiraci('»n del ciudadano y del pa-
triota: entreí^ar ia difícil nave del Estado en manos de un
hombre que piense en los destinos de 1:1 Salvador, con la
mano puesta sobre el corazón, como símbolo del religioso
respeto que debemos a la Patria y de la lealtad a que es
acreedora la divina madre de nuestra madre.
Y el pueblo trabajador, el pueblo honrado que reconoce
en el integérrimo ciudadano señor Meléndez, al virtuoso, al
intachable, al hombre de talla, dispuesto a ofrendarlo todo
por sus compatriotas, lo aclama, y dándole pruebas inequí-
vocas de su cariño, \n señala y se resuelve a elegirlo para
el pn'ixímo período constitucional de la República. Por eso,
V ante ese aspecto halagador; ante ese dichoso despertar del
espíritu nacional por medio de sus clubs, es lógico que crea-
mos en la victoria de don Carlos Meléndez, que resuena en
el corazón del Pueblo como nombre sublime, augurio santo
de bienestar y de felicidad suprema para la querida tierra
cuscatleca.
ALKEDEDOPv DE UN HOMBRE
(Pura el ''Album Patriótico")
Vida ai^iiada y tempestuosa la vida del Poder; agitar-
se en las esferas de la política y ser sereno ante los pro-
blemas nacionales, es cosa bien difícil. Es en este campo de
accí('»n que debe verse al señor don Carlos Meléndez.
Sin ambiciones rastreras, sin huellas de crimenes, con
enorme caudal de honradez, con energías potentes y cumplien-
do la Ley, llegará a la Presidencia el señor Meléndez, No as-
cenderá a ella, como muchos, por líneas quebradas; sigue la
linea recta, ama la sencillez republicana y se mantiene fir-
me con su antiguo prestigio, con el cariño y respeto de
todos sus conciudadanos y creyendo siempre que la serení-
dad es una de las grandes virtudes que acompañan en todo
momento a los hombres superiores.
eo
Doctor David Rosales K.
Doctor David Rosales K.
Subsecretario de Instrucción Pública
ALBUM PATRIÓTICO
Don Carlos Meléndez atrae por sus virtudes cívicas;
atrae por el fiel cumplimiento de la Constitución; atrae por
su fisonomía amable y austera a un tiempo mismo: lleva
en si el imán que hace de los hombres la voluntad que
manda obedecer y el corazón que ordena amar.
No es un fermento de anarquía ni por su posición po-
lítica, ni por su posición social, ni monetaria: he ahí la su-
prema virtud que le mantiene en pie sin ser tocada su ca-
beza por tempestades que casi siempre rodean a los polití'
eos que surgen por casualidades del destino.
Siempre será un timbre de orgullo para el señor don
Carlos Meléndez su gesto altivo defendiendo la soberanía
nacional y laborando por la concordia y acercamiento fra-
ternal de los pueblos centroamericanos. Es por todo esto
que tiene derecho a vivir perennemente dentro del espíritu
nacional que sabe encarnar y defender.
S. MARTINEZ FlOUEROA
LA OBRA ADMINISTRATIVA DEL
SEÑOR MELENDEZ
Muy a despecho de los prejuicios y de la dañada in-
tención que en un principio sentó una pequeña fracción de
individuos desafectos al señor Meléndez, en el corto perio-
do de tiempo que este modesto ciudadano ha desempeñado
la primera magistratura del Estado, su actuación adminis-
trativa ha sido altamente honrada y beneficiosa a los inte-
reses de la comunidad nacional.
Muy ajeno el señor Meléndez, a todo sentimiento de
ambición, ha impreso, en todos sus actos administrativos,
una conducta que es la verdadera similitud de la que ob-
servó su ilustre antecesor. Todos los problemas económi-
cos que ante él se han presentado, han tenido acertada so-
lución:— nadie ignora que la crítica situación de los Ban-
cos por su escasez de numerario, pudo envolver al país
en una dilatada crisis monetaria ; — pero el Gobierno del
señor Meléndez, con la fe y el convencimiento del que lu-
cha por salvar los intereses de su patria, conjuró aquel
62
ALBUM PATRIÓTICO
Don Carlos Meléndez atrae por sus virtudes cívicas;
atrae por el fiel cumplimiento de la Constitución; atrae por
su fisonomía amable y austera a un tiempo mismo: lleva
en si el imán que hace de los hombres la voluntad que
manda obedecer y el corazón que ordena amar.
No es un fermento de anarquía ni por su posición po-
lítica, ni por su posición social, ni monetaria: he ahí la su-
prema virtud que le mantiene en pie sin ser tocada su ca-
beza por tempestades que casi siempre rodean a los políti-
cos que surgen por casualidades del destino.
Siempre será un timbre de orgullo para el señor don
Carlos Meléndez su gesto altivo defendiendo la soberanía
nacional y laborando por la concordia y acercamiento fra-
ternal de los pueblos centroamericanos. Es por todo esto
que tiene derecho a vivir perennemente dentro del espíritu
nacional que sabe encarnar y defender.
S. Martínez Figueroa
LA OBRA ADMINISTRATIVA DEL
SEÑOR MELENDEZ
Muy a despecho de los prejuicios y de la dañada in-
tención que en un principio sentó una pequeña fracción de
individuos desafectos al señor Meléndez, en el corto perío-
do de tiempo que este modesto ciudadano ha desempeñado
la primera magistratura del Estado, su actuación adminis-
trativa ha sido altamente honrada y beneficiosa a los inte-
reses de la comunidad nacional.
Muy ajeno el señor Meléndez, a todo sentimiento de
ambición, ha impreso, en todos sus actos administrativos,
una conducta que es la verdadera similitud de la que ob-
servó su ilustre antecesor. Todos los problemas econ()mi-
cos que ante él se han presentado, han tenido acertada so-
luciónnadie ignora que la critica situación de los Ban-
cos por su escasez de numerario, pudo envolver al país
en una dilatada crisis monetaria ; — pero el Gobierno del
señor Meléndez, con la fe y el convencimiento del que lu-
cha por salvar los intereses de su patria, conjuró aquel
62
Exmo. Sr. Dr. Adulfo Pérez y Aguiiar,
ALBUM PATRIÓTICO
desastre, con el Decreto del 7 de noviembre. El desborde
de una insana pasión política, se apoderó de los elementos
adversos a la obra del señor Meléndez, > de aquí la acre cen-
sura de que fue objeto aquel Decreto, calificándolo de in-
constitucional y de un espíritu de parcialidad, tributada iini-
camente a los Bancos. El Gobierno obró como lo exigían
las circunstancias; desgraciadamente hay leyes que en su
faz externa, aparentan ser despóticas, injustas y contrarias
a los fines beneficiosos que tuvo en mira el legislador; pe-
ro en su aplicación práctica, producen ópimos resultados.
Tal sucedió con el Decreto aludido, el que, no solo garan-
tizó a los tenedores de billetes, sino que exigió de los
Bancos, la obligación estricta de acuñar cada uno de ellos
la suma de quinientos mil pesos plata, dentro del término
de seis meses. Merced a ese Decreto, pudieron equilibrarse
los intereses de la nación y los de la Banca. Hoy, como es
del dominio público, la perspectiva de aquella crisis, ha
desaparecido; todos los Bancos subsistentes, pidieron opor-
tunamente las cantidades de plata que les exigia el Decre-
to; ya el Agrícola Comercial recibió, el 9 del corriente, la
cantidad de quinientos mil colones que ingresaron a sus
arcas; y en breve, el Occidental y Salvadoreño, recibirán
las cantidades obligatorias y mucho más. Actualmente la
situación bancaria es bonancible, pues ya se hacen, en me-
tálico, pequeñas transacciones.
El Erario Nacional fluctúa en buenas condicones, que
se deducen elocuentemente de la puntualidad con que se
pagan todos los gastos que exige la administración públi-
ca. Todos los Ramos de ésta no han interrumpido la mar-
cha progresiva a que fueron impulsados por el ilustre doc-
tor Ar^ujo.
La dolorosa tragedia que segó la vida de aquel exi-
mio ciudadano, habría sido el negro prólogo de una horri-
ble hecatombe; y hoy la familia salvadoreña, estaría pro-
fundamente lesionada, y envuelta en la más espantosa anar-
quía, porque el espíritu revolucionario, adormecido por al-
gún tiempo, hubiera enarbolado el pabellón fratricida, para
convertir al país en un campo de agramante.
Felizmente la suerte dispuso otra cosa, y surgió la fi-
gura del señor Meléndez, donde se encarnan todas las ideas
y los principios de la democracia pura. Su aversión por el
5
65
ALBUM PATRIÓTICO
mando supremo, manifestada en diversas ocasiones, pugnó
con sus sentimientos de buen patriota, y fue asi como
abandonó su bienestar personal, para dirigir los destinos
de la nación.
Su presencia en el Poder, en los momentos delicados
de una situación anormal, apagó la eftrvecencia de ambi-
ciones sustentadas largo tiempo por elementos de caudi-
llaje.
El señor Meléndez, mantiene ho> la paz y el progreso
del país, por esto el pueblo salvadoreño, cada día siente
por él y su gobierno, fidelidad y entrañable simpatía.
LA VOLUNTAD
A propósito del movimiento aléccionario
1
No solamente triunfan los magnates, los opulentos;
también los humildes llevan en su ser un talismán invisible
y poderoso: la voluntad.
I!
En la espesura del bosque hay monstruos que atravie-
san su corazón y agitan sus densos penachos de ceniciento
humo como gallardos pendones del progreso; en los ma-
res, colosos de acero que devoran las distancias con la
febril inquietud délos deseos; en el aire, ligeras naves que
compiten con la bravura y rapidez de los cóndores andinos.
Y esos monstruos de la selva, y esos gigantes de las on-
das y esos cóndores de acero, ¿qué son sino la férrea vi-
bración del alma voluntad?
III
La estatua surge bella como la concepción excelsa del
artista, los versos se desatan cual magnifico collar de niveas
y azuladas perias, el laurel ciñe la frente del heroico militar.
Y la estatua que surge, y los versos que se desatan y el
laurel del vencedor, ¿qué son sino la voluntad?
Doctor Federico Penado
Rector de la Universidad Nacional
66
1
ALBUM PATRIOTICO
mando supremo, manifestada en diversas ocasiones, pugnó
con sus sentimientos de buen patriota, y fue así como
abandonó su bienestar personal, para dirigir los destinos
de la nación.
Su presencia en el Poder, en los nK-mentos delicados
de una situacitui annrmal, apagó la efervecencia de anihi-
cuMies sustentadas largo tiempo por elementos de caudi-
llaje.
Ei señor Aleléndez, mantiene ho> la paz y el progreso
del pais, por esto el pueblo salvadoreño, cada día siente
por él y su gobierno, fidelidad y entrañable simpatía.
LA VOLUNTAD
A prepósito del movimiento eleccionario
I
No solamente triunfan los magnates, los opulentos ;
también los humildes llevan en su ser un talismán invisible
y poderoso: la voluntad.
li
En la espesura del bosque hay monstruos que atravie-
san su corazón y agitan sus densos penachos de ceniciento
humo como gallardos pendones del progreso; en los ma-
res, colosos de acero que devoran las distancias con la
febril inquietud délos deseos; en el aire, ligeras naves que
compiten con la bravura y rapidez de los cóndores andinos.
Y esos monstruos de la selva, y esos gii^antes de las on-
das y esos cóndores de acero, ¿qué son sino la férrea vi-
bración del alma voluntad?
III
La estatua surge bella como la concepción excelsa del
artista, los versos se desatan cual magnifico collar de niveas
y azuladas perlas, el laurel ciñe la frente del heroico militar.
Y la estatua que surge, y los versos que se desatan y el
laurel del vencedor, ¿qué son sino la voluntad
66
Doctor Federico Penado
Rrcirí ck' la Uri'vtTMor-id Naccna
ALBUM PATRIÓTICO
IV
El pálido fulgor de las estrellas, el hálito aromado de
las flores, la nota que solloza en el ramaje, la cascada que
se despeña en irisada espuma; todo loque vive y palpita;
todo lo que vibra a impulsos del artífice Creador: |todo
es voluntad!
M. A. Santillana.
ALBORES DE LIBERTAD
{Para eí •Album Patriótico*)
Ante el espectro lívido del Dr. Araujo, pasa un desfile
de sombras al abismo. . . .
Fulge una ténue claridad inicial como precursora de
otra época radiante, cuyos albores de magníficos augurios
se extienden sobre el horizonte de la Patria.
¡Aparece el Sol de la Libertad!
Bajo los auspicios de fueros, derechos y garantías
individuales, vibra unánime y compacta, a los cuatro vientos,
la candidatura popular, para las altas funciones de un go-
bierno sin precedentes por la manifestación espontánea de
las ya conscientes masas.
La figura conspicua de don Carlos Meléndez resurge
triunfadora entre los ciudadanos salvadoreños, que le re-
claman para el próximo período presidencial.
Eco de esperanza es su nombre, que va de boca en
boca como precursor factible de realidad deseada, cuya
evidencia se resuelva en una era bonancible.
Hermosa perspectiva es la promesa que hoy el tiempo
nos anuncia, preconizando con hechos palpables el bienestar
supremo.
Seis meses bastaron para prestigiar al candidato en la
politica nacional, cuando providencialmente y en circuns-
tancias difíciles asumió por ley y voluntad del pueblo la
representación de ta Primera Magistratura: bien sabido de
todos es- el terror que la hecatombe del 4 de febrero de
68
ALBUM PATRIÓTICO
1913 produjo en el país; y bien sabido es también, que,
ante la incertidumbre del suceso, súpose mantener firme e
inconmovible; reconocida ya por la sanción pública, esta
demostrada su enteza de carácter noble, activa e inflexible
en presencia de cualquier situación.
Su cuna humilde lo hizo demócrata; su riqueza, aristó-
crata; y su acción constante de trabajo, formó su espíritu
socialista.
Cultura, talento y buena voluntad son condiciones ad-
herentes al ciudadano digno; y trilogía es ésta de su norma
en la conducta, tacto y cumplimiento del deber.
Que es hombre de finanzas, crédito y confianza, probado
está con su corta administración pasada.
Y la designación del segundo Poder en las labores
futuras de su mando, clarividencia su Gabinete de porvenir.
Cuanto al Dr. Quiñónez Molina, hay que decir, previsto
y manifiesto está: el limitado periodo en que ha fungido,
constitucionalmente, pone de relieve sus dotes y anhelos
por el bien común.
El círculo que ha precedido al señor Meléndez, como
base fundamental para su próximo Gobierno, ha sido for
mado por lo más selecto de ciudadanos de honradez limpia
y acrisolada en el buen nombre de la causa.
Las congregaciones todas que le proclaman y sostienen,
han dado crédito a sus trabajos, por la buena armonía,
orden y disciplina, tanto en la aceptación para la Vicepre-
sidencia del connotado hombre público Dr. Quiñónez, como
en el triunfo en los comicios electorales para Municipalidades.
Digna de mejor suerte es esta desgraciada fracción de
Centro América; y lo será, pues ya respira aires de libertad,
mediante la evolución progresiva . con que la paz le ha
marcado nuevos derroteros.
Los detractores del ideal moderno van en derrota . • .
[Paso a las nuevas instituciones!
(La República de El Salvador está de plácemes 1
M. Alvarez Magaña.
69
NUESTRA CLASE DE GOBIERNO
Y NUESTRO GOBERNANTE
{Para el * Album Patriótico.»)
En las masas populares que forman los pueblos, se
encuentran unos que odian toda clase de gobierno; no quie-
ren tener otra autoridad más que el yo de cada unidad de
ese compuesto; el gobierno es para ellos, la presión más
infame que pudo concebir el hombre para la misma huma-
nidad: es el cruel verdugo que no deja a sus conciencias la
libre acción de sus movimientos, porque cuando quiere disten-
derse por cierta linea de hechos, tropieza con alguna ley,
con algún reglamento que les detiene y se sienten cohibidos
en todos sus actos, desde los más frivolos hasta los más
formales de su vida.
En toda acción encuentran un obstáculo.
A cada hecho, la ley le marca su camino.
Todo acto humano tiene su limitación en la ley, y, odian
a esa ley, pero odian más a sus autores.
El gobierno es para ellos el ente más despreciable que
debia desaparecer de la tierra.
El anarquismo, siembra a cada paso depósitos de di-
namita para desarraigario y esfumarlo,— como vapor de agua
de la atmósfera,— de todo horizonte de la historia.
Pero otros de la misma masa de un pueblo, consideran
al gobierno, como el ser indispensable a la vida individual
y colectiva; y, a las leyes, como la mano omnipotente de
un ser sobrehumano, cuya conciencia es toda justicia.
Inconcebible les es un pueblo en donde cada conciencia
se gobierne y gobierne a las demás; porque cada conciencia
70
Don PomRio Qascu S.
Administrador de la Aduana de Sonsonate, quien con inteligencia
y honradez ha desempeñado por dos veces, interinamente, la
Subaccfenrfa de fladeÍMla y CfMto PMéco.
NUESTRA CLASE DE GOBIERNO
\ SLEóJRO GOBERNANTE
(Pura ci ^ Aük:/u Paírióííco . -)
En las masas popularos que forman jos puebios. se
encuentran unos que odian toda ciase de L:;obierno; no quie-
ren tener otra autoriuatl más que ei re de cada unidad de
ese C( 'Hipuesli > : e! nobiern* > es para elins. la ¡iresiiMi más
infame que pudo cnncei)ir el lionibre par.i la nusma huma-
nidad: es el cruel verdui;n que no deja a sus conciencias la
libre acción de sus movimientos, porque cuando quiere disten-
derse por cierta linea de hechos, tropieza con alguna ley,
ct)n algún reglamento que les detiene y se sienten cohibidos
en todos sus actos, desde los más frivolos hasta los más
formales de su vida.
En toda acci'tn encuentran un obstáculo.
A cada hecho, la ley ie marca su camiu".
Todo acto human*» tiene su limitación en la ley, y, odian
a esa ley, pen> odian m is a sus autores.
El lijobierno es para ellos el ente más despreciable cjue
debía desaparecer de la tierra.
El anarquisiU". siembra a cada paso dep''>sitos de di-
namita para desarraÍL^arlo y esfumarlo. — como vapor de agua
de la atnu')sfera, — de todo h(»rizonte de la historia.
Pero otros de la misma masa de un pueblo, consideran
al gobierno, como el ser indispensable a la vida individual
y colectiva; y, a las leyes, como la mano omnipotente de
un ser sobrehumano, cuya conciencia es toda justicia.
Inconcebible les es un pueblo en donde cada conciencia
se gobierne y gobierne a las demás; porque cada conciencia
70
Don Manuel J. IraHeta
ex -Suhsecrctarin Hacienda y Crédito Público
actuaíintnlc Adir.inislraiirtT de la Adiiarm i;e I :f (.ib'"-t
ALBUM PATRIÓTICO
en sí tiene su especial criterio de moralidad, y, aunque
existan leyes morales universalmente aceptadas, hay con-
ciencias inadaptadas a esa moral y cada hombre, dueño
de muchas pasiones, haría imponer su criterio de moralidad
a sus actos, pisoteando la moral colectiva e individual.
Ese cruzamiento de fuerzas que producen en la sociedad
las varias y múltiples acciones de cada individuo, distendidas
en trayectorias ilimitadas, pasarían, sin hacer estación en
ninguna otra conciencia, y su línea de movimiento rompería
la moral media de la conciencia colectiva e individual.
Lo que es muy moral para mí, es altamente inmoral
para otros.
Lo que es moral para un pueblo, es mmorai para otra
colectividad.
Un acto humano, de conciencia para el ejecutante, puede
ser un ataque para la conciencia colectiva o a la moral de
cada individuo.
Ese ataque a la moralidad media e individual, consti-
tuye, según la definición de Ferri y otros autores, el Crimen;
y tenemos que en esos pueblos en donde el anarquismo
triunfe, los actos de las conciencias individuales, surcando
el «Superorganismo» en una línea, libre de la resistencia
limitatoria de una ley, dejaría a su paso por cada miembro
del «Espíritu Cuerpo», los estragos del Crimen; y, si hace-
mos una síntesis de todos los actos humanos que se efectúan
en la estructura de los pueblos, veríamos al seguir a cada
uno, en su línea de acción, que, a cada choque con la mo-
ral de cada individuo que hiera, brotar, como una chis-
pa al choque de dos corrientes eléctricas, algún crimen
que tendrá que manifestarse con una acción cuyo movimien-
to, engendrará otra serie de crímenes.
El crimen es el microbio de la tuberculosis social.
La sociedad infestada de ese microbio, ve pronto su
ocaso. ■
Así como un organismo, consuntivamente va a la tum-
ba cuando le invade el cok, así tendrá que llegar al fracaso
todo pueblo que no tenga leyes ni gobierno; por el crimen,
a ese Super- organismo, tendrá la historia que cancelarle la
estricta cuenta de sus relatos.
De ahí, que los creyentes en los buenos efectos que
producen las leyes y el gobierno en todo compuesto social.
72
ALBUM PATRIÓTICO
se esfuerzan en su sostenimiento, de la manera que diera
lugar su defensa.
La teoría Gobiernista es la que priva en la mayona
absoluta de los pueblos.
Pero, esos pueblos, cuya concisa voluntad la refleja su
ley primitiva o Carta Fundamental, manifiestan la existencia
de diferentes criterios acerca de las formas de gobierno; lar-
go me sería someterlas al análisis, sin embargo, haré, para
el propósito que me propongo, una simple relación entre
las dos clases principales.
El Gobierno Monárquico Absoluto, que degenerada-
mente creyó tener el poder por unción divina, fue el primer
criterio que privó; pero viendo los pueblos los solemnes y
muy repetidos abusos que cometían esos mandatarios, so-
pretexto de representar en la tierra el poder de Dios, cam-
biaron su voluntad, muchos de ellos, los viriles, los de mo-
ral más culta, los que han tenido la gloria de pisotear el
servilismo e imponer la moral política!
La autocracia que concede privilegios, títulos, clases,
para los allegados al poder, y desprecios y cárceles para
el pueblo, para la plebe; la autocracia que hacía al gobier-
no omnipotente en lo omnipresente; la autocracia, que ha-
cía de la nación su predio, y de los habitantes, semovientes
de su predio, ha sido la peor bofetada que se ha lanzado
al rostro de la humanidad.
Algunos pueblos compredieron que la autocracia era
para el autócrata, un título de vileza, porque su orgullo,
su vanidad, rayaba en lo soez y en lo villano, creyéndose
el único, la única conciencia activa y necesaria cuyos man-
datos debían ser venerados, y, a cuya voz se esclavizaba
el pueblo sin modular palabra de protesta; y, también com-
prendió que para el mismo pueblo era un título de vileza,
de cobardía, de imbecilidad y, trató de limitarla.
Las hordasrevolucionarias; turbulentos oleajes de guerra;
y una serie de fenómenos político-sociales, vino poco a
poco a cambiar el orden de cosas, surgiendo el gobierno
popular que puso sus plantas sobre varias dinastías des-
póticas. ^ . .
Las juntas populares de gobierno, trataban de regla-
mentar ciertas necesidades de la plebe, haciendo juramentar
al rey, el exacto cumplimiento de ese reglamento o dispo-
sición; esas juntas populares, se imponían a la corona; y.
73
ALBUM PAfTRIÓTlCO
los monarcas comprendieron la necesidad de neutralizar las
tendencias monárquicas con las del pueblo, y, surgió la
representación del pueblo como regenteador del poder.
El pueblo debía gobernar para sí; nadie puede ordenar
mejor sus actos que uno mismo.
El sistema representativo que estaba maleado en algu-
nos países por la monarquía, al empuje patriótico de las
Juntas populares de gobierno que minaban de continuo a
la corona, lograron la completa bancarrota del trono, y, el
establecimiento de un gobierno cuyo poder, es el poder
del pueblo; cuya voluntad, la voluntad del pueblo.
Ese gobierno emanado del seno popular; refractario de
todo poder legado como patrimonio o heredado como in-
mueble, es el gobierno Republicano.
El ideal gobierno de la democracia, de la igualdad, de
la justicia y del progreso es el que tiene nuestra patria y
sus hermanas.
El Salvador como ellas, en los tristes tiempos del co-
loniaje, fué una miserable víctima de los azotes que el cetro
de la monarquía española diera a nuestra raza; pero nues-
tra raza que conservaba en sus venas la sangre pujante,
soberbia y aguerrida de los héroes habidos en el alba de
nuestra historia, no pudo soportar los vejámenes y el cruel
despotismo de la monarquía.
Los descendientes de Urraca y Lempira conservaban
su genio.
La altivez del carácter de ellos, encarnó, con el vigor
de una fuerza suprema, en las ilustres, nobles y monumen-
tales figuras de nuestros Proceres, autores de la democracia,
acérrima enemiga de la monarquía que derribó; padres de
la democracia más pura y vigorizada que ha estrechado las
manos a nuestra historia; esa democracia que despuntó ea
1811, que se manifestó en 1821, que se acentuó el 22, para
tomar hondas raíces el 23, es la gloria de nuestra historia
y la gloria de nuestros Proceres.
Los Proceres que imprimieron más la democracia en
nuestro pueblo, trazaron en nuestra patria su derrotero;
Pero desde aquellas gloriosas fechas a la presente, han
habido gobiernos que han pisoteado los sagrados ideales
de nuestros Próceres.
La democracia la han simulado 11
74
1
í
f.
ALBUM PATRIÓTICO
los monarcas comprendieron la necesidad de neutralizar las
tendencias nioncárqnicas con las del pueblo, y, surgió la
representaci»')n del pueblo como regenteador del poder.
F,l pueblo debía gobernar para si; nadie puede ordenar
mejor sus actos que uno mismo.
El sistema representativo que estaba maleado en algu-
nos países por la monarquía, al empuje patriótico de las
juntas populares de gobierno que minaban de continuo a
la corona, lograron la completa bancarrota del trono, y, el
establecimiento de un i^obierno cuyo poder, es el poder
del pueblo; cuya voluntad, la voluntad del pueblo.
Ese gobierno emanado del seno popular; refractario de
todo poder lei^ado como patrimonio o heredado como in-
mueble, es el gobierno Republicano.
El ideal i^obierno de la democracia, de la igualdad, de
la justicia y del progreso es el que tiene nuestra patria y
sus hermanas.
El Salvador como ellas, en los tristes tiempos del co-
loniaje, fué una miserable victima de los azotes que el cetro
de la monarquía española diera a nuestra raza; pero nues-
tra raza que conservaba en sus venas la sangre pujante,
soberbia y ai^uerrida de los héroes habidos en el alba de
nuestra historia, no pudo soportar los vejámenes y el cruel
despotismo de la monarquía.
Los descendientes de Urraca y Lempira conservaban
su genio.
' La altivez del carácter de ellos, encarnó, con el vigor
de una fuerza suprema, en las ilustres, nobles y monumen-
tales figuras de nuestros Proceres, autores de la democracia,
acérrima enemiga de la monarquía que derrib(>; padres de
la democracia más pura y vigorizada que ha estrechado las
manos a nuestra historia; esa democracia que despuntó en
1811, que se manifestó en 1821, que se acentuó el 22, para
tomar hondas raices el 23, es la gloria de nuestra historia
y la gloria de nuestros Proceres.
Los Proceres que imprimieron más la democracia en
nuestro pueblo, trazaron en nuestra patria su derrotero;
Pero desde aquellas gloriosas fechas a la presente, han
habido gobiernos que han pisoteado los sagrados ideales
de nuestros Próceres.
La democracia la han simulado II
74
ALBUM PATRI6TKX>
La democracia que hace al gobierno de todos y para-
todos sin escudriñar origen ni titulo o fortuna de los ciu-
dadanos, ha sido no más que una quimera política I!
Se ha disimulado la Autocracial!
Tal vez haya pasado ese tiempo que ha burlado la
pureza de nuestros Próceres; tal vez ya descansen en su
tumba bajo la sombra Roñosa que les prodiga nuestra his-
toria.
La ascensión de DON CARLOS MELÉNDEZ a la primera
silla de nuestro Capitolio, será para ellos y nosotros, el
sostenimiento de nuestra gloriosa institución democrática;
Él, que comprende los nobles esfuerzos y cruentos sa-
crificios de nuestros Próceres, en pro de nuestra felicidad,
es un fiel sacerdote de la democracia pura, y hará manifes-
tar su gobierno con los más luminosos destellos que pueda
dar el venturoso sol de la democracia.
Él, hará de nuestro pueblo, el pueblo más libre de
Centro América.
Él, hará que no solo cierta casta de individuos sean
los dignos de los puestos públicos: en nuestras Asambleas,
hará ver una gran manifestación de democracia, cuando no
solo llenen una serie de titulados o tinterillos las sillas del
«Salón Azul», sino también artesanos, que en nuestra clase
obrera, hay agrupaciones muy dignificadas, capaces de re-
presentar la voluntad de un puebloll
La igualdad ante la ley.
La justicia para todos.
Los puestos públicos para todo aquel que sea apto,
sea cual fuere su clase.
La libertad, en latitudes que abrace el pleno uso de
totalidad de derechos, es la seimiologia de una democracia
pura.
Pura, como a la que dieron vida en El Salvador nues-
tros Próceres en los momentos históricos que limitaron los
aflos de 1811 al 23, será la de don Carlos Meléndez.
Democracia, autora de la paz y del progreso, según
seas, será la gloria del señor Meléndez, de su Administra-
ción y de nuestra Patria!!
Porfirio A. valencia R. l.
76
PRO ^PUEBLO
Nuestro carácter exigente; nuestra falta absoluta de
serenidad; nuestro apasionamiento político y muchas veces,
nuestra falta de criterio, de comprensión y de lógica, nos
conducen al error, a un error desastroso tanto para la
Patria como para nosotros mismos.
En el ambiente saturado de raquitismo que envuelve
a nuestras enclenques nacionalidades, no es posible que
fructifiquen y alcancen envidiables proporciones, sistemas
gubernativos tal como los admiramos en países que han
avanzado hasta colocarse en un estado de perfectibilidad tal,
que todos los resortes del Estado marchan al unisono en
la prosecución del bienestar nacional.
Las unidades individuales del pueblo, son, sin discusión,
los elementos más eficaces para el buen gobierno del mismo
pueblo.
No es posible esperar, ni tampoco se puede exigir, que
en donde los individuos carecen de las dotes del verdadero
ciudadano, en donde el analfabetismo hace que los hombres
sean manejables por unos pocos, en donde se carece de
partidos políticos bien organizados y con ideales bien defi-
nidos, en donde la opinión pública es una ilusión, una mentira,
no es posible esperar ni üimpoco se puede exigir, que se
implanten sistemas que por su perfección, deslumbran a los
que ansian algo bueno para la Patria que los vio nacer.
Para que El Salvador alcance el puesto aspirado por
los buenos patriotas, preciso es que realice una portentosa
evolución concienzuda, cuya base es la instrucción de las
masas populares. Pero esta obra no es obra de un dia, sino
que es el producto de una labor paciente y dilatada para
que fructifique de una manera subyugadora.
77
ALBUM PATRIÓTICO
El Gobierno del doctor Quiflónez M. ha iniciado ya la
construcción del grandioso edificio del porvenir, estableciendo
la Escuela Normal de Varones, y tocará al del señor don
Carlos Meléndez, la coronación de ese ideal, al que deben su
grandiosidad las naciones del viejo continente.
Es así la única manera por la que llegan los pueblos a
la ansiada meta.
«Luz! luz! más luz!», clama en este momento la genera-
ción que se levanta, y los salvadoreños honrados, se preparan
para hacer ascender el lo. de marzo venidero, las gradas
del Capitolio, al ciudadano que llevará a esa niñez a los
umbrales del templo de Minerva, para que sacie su sed en
las fecundantes aguas del saber humano.
CONFERENCIA POPULAR
Leída por su autor, car&cter de Delegado ELspecial
del Comité Central Directivo, a los Clute
M^encKstas de esta ciudad
El carácter individua! es el modo de ser de cada uno,
la norma de todos nuestros actos y principios, el termóme-
tro que marca la educación y la personalidad moral que
nos hace apreciables y dignos de nuestros semejantes.
Un hombre sin carácter es despreciable; es un ente
inútil y peligroso en la sociedad, incapaz de dar cima a
sus ideas; pues cambia de opinión con tanta frecuencia
como el sol de dirección; es semejante a la veleta que está
a merced de los vientos; es como la nave sin brújula que
vaga a voluntad de las encrespadas y turbulentas olas del
proceloso mar!
¡Ah, si todos tuvieran nociones, aún cuando fueran
muy rudimentarias, de lo que es el carácter, el porvenir de
nuestros pueblos sería otro y reinaría la tranquilidad y la
paz, la cordura y la fraternidad entre todos los ciudadanos;
desgraciadamente nosotros no conocemos el verdadero ca-
rácter; pues hoy decimos una cosa y mañana otra; mas hay
que deponer todos esos defectos que nos degradan y em-
pequeñecen.
78
La Trasmisión del IWer.— Arco triunfal levantado en honor del seftor
Presidente Meléndez y del Dr. Quíñónez M.
La Trasmidón dtí /Mer.— Don Carlos Meléndez llegando al Palacio Nacional
ALBUM PATRIÓTICO
El Gobierno del doctor Quiñónez M, ha iniciado ya la
construcción del grandioso edificio del porvenir, estableciendo
la Escuela Normal de Varones, y tocará al del señor don
Carlos Meléndez, la coronación de ese ideal, al que deben su
grandiosidad las naciones del viejo continente.
Es asi la única manera por la que llegan los pueblos a
la ansiada meta.
«Luz! luz! más luz! >, clama en este momento la genera-
ción que se levanta, y los salvadoreños iionrados, se preparan
para hacer ascender el lo. de marzo venidero, las gradas
del Capitolio, al ciudadano que llevará a esa niñez a los
umbrales del templo de Minerva, para que sacie su sed en
las fecundantes aguas del saber humano.
CONFERENCIA POPULAR
L^da por su autor, en carácter de Delegado E^special
del Comité Central Directivo, a los Clubs
Melendistas de esta ciudad
Seíígres:
El carácter individual es el modo de ser de cada uno,
la norma de todos nuestros actos y principios, el termóme-
tro que marca la educación y la personalidad moral que
nos hace apreciables y dignos de nuestros semejantes.
Un hombre sin carácter es despreciable; es un ente
inútil y peligroso en la sociedad, incapaz de dar cima a
sus ideas; pues cambia de opinión con tanta frecuencia
como el sol de dirección; es semejante a la veleta que está
a merced de los vientt^s; es como la nave sin brújula que
vaga a voluntad de las encrespadas y turbulentas olas del
proceloso mar !
¡Ali, si todos tuvieran nociones, aún cuando fueran
muy rudimentarias, de lo que es el carácter, el porvenir de
nuestros pueblos seria otro y reinaría la tranquilidad y la
paz, la cordura y la fraternidad entre todos los ciudadanos;
desgraciadamente nosotros no conocemos el verdadero ca-
rácter; pues hoy decimos una cosa y mañana otra; mas hay
que deponer todos esos defectos que nos degradan y em-
pequeñecen.
78
ím Trasmisión del Poder.— Arco triunfal levantado en honor del señor
Presidente Meléndez y del Dr. Quiñónez M.
La Trasmisión del Poder.^Don Carlos Meiéndez llegando al Palacio Nacional
ALBUM PATRIÓTICO
En todas las agrupaciones debe reinar la armonía, la
fraternidad y la unidad de ideas; si esto nos falta, nunca
podremos llegar a la meta de nuestras aspiraciones todo
esfuerzo tendrá que ser siempre fallido.
La fe, la unión y el carácter, es el lema de los grandes
luchadores; con estas tres simbólicas palabras basta para
triunfar, para levantarse del polvo en alas de la prosperi-
dad y remontar el vuelo, como águila caudal, hacia las más
empinadas cumbres de las aspiraciones y de los más no-
bles ideales.
Seamos firmes en nuestros compromisos morales, so-
ciales y políticos, si queremos hacer la felicidad de la Pa-
tria y merecer el aprecio general de todos.
Si nos afiliamos a una causa, cualquiera que sea, de-
bemos ser disciplinados, acatando debidamente las dispo-
siciones del Jefe Supremo del Partido; éste cuando dic-
ta alguna medida, es porque está ya ampliamente discu-
tida y aprobada por la mayoría, y porque, indudablemente,
redunda en beneficio de los miembros que lo integran;
adelantarse, en tal o cual sentido, sólo porque conviene a
nuestros intereses personales, aunque ésto vaya en perjuicio
de la comunidad, es altamente inmoral; los que tal cosa
hacen son huérfanos de toda noción de civismo y de
lealtad.
Ante todo hay que seguir y atender la opinión de la
mayoría consciente y no dejarse sorprender de los ambi-
ciosos, que con vanas pramesas^ quieren torcer nuestros
pasos por caminos extraviados y remotos.
Oigamos primero la opinión de las clases directoras,
la de aquellos a quienes hemos prometido lealtad y adhesión.
No nos dejemos arrastrar por esa fuerza impulsora de
la ignorancia; tratemos de la unificación de las masas y
seamos subordinados:
«Habéis visto pasar un batallón de soldados; el tam-
«bor toca un paso redoblado y todos los fusiles están ar-
«mados de bayonetas. ¡ Qué exactitud y precisión en la
«marcha! Hay centenares de piernas y parece que no hay
«más que dos. Los piés hieren a un mismo tiempo la tierra;
«los pantalones de color van y vienen con regularidad.»
«AI ofr una voz de mando de los Jefes, la tropa se
«para y da vueltas a la izquierda o a la derecha; las filas
«se extienden o se encogen. Esos hombres maniobran como
80
ALBUM PATRIOTICO
«si fueran uno solo. ¿Por qué? Porque obedecen una mis-
«ma orden, porque en ese Regimiento existe una disciplina
«que somete a todos los soldados a la misma ley.»
Lo mismo ocurre en un partido bien organizado, to-
dos los adeptos trabajan unidos y las órdenes del Jefe
son cumplidas unánimemente por los miembros que lo com-
ponen, sin que entre ellos haya diferencias de ninguna
naturaleza.
Nosotros nos hemos unido para trabajar por la candi-
datura de los eximios ciudadanos don Carlos Meléndez y
Dr. Alfonso Quiñónez Molina, para Presidente y Vicepre-
sidente de la República, respectivamente, en el próximo
periodo Constitucional, y formamos una masa compacta y
sólida, al menos este ha sido el fin que nos hemos pfb-
puesto, y ningún obstáculo del>e ser superior a nuestra
voluntad; debemos ser fuertes para salvar las altas barreras
que la ambición ponga a nuestro paso; los que se aparten
de este hermoso deber, que unidos nos hemos propuesto
cumplir, es que no pertenecen de corazón a nuestra causa,
porque en lugar de laborar por su engrandecimiento, traba-
jan por la desmoralización, dividiendo el partido, engen-
drando la desconfianza y exhibiéndonos de la manera más
lamentable ante las personas sensatas.
La Historia es la más sabia maestra, para todos aque-
llos que van en pos de la perfección. En ella se encuentra
condensada la experiencia de muchos siglos, la cual cuesta
a la humanidad muchas .victimas e infinitos sinsabores;
sin embargo, nosotros no queremos beber la luz de la ver-
dad en las fuentes inagotables de sus blanquísimas páginas;
somos como los irracionales que a fuerza de golpes llegan
a escarmentar. ¡Qué dolorosa experiencia! ¡Qué caro nos
cuesta! El hombre despierto todo lo examina, lo palpa y
estudia; sigue los acontecimientos, los triunfos, las caídas,
las alegrías y los cruentos dolores de las pretéritas genera-
ciones; de este modo se forma un gran caudal de expe-
riencia, de conocimientos que le evitan muchos dolores y
le ahorran tiempo en el camino de la vida.
Dirijamos una escrutadora mirada hacia el pasado y
meditemos en todos nuestros errores; de este modo, dara-
mente veremos cuán caro nos cuesta la falta de esa expe-
riencia de que os he hablado en el párrafo anterior.
No estamos lejos, allí tenemos un ejemplo práctico: el
6
81
ALBUM PATRIÓTICO
año pasado nuestro partido estuvo dividido por esas mis-
mas causas, y ya vieron cuánto costó esa división; de mo-
do, pues, que si hoy seguimos por el mismo sendero, el
fracaso será un hecho y la culpa nuestra por la falta de
cordura, de unión y de patriotismo.
Olvidémonos de nuestros propios intereses, dejemos a
un lado las rencillas, las fütiles y rastreras ambiciones;
trabajemos unidos en la causa que sustentamos, la cual
estamos obligados a defender con la pluma, la espada o la
palabra; pues es sabido que si triunfamos gozaremos de
los privilegios que la paz ofrece a los ciudadanos, y si
perdemos, nos queda la gloria de haber luchado por una
causa noble: el que cae luchando cae con gloria, con un
gesto de triunfo en los pálidos labios, empuñando en su
diestra el estandarte de la fe y del más acendrado patrio-
tismo.
Antes de terminar esta pequeña conferencia, hago for-
mal protesta contra todos aquellos correligionarios que han
hecho derroche de frases huecas e insultantes, contra per-
sonas honorables del mismo partido, sin que para ello
exista motivo justificable, y les excito amigablemente para
que depongan esas armas, de que sólo se valen los que
están vencidos; es altamente inmoral que en los miem-
bros del mismo pariido se susciten discordias de tal natu-
raleza, por triviales motivos que más bien debían arreglarse
en el seno de la fraternidad y la cordura.
RAFAEL García Escobar.
San Salvador.— 1914.
JUVENTUD
Jóvenes: ved aquí la carrera grande de la gloria. Los
cuerpos políticos necesitan almas, y las almas de estos
cuerpos deben ser sabias. El patriotismo ilustrado avanza
la causa de la Patria: el patriotismo que no lo es, la atra-
sa y la entorpece. Cultivad las ciencias: trabajad para ha-
cer sabios. P^ro no esperéis serlo sin alejaros de lo que
distrae o embaraza el pensamiento. La sobriedad en todo
82
ALBUM PATRIÓTICO
año pasado nuestro partido estuvo dividido por esas mis-
mas causas, y ya vieron cuánto costó esa división; de mo-
do, pues, que si hoy seguinuts por el mismo sendero, el
fracaso será un hecho y^ la culpa nuestra por la falta de
cordura, de unión y de patriotismo.
Olvidémonos de nuestros propios intereses, dejemos a
un lado las rencillas, las fútiles y rastreras ambiciones;
trabajemos unidos en la causa que sustentamos, la cual
estamos obligados a defender con la pluma, la espada o la
palabra; pues es sabido que si triunfamos gozaremos de
los privilegios que la paz ofrece a los ciudadanos, y si
perdemos, nos queda la gloria de haber luchado por una
causa noble: el que cae luchando cae con gloria, con un
gesto de triunfo en los pálidos labios, empuñando en su
diestra el estandarte de la fe y del más acendrado patrio-
tismo.
Antes de terminar esta pequeña conferencia, hago for-
mal protesta contra todos aquellos correligionarios que han
hecho derroche de frases huecas e insultantes, contra per-
sonas honorables del mismo partido, sin que para ello
exista motivo justificable, y les excito amigablemente para
que depongan esas armas, de que sólo se valen los que
están vencidos : es altamente inmoral que en ios mieni-
br<»s del mismo parlidt) se susciten discordias de tal natu-
raleza, por triviales motivos que más bien debían arreglarse
en el seno de la fraternidad y la cordura.
RAFAEL GARCIA ESCOBAR.
San Salvador.— 1914.
JUVENTUD
jóvenes: ved aquí la carrera grande de la gloria. Los
cuerpos políticos necesitan almas, y las almas de estos
cuerpos deben ser sabias. El patriotismo ilustrado avanza
la causa de la Patria: el patriotismo que no lo es, la atra-
sa y la entorpece. Cultivad las ciencias: trabajad para ha-
cer sabios. P^ro no esperéis serlo sin alejaros de lo que
d¡str?.e o embaraza el pensamiento. La sobriedad en todo
82
ALBUM PATRIÓTICO
es el primer elemento de la sabiduría. Un obeso no puede
pensar: una sibaríta es incapaz de meditaciones profundas.
No hay vicio que no arrebate el tiempo a sus víctimas: no
hay pasión que no turbe el reposo. En el seno de la tem-
plaza, en la tranquilidad de la virtud, es donde se forma
el pensador profundo, el sabio grande y sublime. Si bus-
cáis placeres, las ciencias son las fuentes más ínogotables.
César viendo a Cleopatra. Creso acumulando riquezas, no
probaron jamás el placer que se goza leyendo el libro de
un sabio, observando la naturaleza o pensando en las so-
ciedades. Si en la misma meditación se ve de repente ilu-
minado lo que antes era tenebroso: si contemplando un
objeto se descubren teorías nuevas, o pensamientos origi-
nales, entonces ... ¡oh jóvenes! no es posible explicar
estos momentos de delicias. Afectan todo el ser. Newton
queda arrobado; Arquimedes sale por las calles publicando
su descubrimiento. Las ciencias os llaman, jóvenes: sed
dignos de ellas: sed sabios: sed justos: observad prímero:
reunid: meditad después: escribid al fin, y presentad a la
Patria las luces a que tiene derecho.
REFLEXIONES
(Especial para el ''Album Patriótico'*)
Es una verdad indiscutible que cada hombre tiene el
deber de practicar el bien, en beneficio de sus congéneres.
Que algunos, cegados por la crasa ignorancia, o por un pro-
fundo egoísmo, no cumplen este deber, no quiero decir que
no se debe hacer el bien. Cualquier hombre de conciencia
himaculada y de despejada inteligencia, siente deseo— o más
bien necesidad—de llevar a la práctica el bien, ya en una
o en otra forma. Y más cuando este recae directamente en
la colectividad del pueblo.
Por eso los gobiernos tienen el deber de desarrollar
en las naciones que rigen, todos los ramos del saber y de
la actividad humanas, porque esto precisamente es un bien.
Y aqueüos que no cumplen con él, desobedeciendo asi una
ley de la Naturaleza, contraen una responsabilidad enorme
84
JLa Trasmisión del Poder.— E\ Presidente Meléndez y el Vicepresidente
Quiñónez M. saliendo del Palacio Nacional
ÍM Trasmisión del Poder. —El Estado Mayor del Sr. Presidente Meléndez
ALBUM PATRÍÓTICO
es el primer elemento de la sabiduría. Un obeso no puede
pensar: una sibarita es incapaz de meditaciones profundas.
No hay vicio que no arrebate el tiempo a sus víctimas: no
hay pasión que no turbe el reposo. En el seno de la tem-
plaza, en la tranquilidad de la virtud, es donde se forma
el pensador profundo, el sabio grande y sublime. Si bus-
cáis placeres, las ciencias son las fuentes más inogotables.
César viendo a Cleopatra. Creso acumulando riquezas, no
probaron jamás el placer que se goza leyendo el libro de
un sabio, observando la naturaleza o pensando en las so-
ciedades. Si en la misma meditaci(3n se ve de repente ilu-
minado lo que antes era tenebroso: si contemplando un
objeto se descubren teorías nuevas, o pensamientos origi-
nales, entonces . . . ¡(th jóvenes! no es posible explicar
estos momentos de delicias. Afectan todo el ser. Newton
queda arrobado; Arquimedes sale por las calles publicando
su descubrimiento. Las ciencias os llaman, jóvenes: sed
dignos de ellas: sed sabios: sed justos: observad primero:
reunid: meditad después: escribid al fin, y presentad a la
Patria las luces a que tiene derecho.
REFLEXIONES
(Especial para el ''Album Patriótico")
Es una verdad indiscutible que cada hombre tiene el
deber de practicar el bien, en beneficio de sus congéneres.
Que algunos, cegados por la crasa ignorancia, o por un pro-
fundo egoísmo, no cumplen este deber, no quiero decir que
no se debe hacer el bien. Cualquier hombre de conciencia
inmaculada y de despejada inteligencia, siente deseo— o más
bien necesidad— de llevar a la práctica el bien, ya en una
o en otra forma. Y más cuando este recae directamente en
la colectividad del pueblo.
Por es(^ los gobiernos tienen el deber de desarrollar
en las naciones que rigen, todos los ramos del saber y de
la actividad humanas, porque esto precisamente es un bien.
Y aquci'os que no cumplen con él, desobedeciendo así una
ley de la Naturaleza, contraen una responsabilidad enorme
84
La Trasmisión del Poder.— E\ Presidente Meléndez y el Vicepresidente
Quiñónez M. saliendo del Palacio Nacional
£m Trasndsión del Poder. —El Estado Mayor del Sr. Presidente Meléndez
ALBUM PATRIÓTICO
ante sus mismas conciencias y ante los pueblos que en ellos
han depositado su confianza.
Innúmeros son los cánceres que han minado poco a
poco nuestras sociedades; innúmeros los males que nos han
enervado. Mas cortio seria prolijo enumerarios todos, nos
concretaremos únicamente a señalar aquellos que,— como
capitales,— han contribuido a la decadencia que aun se no-
ta en nuestras colectividades. Al hacerlo, renunciamos a to-
da pasión que pudiera desviar nuestro criterio; —con me-
noscabo de nuestros propósitos— a fin de poder juzgar, con
la debida imparciahdad que el caso requiere, nuestra situa-
ción actual. . XX • 1
Pondremos, entre nuestros males, en primer término, el
inrremento que ha tomado el militarismo y la ignorancia
del pueblo; y en segundo, el alcoholismo y la prostitución.
Aquí solo trataremos de los primeros. Empezaremos por
convenir en que el ejército es necesario no sólo para ga-
rantía de los poderes constituidos, si:- o que también para la
seguridad de la nación entera. La fuerza, pues, es necesa-
ria. Pero por atender esta fuerza, descuidamos y hasta me-
noscabamos otros intereses colectivos,, que raclaman espe-
cial atención.
Se forman grandes ejército?, para los cuales se presu-
puesta cerca de la mitad de las rentas nacionales; y en
tanto permanecen casi en pasividad— con existencia raquí-
tica—las industrias, las artes, la agricultura y la instrucción
pública. . ,
El cerebro es el que dirije las facultades humanas;
atrofiad una 'circunvolución y se perderá la facultad del oí-
do, o la de' la vista, o la del movimiento, etc. Pues bien:
el pueblo es el cerebro de las naciones.
Dejar en la ignorancia al pueblo, es algo así como
atrofiar el cerebro del Estado; mantenerlo en el obscuran-
tismo, es como eliminar la idea que debe marcar el derro-
tero a la nación. Tal ocurre con nosotros. Le han formado
grandes organismos militares, y se ha descuidado la ense-
ñanza pública; se ha armado el brazo, pero falta la idea
que ha de dirigir la acción.
Si al par que al ejército se protegieran las industrias
y la agricultura, fuentes de inestimable riqueza, podría con
holgura el gobierno sostener las demás instituciones del
Estado, y desarrollar entre los habitantes de esta tierra to-
86
ALBUM PATRIÓTICO
dos los ramos de la actividad y del saber humanos. Y sin
deprimir otros intereses, se podría sostener el ejército, las
escuelas; se emprenderían obras de verdadera utilidad para
el país, etc. Y sobre todo, se fundarían más escuelas de
educación pública para combatir el analfabetismo, y para
formar hombres conscientes de sus deberes morales y cívi-
cos Se nos dirá que no hay maestros. Si se refieren en
cuanto a la cantidad, tal vez sea cierto; pero en cuanto a
la calidad, nosotros afirmamos que si los hay muy buenos*
Quién niega que hay maestros en esta última acepción, o
desconoce por completo el asunto, o lo hace por egoísmo,
persiguiendo entonces un objeto que no escapará a la pe-
netración de un criterio bien dirigido. Muchos creen que
por el hecho de no existir una Escuela Normal desde hace
algún tiempo, no hay maestios; que porque la mayoría de
los profesores actuales carecen de un diploma que acredite
su competencia, éstos no son maestros. Entonces también
se dirá que no hay poetas ni literatos por no haber una
escuela de Literatura; ni músicos porque no hay un Con-
servatorio de Música; ni pintores, ni arqueólogos, ni geó-
grafos, ni historiadores, etc., porque cada uno de estos ra-
mos carece de su escuela respectiva! Sin embargo, hay
todo eso. Y maestros también. Y es que cada cual, por sí
solo, ha cultivado— mediante el estudio— sus disposiciones
para tal o cual arte o ciencia; y con dedicación y trabajo,
ha llegado a adquirir, en mayor o menor grado— según su
capacidad— lo que en sus aspiraciones se proponía. Así te-
mos maestros aquí, que, aunque se han formado solos, son
tan competentes como los que tienen diploma.
Al tomar posesión de la Jefatura del Poder Ejecutivo,
don Carlos Meléndez, cumplió con algo de lo que en estas
lineas indicamos, fundando la Escuela de Artes Gráficas,
que además de ser un centro de cultura, prepara para la
lucha por la existencia. El Dr. don Alfonso Qutñónez Molina,
ha cumplido con algo más, protegiendo la Instrucción Públi-
ca y fundando el Instituto Normal de Maestros. Esto era
de esperarse dada la inteligencia y el buen criterio de estos
dos distinguidos ciudadanos.
Al descender del poder el Dr. Quiñónez, le enviamos
nuestra felicitación muy sincera, por todo cuanto de bueno
ha hecho al país. Y hacemos votos porque don Carlos Me-
léndez, que hoy va a ocupar la primera Magistratura de la
87
ALBUM PATRIÓTICO
Nación, continúe esta obra fecunda de regeneración, que
será el mejor precedente que, al descender del Poder, pue-
de dejar en la Historia de la Patria.
Alberto V. Montiel.
San Salvador, de marzo de 1915.
UNA PAGINA
(Para el ^ Album Pútríótko»)
Todas las naciones del Orbe han recorrido su vfa-cru-
sis doloroso, como también han sido iluminadas por los
resplandores de su grandeza. ,
Estas diversas etapas que constituyen la vida orgánica
de los pueblos, son la resultante de leyes evolutivas, cuyo
legislador no es la humanidad sino Ii naturaleza.
—¿Quién puede acallar la voz del océano? Quién pue-
de detener el curso del tiempo ?
El cerebro humano es bien pequeño: el campo donde
l^ran sus ideas y concepciones es tan limitado, que apenas
puede adquirir la noción de cosas tan extraordinarias.
Pero la misma natura, madre sapientísima del hombre,
fortifica las facultades de éste, .para convertirle en el factor
de grandes obras.
He aquí por qué aparecen en raras ocasiones, esos per-
sonajes de alma apocalíptica, cuya savia de virtudes, han
derramado en el corazón de su patria para salvarla de gran-
des naufragios.
Si particularizamos estos casos extraordinarios, ¿quien
ignora que el ilustre Dr. Araujo, fue una dádiva de gran
valor, que el destino generoso dió a El Salvador para sa-
cario del triste enervamiento en que lo había postrado su
debilidad orgánica.
Toda la colectividad nacional vio con los ojos de su
alma, cómo aquel varón de gran entereza y de poder tan
fecundo, pudo, de la noche al dia, hacer cambiar la faz de
la República, levantando su crédito, azotando duramente las
88
ALBUM PATRIÓTICO
especulaciones, el agio y la usura, y dictando enérgicas me-
didas contra los vicios y los criminales negociantes de estos.
jNo transcurrieron dos años completos, y la obra de
aquel varón ya brillaba en todo Centro- América!
Pero cual un inmenso faro que fuese apagado por una
descarga eléctrica, asi fue su vida segada por manos crimi-
nales. Gran conmoción causó aquella triste tragedia, en to-
dos los ámbitos de la República, y ésta enluteció su cora-
zón buscando conturbada, un patricio que, a semejanza del
ilustre muerto, la pudiese salvar de una horrorosa hecatom-
be, porque las pasiones políticas se habían despertado de
su pavoroso sueño, y amenazaban al país con una hoguera
revolucionaría. , ,
Acaso por un acto compasivo de la providencia, esta
hizo surgir la modesta pero sugestiva figura de don Carlos
Meléndez, quien llenó el vacio de aquel ilustre gobernante,
terminando su periodo gubernativo en el que ha dejado una
estela luminosa, no solo por su acertada actuación, smo,
por el modelo acabado de sus virtudes cívicas, que le han
colocado en el alto peldaño de los gobernantes mentísimos
a quienes la patria siempre tributará el homenaje de su
gratitud^. pueblo salvadoreño se inclina reverente
ante el señor Meléndez, y con voz unisona, con un afecto
palpitante en todas las masas populares, lo aclama y lo
elige su gobernante para el próximo período,
i Brillante triunfo 1
NAPOi^óN D. Cañas,
Dr. PIO ROMERO BOSQUE
Ex-Vicepresidente del Comité Central Directivo «Carlos Meléndez»
Este importante hombre público nació en la ciudad de
Suchitoto (*) el 13 de enero de 1863. Hizo sus primeros estu-
dios en el Uceo de San Luis Gonzaga, que dirigió en San-
ta Tecla el ¡lustre Pedagogo don Daniel Hernández; su ca-
rácter suave, su amor al estudio y su aiterio firme y des-
f*) Nombre iadigeiu que sisaifica «Psn^ Florkio».
89
ALBUM PATRIOTICO
pejado, lo hicieron distinguirse muy pronto entre sus com-
pañeros, mereciendo por lo tanto el aprecio de éstos y el
de sus profesores.
Tanto en sus estudios de CC. y LL., como universita-
rios, dió muestras de una vigorosa inteligencia y de un es-
píritu altamente clarividente.
El Dr. Pío Romero Bosque ha vivido apartado de las
frecuentes revueltas de la política militante y consagrado
únicamente a las causas nobles, donde ha colaborado con
denuedo y patriotismo, teniendo por norma el bien de la
comunidad; y a esto indudablemente se debe su rápida as-
censión en su brillante carrera politica, la cual ha sido del
beneplácito del Gobierno y del pueblo en general, lo que
le ha valido el aprecio con que le distinguen las diferentes
clases sociales, acreditándolo como elemento sano, útil y
benéfico en las difíciles tareas gubernativas.
En 1889, d'^^spués de un notable examen, optó el titulo
de abogado en la Universidad Nacional. Más tarde la Su-
prema Corte de Justicia lo nombró Juez 2^., suplente, del
Departamento de San Salvador; y pocos meses después, Juez
de la. Instancia, propietario, del Distrito de Zacatecoluca,
empleo que sirvió durante dos años. En 1892 fue electo
diputado a la Asamblea Nacional, y en el seno de la mis-
ma se le nombró 2°. Secretario. Terminadas las sesiones,
la Suprema Corte de Justicia lo designó para que desem-
peñara la judicatura de Olocuilta, con residencia en Zaca-
tecoluca; estando en el ejercicio de este cargo fue electo'
nuevamente diputado a la Asamblea Nacional Legislativa
de 1893, puerto que renunció por haber sido electo 4°.
Magistrado de la Suprema Corte de Justicia. De- 1895 a
1899 estuvo desempeñando por tercera vez la judicatura de
Zacatecüluca. La Asamblea de este último año lo djgió3er.
Magistra Jo de la referida Corte. Terminado el priiwr perío-
do fue electo para el segundo, que debía de terminar el 14
de abril de 1903; pero habiendo sido llamado a desempe-
ñar e' alto puesto de Subsecretario de Estado, en los Des-
pachos de Gobernación y Fomento, renunció del empleo en
referencia y con fecha 12 de marzo, del mismo año, se hir
zo cargo de la Subsecretaría de los Ramos indicados.
Durante la administración de don Pedro José Escalón,
fue Ministro de Gobernación, Fomento e Instrucción Públi-
90
ALBUM PATRIOTICO
pejado. lo hicieron distinguirse muy pronto entre sus com-
pañeros, mereciendo por lo tanto el aprecio de éstos y el
de sus profesores.
Tanto en sus estudios de CC. y LL., como universita-
rios, dió muestras de una vigorosa inteligencia y de un es-
píritu altamente clarividente.
El Dr. Pió Romero Bosque ha vivido apartado de las
frecuentes revueltas de la política militante y consagrado
únicamente a las causas nobles, donde ha colaborado con
denuedo y patriotismo, teniendo por norma el bien de la
comunidad; y a esto indudablemente se debe su rápida as-
censión en su brillante carrera política, la cual ha sido del
beneplácito del Gobierno y del pueblo en general, lo que
le ha valido el aprecio con que le distinguen las diferentes
clases sociales, acreditándolo como elemento sano, útil y
benéfico en las difíciles tareas gubernativas.
En 1889, d'^spués de un notable examen, optó el titulo
de abogado en la Universidad Nacional. Más tarde la Su-
prema Corte de Justicia lo nombró Juez suplente, del
Departamento de San Salvador; y pocos meses después, |uez
de la. Instancia, propietario, del Distrito de Zacatecoluca,
empleo que sirvió durante dos años. En 1892 fue electo
diputado a la Asamblea Nacional, y en el seno de la mis-
ma se le nombró 2°. Secretario. Terminadas las sesiones,
la Suprema Corte de Justicia lo designó para que desem-
peñara la judicatura de Olocuilta, con residencia en Zaca-
tecoluca; estando en el ejercicio de este cargo fue electo
nuevamente diputado a la Asamblea Nacional Legislativa
de 1893, pue^^to que renunció por haber sido electo 4^.
Magistrado de la Suprema Corte de Justicia. De 1895 a
1899 estuvo desempeñando por tercera vez la judicatura de
Zacatecoluca. La Asamblea de este último año lo eligió 3er.
Magistrado de la referida Corte. Terminado el primer perio-
do hie electo para el segundo, que debía de terminar el 14
de abril de 1903; pero habiendo sido llamado a desempe-
ñar e' alto puesto de Subsecretario de Estado, en los Des-
pachos de Gobernación y Fomento, renunció del empleo en
referencia y con fecha 12 de marzo, del mismo año, se hi-
zo cargo de la Subsecretaría de los Ramos indicados.
Durante la administración de don Pedro José Escalón,
fue Ministro de Gobernación, Fomento e Instrucción Públi-
90
ALBUM PATRIÓTICO
ca, y durante el interinato del Dr. Quifiónez, Ministro de
Guerra y Marina.
El Dr. Pío Romero Bosque es uno de los abogados
que honran el Foro Salvadoreño. Ha sido Profesor de la
Universidad Nacional, Secretario de la Escuela de Derecho
y actualmente es Presidente de la Suprema Corte de Jus-
ticia. Tiene, verdadera vocación por los estudios litera-
rios y filológicos; mas sus múltiples y arduas labores, a
que se ha visto obligado desde el coronamiento de su no-
table carrera de Abogado, le han impedido dedicarse de
lleno a tales estudios, donde hubiera podido conquistar
muchos laureles y aplausos, dado su claro talento y su
sólida y esmerada ilustración; pero es imposible que un
hombre que está consagrado al continuo trabajo, para lle-
nar sus imperiosas necesidades, pueda dedicarse de lleno
al estudio; indudablemente tiene que sacrificar sus más no-
bles aspiraciones, sus más grandes ideales, para atender
debidamente a sus obligaciones.
Tal es a grandes rasgos la personalidad del distingui-
do y honrado Dr. don Pió Romero Bosque, miembro de las
principales familias de la ciudad de Suchitoto.
Rafael García escobar.
EVOLUCION
EN LA INSTRUCCION PUBLICA
(Especial para el ^ Album Patriótico»)
Hay un problema en la presente época que todos los
Gobiernos de las Naciones civilizadas miran con especial
predilección, y es porque a él se debe el engrandecimiento
de un pueblo, y es el de la Educación.
El Salvador, pequeño en territorio, pero grande en pobla-
ción, ha ido encarrilándose poco a poco en el rol de las nació*
nes cultas, desde hace algún tiempo y parece que su primera
evolución viene de aquella época en que, de modo provi-
dencial, alumbró el más puro patriotismo, cuando el honra*
92
ALBUM PATRiÓnCO
do Gobernante Oral. Menéndez, tomara a su cargo el Poder
Público.
Fué la primera etapa, porque El Salvador ha pasado
de gloriosos dias en que la Instrucción Pública floreció de
lleno y se vió al maestro de escuela elevarse y llevar un
soplo de luz hasta allá en los más apartados caseríos.
Vino el Dr. Araujo, y el maestro que antes rezagárase-
le su sueldo, y que vivía hambriento y necesitado, encontró-
se ya asegurado, apto para mantener su dignidad y decoro,
con lo cual, la enseñanza dió un paso gigantesco, porque,
para tener buenos maestros que cumplan con sus deberes,
es preciso estimularles y pagarles bien, de lo contrario, no
habrá adelantos posibles.
La segunda etapa, o más bien dicho, el segundo flore-
cimiento de la enseñanza, tiene lugar en la actualidad. Dos
son lo? Gobernantes que le imprimen nuevo empuje y son:
El modesto ciudadano don Carlos Meléndez y el no menos
ilustre Dr. Alfonso Quiñónez Molina. El primero en carác-
ter de Presidente Sucesor del Dr. Manuel Enrique Araujo,
y el segundo con igual cargo, designado por la Ley. Am-
bos han hecho demasiado, si se toma en cuenta el corto
lapso de tiempo que han estado, respectivamente, en sus
puestos.
El que negare esta verdad, es porque tiene muy poco
sentido cómún; la Nación entera está al corriente de las
sabias disposiciones que, tanto el Ministerio de Instrucción
Pública, como la Dirección General, ha dictado durante es-
tos dos últimos años en que ha sido presidido el Gobierno
por los dos expresados gobernantes.
Todas esas leyes y disposiciones, están de acuerdo con
los modernos sistemas de enseñanza y que nuestro país,
rico y floreciente, ya las reclamaba.
Una de las leyes decretadas, es aquella en que se es-
tablece la escuela de avance; asi ya no será posible que
tantos niños hábiles para el estudio se queden a medias y
vayan al taller sin haber cursado los ocho años que manda
el nuevo reglamento.
Créanse— además— las escuelas superiores, que, aunque
nos pese, no han existido en El Salvador. Como por via
de ensayo, se establece la primera en esta Capital y luego
se fundarán en las principales ciudades de la Kepüblica.
93
ALBUM PATRIÓTICO
Sería largo enumerar la meritísima labor que el Minis-
terio del Ramo ha tenido en estos dos últimos años, y pa-
ra terminar diré: que lo más enaltecedor para nuestro Go-
bierno, es la creación de la Escuela Normal, de donde se
esperan nuevos maestros que llevarán la luz a la nueva si-
miente, de donde saldrán los hombres más fuertes y más
limpios, para combatir esa llaga funesta de los vicios que
hoy minan y corroen a nuestro pueblo.
El primer paso está dado. Esperamos otros tantos que
están en la mente de nuestro futuro Presidente, el eximio
ciúdadano don Carlos Meléndez. Estos serán siempre enca-
minados a atender y levantar muy alto la Instrucción Pu-
blica, para que nuestro pais alcance el buen nombre que
merece por su rápido avance en población y su riqueza pú-
blica, agrícola y comercial.
JOSÉ Angel Zelaya.
S- S., L-IK 1915.
PROMINENTE FIGUKA POLITICA
CENTROAMERICANA
DON CARLOS MELENDEZ
"Los Gobiernos verdaderamente
buenos son aquellos que difunden
el bien y ie propagan en el pueblo.
Fenelon.
La mirada de los pueblos centroamericanos, en estos
históricos momentos, está puesta sobre la prominente figura
política del ciudadano don Caries Meléndez.
Y obedece el asombro de estos pueblos libres y sobe-
ranos en su vida autónoma, a que han podido aquilatar la
actuación pública del señor Meléndez durante los meses que
ha regido la Presidencia de la República de El Salvador.
En ese elevado puesto, en los dias más difíciles porque
ha atravesado este viril país, su conducta fue el antemural
para contener la ola de la anarquía. Providencialmente surgió
94
ALBLIM PATRIÓTICO
Sería largo enumerar la meritisima labor que el Minis-
terio del Ramo ha tenido en estos dos últimos años, y pa-
ra terminar diré: que lo más enalteced( r para nuestro Go-
bierno, es la creación de la Escuela Noimal de donde se
esperan nuevos maestros que llevarán la luz a la nueva si-
miente, de donde saldrán k*s hombres más fuertes y más
limpies, para combatir esa llaga funesta de los vicios que
hoy minan v corroen a nuestro pueblo.
El primer paso está dado. Esperamos otros tantos que
están en la mente de nuestro futuro Presidente, el eximio
ciudadano don Carlos Meléndez. Estos serán siempre enca-
minados a atender y levantar muy alto la Instrucción Pu-
blica, para que nuestro país alcance el buen nombre que
merece p' r su rápido avance en población y su riqueza pú-
blica, agricola y comercial.
José Angel zelaya.
S. S., l.-U. 1915.
PROMINENTE FlGUPsA POLITICA
CENTROAMERICANA
DON CARLOS MELENDEZ
"Los Gobiernos verdaderamente
hiK'iii s sun aquellos que difunde i
el bien y le propagan en el pueblo.
FENELON.
La mirada de los pueblos centroamericanos, en estos
históricos momentos, está puesta sobre la prominente figura
política del ciudadano don Carlos Meléndez.
Y obedece el asombro de estos pueblos libres y sobe-
ranos en su vida autónoma, a que han podido aquilatar la
actuación pública del señor Meléndez durante los meses que
ha regido la Presidencia de la República de El Salvador.
En ese elevado puesto, en los días más difíciles p(»rqu í
ha atravesado este viril pais, su conducta fue el antemural
para contener la ola de la anarquía. Providencialmente surgió
94
ALBUM PATIUÓTICO
el señor Meléndez para ser el honrado y leal centinela de la
Nación, el ejecutor fiel de la Ley, el árbitro de la Paz y el
Director de los nuevos derroteros de El Salvador hacia la
conquista de su porvenir glorioso.
Asi fue como hizo efectiva su política de conciliación
en la familia salvadoreña, sin distinciones de clases sociales
ni colores políticos. De esta manera imperó la justicia y se
salvó la Constitución, enalteciendo el propio nombre de él
como patriota integérrimo y honrando al país, dentro y fuera
del territorio.
Un hecho sencillo y elocuente acaba de presenciar
Centro- América, de los pocos hechos que ve la América
Latina. Proclamado por la unanimidad de los salvadoreños,
dejó el Poder para aceptar su candidatura, entregándolo a
otro ciudadano ilustre legalmente designado por la Ley, Esta
muestra de civismo y respeto no habla sido presenciada aún
por la presente generación.
Es una personalidad bien rara la del señor Meléndez,
se puede decir, llamado a regir una Nación más grande y
más civilizada del mundo. Es el hombre puro y bien equi-
librado en todas partes, en su hogar, en su vida pública, en
el palacio, etc. El brillo de la PresideuLia y los honores no
le ofuscan en lo más mínimo. Hoy como ayer, y como será
mañana, elegido Corstitucionalmente, es el ciudadano demo-
crático, sin ambiciones de ningún género y con su corazón
lleno de dulzura sin igual.
Un distinguido observador salvadoreño, amigo íntimo
del señor Meléndez, ha dicho muy certeramente: "Su vuelta
al Solio Presidencial significa Paz, Orden y Progreso, no
solamente para El Salvador, sino que también para todas las
hermanas Repúblicas, que ven en el señor Meléndez el
baluarte de las Patrias Instituciones y la segura garantía de
las fronteras vecinas.''
Mejor opinión, mejor juicio, en tan pocas palabras, en
lo que atañe a la vida centroamericana, no se ha escrito ni
se escribirá seguramente de ningún otro hombre público.
Los que hemos seguido paso a paso su labor en su Despacho
Presidencial, al través de los diversos y complicados asun-
tos de la familia ¡stmeña, nos sentimos orgullosos de que
haya un escritor y pensador más que, sintetice el desiderá-
tum político del sefk>r Meléndez.
Yo siento legítima ufanía, más y más» de ser antiguo y
96
iOBUM PATRIÓTICO
leal correligionario de la prestigiosa candidatura, que como-
un himno de triunfo se extiende, de uno a otro extremo de-
la República, candidatura a la cual, con toda la valentía de-
que somos capaces, de nuestro ardor patno, venimos afilia-
dos desde el año de 1898.
Y tiene su perfecta explicación nuestro partidansmo,
porque por las buenas causas de la Patria somos fanáti-
cos admiradores, y creemos con fe en que haber sacado
avante la Candidatura Meléndez, significa hacer florecer y
engrandecer los ricos y fértiles terrenos de El Salvador
entero. Experto agricultor como es él, la riqueza nacional
será una realidad porque aplicará en el Estado su aenaa,..
en el campo y en el taller. u^ix^^o.
Espíritu emprendedor como pocos, el señor Meienaez
no reposa jamás, porque en las horas que se le supone de -
descanso, su imaginación portentosa trabaja entonces tan
frescamente, como si sus fuerzas hubieran estado sm movi-^
miento por un largo periodo.
Y al publicar, en este magno día, esta modesta silueta
con el último retrato del señor Meléndez, hemos querido
consignar, con sinceridad y convencimiento, una pagina mas
en el Libro de Oro que El Salvador debe guardar en valio-
so relicario, para ofrecer a la posteridad joyas de valor
inmenso, que anotarán indeleblemente los nobles méritos
del señor Presidente don Garios Meléndez.
Contemplando la figura excelsa de nuestro amigo sefior
Meléndez, le deseamos, en conclusión, acierto como el que
ha tenido hasta hoy en su actuación de Gobernante y de
inmaculado ciudadano.- iQue la Providencia, pues, conserve
en puesto de honor, jamás pinchado por alguna espina, la.
personalidad pátricia e inmaculada del sincero amigol
F. J. RiVAS.
San Salvador, lo. de marzo de 1915.
LA ACCION BENEFICA DE DOS INTEWNATOS^
DEL DR. ALFONSO QUiftOMEZ »^14NA.
Viene de la pág. 37.
Para el mantenimiento de las institudoncs de la Repú-^
blica y la estabilidad de la Paz y el Orden como el vellocino-
7
97
ALBUM PATRIÓTICO
-de oro que la codicia audaz de un jasón pudiese arrebatar
•el Congreso nacional eligió al Dr. Alfonso Quiñónez Molina,
Primer Designado a la Presidencia, para que se hiciera cargo
de la acción ejecutiva, durante la ausencia de don Car-
los Meléndez, que se presentaba constitucionalmente ante
los comicios populares a disputarse el sufragio de sus con-
ciudadanos.
La Primera Magistratura no pudo estar más acertada.
El joven médico que había adquirido la prudencia de la
ciencia profesional, demostró desde el principio de su actua-
ción, una intituiva pericia en los asuntos de Estado, carácter
rectiltíneo, dones de mando, especialísimos y ante todo, una
voluntad sana y enérgica.
La nación tuvo asegurada por aquellos dias, la más
perfecta orientación y el curso de su desenvolvimiento social
y económico.
Las vicisitudes de la guerra europea, fatales para el
comercio del mundo entero, encontraron en nuestro país
campo propicio para injertarse en la convaleciente situación
económica; pero he aquí, que decretos sabiamente premedi-
tados, conjuraron aquella manera de cosas anormales. Y este
fue un positivo triunfo del interinato del Presidente Quiñónez
Molina.
En seis meses de administración pública, pocas circuns-
tancias de exaltado relieve pueden enfermizar los días; pero
registrando la actuación anterior del Dr. Quiñónez Molina,
que por estar íntimamente vinculada con la del Presidente
Meléndez, se unifica como resultado de positivo bien nacio-
nal.
Dejaremos para otra ocasión en que el detalle se precisa,
el relato de los bienes que a El Salvador hiciera este colabo-
rador infatigable, y solo haremos una exclusión para decir
algo de perseverante ideal de dotar al país de un Manicomio
que, reuniendo condiciones de higiene, elegancia y comodi-
dad, fuese al mismo tiempo, al igual del open rfoor moderno,
el lugar señalado para la curación de los desventurados
que han perdido la razón.
Fue antes de tener ingerencia directa en los asuntos
del Estado, cuando solo era el Dr. Quiñónez el Jefe de una
clínica, que este generoso empeño empezó a germinar en
su voluntad, y será pronto, porque el ideal ha tomado forma
98
Casa Blanca.— San Salvador
ALBUM PATRIÓTICO
de oro que la codicia audaz de un Jasón pudiese arrebatar
el Congreso nacional eligió al Dr. Alfonso Quiñónez Molina,
Primer Designado a la Presidencia, para que se hiciera cargo
de la acción ejecutiva, durante la ausencia de don Car-
los Meléndez, que se presentaba constitucionalmente ante
los comicios populares a disputarse el sufragio de sus con-
ciudadanos.
La Primera Magistratura no pudo estar más acertada.
El joven médico que había adquirido la prudencia de la
ciencia profesional, demostró desde el principio de su actua-
ción, una intituiva pericia en los asuntos de Estado, carácter
rectiltineo, dones de mando especialisimos y ante todo, una
voluntad sana y enérgica.
La nación tuvo asegurada por aquellos días, la más
perfecta orientación y el curso de su desenvolvimiento social
y económico.
Las vicisitudes de la guerra europea, fatales para el
comercio del mundo entero, encontraron en nuestro país
campo propicio para injertarse en la convaleciente situación
económica; pero he aqui, que decretos sabiamente premedi-
tados, conjuraron aquella manera de cosas anormales. Y este
fue un positivo triunfo del interinato del Presidente Quiñónez
Molina.
En seis meses de administración pública, pocas circuns-
tancias de exaltado relieve pueden enfermizar los días; pero
registrando la actuación anterior del Dr. Quiñónez Molina,
que por estar intimamente vinculada con la del Presidente
Meléndez, se unifica como resultado de positivo bien nacio-
nal.
Dejaremos para otra ocasión en que el detalle se precisa,
el relato de los bienes que a El Salvador hiciera este colabo-
rador infatigable, y solo haremos una exclusión para decir
algo de perseverante ideal de dotar al país de un Manicomio
que, reuniendo condiciones de higiene, elegancia y comodi-
dad, fuese al mismo tiempo, al igual del open door moderno,
el lugar señalado para la curación de los desventurados
que han perdido la razón.
Fue antes de tener ingerencia directa en los asuntos
del Estado, cuando solo era el Dr. QuifuMiez el Jefe de una
clínica, que este generoso empeño empezó a germinar en
su voluntad, y será pronto, porque el ideal ha tomado forma
98
ALBUM PATRIÓTICO
real, cuando se abran sus puertas al servicio de la humanidad
doliente.
Otros muchos actos dignos de aplauso lleva ya el Dr.
Quiñónez en su carrera política, que aunque corta, tienea
como las auroras el futuro de lo que serán los días
Gustavo A. Ruiz.
(Concluye)
100
»
i.
ALBUM PATRIÓTICO
real, cuando se abran sus puertas al servicio de la humanidad
doliente.
Otros muchos actos dignos de aplauso lleva ya el Dr.
Quiñónez en su carrera política, que aunque corta, tienea
como las auroras el futuro de lo que serán los días
Gustavo A. Ruiz.
(Concluye)
<
100
ONOMASTICO DE NUESTRO CANDDATO
:^ION EXTRAORDINARIA
Como fue anunciado por las invitaciones que oportuna-
:inente circularon, hoy, a las 9 a. m., se verificó en los
salones que ocupa el Comité Central Directivo, una sesión
extraordinario, en honor de nuestro Candidato señor don
darlos Meléndez, con el objeto de felicitarle en su onomás-
tico de la manera más elocuente y significativa.
El acto fue presidido por el Presidente del Centro Di-
::Tectivo Dr. don F. Guillermo Cano.
Además, el Sr. Meléndez, objeto de la manifestación, '
y de los miembros que integran dicho Centro, asistieron
todos los presidentes de los clubs departamentales, las
directivas de los clubs capitalinos, delegaciones de los es-
tablecidos en toda la República, distinguidos miembros de
elevada posición social, represetantes de la Prensa y un
considerable número de personas de gremios diversos.
No pudo haberse manifestado más intenso y expresivo,
el sentimiento de adhesión y alta estima que todos sus
correligionarios tributan al señor Meléndez.
Puede decirse que aquel acto solemne, fue una conden-
-sación del voto firme y general, que el partido melendista,
-consagra a su Candidato; voto que integra el patriotismo,
el efecto y la sinceridad.
Todos los Delegados de los Comités y clubs departa-
.mentales, en breves y conceptuosos discursos, felicitaron a
nuestro Candidato, ofreciéndole así mismo, a nombre de las
^agrupaciones representadas, todo el concurso de su patrio-
4tsmo y la energía de sus esfuerzos, para ver realizado el
104
AUNIM PATRIÓTICO
triunfo de nuestra causa. El señor Meléndez correspondió
con exquisita amabilidad a todas las finas atenciones que le
prodigaron los felicitantes.
El acto terminó con la brillante nota de la cordialidad
y el afecto. . ^
Después de esto, el señor Meléndez se retiró a su re-
sidencia, acompañado de los miembros del Centro Directivo
y de todas las del^^aciottes.
' LOS FESTEJOS Da DIA CUATRO
El Comité Central «Carlos Meléndez% invitó para una
reunión patriótica que tuvo lugar el miércoles en la mañana,
en el edificio que ocupa aquel Centro.
Los salones habían sido decorados con elegantes corh-
najes de terciopelo y punto, exornando sus esquinas plantas
exóticas, proporcionados por el conocido rqjostero puto
Armas, encargado del servicio.
/ Poco después de las 9 a. m., presente nuestro candidato
t festejado don Carlos Meléndez, con asistencia de los
í^rincipales miembros del Comité, representante de los clubs
todos de la República y de gran número de particulares,
dió principio la solemne sesión inaugurándola el Presidente
del Comité Dr. Fidel A. Novoa, con el siguiente discurso:
«Señor: En estos momentos en que vuestros amigos,
correligionarios y partidarios políticos nos unimos para sa-
ludaros con el feliz motivo de vuestro onomástico, permitidme
sea el vocero del Comité Central para expresaros sus efu-
sivas congratulaciones.
En vos vemos, señor, no solo a nuestro caudillo y jefe
en la lucha política, sino también al caballero noble y sin
tacha, amigo sincero, de corazón sano en el cual no se al-
beldan ni odios ni rencores.
Ofendería vuestra genial modestia si me refiriera a los
méritos personales que os adornan, e incurriría en un defecto
de repetición, puesto que son muy conocidos de cuantos han
tenido la honra de trataros.
Debo concretarme, por lo tanto, a deciros, en mi nom-
bre, en el del Comité Central que represento y «i el de los
105
JOJBUM PATRIÓTICO
amigos que os rodean, que todos los votos de nuestros
corazones se encaminan a desearos completa bienandanza
al lado de vuestra amante esposa y a la sombra protectora
de esa venerable matrona, espejo de virtudes: vuestra madre.
Que la Providencia tienda siempre sobre vos su mano
protectora.»
A continuación, el doctor Alejandro Hernández, prendió
en el pecho del señor Meléndez una medalla conmemorativa,
de oro, obsequio del mismo Comité.
Nuestro candidato contestó en estos términos:
Señores:
He escuchado con vivísima complacencia las expresiones
de simpatía y adhesión que me habéis dirigido en esta oca-
sión solemne, con motivo de la reunión cívica que noble y
patrióticamente celebráis en este día,
En el honroso carácter de Delegados de Comités de-
partamentales de que venís investidos, sois para mí los
portadores de las tendencias y anhelos de la opinión de las
distintas secciones del país y tengo el placer de aseguraros
que nada hay para mí más grato que ponerme en íntimo
contacto con vosotros para penetrar las intenciones del es-
píritu público y conocer la orientación legal que ha seguidq
la propaganda eleccionaria.
Bien lo sobéis vosotros y debo repetíroslo aquí: sólo
cediendo a las continuas reiteraciones de mis numerosos
partidarios de todos los departamentos, a las repetidas ma-
nifestaciones de los pueblos y a los impulsos del más puro
patriotismo, hube de decidirme a aceptar la candidatura de
la Presidencia de la República, después de cerciorarme con
testimonios irrecusables, de que ella ha sido preconizada y
proclamada libre, consciente y espontáneamente por la mayo-
ría de todos los salvadoreíios, sin distinción de colores
políticos ni de gerarquias sociales.
Después de que accidentalmente, por circunstancias de
todos conocidas, hube de regir por algún tiempo los destinos
de mi patria, mis principios netamente democráticos y mis
ideas acerca de la Administración Pública, están en la con-
ciencia de las masas que se hallan, como yo, penetradas
de que la conciliación de la familia salvadoreña, la pureza
de la gestión administrativa, el impulso decidido a la agri-
cultura y a la industria, las reformas sociales en favor de
los obreros, la difusión intensa de la instrucción popular, el
106
Interior dd Cuartel de ArtOlerfa en Santa Ana (B Salvador
ALBUM PATRIÓTICO
amigos que os rodean, que todos los votos de nuestros
ct>razones se encaminan a desearos completa bienandanza
al lado de vuestra amante esposa y a la sombra protectora
de esa venerable matrona, espejo de virtudes: vuestra madre.
Que la Providencia tienda siempre sobre vos su mano
protectora.»
A continuación, el doctor Alejandro Hernández, prendió
en el pecho del sefu^r Meléndez una medalla conmemorativa,
de oro, obsequien del misino Comité.
Nuestro candidato contestó en estos términos:
Señores:
He escuchado con vivísima complacencia las expresiones
de simpatia y adhesión que me habéis dirigido en esta oca-
sión solemne, con motivo de la reunión cívica que noble y
patrióticamente celebráis en este dia.
En el honroso carácter de Delegados de Comités de-
partamentales de que venis investidos, sois para mí los
portadores de las tendencias y anhelos de la opinión de las
distintas secciones del país y tengo el placer de aseguraros
que nada hay para mi más grato que ponerme en intimo
contacto con vosotros para penetrar las intenciones del es-
píritu público y conocer la orientación legal que ha seguido
la propaganda eleccionaria.
Bien^ lo sobéis vosotros y debo repetíroslo aquí: sólo
cediendo a las continuas reiteraciones de mis numerosos
partidarios de todos los departamentos, a las repetidas ma-
nifestaciones de los pueblos y a los impulsos del más puro
patriotismo, hube de decidirme a aceptar la candidatura de
la Presidencia de la República, después de cerciorarme con
testimonios irrecusables, de que ella ha sido preconizada y
proclamada libre, consciente y espontáneamente por la mayo-
ría de todos los salvadoreños, sin distinción de colores
políticos ni de gerarquías sociales.
Después de que accidentalmente, por circunstancias de
todos conocidas, hube de regir por algún tiempi> los destin(>s
de mi patria, mis principios netamente democráticos y mis
ideas acerca de la Administración í^ública, están en la con-
ciencia de las masas que se hallan, como yo, penetradas
de que la conciliación de la familia salvadoreña, la pureza
de la gestión administrativa, el impulso decidido a la agri-
cultura y a la industria, las reformas sociales en favor de
los obreros, la difusión intensa de la instrucción popular, el
106
interior dd Cuartel de Artillería en Santa Ana (£1 Salvador
Banquete ofu-diio p..r d Oobicmo dd Dr Quiñóncz ;i los scflore»
DtputaUus en la Finca Model), el 28 de lebrero de l'JU
ALBUM PATRIÓTICO
ejercicio de todas las libertades ordenadas y la conservación
del orden y de la paz con el concurso de nuestro brillante
ejército, son condiciones indispensables para que impere
la justicia en nuestro suelo, y para que alcancemos la gran-
deza moral y la prosperidad material a que tenemos derecho
por la laboriosidad y espíritu pacífico de nuestros pueblos
y por la privilegiada posición que ocupamos en el planeta.
Para el logro de aquellas altas finalidades espero contar
—si soy favorecido con la mayoría dé los sufragios de los
pueblos— con el leal valiosísimo concurso de todos y cada
uno de vosotros y con la cooperación decidida y patriótica
de todos los salvadoreños idóneos y capaces de servir a la
República, porque conceptúo, que cualesquiera que sean las
tendencias de un Gobierno, no deben supeditar la vida de
la Nación a los sectarismos de un partido, sino que su
obligación es orientarse en el sentido que le marcan los
dictados indubitables de la opinión nacional, haciendo^ ab-
soluta prescindencia de esos egoísmos malsanos que deprimen
los méritos y virtudes de los ciudadanos.
Mas, para alcanzar el noble propósito que perseguís,
de que surja de las urnas electo ra le • •
y estable, debemos dar a los pueblos el moralizador ejem-
plo de guardar la disciplina, el respeto a las leyes, a las
diversas opiniones y a las autoridades constituidas, para el
mantenimiento del orden, principio fundamental de las socie-
dades.
Sefior Presidente del Comité Central:
Las expresiones de sincera adhesión que me habéis
dirigido, al hacerme ofrenda de la medalla que me habéis
impuesto en este instante, en nombré del partido melendista,
las conservaré grabadas en mi memoria como el recuerdo
más grato de mi vida pútrtica.
Esta insignia de honor que por el honorable medio de
Ud. me confieren las agrupaciones melendistas de todo e
país, me comunica alientos para continuar la tarea difícil
de procurar, con todas mis fuerzas, el bienestar y la honra
de nuestra Patria y la felicidad de todos los ciudadanos; y
he de conservaria, con profunda e inmemorable gratitud,
como testimonio vivo de los patrióticos esfuerzos de mis
correligionarios, por sacar triunfante mi candidatura nacional.
106
ALBUM PATRIÓTICO
iQue lazos que por virtud de esta reunión altamente cí-
vica se robustezcan con entusiasmo patriótico para luchar en la
liza eleccionaria, hagan indisoluble la unión que vincula a las
agrupaciones melendistas, para que alcancemos las legítimas
aspiraciones délos pueblos, que sintetizan en loshermosos prin-
cipios de C. Meléndez Paz, Orden, Progreso y Libertad.
También hicieron uso de la palabra representantes de
varias agrupaciones melendistas.
El Sr, don Rafael García Escobar, Presidente de la Con-
vención de los Clubs Melendistas de la Capital, Vicepresiden-
te del Club Calvarefio «General Cabanas» y Delegado Espe-
cial del Comité Central Directivo, recitó unos preciosos ver-
sos que a continuación se insertam
AL CIUDADANO DON CARLOS MELENDEZ
EN EL DIA DE SU SANTO
Y la felicidad tiende, hoy, sus alas
sobre tu hc^r de ciudadano honrado,
y^_como complemento,— agasajado
te miras por el pueblo que te aclama.
Del patriotismo la fulgente llama
arde en tu corazón con embeleso,
y por doquiera el pueblo te proclama
en nombre de la Patria y del Progreso!
Tú luchas con denuedo y energía
por conquistar para tu patria gloria,
riqueza, paz, honor y alegría;
en premio de tu afán y tu hidalguía
te ofrece sus páginas la Historia
y sus alas de nácar la Poesía 1
Rafael GarcIa Escobar.
San Salvador, 4 de .noviembre de 1914.
, La sesión clausuró con d siguiente discurso del doctor
Guillermo Cano.
«Señores:
Vais a presenciar uno de los actos más significativos,
más hermosos en la vida histórica de un hombre, esto es,
109
I
ALBUM PATRIÓTICO
el de condecorar con la medalla de HONOR AL MÉRITO,
al eximio hijo de El Salvador, al patriota distinguido, Exce-
lentísimo don Carlos Meléndez, Jefe y Candidato del Partido
Melendista, a la Presidencia de la República en el próximo
periodo constitucional, y aclamado con verdadero entusiasmo
por el pueblo salvadoreño; al condecorarle, hoy día de su
onomástico, en nombre del Partido Melendista, lo hacemos
como una manifestación sincera y digna de sus revelantes
virtudes cívicas, como la expresión del cariño verdadero, de
profundo respeto, adhesión y simpatía, al amigo, al Jefe, al
meritisimo ciudadano.
Señores: he aquí la insignia de honor, la condecoración
que simboliza con caracteres imborrables e imperecederos,
las bellas cualidades a que es acreedor nuestro Jefe y amigo.
Señor don Carlos Meléndez: permitid que se os coloque
esta MEDALLA, en nombre de vuestros correligionarios y
amigos de todo el país; ostentadla con orgullo legitimo.
{La merecéis!
m
F. G. Cano.»
Al caer la noche, un gran número de ciudadanos hicieron
una patriótica demostración de simpatía, frente a la casa de
habitación de nuestro candidato.
Las manifestaciones todas verificadas el día cuatro,
dieron una idea completa de la inmensa popularidad de
que goza nuestro candidato, y de lo compacta que está la
opinión en favor suyo; fue el alma popular la que allí se
reveló intensa y espontáneamente.
En la inposibilidad de publicar la numerosa cantidad de
manifestaciones que por diversos conductos se han recibido
para cumplimentar al eximio (:iudadano don Carlos Melén-
dez, con ocasión del dia de su santo, no damos cabida a
las múltiples felicitaciones, que patentizan el acertó de
nuestro dicho, esto es, el júbilo general que ha reinado
por doquiera en un dia de tanta remembranza como lo fue
el pasado 4 del corriente noviembre.
111
DOCTOR F. Guillermo Cano,
quien hizo funciones de Presidente del Comité Central Directivo durante algunos meses
ALBUM PATRIÓTICO
el de condecorar con la MEDALLA DE HONOR AL MÉRITO,
al eximio hijo de El Salvador, al patriota distinguido, Exce-
lentísimo don Carlos Meléndez, Jefe y Candidato del Partido
Melendista, a la Presidencia de la República en el próximo
período constitucional, y aclamado con verdadero entusiasmo
por el pueblo salvadoreño; al condecorarle, hoy dia de su
onomástico, en nombre del Partido Melendista, lo hacemos
como una manifestación sincera y digna de sus revelantes
virtudes cívicas, como la expresión del cariño verdadero, de
profundo respeto, adhesión y simpatía, al amigo, al Jefe, al
meritísimo ciudadano.
Señores: he aquí la insignia de honor, la condecoración
que simboliza con caracteres imborrables e imperecederos,
las bellas cualidades a que es acreedor nuestro Jefe y amigo.
Señor don Carlos Meléndez: permitid que se os coloque
esta MEDALLA, en nombre de vuestros correligionarios y
amigos de todo el país; ostentadla con orgullo legitimo.
iLa merecéis!
F. G. Cano.»
Al caer la noche, un gran número de ciudadanos hicieron
una patriótica demostración de simpatía, frente a la casa de
habitación de nuestro candidato.
Las manifestaciones todas verificadas el día cuatro,
dieron Mna idea completa de la inmensa popularidad de
que goza nuestro candidato, y de lo compacta que está la
opinión en favor suyo; fue el alma popular la que allí se
reveló intensa y espontánerimente.
En la inposibilidad de publicar la numerosa cantidad de
manifestaciones que por diversos conductos se han recibido
para cumplimentar al eximio ciudadano don Carlos Melén^
deZy con ocasión del dia de su santo, no damos cabida a
las múltiples felicitaciones, que patentizan el acertó de
nuestro dicho, esto es, el júbilo general que ha reinado
por doquiera en un día de tanta remembranza como lo fue
el pasado 4 del corriente noviembre.
111
¡FEUZ, DICHOSO DIA!
Al despuntar la primera luz de la aurora, abriéronse
mis ojos al impulso de no se qué de candoroso y de an-
ticuado que me complacía.
Contemplé un instante el fuego caprichoso de sombras
y luces que en el obscuro laberinto de mi alcoba se pre-
sentaban; me embargaban todavía las vaguedades del en-
sueño, cuando advertí, desde mi lecho, la luz esplendoro»
que radiaba en la celeste esfera, y que en las densas nieblas
del amanecer circundaban a mi humilde morada.
Nada es más dulce y grato para el hombre en esta vi-
da, como verse sumergido en el más profundo silencio— me
dije— haciendo flotar mi pensamiento en las brumas que
se enganchan en el infinito espacio de la bóveda celeste.
En estas profundas meditaciones me encontraba» cuan-
do súbitamente vínose a mi mente el recuerdo del 4 de
noviembre, y sentí que en mi pecho palpitaba la al^a.
Este recuerdo llenó a mi alma de imiescriptible entu-
siasmo, y me apresuré a salir at the door of my room para
contemplar las brisas susurrantes que se mecían al impulso
de suaves aleteos.
El cielo sonreía . . .
En esa grandexa toda luz y vida.
En el magestuoso silencio que de ese ancho espacio des-
cendía, estaba la Precursora del dia próxima a trocarse en
Sol y poesía, y con todos los fulgores del iris enviaba— co-
mo palcmia mensajera— al Rey del firmamento para cubrir
la frente del culto ciudadano don Carlos Meléndez con el
laurel de la virtud, la dicha y el placer en este venturoso
dfai, en que el pu^lo cuscatieco se siente regocijado y
112
ALBUM PATRIÓTICO
lleno de júbilo por ser el onomástico de su ilustre candidato
a la Presidencia en el próximo cuatrienio.
I Feliz, dichoso día!
Sf, feliz y lleno de ventura es este hermoso dia para
€l pueblo entero, que celebra el aniversario del nacimiento
de don Carlos Meléndez, y al par que lo felicita por haber
llegado a los 51 abriles con salud y felicidad completas,
sin llevar en su erguida frente la mancha de la deshonra
ni el anatema de la tropelía.
I Feliz, dichoso dia!
En que el pueblo se complace en felicitar a un hombre,
pulcro.
Don Garios Meléndez, envuelto en el nimbo protector,
avanza sonriente, magestuoso y confiando en el buen éxito
-de su Gran Partido que lo sacará triunfante en las próximas
alecciones.
Sí, lo sacaremos triunfante, porque es el hombre que
goza de más prestigios en toda la República para ocupar el
Solio Presidencial, y nos complacemos en manifestar públi-
camente a nuestro connotado Candidato que no está él solo,
y que sus adeptos luchan por las vías legales para alcan-
izar el triunfo verdadero de la honrada causa melendista.
Reciba nuestras más fervientes felicitaciones el preclaro
ciudadano don Carlos Meléndez, y deseamos, al mismo
tiempo, que tenga mil. años de vida y que en lo futuro,
sea honra y orgullo de su Patria y gobernante modelo de
<:entro América, ya que goza de la admiración y simpatía
de la misma, por sus indiscutible m^tos de ciudadano
lionrado y culto.
GONZALO GALVEZ OSEOJEDA
San Salvador, 4 de noviembre de 1914.
113
AL SEÑOR DON CARLOS MELENDEZ,
EN SU DIA ONOMASTICO
Apoyada en la enseña Nacional
La joven Patria rozagante, altiva,
Os brinda en este fausto festival
La doble rama de laurel y oliva.
Porque cerrastéis con prudente mano-
(Dándole al porvenir brillante ejemplo,)
El bélico santuario del dios Jano
Y a la Patria erigisteis firme templo.
Porque al mirar rugiente la tormenta
Que iracunda avanzaba amenazante,
Cual nauta que en la proa se presenta
Y salva a su madero zozobrante.
Tal así, conjurastéis esforzado
La tromba que amagaba en lontananza,
Al pueblo que afligido, acongojado,
No más que en vos, cifrada su esperanza.
Quiera el Dios de los pueblos protegeros-
Contra la Hidra de múltiples cabezas,
Y en dulce paz mañana concederte
El premio a tan pacificas proezas.
¿Y qué más mérito que haber salvada
Del cataclismo a la Nación entera?
De gloria al nimbo gualda, arrebolado,
Que a vuestro nombre se une, reverbera.
114
AL SEÑOR DON CARLOS MELENDEZ,
EN SU DIA ONOMASTICO
Apoyada en la enseña Nacional
La joven Patria rozagante, altiva,
Os brinda en este fausto festival
La doble rama de laurel y oliva.
Porque cerrasteis con prudente mano
(Dándole al porvenir brillante ejemplo,)
El bélico santuario del dios Jano
Y a la Patria erigisteis firme templo.
Porque al mirar rugiente la tormenta
Que iracunda avanzaba amenazante,
Cual nauta que en la proa se presenta
Y salva a su madero zozobrante.
Tal así, conjurastéis esforzado
La tromba que amainaba en lontananza,
Al pueblo que afligido, acongojado,
No más que en vos, cifrada su esperanza.
Quiera el Dios de los pueblos protegeros
Contra la Hidra de múltiples cabezas,
Y en dulce paz mañana concederle
El premio a tan pacilicas proezas.
¿Y qué más mérito que haber salvado
Del cataclismo a la Nación entera ?
De gloría al nimbo gualda, arrebolado,
Que a vuestro nombre se une, reverbera.
114
ALBUM PATRIÓTICO
El mérito eminente es de tal precio.
Que se abre paso a través de nubarrones,
Que rompen el silencio del desprecio
Del fanal de las ígneas vibraciones
Que ser vencido es gloría para el necio.
La Historia al mundo marcará los hechos,
Que menora la patria fantasía,
Porque están esculpidos en los pechos
Do se albergan nobleza e hidalguía.
Que el que en su esfera procuró cumplir
Con elevado espíritu su empeño,
Puede aguardar el sempiterno sueño
Sin el fallo temer del porvenir.
Doroteo J. Guerrero.
San Salvador, 4 de noviembre de 1914.
AL SEÑOR DON CARLOS MELENDEZ
EN SU DIA DE DIAS
Nacer, crecer y morir, es el destino del hombre, lo
mismo que el de los demás seres vivientes animados e ina-
nimados. Pero en el orden moral, nacer crecer y vivir es
el destino de las almas buenas. Así viven en el corazón de
los pueblos aquellos grandes hombres que han sido los
benefactores de la humanidad; y viven también cerca de
Dios en los cielos, según la fe, las almas de todos los
justos que no vieron con indiferencia la suerte de sus
hermanos.
Así deseo que vivas tú, oh señor! como Washington en
la memoria del pueblo americano y como Bolívar en la de
Sur América, y [ojalíl también en ese cielo misterioso re-
servado a los justos en el día de las cuentas, porque veis
hambrientos y les dais de comer, desnudos y los vestís y
veis a la Patria moribunda y remedios le buscáis.
San Salvador, 4 de noviembre de 1914.
A. MONCHES.
116
ALBUM PATRIÓTICO
El mérito eminente es de tal precio,
Que se abre paso a través de nubarrones.
Que rompen el silencio del desprecio
Del fanal de las ígneas vibraciones
Que ser vencido es gloria para el necio.
La Historia al mundo marcará los heclios,
Que menora la patria fantasía,
Porque están esculpidos en los pechos
Do se albergan nobleza e hidalguía.
Que el que en su esfera procuró cumplir
Con elevado espíritu su empeño,
Puede aguardar el sempiterno sueño
Sin el fallo temer del porvenir.
Doroteo J. Guerrero.
San Salvador, 4 de noviembre de 1914.
AL SEÑOR DON CARLOS MELENDEZ
EN SU DIA DE DIAS
Nacer, crecer y morir, es el destino del hombre, lo
mismo que el de los demás seres vivientes animados e ina-
nimados. Pero en el orden moral, nacer crecer y vivir es
el destino de las almas buenas. Así viven en el corazón de
los pueblos aquellos grandes hombres que han sido los
benefactores de la humanidad; y viven también cerca de
Dios en los cielos, según la fe, las almas de todos los
justos que no vieron con indiferencia la suerte de sus
hermanos.
Así deseo que vivas tú, oh señor! como Washington en
la memoria del pueblo americano y como Bolívar en la de
Sur América, y ¡ojalá! también en ese cielo misterioso re-
servado a los justos en el día de las cuentas, porque veis
hambrientos y les dais de comer, desnudos y los vestís y
veis a la Patria moribunda y remedios le buscáis.
San Salvador, 4 de noviembre de 1914.
A. MONCHES.
116
MEDALU DE ORO
Al ciuciadano don Carlos Meldndoz, an ai acto da
«u condacoradón
Estrella acrisolada, sideral esterlina,
esclarecido emblema de condecoración,
esta medalla irradia, en cada faz aurina,
el lúcido prestigio de vuestro noble don.
En ella se aquilata, más que el de la áurea mina,
el oro del afecto y de la admiración,
ese oro preciosísimo, de pureza argentina,
bruñido en ios crisoles de nuestro corazón.
•«1.
Y porque habéis raído vuestro manto sagrado
para mostrar al pueblo vuestro pecho inflamado
en amor patrio, ardiente de fe y sinceridad;
Brillará más excelso este blasón de oro,
timbre de honor preclaro, trofeo del decoro,
exiguo sol de gloria y de inmortalidad.
Carlos Bustamante.
ONOMASTICO DEL CIUDADANO
DQN CARLOS MELENDE^ ,
Ha venido a sorprendemos el dia grandioso del ono-
tnástico del ciudadano don Carlos Meléndez, que aún me
encuentro ^xtasiado y mudo para felicitarlo hoy este dia.
118
ABLUM PAUtlÓnCO
Aún me parece que hasta las aves con su tierno y melifluo
<;anto, lo despertarán al despuntar la aurora, sin cesar con
su revoloteo en los pórticos de su mansión. Y yo con
mi pensamiento no hago más que despertar, recordar al
lelicitante cuando era niño, adormecido en la cuna más
sagrada, los brazos de su adorada madre.
{Ahí feliz, orgullosa encuéntrase ella, contemplando
todavía a ese ser, y más orgulloso él, contemplándola a ella.
Vástago que con todo el jugo fertilizante vino a este mundo,
como otros seres que vienen solamente para la corrupción
de la humanidad.
Orgullosa sí, haciendo los recuerdos cuando lo tenia
en sus brazos; haciendo los recuerdos cuando valbuceaba
sus primeras palabras. Y hoy con el goce más inexplicable
vé su obra concluida contemplándola extasiada, como cuan-
do Dios hizo a la Naturaleza, que el mismo Dios se sor-
prendió de cuanto había hecho.
Así doña Mercedes, ve a su adorado hijo, hijo modelo
de los demás hijos. He ahí los buenos sentimientos que
iecundó al que cumple sus dichosos y felices abriles.
Arturo Inés Juárez.
AL EXIMIO CIUDADANO DON CARLOS MELENDEZ
Sé como el roble, fuerte. La tormenta
ha de rugir, mas la mirada viva
levantarás para observar arriba
los colores del iris que se ostenta.
Que cuando el hombre algún ideal alienta
de redención, objeto es de diatriba;
pero las almas que la fe cautiva,
^n la lucha el valor las alimenta.
-Que corone tu frente en. buena hora
la gloria conquistada en el civismo,
-en ese ideal hermwo qm ae dora
119
ALBUM PATRIÓTICO
en la faz de un bellísimo espejismo,
y, apóstol devoto, oficia y ora
en el Templo de luz del Patriotismo.
JOSÉ Fernando ChAvez.
AL EXCELENTISIMO CIUDADANO DON
CARLOS MELENDEZ
Hoy el pueblo te rinde homenaje
y pronuncia tu nombre doquiera;
porque tiene el verdor del paisaje
de tu Credo la heroica bandera : . .
Goza, pues, del amor que te ofrenda,
este pueblo gentil y valiente
y haced que entusiasta comprenda
el amor que en tu pecho se ostenta.
Fernando García Escobar.
CUATRO DE NOVIEIMBRE
A DON CARLOS MELENDEZ
Cábeme la satisfacción de felicitar a Ud. en este dia de
júbilo para sus numerosos amigos; y son mis votos que
siga mereciendo, como hasta hoy, el cincero cariño de la
generalidad de los obreros que comprenden el entrañable
amor que U. siente por la Patria y que conocen los sen-
timientos democráticos que abriga en su generoso corazón.
Sírvase aceptar de este su atento servidor, un afectuosa
y cordial saludo en este día glorioso de su onomástico^
deseándole largos y felices años de vida.
Que Dios le colme de bendiciones desde lo infinito.
Ismael Agosta.
San Salvador, 4 de noviembre de 1914«
120
ALBUM PATRIÓTICO
en la faz de un bellísimo espejismo,
y, apóstol devoto, oficia y ora
en el Templo de luz del Patriotismo.
José Fernando Chávez.
AL EXCELENTlSinO CIUDADANO DON
CARLOS naENDEZ
Hoy el pueblo te rinde homenaje
y pronuncia tu nombre doquiera ;
porque tiene el verdor del paisaje
de tu Credo la heroica bandera . . ,
Goza, pues, del amor que te ofrenda,
este pueblo gentil y valiente
y haced que entusiasta comprenda
el amor que en tu pecho se ostenta.
Fernando García Escobar.
CUATRO DE N0VIE:MBRE
A DON CARLOS MELENDEZ
Cábeme la satisfacción de felicitar a Ud. en este día de
júbilo para sus numerosos amigos; y son mis votos que
siga mereciendo, como hasta hoy, el cincero cariño de la
generalidad de los obreros que comprenden el entrañable
amor que U. siente por la Patria y que conocen los sen-
timientos democráticos que abriga en su generoso corazón.
Sírvase aceptar de este su atento servidor, un afectuoso
y cordial saludo en este día glorioso de su onomástico^
deseándole largos y felices años de vida.
Que Dios le colme de bendiciones desde lo infinito.
Ismael Acosta.
San Salvador, 4 de noviembre de 1914.
120
DISCURSO
Pronunctado el 4 de noviembre de 1914, con motivo
€M onomóstíco de Don Carlos Meléndez
Excemo. Sr. Meléndez:
Héme aqui en esta tribuna, investido por la represen-
tación del Club Melendista «General Cabafias», para traer
a vuestra ilustre presencia, el saludo más cordial de estos
miembros, quienes por mi medio, han querido — con el entu-
siasmo más ardiente que les caracteriza — protestar ante vos
las frasese más sagradas de su decálogo: «Lealtad,» noble
como la del hijo al padre, y «Valor,» como el de los héroes
que sacrifican en pro de la Patria, o a favor de alguien que
procura el engrandecimiento de ella.
Ninguna otra oportunidad mejor que la de vuestro
onomástico, haya logrado este Club, para que a la par de
felicitaros, os den un voto de aliento y, un empuje más a
vuestro ánimo, para que con mayor ahinco, aceleréis vues-
tros trabajos politicos. Vuestra persona en el critico período
porque atraviesan las naciones del mundo, se hace indis-
pensable en nuestra Patria; vuestro tacto político, vuestra
prudencia en los asuntos de la administración pública, la
firmeza de vuestro carácter y la magnanimidad de vuestros
sentimientos, condiciones indispensables en todo hombre
de estado, la reanudáis cautivando la simpatía de la opinión
pública y la admiración de los ciudadanos, quienes te pro-
claman para que representéis en el próximo período presi-
dencial, nuestra soberanía, ante nosotros mismos y ante el
mundo entero, como Jefe Supremo de la Nación.
Vuestra ilustre persona, dará honra a nuestra Patria y
dado vuestro espíritu, la hará sobresalir entre los países
4e Centro -América, como sobresalen en las costas del Pa-
cifico, las crestas ígneas del «Izalco.»
Porfirio A. Valencia L. R.
122
DON CARLOS
Tal es la expresión cariñosa con que todos designan
al personaje más culminante del país.
Don Carlos, simplemente a secas, a cualquiera le pa-
recería un tratamiento demasiado conciso para lo que él es.
Y sin embargo, es como más nos place nombrarle.
¿Por qué?
Porque don Carlos es la genuina representación de la
democracia.
Porque don Carlos no ha soñado, como tantos, ser
príncipe del dollar.
Porque don Garios, a pesar de ser una gran fígura, le
gusta que esa su figura esté al alcance de todos sus con-
ciudadanos para beneficiarlos, ya con el consejo prudente,
ya con su munificente mano.
Y para el más alto personaje hasta el más humilde
labrador, es siempre don Carlos el compañero, el igual.
Por eso nos suena también ese cariñoso trat imiento,
que evidencia su popularidad, demostrada en el Poder y en
su carácter particular.
A. don Carlos se le puede juzgar cuantitativa y cuali-
tativamente.
En los dos términos es igual.
Su fortuna es el producto de una labor constante y su
virtud el de una buena educación y de una voluntad firme.
Como patriota?
Basta decir que siendo capitalista, y en épocas en que
se derrumbaba la Nación bajo el peso de las tiranías, él,
teniendo prestigio y valor, no quiso que por algo que tu-
viese visos de ambición, se ensangrentara la Patria; y des-
pués, cuando se le reclamó su presencia como garantía de
paz, presto voló a su puesto, sacrificando su tranquilidad
«n aras del patriótico.
123
ALBUM PATRIÓTICO
¿A qué proseguir cuando todos le conocemos bien?
Y esto no es un elogio; sencillamente es la verdad.
Como no tengo necesidad de una miga del Presupuesto,
j)ues sé trabajar, no dirán que son flores para el futuro.
áiboca ^ ^ imooiástico le tiago la mejor justicia di-
ciendo: don Carlos es hombre de bien.
Mañana cuando esté en el Poder quiero decirle: «don
Carlos Ud. es justo» y con eso estará satisfecho; aunque
Platón dijo que ese plato de la justicia es el más difícil de
digerir.
Pero, en cambio» ser justo es lo más sublime.
Yanko.
A PROPOSITO DE ESTA FECHA
Es innegable que todos los actos que nacen de nues-
tra propia voluntad encierran en si una satisfacción, no su-
cediendo lo mismo con aquellos que de una u otra manera
traen consigo una obligación impuesta; por eso es que aho-
ra, por primera vez, el pueblo salvadoreño debe sentirse
orgulloso de sus propios actos.
La celebración del onomástico de nuestro candidato a
la Presidencia señor don Carlos Meléndez, ha nacido de la
exclusiva expontaneidad de sus partidarios, celebración que
ha sido estensiva en todos los departamentos; estas mues-
tras de verdadera simpatía por el señor Meléndez, vienen a
demostrarle cuanto se le aprecia ; estos actos nos dicen de
una manera terminante, que de hoy en adelante dejará de
ser mercancía el voto eleccionario, pues no imperará más
que la verdadera libertad.
Pecaríamos de egoístas si no encomiáramos la noble y
meritoria conducta observada por el actual Presidente de la
República doctor don Alfonso Quiñónez Molina, quien in-
terpretando los verdaderos sentimientos de sus conciuda-
danos, y fiel intérprete de nuestra Constitución, ha querido
sellar con un timbre de honra el corto periodo de su ad-
ministración, dejando al pueblo enteramente libre para que
él mismo decida de sus destinos {cuán hermosa es la Iw
bertad y qué odiosa la tiranía I
Gonzalo Hernández,
124
La TRASMI^ÓN del Poder.- E1 Sr. Presidente Meléndez acompañado del Hon* Mr. Long,
Ministro Americano, saliendo del Palacio NacionaL
ALBUM PATRIÓTICO
¿A qué proseguir cuando todos le conocemos bien?
Y esto no es un elogio; sencillamente es la verdad.
Como no tengo necesidad de una miga del Presupuesto,
pues sé trabajar, no dirán que son flores para el futuro.
Ahora en su onomástico le hago la mejor justicia di-
ciendo: don Carlos es hombre de bien.
Mañana cuando esté en el Poder quiero decirle: «don
Carlos Ud. es justo» y con eso estará satisfecho; aunque
Platón dijo que ese plato de la justicia es el más difícil de
digerir.
Pero, en cambio, ser justo es lo más sublime.
YANKO.
A PROPOSITO DE ESTA FECHA
Es innegable que todos los actos que nacen de nues-
tra propia voluntad encierran en sí una satisfacción, no su-
cediendo lo mismo con aquellos que de una u otra manera
traen consigo una obligación impuesta; por eso es que aho-
ra, por primera vez, el pueblo salvadoreño debe sentirse
orgulloso de sus propios actos.
La celebración del onomástico de nuestro candidato a
la Presidencia señor don Carlos Meléndez, ha nacido de la
exclusiva expontaneidad de sus partidarios, celebración que
ha sido estensiva en todos los departamentos; estas mues-
tras de verdadera simpatía por el señor Meléndez, vienen a
demostrarle cuanto se le aprecia ; estos actos nos dicen de
una manera terminante, que de hoy en adelante dejará de
ser mercancía el voto eleccionario, pues no imperará más
que la verdadera libertad.
Pecaríamos de egoístas si no encomiáramos la noble y
meritoria conducta observada por el actual Presidente de la
República doctor don Alfonso Quiñónez Molina, quien in-
terpretando los verdaderos sentimientos de sus conciuda-
danos, y fiel intérprete de nuestra Constitución, ha querido
sellar con un timbre de honra el corto período de su ad-
ministración, dejando al pueblo enteramente libre para que
él mismo decida de sus destinos ¡cuán hermosa es la li-
bertad y qué odiosa la tiranía 1
Gonzalo Hernández.
124
La Trasmisión del Poder.- El Sr. Presidente Meléndez acompañado del Hon. Mr. Long,
Ministro Americano, saliendo del Palacio Nacional.
TERGI&RA PARTD
COHSlQERñClQnES
(Aira el ''Aibam ROnático**)
Quisiera escribir con perfección para expresar con estilo
elevado lo que pienso, lo que creo^y lo que siento.
Tendré que conformarme con mis aptitudes, escribo
sencilla e ingenuamente, pero si, aseguro a mis lectores que
mis frases tendrán por norma la verdad.
Voy a dedicar algunos pensamientos a nuestros honora-
bles, Presidente don Carlos Meléndez y Vicepresidente Dr.
Quiñónez M.
Ambos son una esperanza parala Patria, tan lastimada
en años anteriores; pero creemos que con sus nuevos gobernan-
tes, sus hondas heridas cicatrizarán y podrá levantarse fuerte,
altiva para caminar por una nueva vía... la vía del progreso,
de la moralidad política y de la verdadera regeneración.
Creemos que habrá un cambio verdadero, que la nación
s^irá progresando como en los dos afios que. estuvo rí*
giendo el ilustre Dr. Araujo, por el cual aun sufre la patria
dolorida y con justa razón, porque aquel varón fuerte, la
amaba infinitamente, y por ese amor fué sacrificado con
crueldad inaudita; en la Historia esta página sangrienta ten-
drá que conmover hondamente e inspirar siempre verdadero
respeto por el nombre del salvadoreño mártir, que cayó al
impulso de las pasiones políticas, asi como caen los robles
en el bosque arrastrados por la furia de terrible huracán.
Comenzamos ya a entrever la futura felicidad de la
querida Patria. Todas las clases sociales comprendiendo el
buen gobierno del meritisimo ciudadano don Carlos Me-
Itedez, se han unido para proclamarlo, y él ha sido el primer
Presidente de El Salvador que estando en el poder ha au-
nmitado sus prestigios uniendo los circuios políticos.
128
ALBUM PATJUÓtia>
Algunos de sus antecesores al estar en ese elevada
puesto, han perdido paulatinamente a sus partidarios aun
cuando hubiesen cumplido con su deber y con sus pnm^
sas.
No ha sucedido ahora asi; por lo contrario, se ha notada
el afecto hacia el honorable got)emante y esta popularidad
es el termómetro que marca la justicia a su gcÁiemo y bt
nobleza de su corazón.
El gobierno del Dr. Quiñónez M., parece que ha cum-
plido con la ley, que ha sido tolerante y caritativo, además
se ha interesado decididamente por la instrucción popular.
La fundación de la Escuela Normal de Varones es un laurel
envidiable.
El ejército, lleno de satísfocctón, ha visto en ei Dr. Qui-
fíónez M* un protector.
Su gobierno fué, el que comprmdiendo que es de abso-
luta necesidad un Hospital Militar, trató de fundario y ya
fué colocada la primera piedra de un edifício que perpetuará
en El Salvador el nombre de su fundador.
¡Caballeros ilustres! Salvadoreños patriotas! Yo os feli-
cito por la obra comenzada. La Patria agradecida os colmará
de bendiciones. La Historia abrirá sus páginas para colocar
en ellas unidos vuestros nombres, y yo, que soy centroame-
ricana, os saludo respetuosamente y siempre os repetiré:
¡Adelante!... Ahora aún estáis al pie de la montaña.
M. Lina.
S. S. abril de 1915.
NUEJTRO PORVENIR
(Para el *Aibum Patriótica»)
Ya raya en el horizonte de nuestra Patria la alborada
colorida y deslumbradora de un porvenir mejor; despunta
en los límites de su futuro, una fuerza bienhechora que
trae en sí la felicidad de nuestros pueblos; y los ciudada-
nos salvadoreños la esperan como a la venida de un Me-
sías, para que la salve del fracaso que, errados gobierna,
le han marcado en (Uversos momaitos históricos.
9
129
ALBUM PATRIÓTICO
La conciencia de nuestro pueblo está ansiosa y palpi-
iadora por ver a nuestra terruño que, fecundo por el rocío
de la paz, marque muy alto su grado de progreso y lo
anuncie al mundo, como la poética arcada del iris, anuncia
la agonía del tempestuoso vendaval, cuando en el extremo
opuesto el sol hiere y se quiebra entre la continuada caida
de las gotas del rocío; desde hace largo^tiempo, densa nu-
be desatada en furiosas tempestades, ha Venido oprimiendo
la atmósfera de nuest'-a patria; la atrofiada conciencia de
nuestros mandatarios, llenos de ambiciones, esquilmaban el
tesoro patrio, como Rómulo y Remo, las ubres de la loba,
y cargaban al pueblo de fuertes impuestos, como aquella,
buscaba ambríenta los pastos que le produjeran la leche
para sus amamantadores presumidos por la historia; dés-
potas, robaban al pueblo sus más sagradas libertades que
la fuerza creadora adjuntara a la misma naturaleza del
hombre, la del «pensamiento», exteriorizado, verbal o grá-
ficamente, y lo encerraba en un círculo tan estrecho, como
a las fieras de las selvas, en una verja de hierro, sin po-
der alegar sus derechos de libertad, con hambre y sin po-
der devorar, oyendo la buria de su domador, y sjn medio
de romper la jaula para desgarrarlo.
Cansadas de esa vida opresiva están las unidades del
compuesto étnico de nuestra patria, que. se avalancha en
regocijado oleaje, buscando el hombre que la represente y
que la dirija a la paz, al progreso, y al bienestar que no
se puede obtener sin el uso plenario de la libertad indivi-
dual y colectiva, inscrita en el círculo del derecho natural y
político que rige al individuo como parte alícuota unida con
relación directa al Estado; la suma de propiedades de la
libertad en el uso del derecho, de las conciencias individua-
les, forma la conciencia de la Patria, por eso el pueblo
salvadoreño formula su esperanza de salvación en el blan-
co de sus miradas, que se estrellan en la personalidad de
don Garios Meléndez; y la opinión pública, y la conciencia
de este pueblo, le pioclama y le exalta a la Administración
del Estado, sin la menor presunción de errar en su cálculo,
dado el atinado criterio, la actividad política y la pureza
de alma del señor Meléndez.
PORFIRIO A. VALENCIA. R. L.
San Salvador, 11 de noviembre de 1914
130
Sanatorio de Tuberculosos de San Salvador
Una vista en la Escuela de Agroflomia.
ALBUM PATRIÓTICO
La conciencia de nuestro pueblo está ansiosa y palpi-
tadora por ver a nuestro terruño que, fecundo por el rocío
de la paz, marque muy alto su grado de progreso y lo
anuncie al mundo, como la poética arcada del iris, anuncia
la agonia del tempestuoso vendaval, cuando en el extremo
opuesto el sol hiere y se quiebra entre la continuada caída
de las gotas del rocío; desde hace largo^tiempo, densa nu-
be desatada en furiosas tempestades, ha venido oprimiendo
la atmósfera de nuestra patria; la atrofiada conciencia de
nuestros mandatarios, llenos de ambiciones, esquilmaban el
tesoro patrio, como R*')muIo y Remo, las ubres de la loba,
y carL;al)an al pueblo de fuertes impuestos, como aquella,
buscaba ambrienta los pastos que le produjeran la leche-
para sus amamantadores presumidos por la historia; dés-
potas, robaban al pueblo sus más sagradas libertades que
la fuerza creadora adjuntara a la misma naturaleza del
hombre, la del «pensamiento», exteriorizado, verbal o grá-
ficamente, y lo encerraba en un círculo tan estrecho, como
a las fieras de ias selvas, en una verja de hierro, sin po-
der alegar sus derechos de libertad, con hambre y sin po-
der devorar, oyendo la burla de su domador, y sin medio
de romper la jaula para desgarrarlo.
Cansadas de esa vida opresiva estcán las unidades del
compuesto étnico de r.uestra patria, que se avalancha en
regocijado oleaje, buscando el hombre que la represente y
qiie la dirija a la paz, al progreso, y al bienestar que no
se puede obtener sin el uso plenario de la libertad indivi-
dual y colectiva, inscrita en el círculo del derecho natural y
político que rige al individuo como parte alícuota unida con
relación directa al Estado; la suma de propiedades de la
libertad en el uso del derecho, de las conciencias individua-
les, forma la conciencia de la Patria, por eso el pueblo
salvadoreño formula su esperanza de salvación en el blan-
co de sus miradas, que se estrellan en la personalidad de
don Carlos Meléndez; y la opinión pública, y la conciencia
de este pueblo, le pioclama y le exalta a la Administración
del Estado, sin la menor presunción de errar en su cálculo,
dado el atinado criterio, la actividad política y la pureza
de alma del señor Meléndez.
Porfirio A. Vali^cia. R. L.
San Salvador, 11 de noviembre de 1914.
130
Sanatorio de Tuberculosos de San Salvador
EL CENTRO DIRECTIVO
Todas las agrupaciones eleccionarias de la República,
que integran el partido Melendista, apreciadoras de los mé-
ritos que asisten al Dr. don Alfonso Quiftónez Molina, ac-
tual Jefe del Ejecutivo, le han proclamado como candidato
para la Vicepresidencia de la República, en el periodo de
1915 a 1919.
El concurso que este notable ciudadano ha prestado al
bien de la Nación, se manifiesta con brillantez en todos los
cargos públicos encomendados a él. Su actuación en los
Ramos de Guerra y Beneficencia, fué meritísima, especial-
mente en el segundo, donde dejó una estela de Progreso.
A su erudición de médico notable, van unidos un crite-
rio sano, y un carácter incorruptible y benévolo. Su perso-
nalidad política, forma una similitud con la de nuestro
Candidato, porque, como éste, está bautizado con las mis-
mas doctrinas democráticas, tan necesarias para manten^
la paz y el progreso de nuestro pais.
En síntesis podemos afirmar, que en el Dr. Quiñónez,
están encarnados los mismos principios que sustenta el se-
ñor Meléndez.
Esta vinculación de caracteres entre ambos personajes,
ha creado al doctor Quiñónez, el alto aprecio que hoy le
tributan nuestros conciudadanos.
Además, él, como nuestro Candidato, está dando, en las
elevadas funciones que desempeña, una prueba inequívoca
de las prendas que posee, para merecer el título de buen
gobernante.
Por estos indisputables prestigios, la generalidad de
nuestros compatriotas, representados por los clubs melen-
distas, ha postulado la Candidatura del Dr. Quiñón^ paia
Vicepresidente de la República.
132
ALBUM PATRIÓTICO
El Centro Directivo del Partido, fiel representante de los
intereses de la Causa, se ha inspirado también en la mis-
ma idea de nuestros correligionarios, convencido así mismo,
de que el Dr. Quiñónez, por sus reales prestigios y capaci-
dades, es merecedor de tan brillante estimulo.
Aquel Centro, pues, investido de todas las facultades
que nuestra Causa le confiere, proclama hoy al Dr. don
Alfonso Quiftónez Molina, como Candidato para la Vice-
presidencia de la República, en el periodo de 1915 a 1919.
Esa proclama surgida del mencionado Centro, representa
la viva manifestación del sentimiento general, y un triunfo
más para los intereses del partido.
''El País" se complace en enviar al Dr. Quiñónez, a
nombre del Comité Central, y de las agrupaciones melendis-
tas, su más sincera felicitación, por el nuevo blansón que
hoy exorna sus méritos personales
NAPOLEÓN D. Cañas,
EL PRESIDENTE MELENDEZ
Y EL VICEPRESIDENTE QUIÑONEZ M.
(fím a ''A»ttm PaMótícQ.")
En este dia grato para la Patria, todos los corazones
honrados palpitan de júbilo. Los anhelos del pueblo salva-
doreño se han cumplido con la elección de las dos dignísimas
personas a quienes encomienda sus destinos.
Ellas tienen su origen de honorables progenitores, cuyas
recomendables cualidades heredaron; en su vida privada y
en la pública su actuación es altamente meritoria para que
el país entero esté de ellos satisfecho.
En las difíciles circunstancias por que ha atravesado la
República, desde que se consumó el nefando crimen en el
ilustre patriota doctor Araujo, crimen que es un borrón en
nuestra historia política, se ve a los señores Meléndez y
Quiñónez M., encariñados con su pueblo, afanarse plausible-
mente por su bienestar y su prosperidad. Sus ideales
133
ALBUM PATRIÓTICO
democráticos se realizan con el general contento de los
salvadoreños.
Atendidos de preferencia por ellos, la Instrucción Pública
y las rentas nacionales, que no se derrochan como en épocas
anteriores, es lógico deducir, que un pueblo laborioso como
el salvadoreño, tiene necesariamente que ser feliz, toda vez de
que la instrucción fomenta su moralización y que las rentas
referidas le sirven en gran parte para subvenir a sus nece-
sidades.
La vida de un pueblo culto y amante de la moral, se
desliza en el trabajo ennoblecedor, y este acarrea de consi-
guiente, el engrandecimiento del país. ^ . - -
* Veamos a los señores Meléndez y Quiflónez, solucionando
con tesonero afán los graves problemas económicos de
actualidad, en favor de su amado pueblo; veámosles siempre
respetuosos a la ley y dando garantías a los ciudadanos
honrados; veámosles no inmiscuirse en la esfera de acción de
los otros Poderes, y fomentar la riqueza pública, favoreciendo
la agricultura y las industrias nacionales, fuentes de inagotable
prosperidad, y exclamaremos jubilosos y con razón: "El
pueblo salvadoreño ha obrado con acierto al confiar sus des-
tinos a las dignísimas personas de los señores Meléndez y
Quiñónez M., por lo que el país entero está de plácemes."
Y nosotros, que amamos el bien de la Patria, en sus
diferentes manifestaciones, nos unimos al entusiasta clamor
general, y victoriamos a los ilustres delegados del pueblo.
Juan Gomar,
. San Salvado, lo. de mayo de 1915.
LOS INTERINATOS DE 1913 A 1915.
DON CARLOS MELENDEZ Y EL DOCTOR
ALFONSO QUlNONEZ MOUNA.
I
De antemano hago presente al lector, que hasta hoy no
Conozco personalmente a don Carlos Meléndez, y que al Dr.
don Alfonso Quiñónez Molina, apenas si lo he tratado lige-
ramente antes de que fuera electo Designado a la Presidencia
134
ALBUM PATRIÓTICO
democráticos se realizan con el general contento de los
salvadoreños.
Atendidos de preferencia por ellos, la Instrucción Pública
y las rentas nacionales, que no se derrochan como en épocas
anteriores, es lógico deducir, que un pueblo laborioso como
el salvadoreño, tiene necesariamente que ser feliz, toda vez de
que la instrucción fomenta su moralización y que las rentas
referidas le sirven en gran parte para subvenir a sus nece-
sidades.
La vida de un pueblo culto y amante de la moral, se
desliza en el trabajo ennoblecedor, y este acarrea de consi-
guiente, el engrandecimiento del país.
Veamos a los señores Meléndez y Quiñónez, solucionando
con tesonero afán los graves problemas económicos de
actualidad, en favor de su amado pueblo; veámosles siempre
respetuosos a la ley y dando garantías a los ciudadanos
honrados; veámosles no inmiscuirse en la esfera de acción de
los otros Poderes, y fomentar la riqueza pública, favoreciendo
la agricultura y las industrias nacionales, fuentes de inagotable
prosperidad, y exclamaremos jubilosos y con razón: "El
pueblo salvadoreño ha obrado con acierto al confiar sus des-
tinos a las dignísimas personas de los señores Meléndez y
Quiñónez M., por lo que el país entero está de plácemes."
Y nosotros, que amauK)S el bien de la Patria, en sus
diferentes manifestaciones, nos unimos al entusiasta clamor
general, y victoriamos a los ilustres delegados del pueblo.
Juan Gomar.
San Salvado, lo. de mayo de 1915.
LOS INTERINATOS DE 1913 A
DON CARLOS MELENDEZ Y EL DOCTOR
ALFONSO QUIÑONEZ MOLINA.
I
De antemano hago presente al lector, que hasta hoy no
conozco personalmente a don Carlos Meléndez, y que al Dr.
don Alfonso Quiñónez Molina, apenas si lo he tratado lige-
ramente antes de que fuera electo Designado a la Presidencia
134
ALBUM PATRIÓTICO
de la República. Hago esta advertencia para que mis palabras
no sean interpretadas de manera aviesa, ya que quiero expre-
sar mi admiración por la labor altamente patriótica de es-
tos emimentes ciudadanos.
Cuando ascendió al poder don Carlos Meléndez, el país
hallábase al borde de la anarquía. La máquina del gobierno
había recibido un golpe fatal que interrumpía su marcha. Un
grito, una pequeña manifestación en contra del parecer de
los hombres que en esos momentos manejaban los asuntos
públicos, y la yesca hubiera encendido y El Salvador habriase
lanzado al abismo. La nerviosidad era general, el país entero
estaba anonadado ante el espantoso drama del Parque Bolívar»
y sabido es que el pueblo es sugestionable en ciertos mo^
mentos psicológicos.
Pero fué llamado al ejercicio de la Presidencia don
Carlos Meléndez cuyo solo nombre nuncio era de paz, y la
calma renació» la República recobró su estado ordinario y
muy pronto se afianzó la normalidad política. Es más, desa-
parecieron las persecuciones que se hacían poco antes, de
manera que la reconciliación de la familia salvadoreña llegó
en seguida de manera efectiva. Primer paso fué ese que reci-
bió el país con muestras de aprobación.
Poco a poco fué revelándose el señor Meléndez como
un consumado estadista, perito en el arte de gobernar pueblos;
arte difícil, sobre todo tratándose de pueblos como los nues-
tros, tan amigos de llevaile la contra al gobierno, asi sea el
mismo por el que abogaran la víspera..
Don Carlos Meléndez encaminó su actuación por un
rombo completamente nuevo. Su honradez tradicional, la
limfña liistoria de su nombre, su situación independiente y
la circunstancia de haber ascendido al poder sin el menor
compromiso político, lo colocaron en condiciones de proceder
con entera imparcialidad, sin obodecer más que a los dicta-
dos de su conciencia y de su elevado criterio, y ya sabemos
que la conciencia de un hombre honrado no puede tener
inspiraciones malévolas, pues atiende sólo a la justicia y a
la razón. Y fue entonces cuando El Salvador despertó de su
letargo y tuvo la satisfacdón de darse cuenta de que habla
encontrado al hombre que buscaba para regir sus destinos.
Genuina encamación del ciudadano que se ha trazado
como norma de los actos de su vida el respeto al derecho
agem>, d culto a la bmradez y el amor a la patria en su
136
ALBUM PATRIÓTICO
más rigurosa acepción, don Carlos Meléndez marcó nuevos
derroteros a la Administración Pública. Durante su gobierno
hubo efectivas garantías para quienes supieron hacer uso
de la libertad ciudadana, el más escrupuloso manejo de jos
caudales de la Nación, verdadero celo por la integridad
nacional, etc.
Precisamente en los albores de su gobierno ocurrió un
Inddente diplomático con Estados Unidos de Norte- Ame-
rica que le valió los aplausos de la opinión sensata de
Hispano- América. Cuando el gobierno de Nicaragua cele-
bró un tratado con el de Estados Unidos, por el cual con-
cede a éste el derecho a opción al canal por territorio de
aquel país y una estación naval en el Golfo de Fonseca, el
gobierno salvadoreño, presidido por el señor Meléndez, fue
el primero en elevar su protesta al Departamento de Esta-
do de Washington, oponiéndose a que se consumara tama-
ño atentado, lesivo a la integridad centroamericana y
Roscábante de la soberanía de El Salvador, el cual tiene
legítimos derechos sobre el Golfo como país ribereflp. La
protesta del gobierno del sefior Meléndez se ha mantenido
latente y es seguro que ella ha contribuido a que el Sena-
do norteamericano no haya sancionado aún aquel tratado.
Después de esto se presentó una ocasión que pone de
relieve los altos quilates de la honorabilidad de este ciu-
dadano. La Asamblea Nacional autorizó al Poder Ejecutivo
para que contratase un empréstito en el exterior. La pre-
sencia del señor Meléndez en la Presidencia le facilitaba
su inmediata realización, pues como hombre de negocios
está al habla con los potentados del dinero en Europa.
Es más, se le ofrecieron oportunidades para colocario en
condiciones favorables.
Pero el señor Meléndez, oyendo la voz de wi conaen*
cia, declinó todas las ofertas y se negó a negociar el em-
préstito, seguro de que el momento no era oportuno. El
pais después ha visto que tenía razón el gobernante, pues
a pesar de la crisis mundial no ha habido gran urgencia, y,
por el contrario, si se hubiese realizado, hoy estaríamos
mucho más comprx)met¡dos y siempre sin dinero, porque
habría emigrado.
Seguros estamos de que si mañana necesita realmente
«1 país un empréstito estando el señor Meléndez a la ca-
beza del gobierno, no obstante lo difícil de la situadóq.
137
ALBUM PATRIÓTICO
financiera en el exterior se le facilitaría encontrarlo, porque
su nombre es una garantía.
Otro paso— y por el estilo se pueden citar muchos—
muy acertado de don Carlos Meléndez, fué su retirada dei^
poder en acatamiento de lo que establece la Constitución.
El país entero comprendió que seria un gobernante
honrado y digno mantenedor de su prestigio de antaño ad-
quirido; que si en año y medio de interinato había labo-
rado mucho en favor de la Patria, más haría en un período
administrativo, y de ahí nació su candidatura, mejor dicho,
su aclamación para Presidente de la República. Jamás se
había visto la opinión pública tan compacta alrededor de
un ciudadano como se vió entonces. Puede decirse que El
Salvador entero formó un núcleo a su lado.
Y entonces don Carlos Meléndez cerró su interinato-
con broche de oro: pidió permiso a la Asamblea Nacional
para separarse de su alto piiesto en observancia de lo que
estatuye la Carta Fundamental, que ninguna persona podrá
ejercer en propiedad la Presidencia, si no se ha separado-
d^ ella durante los seis meses anteriores a la fecha en que
comienza el período constitucional.
^Esa hermosa demostración de respeto a la ley mereció
calurosos elogios al señor Meléndez, quien descendió de su
alto puesto con la satisfacción del débér cumplido y ante la
complacencia del pueblo salvadoreño' que vió en ella la con-
firmación de sus esperanzas. *
La virtud tiene su premio. Y la virtud de este distin-
guido ciudadano fué premiada ampjiameníe en las elecciones
con 134,429 votos para Presidente de la República.
¿Se puede obtener más elocuente priieba de aprobación-
de la conducta de un gobernante?
II
Cupo en suerte al doctor don Alfonso Quiñónez Molina
asumir la Presidencia de la República en una época de prue-
ba, cuando el cataclismo más espantoso de la historia, como
es la guerra europea, conmovía al mundo.
En esos momentos precisamente era general la nervio-
sidad financiera. En El Salvador todos los negocios hallá-
banse paralizados: la agricultura, el comercio, las fábricas ]r
138
ALBUM PATRIÓTICO
financiera en el exterior se le facilitaría encontrarlo, porque
su nombre es una garantía.
Otro paso— y por el estilo se pueden citar muchos—
muy acertado de don Carlos Meléndez, fué su retirada del
poder en acatamiento de lo que establece ia Constitución.
El país entero comprendió que serla un gobernante
honrado y digno mantenedor de su prestigio de antaño ad-
quirido; que si en año y medio de interinato había labo-
rado mucho en favor de la Patria, más haría en un periodo
administrativ(\ y de alii nació su candidatura, mejor dicho,
su aclamación para F^residente de la Re[niblica. Jamás se
había visto la opinión pública tan compacta alrededor de
un ciudadano como se vi() entonces. Puede decirse que El
Salvador entero formó un núcle*) a su lado.
Y entonces don Carlos Meléndez cerró su interinato
con broche de oro: pidió permiso a la Asamblea Nacional
para separarse de su alto puesto en observancia de lo que
estatuye la Carta Fundamental, que ninguna persona podrá
ejercer en propiedad la Presidencia, si no se ha separado
de ella durante los seis meses anteriores a la fecha en que
comienza el período constitucional.
Esa hermosa demostración de respeto a la ley mereció
calurosos elogios al señor Meléndez. quien descendió de su
alto puesto con la satisfacci(Vn del deber ciunplido y ante la
complacencia del pueblo salvadoreño que vio en ella la con-
firmación de sus esperanzas.
La virtud íiene su premio. Y la virtud de este distin-
iíuido ciudadano fué premiada ampliamente en las elecciones
atn 134.429 votos para Presidente de la República.
¿Se puede obtener más elocuente priieba de aprobación
de la conducta de un gobernante?
il
Cupo en suerte al doctor don Alfonso Quiñónez Molina
asumir la Presidencia de la República en una época de prue-
ba, cuando el cataclismo más espantoso de la historia, como
es la guerra europea, conmovía al mundo.
En esos momentos precisamente era general la nervio-
sidad financiera. En El Salvador todos los nei^ocios hallá-
banse paralizados: la agricultura, el comercio, las fábricas y
138
Escuela de Agroiiomia. (Sonsuiiate en Ei Salvador)
ALBUM PATRIÓTICO
ialleres, cuanto significa movimiento de vida nacional, pade-
cía hondo quebranto.
Cualquier otro mandatario novicio en achaques de go-
l)ernar pueblos, al encontrarse en tan difícil situación en los
•comienzos de su gobierno, habríase atolondrado y partici-
pando de la nerviosidad universal se hubiera contagiado de
la desconfianza reinante; pero el doctor Quiñónez Molina,
poseedor de un carácter fundido en el crisol del trabajo, que
•es el que educa la voluntad y conduce a la serenidad para
luchar con calma y confiar en el éxito, enfrentó la bonasca
y se aprestó a la lucha, llevando por lema el bien del pais
•cuyos destinos acababan de confiársele.
Y así lo vimos interesarse en los asuntos económicos y
conjurar una crisis que ya se cemia sobre El Salvador con
todas sus funestas consecuencias.
Puede decirse que la República disfruta de una situación
jelativamente holgada, de manera providencial, pues gracias
a que el Presidente Quiñónez Molina tuvo la serenidad que
a todo el mundo faltaba, logró hacer renacer la confianza en
el público y éste comprendió que no debía desfallecer a la
primera impresión. Hizo frente a la tempestad hasta vencerla,
y lo más digno de admirar fué que consiguió su objeto sin
•contar con otra cosa que con su buena voluntad, pues por
Jo demás el Tesoro Nacional atravesaba por una situación
asaz precaria*
Gracias a sus medidas encaminadas a favorecer al pais,
:se ha logrado mantener la situación manetaria en buen pie,
vigilando los establecimientos bancarios para que pre^n la
garantía debida.
El dinero es la fuerza propulsora de todos los resortes
de la vida nacional. Sin él, por más buena voluntad que haya
nada puede hacerse.
Pues bien: las sabias medidas del doctor Quiñónez Mo-
lina para allanar la crisis que nos amenazaba tuvieron sus
resultados benéficos. Verdad es que las rentas nacionales
disminuyercHi de una manera sensible, pero así y todo ningún
ramo de la Administración Pública dejó de ser atendido.
Desde el cupón de la deuda exterior hasta los sueldos más
inferiores fueron cubiertos y Jas obras públicas continuadas,
sin olvidar iniciar cuantas reclama con urgencia el progreso
del país. Respecto al público, tales medidas contribuyeron
eficazmente a que se normalizaran los n^ocios; la Agricultura
140
ALBUM PATRIÓTICO
obtuvo los recursos necesarios para levantar sus cosechas;
el comercio está en una situación que, si no del todo normal
por causas fáciles de explicar, por lo menos se encuentra
en buen pie y tiende a regularizarse. El pueblo en general
no se queja ya por falta de trabajo, pues lo encuentra hasta
donde es posible.
Otra dificultad que surgió durante el interinato del doctor
Quiñónez Molina, fué la de los granos alimenticios, empeo-
rada por la plaga chapulinera.
Un mal invierno perdió las primeras cosechas, y cuando
todos se aprestaban a reponer las primeras siembras, pre-
sentóse el chapulín devastando los campos de labranza y
dejando su funesta larva. Meses después se repitió la inva-
sión, que todavía causa estragos.
El Gobierno no estuvo inactivo; con solicitud vela por
el pueblo a fin de que la carestía no alcance a privarlo de
los alimentos necesarios. Al efecto ha comprado maíz y fri-
joles y ha intervenido a efecto de que la harina se mantenga
a un precio razonable. En cuanto al chapulín, primeramente
recomendó su exterminio y luego lo ordenó terminantemente,
lo cual dió satisfactorios resultados, pues se logró destruirlo
en gran parte. Y mientras tanto, buscaba la manera de ex-
terminarlo científicamente, hasta obtener buen éxito, pues
últimamente se hicieron los primeros ensayos, de manera
que no tardaremos en ver desaparecer tan terrible azote,,
gracias a las gestiones del doctor Quifiónez Molina.
Uno de los acontecimientos felices del gobierno de este
ciudadano fué el de las elecciones de Altos Poderes. El país
dió Jin alto ejemplo de moralidad y de buen sentido al
hacer uso del derecho del sufragio, eligiendo al honorable
caballero don Carlos Meléndez para Presidente de la Repú-
blica y al propio doctor Quiñónez para Vicepresidente, y
las elecciones se efectuaron en el mayor orden, el cual fué
la nota predominante durante los dos años transcurridos.
•
En resumen, pues, los gobiernos interinos de don Carlos-
Meléndez y del doctor don Alfonso Quiñónez Molina fueron
presididos por la honradez y por el patriotismo, y de ahí
que el pais no ha sufrido interrupción en su marcha pro-
141
AlSUm PATRIÓTICO
gresiva, a pesar de la insólita guerra europea que tantos ma-
les ha causado al mundo entero y de. las demás calamidades
que nos han visitado.
He querido recordar unos pocos actos de tan preclaros
gobernantes, de los muchos que pudieran escribirse, para
sacar la deducción de que si tantos bienes hicieron a El Sal-
vador durante su permanencia incidental en el poder y en
tan difíciles circunstancias, mucho bueno tiene que esperar
de su actuación durante el periodo constitucional que co-
mienza, en cuyo transcurso el país se complacerá al palpar
los resultados de su elección de Presidente y Vicepresidente
de la República.
R. Díaz Galiano.
Santa Ana, lo. de marzo de 1915.
DON CARLOS MELENDEZ
Y EL DH ALFONSO QUlííONEZ M.
(Para el * Album Patriótico»)
- > El talento se forma en el silencio
de la viiJa privada, y el carácter
eneljkorbeUinode la vida pública.
, GOETHE.
Los hombres que se levantan por si solos, los hombres
que llevan hasta en lo más recóndito del alma sentimientos
nobles y enaltecedores, aquellos que mantienen latentes las
ideas concebidas en el silencio, aquellos que al escalar sin
quererlo las gradas del poder, dan demostraciones de ver-
dadero talento y de carácter altivo y laborioso, llenan debida-
mente el hermoso pensamiento del notable escritor alemán.
Don Carlos Meléndez y el doctor don Alfonso Quiñónez
Molina, durante el tiempo que sirvieron interinamente la
Presidencia de la República, lo hicieron de manera brillante,
dando demostraciones de su probidad y acendrado amor
patrio, de sus ideas progresistas y conciliadoras, por lo que
se han captado las simpatías de los buenos salvadoreños
que no sienten arder en sus vejias los acicates de la ambi-
ción y. de la envidia. ' ^:
1^
Hospicüo Morj^— Santa Ana» .
ALBUM PATRIÓTICO
gresiva, a pesar de la insólita guerra europea que tantos ma-
les ha causado al mundo entero y de las demás calamidades
que nos han visitado.
He querido recordar unos pocos actos de tan preclaros
gobernantes, de los muchos que pudieran escribirse, para
sacar la deducción de que si tantos bienes hicieron a El Sal-
vador durante su permanencia incidental en el poder y en
tan difíciles circunstancias, mucho bueno tiene que esperar
de su actuación durante el período constitucional que co-
mienza, en cuyo transcurso el país se complacerá al palpar
los resultados' de su elección de Presidente y Vicepresidente
de la República.
R. Díaz üaliano.
Santa Ana, lo. de marzo de 1915.
DON CARLOS MELENDEZ
V EL DR. ALFONSO QUIÑONEZ M.
(Para el ^Album Patriótico»)
El talento se forma en el silencio
de la viíJa privada, y el carácter
en el torbellino de ta vida pública.
GOETHE
Los hombres que se levantan por sí solos, los hombres
que llevan hasta en lo más recóndito del alma sentimientos
nobles y enaltecedores, aquellos que mantienen latentes las
ideas concebidas en el silencio, aquellos que al escalar sin
quererlo las gradas del poder, dan demostraciones de ver-
dadero talento y de carácter altivo y laborioso, llenan debida-
mente el hermoso pensamiento del notable escritor alemán.
Don Carlos Meléndez y el doctor don Alfonso Quiñónez
Molina, durante el tiempo que sirvieron interinamente la
Presidencia de la República, lo hicieron de manera brillante,
dando demostraciones de su probidad y acendrado amor
patrio, de sus ideas progresistas y conciliadoras, por lo que
se han captado las simpatías de los buenos salvadoreños
que no sienten arder en sus venas los acicates de la ambi-
ción y. de la envidia.
142
ALBUM PATWÓnCO
La actuación política que de manera satisfactoria han
desarrollado; el impulso vigoroso dado a todos los ramos
de la Administración Pública; la honradez intachable con que
se han manejado los caudales nacionales; el esfuerzo des-
plegado para que gocemos de una era de paz, de progreso
Y libertad y las oportunas medidas dictadas para remediar
la crisis porque atravesaba el país, han puesto de relieve las
capacidades intelectuales y el caráctar altivo y laborioso de
tan distinguidos hombres públicos.
Tanto el señor Meléndez, como el doctor Quiñónez Molina,
en el poco lapso que estuvieron al frente de los destinos
del país, dejaron una estela luminosa que los ha hecho
acreedores al prestigio nacional. El señor Meléndez en un
momento supremo, en un momento álgido en que se veía en
peligro la autonomía del país, lanzó su voz de protesta y
ese noble acto de patriotismo, repercutió gloriosamente por
todos los ámbitos de la América Latina y mereció los aplau-
sos de la prensa mundial. Por eso el pueblo salvadoreño
que palpó las brillantes cualidades y verdadero amor patrio
que albei^ba tan ilustre hombre público, no ha vacilado
en elegirio Presidente Constitucional para el período, que
se inauguró el primero de marzo. Y es porque sabe que el
seflor Meléndez, es el guardián incorruptible de nuestra so-
beranía, el ciudadano que sabrá mantener ilesa la gloriosa
Patria que nos legaron nuestros mayores.
El doctor Quiñónez Molina, médico distinguido, de ta-
lento bien cultivado y de un carácter noble y generoso^
empuñó las riendas del poder y encaminó la nave del Esta-
do por el sendero del orden, de la legalidad y del progreso;
continuando así la fructífera labor que iniciaran sus dos
ilustres antecesores. Con gobernantes de esa talla florecen
la agricultura, el comercio y la industria, fuentes inagotables
de progreso y prosperidad para nuestros pueblos. El pueblo
salvadoreño heróico y laborioso, el pueblo salvadoreño apre-
dador de los méritos que adornan la personalidad del doctor
Quiñónez Molina, lo ha ha elegido para Vicepresidente de
la República, para que así, juntamente con el señor Melén-
dez, labore por el bienestar de la nación.
Durante los dos interinatos de los señores Meléndez y
Quiñónez Molina, fué atendido preferentemente el Ramo de
Instrucción Pública, y es que ambos comprenden que ese Ramo
es el primero que debe apoyarse, porque un pueblo ilustra-
144
ALBUM PATRIÓTICO
do jamás puede aceptar el odioso yugo de la esclavitud y
tiene por base un pedestal grandioso y nunca convierte la
lítiertad en libertinaje. . ^ , '
Pueblo salvadoreño! Rodead a los patriotas señores
Meléndez y Quiñónez Molina, si queréis que nuestra amada
Patria siga presurosa rumbo al progreso^ y no v^eh^^
estar sumida en el estacionarisma^ lafMuteOllí w qne
en otros tiempos. . ^ ^ * • x
Rodeadlos y veréis que nuestro adorado terruño seguirá
figurando en el rol de las naciones civilizadas y que nues-
tros gobernantes, guardarán como sagrado talismán la Inde-
pendencia conquistada con laureles inmarcesibles el quince
de septiembre del año de rail ochocientos veintiuno.
NAPOLEÓN OSEGüEDA.
La Unión, 3 de marzo de 1915-
AL ESCLARECIDO CIUDADANO
DON CARLOS MELENDEZ
Dejo a los hombres de la Patria mía,
Por donde quieran, a la luz del día,
Narrar de tu patriótica labor,
Los hechos culminantes: atrevida
Descubro al mundo, tu privada vida
Y en ti presento al hombre superior!
Antes que ciudadano, quiso el cielo.
Fueras de buenos hijos el modelo
Cuyo ejemplo siguieran los demás:
En compañía de virtuosa madre
Y reponiendo al fallecido padre,
Al deber afanoso te entregás.
Apenas hijo, tú de nueve hermanos
Casi todos pequeños, de tus manos
Esperando sustento y formación,
Al trabajo bien joven consagrado,
Te vimos ya, en padre transformado.
Llenando nobilísima misión 1 . .
JO
-145
i
ALBUM PATRH>TICO
La viudez de tu madre consolaste,
A todos tus hermanos educaste
Procurando también su ilustración:
Entre tus hermanitos, vi gozabas,
Gon patenial «moF los ccHitetnpiabas
En sus juegos y toda distracción.
Crecida la familia, testimonio
De tu prudencia fué tu matrimonio,
Formando la morada singular,
Donde reina constante la ternura,
Donde el amor, las penas transfigura
Y le llamamos todos el hogar. . .
Allí el buen hijo y excelente hermano.
La dicha no buscó tal vez en vano
Y en bella compañera la encontró:
Ella comprende bien ¡cuánto merece,
El ser que mano y nombre nos ofrece
Y sin reserva el corazón nos dió I . .
Entre millares, tú, de buen esposo
Eres ejemplo: fino, generoso,
Complaciente, jovial te contemplé:
Es tu amistad, benéfica, sincera,
Franca y honrosa, cuanto duradera,
Por experiencia bien, Señor, lo sé.
El hombre superior te denomino,
Porque grande, magnifico destino
En la tierra su Autor te concedió:
Sirves de apoyo a tu adorada madre,
Sabes honrar el nombre de tu padre
Y conservas la fe, que te legól
Guarda esa fe: ella es tu gran tesoro
De más valor que el de poder y oro^
Que Dios mismo a tus manos quiso dar,
Después de concederte una fortuna
En la limpieza de tu sangre y cuna,
] Grandioso dón, fatien digno de apreciar 1 . .
Virginia Peña de Valle.
Chalatenango, 19 de marzo de 1915.
146
Fiestas escolares de Chalatenango. - Cristóbal Colón, repr£sentado por
José Sandoval. — El Salvador.
ALBÜM PATRIÓTICO
La viudez de tu madre consolaste,
A todos tus hennanos educaste
Procurando también su ilustración:
Entre tus hermanitos, vi gozabas,
Con paternal amor los contemplabas
En sus juegos y toda distracción.
Crecida la familia, testimonio
De tu prudencia fué tu matrimonio,
Formando la medrada singular,
Donde reina constante la ternura,
Donde el amor, las penas transfigura
Y le llamamos todos el ho<j[ar. . ,
Allí el buen hijo y excelente hermano.
La dicha no buscó tal vez en vano
Y en bella compañera la encontró:
Ella comprende bien ¡cuánto merece,
El ser que mano y nombre nos ofrece
Y sin reserva el corazón nos dió! . .
Entre millares, tú. de buen esposo
Eres ejemplo: finn, generoso.
Complaciente, jovial te contemplé:
Es tu amistad, benéfica, sincera,
Franca y honrosa, cuanto duradera,
Por experiencia bien, Señor, lo sé.
Fl hombre superior te denomino,
Porque grande, magnifico destino
En la tierra su Autttr te concedió:
Sirves de apoyo a tu adorada madre,
Sabes honrar el nombre de tu padre
Y conservas la fe, que te legó!
(juarda esa fe: ella es tu gran tesoro
De más valnr que el de poder y oro.
Que Dios mismo a tus manos ipiiso dar,
Después de concederte una fortuna
En la limpieza de tu sangre y cuna,
¡Grandioso dón, bien digno de apreciar! . .
VIRGINIA Peña de Valle.
Chalatenango, 19 de marzo de 1915.
146
EL CREDITO DE EL SALVADOR ENFRENTE
DE lA JlTUAaON ACTUAL
He aqui el gran desiderátum que tendrá que resolver
la Administración Meléndez, en el próximo período presi-
dencial, si la voluntad popular elige a don Carlos Meléndez
para regir los destinos de la Patria.
Es sabido de todos, que la actual conflagración euro-
pea tira para largo, tanto en su período álgido actual, co-
mo en el período de la recomposición de lo perdido y arrui-
nado por la cruenta guerra ; y que estas causales, darán lu-
gar a que los países de esta América se resientan grave-
mente en sus intereses económicos, y que sus presupuestos
<le entradas y salidas de fundos, se vean alterados sena-
moite.
Toca, pues, a un Gobierno prudente y previsor, tomar
medidas salvadoras, y de momento, para que no se resienta
el crédito nacional.
Y es de advertir, que el crédito de un Gobierno, si es
cierto que supera al de un particular, porque nunca llega a
la bancarrota, por ser el representante de una Nación que
tiene fondos permanentes, es también cierto que ese crédito
depende de las buenas cualidades de su Administrador pa-
ta hacerlo efectivo con ventajas positivas para la comunidad.
Sacar recursos de donde no los hay, es el gran secre-
to del verdadero financiero.
Si logra el paso apuntado el futuro Gobierno, demos-
trará su capacidad administrativa, y dará la razón dei por
que, habiendo otros ciudadanos que, según la Constitución,
son también aptos para la Presidencia de la República, la
148
ALBUM PATRIÓTICO
voz del pueblo señala a los ciudadanos don Carlos Meléndez
y doctor Alfonso Quifiónez M., para que dirijan los destinos de
El Salvador, en el período que terminará en marzo de 1919.
Con esos honrados patriotas al frente del Gobierno, se
disolverán las negras nubes que parecen cernirse en nues-
tro horizonte económico.
PRO ^ PATRIA
(•La Vangaardia*, de Sanik^o de Mearía.)
El Gobierno es para la sociedad, lo que el plomo, el
nivel y la escuadra en los edificios públicos. Es la clave
que pone a codal la piedra que sobrepuja; y sin embargo,
las demás piedras se apoyan en ella, ella las mantiene en
su lugar y por ella se conservan en el orden arquitectónico
que les da las mejores formas de hermosura y elegancia.
Del mismo modo ocurre en el universo moral; los vuelos
de la razón, los intereses generales de la sociedad, la cien-
cia y el arte en su más alta expresión, todos reciben el im-
pulso regulador del Gobierno legalmente constituido; y des-
de luego, le corresponde dirigir la nacit^n hacia el bien y
de mantenerla en él, por todos los medios civilizados que
el Dereclio público aconseja. Por esta razón, el Poder Po-
lítico de un país que se respeta, debe emanar inmediata y
directamente del pueblo, a fin de que el Gobierno pueda
conciliarse con la libertad de todos. Así las acciones co-
lectivas, como las individuales, tomarán el carácter de leyes
arregladas a la justicia universal.
Por eso mismo el pueblo salvadoreño, consciente como
es y con sano criterio que le enaltece, ha aceptado con in-
menso júbilo las candidaturas populares, por mil títulos es-
timables, de los esclarecidos ciudadanos don Carlos Meléndez
y el Dr. don Alfonso Quiñónez Molina. Con selección atinada,
con interpretación exquisita, el noble y heroico pueblo cusca-
tleco, ha sabido escoger para candidatos a la Presidencia y
Vicepresidencia de la República — entre gran número de
ilustres personalidades del país — a los honorables ciudada-
nos Meléndez y Quiñónez Molina, quienes, colocados digna-
149
ALBUM PATRIÓTICO
mente en la cima de las personalidades colectivas, han llegada
a ser para la patria los mejores exponentes del patriotismo
salvadoreño.
El dorado pabellón del derecho, flotará imponente y ma-
jestuoso sobre la frente del pueblo libre, bajo la Magistratura
de los señores Meléndez y Quiñónez Molina. Hasta entonces
nuestro pueblo habrá alcanzado la anhelada libertad, por cuya
conquista ha derramado en los campos del honor nacional su
generosa y pura sangre.
C. BARRIOS Castro.
POR EL BIEN NAQONAL
Todos los nobles esfuerzos del Gobierno por dar impul-
sos a la vida económica de la República serán infructuosos
mientras no sean secundados por el alto comercio nacional,
quien impone la regla de alta y baja en los precios, y el que
con mayor facilidad puede ayudar al implantamiento efectivo
del benéfico sistema decimal, que en teoría nos rige.
En Centro-América los salvadoreños nos hemos quedado a
la zaga con respecto a la moneda decimal; aún aquellos pue-
blos que por sus desastres económicos han recurrido al papel
moneda gozan los beneficios de ese sistema que facilita las
transacciones y libra al pequeño consumidor de la pérdida de
centavos y fracciones en l>eneficio del comerciante.
El pueblo será el que mayores ventajas derive de la re-
forma monetaria y no es él quien se opone a dar de mano a
nuestro anticuado sistema, sino el comercio que obtiene pm-
gües utilidades, de las fracciones de centavos que forzozamen-
te el consumidor dejará a su favor. ^ , «
Y ya que el Gobierno del Dr. Alfonso Quiñónez Mohna
es un fiel continuador de la política de reformas beneficiosas
al pueblo, iniciadas por el Candidato Nacional en sus pocos
meses que ocupó el solio en acatamiento a la Ley, debemos
todos los que formamos el Gran Partido Melendista coadyu-
var para que no sean estériles los esfuerzos hechos en pro del
bienestar económico de las masas populares.
En todas las oficinas públicas rige el sistema decimal;
150
Colóa y tu trIpuUcióa.
—Fiestas eo honor de Colón» cdcbradas en Chalatenango.
ALBUM PATRIÓTICO
mente en la cima de las personalidades colectivas, han llegado
a ser para la patria los mejores exponentes del patriotismo
salvadoreño.
El dorado pabellón del derecho, flotará imponente y ma-
m stuoso sobre la frente del pueblo Ubre, bajo la Magistratura
de los señores Meléndez y Quiñónez Molina. Hasta entonces
nuestro pueblo habrá alcanzado la anhelada libertad, por cuya
conquista ha derramado en los campos del honor nacional su
generosa y pura sangre.
C. Barrios Castro.
POR EL BIEN NACIONAL
Todos los nobles esfuerzos del Gobierno por dar impul-
sos a la vida económica de la República serán infructuosos
mientras no sean secundados por el alto comercio nacional,
quien impone la regla de alta y baja en los precios, y el que
con mayor facilidad puede ayudar al implantamiento efectivo
del benéfico sistema decimal, que en teoría nos rii^e.
En Centro-América ios salvadoreños nos licinns quedado a
!a zaga con respecto a la moneda decimal; aún aquellos pue-
blos que por sus desastres económicos han recurrido al papel
moneda i^ozan lits beneficios de ese sistema que facilita las
transacciones v libra al pequeño consumidor de la pérdida de
centavos y fracciones en beneficio del comerciante.
El pueblo será el que mayores ventajas derive de la re-
forma monetaria y no es él quien se opone a dar de mano a
nuestro anticuado sistema, sino el comercio que obtiene pin-
gües utilidades, de las fracciones de centavos que forzozaraen-
te el consumidor dejará a su favor.
Y ya que el Gobierno del í)r. Alfonso Quiñonez Molina
es un fiel continuador de la política de reformas beneficiosas
al pueblo, iniciadas por el Candidato Nacional en sus pocos
meses oue ocupó el solio en acatamiento a la Ley, debemos
todos los que formam(»s el Gran Partido Melendista coadyu-
var para que no sean estériles los esfuerzos hechos en pro del
bienestar económico de las masas populares. ^
En todas las oficinas públicas rige el sistema decimal;
150
Cotón y su triputecióa. -Restas en honor de Colón, celebradas en Chalatenanso.
ALBUM PATRIÓTICO
hay que extender su radio de acción a fin de que se palpen
mejor sus resultados. . , • ^
La prensa nacional debe abrir campaña en pro del sister
jnaque nos ocupa, y dar el ejemplo, implantándolo en sus
transacciones. , ., ^ . .
Es as!, como se puede y se delae ser util a un üobierno
que vela por la felicidad de la Nación : ayudándole en la obra
íde la reforma con la palabra y con la acción.
«Precisamente ahora que se presentan múltiples diñculta-
des en las transacciones, por la casi absoluta carencia de mo-
'neda menuda antigua, y circula, en cambio, regular cantidad
de moneda decimal fraccionaria, es el momento oportuno pa-
ra su definitiva y práctica implantación.»
Y el pequeño consumidor debe ser quien con más empe-
ño trabaje para que esa ley de la moneda decimal se cumpla.
La escuela, en este caso, es un gran factor; al niño hay
que enseñarle las ventajas prácticas de la nueva moneda, para
que lleve a su hogar un conocimiento útil para la familia, que
quizá por una mala entendida pena, no inquiere el modo de
hacer uso de ella. . ^ , . u i
Y en las transacciones al detal, la autoridad debe velar .
por que el puelo no sufra desfalco en su pequeño haber.
Los centavos hacen los pesos dice un axioma comerciaL
Y los centavos del pobre gastados forzosamente -sin obtener
beneficio, hacen la fortuna del comerciante sin honor. \
Que sea del Gobierno de don Carlos Meléndez, la gloria
de dar un paso más en el camino del progreso, dejando al fi-
nal de su Administración, en corriente y generalmente acepta-
do, el benéfico sistema decimal. .....
J. A. MEZA.
FRASES SINCERAS
A Don Carlos Maltodaz
Hay existencias que se deslizan tranquila y apacible
mente por el mar tempestuoso de la vida, como murmurante
manantial sobre el blando lecho de reluciente arena.
Existencias privilegiadas que nacen, viven y mueren
sembrando por doquiera la semilla fructífera del Bien.
^- En los labios de esas almas oscilan— como oscila la
cristalina gota de roció suspendida en los pétalos de una
152
ALBUM PATMÓTiCO
rosa-las palabras de amor y de consuelo prodigadas coir
solícita ternura, al desgraciado que sufre k»^„*^
Almas que tienen la solemne apacibilidad del exuberante
V solitario bosque, el suave murmurio de la tranquila fuente,,
al canto multiforme de los alegres pajarillos que entonan
sus himnos a la Naturaleza.
Así la de don Carlos Meléndez.
Hombre de un corazón nobilísimo, en el que hallan ca-
bida todos los padecimientos ágenos, vasta una ligera chispa
para producir un incendio en su pecho y en su generosidad
traspasa todos los linderos del desprendimiento y llega
hasta donde son muy pocos los que han llegado: a la ab-
negación.
El vértigo del Poder no logro ensoberbecerlo.
La Ígnea antorcha de la Caridad, con sus vividos res-
plandores inapagables, siguió alumbrando los hogares des-
trozados por el hambre y la miseria. . . ^ , .
Es de los pocos, si no el único, que haaendo a un lada
el hipnotizante humo de inciénso que oculta siempre el
demacrado rostro de los que tienen hambre y sed de justicia,
supo imponerse ante los que pretendían hacerle volver la
vista para que no contemplara el cuadro aterrador y som-
brío de un pueblo ávido de pan y libertad.
Soldado convencido del progreso y la civilización, supo
cumplir su consigna sosteniendo con fidelidad y honradez
los principios de Moral y de Justicia, bases fundamentales-
de nuestro engrandecimiento y perfección.
Y cuando su alma ha sido herida por los acres y en-
venenados dardos de la envidia y la calumnia, sm coseguir
empañar el limpio cristal de sus convicciones de patnota
honrado, ha sabido acorazar su pecho con el acero damas-
quino de la indiferencia, no consiguiendo sus detractores si-
no acrisolar su alma y afirmar más sus ideas.
En su noble pecho chocan y se despedazan— como en
la granítica roca las embravecidas olas del turbulento mar
—todo lo que no lleva el sello de la Honradez y la Justicia.
Con orgullo hemos contemplado todos los salvadoreños
el majestuoso descenso que hizo del Poder, acatando un
precepto constitucional, para ponerse al frente, del nümeros»
partido que lo aclama y lo postula para Presidente en el
próximo período de 1915 a 1919.
MARCOS J. LINARES.
153
LAwT PROXIMAS ELECCIONES
Se harán en plena libertad ^ al amparo de las kfes
Dentro de tres días comenzarán a efectuarse en toda
la República, las elecciones de autoridades locales, bajo un
régimen de plena legalidad.
La gran mayoría de ciudadanos que preconiza las can-
didaturas de don Carlos Meléndez y del Dr. Alfonso Qui-
ñónez Molina, para Presidente y Vicepresidente de la Re-
pública, irán a las urnas electorales con plena libertad, y
de manera espontánea, a depositar sus votos por candida-
tos que gozan de incontrastable popularidad y a quienes
la conciencia pública señala como los más aptos para sa-
car al pais avante de los efectos de esta crisis que atrave-
samos.
El señor Meléndez, esclavo de la Ley, integerrimo re-
público, depositó el Poder, para que el debate eleccionario
se ventilara, como se ventila, bajo el régimen de la más
estricta legalidad, — y aparezca su Gobierno, como emana-
ción, de la más pura de la soberanía popular.
El seíior Meléndez cree y ha creído que, electo dentro
de las condiciones normales de la Constitución, podrá lle-
var al Gobierno la garantía de una gran fuerza moral, pa-
ra gobernar como órgano genuino del sentimiento popular,
con los elementos más capaces y honrados de la República
y hacer un Gobierno netamente nacional.
En todas las poblaciones del pais, las candidaturas mu-
nicipales han surgido de las agrupaciones populares, sin
que por ello se haya echado mano de otro medio que de
la propaganda por medio de la persuación.
154
LAS PROXIMAS ELECCIONL/
Se harán en plena libertad ^ al amparo de las le^es
Dentro de tres días comenzarán a efectuarse en toda
la República, las elecciones de autoridades locales, bajo un
régimen de plena legalidad.
La gran mayoría de ciudadanos que preconiza las can-
didaturas de don Carlos Meléndez y del Dr. Alfonso Qui-
ñónez Molina, para Presidente y Vicepresidente de la Re-
pública, irán a las urnas electorales con plena libertad, y
de manera espontánea, a depositar sus votos por candida-
tos que gozan de incontrastable popularidad y a quienes
la conciencia pública señala como los más aptos para sa-
car al país avante de los efectos de esta crisis que atrave-
samos.
El señor Meléndez, esclavo de la Ley, integérnmo re-
público, depositó el Poder, para que el debate eleccionario
se ventilara, como se ventila, bajo el régimen de la más
estricta legalidad, — y aparezca su Gobierno, como emana-
ción, de la más pura de la soberanía popular.
El señor Meléndez cree y ha creido que, electo dentro
de las condiciones normales de la Constitución, podrá lle-
var al Gobierno la garantia de una gran fuerza moral, pa-
ra gobernar como órgano genuino del sentimiento popular,
con los elementos más capaces y honrados de la República
y hacer un Gobierno netamente nacional.
En todas las poblaciones del país, las candidaturas mu-
nicipales han surgido de las agrupaciones populares, sin
que por ello se haya echado mano de otro medio que de
la propaganda por medio de la persuación.
154
ALBUM PATRIÓTICO
Si los partidos que en otras épocas fueron opositores^
no se lian presentado en actitud de lucha, ha sido por el
convencimiento muy certero que abrigan, de que los nú-
cleos melendisias, cuentan con auras de irresistible popu-
laridad.
Cumple a los ciudadanos conscientes de su alta fun-
ción de electores, hacer uso de su derecho dentro del ma-
yor orden, para dar al mundo el ejemplo de que el pueblo
salvadoreño resuelve sus problemas políticos, sin apelar a
violencias o a motines que siempre desacreditan las mejo-
res causas.
La elección de candidatos como los Sres. Meléndez y
Quiñónez Molina, entraña la resolución de un trascendental
problema político, el del restablecimiento de la concordia y
de la paz de los espíritus en El Salvador, para alcanzar
cdn ello una era de paz fecunda y de reparaciones econó-
níicas.
De estas elecciones practicadas con entera libertad, no
quedarán ni vencedores ni vencidos, y el Gobierno que de
ellos surja, podrá establecer con la coparticipación de los
hombres de todas las ideas, una situación política con hon-
da raigambre en la conciencia nacional.
Procedamos con verdadero patriotismo y ^ín ofuscado-^
nes, al cumplimiento de nuestros deberes cívicos, llevando
en el pecho la voluntad de establecer con el señor Melén-
dez, un Gobierno capaz de mantener la paz, de garantizar
el trabajo y de hacer resplandecer la justicia en todos los-
órdenes de la vida nacional.
Lñ ñORñ 5E ñPROXimñ
¡Con fuerza, valentía y valor!
Como titanes empecemos nuestro deber y así terminemos-
nuestra santa y redentora obra.
Como patriotas, cumplamos nuestro deber, siendo nues-
tra guia la ley y la razón!
Se aproxima la hora en que todo un pueblo, lleno de
legitimas y honradas esperanzas se agolpará ante las mesas
dectomles a depositar los votos desinteresados en la urna-
156
ALBUM PATRIÓTICO
-donde se decidirá la suerte del Estado eligiendo, no hay du-
-da, al esclarecido patriota don CARLOS MELÉNDEZ Presi-
dente de la República.
Temprano hemos tocado latención! Mas, cuando los
momentos son preciosos y el núcleo social necesita de esta
voz, la prensa debe ser la primera en darla.
La inercia política de pasados tiempos, toma hoy vida,
se mueve; puede decirse que nada faltaba para que se trans-
forme. Los prestigios de nuestro antiguo caudillo señor
Meléndez, hacen que los ciudadanos todos trabajen alboro-
zados de entusiasmo. Pocos meses faltan para que el sol
que alumbra sus regiones llegue a una nueva zona.
La alternabilidad, el cambio de nuestro Gobierno, que
el primero y el más culminante de nuestros preceptos
administrativos, es el punto capital en que cimentamos
nuestras palabras para lanzarlas al conocimiento del público.
El pueblo, ese mártir sempiterno, se mueve, la anestesia
del oscutarismo se disipa; el sueño embrutecedor del idiota
es reemplazado por la vigilia del pensamiento. Ya las auras
vivificadoras del progreso alimentan nuestros sentidos; que-
remos ser libres y la libertad nos la brinda nuestro actual
Gobernante doctor don Alfonso Quiñónez M., él encabeza la
fuerza del patriotismo. ¡Adelante, pues, como hace poco
repitió Boquín: Adelante, el ciudadano señor Meléndez sabrá
•con sabia mano dirigir los destinos de la Patria y garanti-
:zamos como el señor Quiñónez M. la hermosa vida de ia
Don Carlos Meléndez nos es conocido desde aun antes
de 1898, tenemos pues, justas razones para creer honrada-
mente en sus promesas Libertad, Paz, Progreso y Unión de
la familia salvadoreña.
Un ciudadano como el señor Meléndez, sin ambiciones
de ningún género, es el único llamado a la regeneración de
la Patria Salvadoreña en las circunstancias tan difíciles
porque hoy atravesamos.
Sin ambiciones hemos dicho, es verdad esa como un
templo; lo están testificando sus obras, sus hechos, sus
ínanifestaciones expuestas a la consideración pública en
todo tiempo.
Traigamos a cuentas y como para mejor probanza de
nuestros asertos las palabras del señor Meléndez expresadas
-en una carta el 3 de agosto de 1898. Decía entonces el
157
AtmJM PATRÓmCO
prestigiado candidato: «Como se lo he manifestado a U. y
a otros amigos, jamás he pretendido puesto tan elevado, como
el que Uds. me han creído digno de desempeñar, y por consi-
guiente ... yo creo, que tratándose de elegir al ciudadana
que debe regir los destinos de un país, es al pueblo a quien
toca juzgar de él . . . porque francamente le diré que un hom-
bre honrado solo puede sacrificarse desempeñando la prime-
ra Magistratura de la República, cuando ésta le es discernida
por el voto espontáneo de los pueblos rin intrigas de nin-
gún ^nero » ^ ,
Queréis palabras más hermosas? Queréis probanzas más
grandes?
Razón muy sobrada tiene el pueblo salvadoreño para
proclamar a los cuatro vientos y, como un solo hombre, la
candidatura del distinguido y probo ciudadano SEÑOR DOU
Carlos meléndez.
VÍÉJO MÉLENDISTA.
EL PROBLEA/IA ELECCIONARIO
Estamos casi en vísperas de elegir al ciudadano que
ha de regir como Presidente los destinos del país, en el
próximo período de 1915 a 1919.
Ante las circunstancias económicas de carácter crítico
que atraviesa la República, el patriotismo ha comprendida
perfectamente que un candidato que ofrezca todas las ga-
rantías de hacer un buen Gobierno, es el que más conviene
a los intereses de la Nación.
Esta elección, se hará bajo la impresión de que la gue-^
rra europea ha venido a afectar profundamente nuestra eco-^
nomia nacional, y de que para hacer frente a las consecuencias
de esa situación, precisa la presencia en el Poder de un
hombre de honradez puritana, que sume a estas virtudes,
un conocimiento perfecto de los asuntos financieros y una
firmeza de carácter inquebrantable, para salvar el crédito
del país dentro y fuera de la República.
En tiempos normales en los que la cosa pública dis-
curre por los cauces corrientes de la vida nacional, es más-
158
ALBOm PATRÓITICO
prestigiado candidato: «Como se lo he manifestado a U. y
a otros amigos, jamás he pretendido puesto tan elevado^ como
el que Uds. me han creído digno de desempeñar, y por consi-
guiente ... yo creo, que tratándose de elegir al ciudadana
que debe regir los destinos de un país, es al pueblo a quien
toca juzgar de él . , . porque francamente le diré que un hom-
bre honrado solo puede sacrificarse desempeñando la prime-
ra Magistratura de la República, cuando ésta le es discernida
por el voto espontáneo de los pueblos sin intrigas de nin-
gún género
Queréis palabras más hermosas? Queréis probanzas mas
grandes?
Razón muy sobrada tiene el pueblo salvadoreño para
proclamar a los cuatro vientos y, como un solo hombre, la
candidatura del distinguido y probo ciudadano SEÑOR DON
Carlos Meléndez.
Viejo Melendista.
EL PROBLEMA ELECCIONARIO
Estamos casi en vísperas de eleL^ir al ciudadano que
ha de regir como Presidente los destinos del país, en el
próximo período de 1915 a 1919.
Ante las circunstancias económicas de carácter critico
que atraviesa la República, el patriotismo ha comprendido
perfectamente que un candidato que ofrezca todas las ga-
rantías de hacer un buen Gobierno, es el que más conviene
a los intereses de la Nación.
Esta elección, se hará bajo la impresión de que la gue-
rra europea ha venido a afectar profundamente nuestra eco-
nomía nacional, y de que para hacer frente a las consecuencias
de esa situación, precisa la presencia en el Poder de un
hombre de honradez puritana, que sume a estas virtudes,
un conocimiento perfecto de los asuntos financieros y una
firmeza de carácter inquebrantable, para salvar el crédito
del país dentro y fuera de la República.
En tiempos normales en los que la cosa pública dis-
curre por los cauces corrientes de la vida nacional, es más-
158
ALBUM PATRIÓTICO
O menos aceptable, que bastan las buenas intenciones, para
conducir bien las funciones gubernamentales.
Mas, cuando como ahora las fuentes de la producción na-
cional, el comercio y las industrias sufren parálisis aguda, se
requiere en la v Presidencia a un hombre de probado patrio-
iismo y reconocida competencia en los negocios, para que
pueda liquidar con ventaja los efectos lamentables de €^ta
•crisis económico- financiera.
Con plausible acierto los pueblos han puesto sus o]os
en don Carlos Meléndez, cuyas ideas sobre la administración
y actuación en la cosa pública, son bien conocidas, para
no dejar dudas de que su dirección en los asuntos dei
Estado, será siempre de positivo beneficio para los pueblos.
La situación económica de El Salvador es sumamente de-
licada,—precisa que un hombre de una gran altura moral
y de gran responsabilidad, como don Carlos Meléndez, a-
poyado por la opinión general del país, asuma la dirección
de los negocios públicos, para que al amparo de la paz
restauremos las ingentes pérdidas que hoy sufre la riqueza
pública. . ,
Todo parece concertarse, para conseguir que los co-
midos surja un Gobierno digno de la confianza de todos
los salvadoreños, y capaz de iniciar una era de reconcilia-
■<ión que haga fructuosa la paz y las labores del trabajo.
Los partidos, las banderías, que en otra época estuvieron
en campos opuestos, han aceptado con muy buen sentido
las candidaturas Meléndez -Quiñónez, y ello es el mejor au-
gurio de que no habrá ni vencidos ni vencedores en el
.actual debate eleccionario.
' El Demócrata,"^omo su nombre lo indica,— pertenece
a las filas de la más amplia democracia, y aparece en el
campo de la publicidad para contribuir con su grano de
4irena a la obra patriótica de sacar triunfante de los comi-
cios a la candidatura Meléndez-Quiñónez, que representa
las más nobles aspiraciones del pueblo salvadoreño.
El papel-moneda es la puerta abierta para todos los
agios para todos los negocios turbios, es la muerte del
crédito interior y exterior, es la incertidumbre de todos los
negocios porque nadie sabe el precio de lo que tiene. ^
Y es tanto menos comprensible la actitud del Gobierno
• .de Costa Rica, por cuanto que los Bancos de aquel pafe
<iue gozan de la plena confianza del público, ofrecieron al
160
ALBUM PATRIÓTICO
sobredicho Gobierno, la emisión de tres millones de colo-
nes respaldados por el crédito del Estado, cobrando solo
el interés de un 6 Vo anual, medida que no dudamos hubiera
evitado el advenimiento del papel-moneda.
Con todo y que nuestra situación está lejos de la nor-
malidad económica, vamos conllevando poco a poco la crisis
sin graves trastornos, ni accidentes, y muy ajenos de llegar
al papel -moneda. . ^ . .
Las disposiciones dictadas por el Gobierno del sellor
Meléndez y las de su sucesor el Dr. Quifiónez M., dentro de
lo posible, han contenido el pánico y mantienen en gran
parte el curso de las transacciones, sin gravámenes que
comprometan demasiado el porvenir.
Y para que se vea que no juzgamos extraviadamente,
léase lo que nos dice un alto personaje de Costa Rica a
propósito de la situación financiera de aquella República:
«Lo que más alarma y pena ha causado aquí, es el
desquiciamiento del principio de no emitir el Gobierno,
sostenido durante muchísimos años y a través de todas las
circunstancias con magníficos resultados.^
« Más feliz y más previsor el señor Presidente Meléndez
y con un espirita verdaderamente financiero, pudo sabfwr ese
interesantísimo punto en su patria.»
Un gobierno que se halle penetrado de que su deber
primordial es gobernar dentro de los principios de la justicia,
tiene que ser conservador en materia.
En ese concepto, no solo ha de abstenerse de ejecutar
actos que tiendan a alterar el medio circulante, sino que si
se efectúan alteraciones por causas ajenas a su voluntad, se
apresurará a adoptar las medidas para restablecer el valor
ele aciue]
Por eso el Gobierno del señor Meléndez dictó el De-
creto del 10 de agosto, para conservar los mismos instru-
mentos de cambio y no introducir un trastomo «i las
relaciones económicas. . ^ ^ i t ^ c
Nunca lamentarán los ticos lo bastante los efectos de-
sastrosos que ha de causarles el papel -moneda. Si bien es
cierto que con éste se favorece a la agricultura, porque baja
el precio de los salarios, no es menos verdadero que el
papel -moneda beneficia a una parte de la población, con da-
ño gravísimo de los empleados, de los obreros, de los ren-
tistas y aun del comercio en las operaciones a plazo. Es
¡1
161
ALBUM PATRIÓTICO
una expoliación de una mitad de la Nación en contra
la otra.
El caso de nuestra situación financiera es completa-
mente distinto, porque nuestro billete tiene la confianza del
público con la garantía de la plata, y con un poco de pa-
triotismo de parte de los capitalistas, bien puede salvarse
la crisis sin gran daño para la producción nacional.
Con las oportunas providencias dadas por los Sres.
Meléndez-Quiñónez M., lentamente han vuelto a su relativo
equilibrio las transacciones, y aunque con estrecheces esta-
mos muy distantes de sufrir la injusticia, la pobreza y la
miseria, que ha de acarrear fatalmente a Costa Rica ese
Banco Internacional de que hicimos mención.
El ejemplo, pues, citado por el critico de nuestra situa-
ción financiera, no cala ni con mucho, y forzoso es que se
admita que en El Salvador se ha puesto en práctica me-
didas de defensa, inspiradas en un espíritu verdaderamente
financiero.
COLBERT.
ELECClOnES PRESIDEHCIñLES
Apréstese el pueblo salvadoreño a hacer uso de los
derechos que nuestra Carta Fundamental le otorga, cual es
el de elegir libremente a la persona que deba regir los des-
tinos de la Patria, durante el periodo constitucional que co-
mienza en 1915 y termina en 1919.
Todos hemos puesto nuestros ojos y nuestro corazón
en don Carlos Meléndez, bien convencidos de que sabrá corres-
ponder, como ya lo ha demostrado, a la confianza que en
él deposita el pueblo, al designarle y proclamarle su único
candidato para el próximo lapso presidencial.
Bien conocida es de todos la labor política y adminis-
trativa del señor Meléndez: atinada, prudente, juiciosa y, a
la vez, enérgica.
La agricultura, fuente principal y poderosa de nuestra
riqueza pública, ha merecido siempre de su parte la mejor
atención, facilitando al indigente, de manera generosa y gra-
162
AtBUM PATRIÓTICO
una expoliación de una mitad de la Nación en contra
la otra.
El caso de nuestra situación financiera es completa-
mente distinto, porque nuestro billete tiene la confianza del
público con la garantía de la plata, y con un poco de pa-
triotismo de parte de los capitalistas, bien puede salvarse
la crisis sin gran daño para la producción nacional.
Con las oportunas providencias dadas por los Sres.
Meléndez-Quiñónez M., lentamente han vuelto a su relativo
equilibrio las transacciones, y aunque con estrecheces esta-
mos muy distantes de sufrir la injusticia, la pobreza y la
miseria, que ha de acarrear fatalmente a Costa Rica ese
Banco Internacional de que hicimos mención.
El ejemplo, pues, citado por el crítico de nuestra situa-
ción financiera, no cala ni con mucho, y forzoso es que se
admita que en El Salvador se ha puesto en práctica me-
didas de defensa, inspiradas en un espíritu verdaderamente
financiero.
COLBERT,
ELECCIOneS PRESIDEnriñLES
Apréstese el pueblo salvadoreño a hacer uso de los
derechos que nuestra Carta Fundamental le otorga, cual es
el de elegir libremente a la persona que deba regir los des-
tinos de la Patria, durante el periodo constitucional que co-
mienza en 1915 y termina en 1919.
Todos hemos puesto nuestros ojos y nuestro corazón
en don Carlos Meléndez, bien convencidos de que sabrá corres-
ponder, como ya lo ha demostrado, a la confianza que en
él deposita el pueblo, al designarle y proclamarle su único
candidato para el próximo lapso presidencial.
Bien conocida es de todos la labor política y adminis-
trativa del señor Meléndez: atinada, prudente, juiciosa y, a
la vez, enérgica.
La agricultura, fuente principal y poderosa de nuestra
riqueza pública, ha merecido siempre de su parte la mejor
atención, facilitando al indigente, de manera generosa y gra-
162
N
C
ALBUM PATRIÓTICO
tuita, tierra para sus siembras, y allanando dificultades a los
agricultores en grande escala, para la pronta siembra y le-
vantamiento de cosechas; consiguiendo notables rebajas en
los fletes para la exportación, y ayudando, en fin, a todo
agricultor, hasta donde la razón y la justicia aconsejan.
El comercio, durante su gobierno, se mantuvo firme e
hizo importantes transacciones, benéficas para compradores y
vendedores, reduciendo las alcabalas de los artículos de pri-
mera necesidad y suprimiendo el pago de derechos sobre
ciertos artículos de procedencia centroamericana, incluyendo
la suela para zapatos en beneficio de nuestro gremio obre-
ro, que siempre ha merecido de él toda clase de considera-
ciones, y de los consumidores en general.
El tino y acierto con que tratara los asuntos políticos
que en su tiempo le tocara resolver, le recomiendan alta-
mente, y le dan, desde luego, gran prestigio como mantenedor
de la paz, sin la cual no hay vida republicana posible.
La atención que supo prestar a los establecimientos de
1)eneficencia pública, la que prestó al ejército, principal sos-
tenedor de nuestras instituciones políticas, a la ensefíanza,
a las industrias, a la ciencia y a las artes en general, le
hacen aparecer como un hombre superior, que hará, a no
dudarlo, la felicidad relativa, pero cierta, de este hermoso
país centroamericano, que está llamado a ocupar puesto
prominente en el concierto de todas las demás naciones ci-
vilizadas del Universo.
Preparémonos, pues, para ir en el momento oportuno
que se aproxima, a depositar en las urnas electorales nues-
tro voto por él, con la seguridad de que no habremos, en
lo sucesivo, de arrepentimos, como en muchas ocasiones
nos ha sucedido, sino, por el contrario, de felicitarnos
siempre.
RODOLFO Soria.
ELECCIONES DE ALTOS PODERES
CANDIDATURA PRESIDENCIAL
Casi siempre que en El Salvador se ha planteado el pro-
blema de las elecciones presidenciales, han levantado su
deforme cabeza la hidra de la guerra civil o el espectro
164
Una vista del puerto y muelle de Acajutla.
Entrada a la isla de Meanguera.
ALBUM PATRIÓTICO
tuita, tierra para sus siembras, y allanando dificultades a los
agricultores en grande escala, para la pronta siembra y le-
vantamiento de cosechas; consiguiendo notables rebajas en
los fletes para la exportación, y ayudando, en fin, a todo
agricultor, hasta donde la razón y la justicia aconsejan.
El comercio, durante su gobierno, se mantuvo firme e
hizo importantes transacciones, benéficas para compradores y
vendedores, reduciendo las alcabalas de los artículos de pri-
mera necesidad y suprimiendo el pago de derechos sobre
ciertos artículos de procedencia centroamericana, incluyendo
la suela para zapatos en beneficio de nuestro gremio obre-
ro, que siempre ha merecido de él toda clase de considera-
ciones, y de los consumidores en general.
El tino y acierto con que tratara los asuntos políticos
que en su tiempo le tocara resolver, le recomiendan alta-
mente, y le dan, desde luego, gran prestigio como mantenedor
de la paz, sin la cual no hay vida republicana posible.
La atención que supo prestar a los establecimientos de
beneficencia pública, la que prestó al ejército, principal sos-
tenedor de nuestras instituciones políticas, a la enseñanza,
a las industrias, a la ciencia y a las artes en general, le
hacen aparecer como un hombre superior, que hará, a no
dudarlo, la felicidad relativa, pero cierta, de este hermoso
país centroamericano, que está llamado a ocupar puesto
prominente en el concierto de todas las demás naciones ci-
vilizadas del Universo.
Preparémonos, pues, para ir en el momento oportuno
que se aproxima, a depositar en las urnas electorales nues-
tro voto por él, con la seguridad de que no habremos, en
lo sucesivo, de arrepentimos, como en muchas ocasiones
nos ha sucedido, sino, por el contrario, de felicitarnos
siempre.
Rodolfo Soria.
ELECCIONES DE ALTOS PODELES
CANDIDATURA PRESIDENCIAL
Casi siempre que en El Salvador se ha planteado el pro-
blema de las elecciones presidenciales, han levantado su
deforme cabeza la hidra de la guerra civil o el espectro
164
Una vista del puerto y muelie de Acajutla.
Entrada a la isla de Meanguera.
ALBUM PATRIÓTICO
sangriento de las sublevaciones armadas: casi siempre ha
tronado la Prensa y se ha sacudido frenética la Tribuna
como anunciando la tempestad. Y ha sido cosa de ver el
oleaje vertiginoso de las intrigas y pretensiones más incon-
sultas, yendo y viniendo en la superficie de los negocios
públicos.
Afortunadamente, lo mismo que los hombres, llegan los
pueblos a cierta época de madurez, en que su criterio se
encauza y se desliza sosegadamente buscando las pendientes
más suaves, huyendo de los precipicios que abren a su paso
la intriga ruin y la ambición desapoderada, que casi siem-
pre se resuelven en hecatombes sangrientas.
La gran mayoría de los salvadoreños ha llegado a
comprender, después de tanto sufrir, que las revoluciones
son enfeimedades graves que sacuden el organismo nacional
V dejan huellas profundas en la fisonomía augusta de la
Patria. Y descrédito, y bancarrota, desiiución e incertidumbre
en todas las operaciones de la vida nacional.
El Salvador, después de tanto bregar en la pendiente
resbaladiza que conduce hacia la cima de su regeneración,
ha conseguido mitigar el fuego de sus pasiones; ha echado
en olvido los viejos resabios de los partidos que un día se
disputaron el poder, y busca hoy en el seno de una paz
digna y estable de lo que no pudo nunca ni podía esperar
de las revoluciones insensatas.
De ahí que estemos en la actualidad presenciando un
fenómeno sociológico tan sorprendente cuanto raarnifico: todo
el pueblo salvadoreño, cual si le animara un solo espíritu,
ha llegado hasta las vísperas de la época eleccionaria, sin
pronunciar una voz altisonante que viniera a turbar el con-
cierto general.
Y es que priva en lo íntimo de la conciencia nacional,
la creencia de que conviene a los altos intereses de la Re-
pública, llevar al solio presidencial, por medio del sufragio
libre y sin trabas, al conspicuo ciudadano don CARLOS ME-
LÉNDEZ, durante el período de 1915 a 1919, por ser el
hombre único que en la época presente puede llevar al solio
del Poder el olivo de la Paz y las palmas del Progreso.
Esto sea dicho sin desdoro de la conducta acrisolada y
enérgica que, durante el lapso de su administración interina
ha venido observando el Dr. Alfonso Quiñónez M., quien
identificado en ideas y principios con el señor Meléndez»
166
ALBUM PATRIÓTICO
ha continuado, sin apartarse en un punto, la sólida y her-
mosa senda que abrió éste a la administración pública
salvadoreña, durante la época difícil en que, con ocasión
de un trágico suceso, de todos conocido y generalmente
lamentado, cúpole la suerte de dirigir con mano finme los
destinos de la Nación.
LA VOLUNTAD POPULAR EXPRESADA
EN LOS CXDMiaOS ELECTORALES
NO HAN SIDO DEFRAUDADAS LAS ESPERANZAS Y PROPÓSITOS ML PARTIDO
MELENDISTA AL CONFIAR AL VOTO DE LA NACIÓN LA ELECCIÓN
ESPONTÁNEA DE SUS CANDIDATOS.
De conformidad con lo que ordena la Ley electoral se
verificaron en los días señalados, en todas las poblaciones
de los catorce departamentos de la República, las elecciones
de Altos Poderes, en medio del mayor orden y tranquilidad.
Están convencidos nuestros conciudadanos de que la
mejor prueba de civilidad y de práctica republicana, es con-
currir a los comicios a dar el voto espontáneo por las per-
sonas que crean lo merecen, sin ocurrir a bochinches ni a
demostraciones de mal tono que dan una triste idea del
pueblo que los practica.
Si somos ciudadanos de un pueblo libre, nada nos cues-
ta dar nuestro voto por quien queramos con expresión tran-
quila y serena, sin que sea necesario para ello mostrar enojo
e impedir que otros voten en contrario.
Esa práctica ha demostrado siempre un exclusivismo
pernicioso que ha traído deplorables consecuencias, y nos ha
llevado siempre a seguir la corriente del caudillaje, precur-
sora de las tiranías más oprobiosas.
En la presente ocasión, por fortuna para la patria, he-
mos demostrado que las lecciones del pasado no han sido
estériles y han sido de provechosa enseñanza para lo futu-
ro, alejándonos de falsos espejismos, y haciéndonos prácti-
cos para elegir personas que sean dignas de ocupar los ele-
vados puestos de la República.
El señor don Garios Meléndez y el Dr. don Alfonso
167
ALBUM PATRIÓTICO
Quiñónez Molina, han sido elegidos, por mayoría abruma-
dora, para Presidente el primero y Vicepresidente el se-
gundo, en el periodo de cuatro años que se inicia en mar-
zo entrante.
Los sefiores Diputados a la Asamblea Nacional han si-
do seleccionados dentro del grupo más respetable de los
ciudadanos de los 14 departamentos de la República, y han
sido favorecidos por el voto popular.
En otra sección de este semanario damos cuenta deta-
llada de las votaciones generales en toda la Nación y del
total de votos obtenidos por nuestros candidatos.
Damos gracias a la Providencia por el resultado obte-
nido, que augura para la patria cuatro afios de paz, progre-
so y libertad en todas sus manifestaciones.
FRANCISCO ZALDlVAR.
LA ELECCION DE LOS SEÑOREAS
MELLENDEZ Y QUIN0NE:Z M.
MIRADA, RCTRO«P»KOXIVA
Anteayer terminaron en el país las elecciones de auto-
ridades supremas del presente aflo y las de Presidente y
Vicepresidente de la República, en favor de don Carlos
Meléndez y del Dr. don Alfonso Quiflónez Molina, para el
período de 1915 a 1919.
A los comicios han concurrido gran número de ciuda-
danos durante los tres días señalados al efecto, en perfecto
orden y con verdadero entusiasmo, para consagrar con sus
votos la constitución de un gobierno de leyes, propulsor del
progreso, mantenedor de la paz y de la justicia, y prenda
de la concordia y de concierto de todos los salvadoreños.
El proceso eleccionario que acaba de finalizar, marca un
progreso indiscutible en nuestras costumbres republicanas,
y es índice clarísimo xle las legítimas aspiraciones del pue-
blo en pro de la paz y del orden, condiciones indispensa*
bles para alcanzar la felicidad de las colectividades.
En el orden lógico de los acontecimientos de El Salvador,
los hombres llamados al Gobierno de la República, eran in-
168
ALBUM PATRIÓTICO
Quiñónez Molina, han sido elegidos, por mayoría abruma-
dora, para Presidente el primero y Vicepresidente el se-
gundo, en el período de cuatro años que se inicia en mar-
zo entrante.
Los señores Diputados a la Asamblea Nacional han si-
do seleccionados dentro del grupo más respetable de los
ciudadanos de los 14 departamentos de la República, y han
sido favorecidos por el voto popular.
En otra sección de este semanario damos cuenta deta-
llada de las votaciones generales en toda la Nación y del
total de votos obtenidos por nuestros candidatos.
Damos gracias a la Providencia por el resultado obte-
nido, que augura para la patria cuatro años de paz, progre-
so y libertad en todas sus manifestaciones.
FRANCISCO ZALDÍVAR.
LA ELECCION DE LOS SENOREIS
ME^LENDEZ Y QUIÑ0NE:Z M.
MIRADA RETFIOeF>KOTtVA
Anteayer terminaron en el país las elecciones de auto-
ridades supremas del presente año y las de Presidente y
Vicepresidente de la República, en favor de don Garios
Meléndez y del Dr. don Alfonso Quiñónez Molina, para el
periodo de 1915 a 1919.
A los comicios han concurrido gran número de ciuda-
danos durante los tres dias señalados al efecto, en perfecto
orden y con verdadero entusiasmo, para consagrar con sus
votos la constitución de un gobierno de leyes, propulsor del
progreso, mantenedor de la paz y de la justicia, y prenda
de la concordia y de concierto de todos los salvadoreños.
El proceso eleccionario que acaba de finalizar, marca un
progreso indiscutible en nuestras costumbres republicanas,
y es índice clarisimo de las legítimas aspiraciones del pue-
blo en pro de la paz y del orden, condiciones indispensa-
bles para alcanzar la felicidad de las colectividades.
En el orden lógico de los acontecimientos de El Salvador,
los hombres llamados al Gobierno de la República, eran in-
1
168
ALBUM PATRIÓTICO
dudablemente don Carlos Meléndez y el Dr. Quiñónez Mo-
lina, espíritus conciliadores y civilistas, ajenos a los odios y
disidencias ciegas de tiempos pretéritos, y con positivos
prestigios en los distintos sectores de la sociedad salvadoreña.
¿Nó fué don Carlos Meléndez candidato de grandes nú-
cleos de opinión desde el año de 1899, proclamado por ele-
mentos sanos alentadores de una reforma administrativa
desde aquella época?
¿Nó fué don Carlos Meléndez el hombre ideal por quien
trabajaron desde aquel entonces todos los hombres patriotas
de El Salvador, y por quien suspiraba la juventud por llevarlo
a la silla presidencial? ¿Nó era el nombre de Meléndez el
símbolo y estandarte de una nueva vida para la Nación,
desde aquellos tiempos en que su nombre limpio, citado co-
mo ejemplo de alta dudadania, fue victoreado por muchos
salvadoreños?
Pues si ello fue así, y la República alienta los mismos
anhelos de cultura y civilización, ¿a quién puede sorpren-
der que el problema eleccionario haya discurrido por los
cauces de la razón y el buen sentido y un ciudadano de
tanto crédito como el señor Meléndez, haya sido electo por
el voto espontáneo de los pueblos y para rector de la Nación?
Los prestigios de don Carlos Meléndez estaban aquila-
tados por el tiempo; su figura de hombre público honrado,
se destacaba siempre límpida y esplendorosa en la mente
de los pueblos; y por eso su ascenso a la primera MagiSr
tratura, ha sido plácida y tranquila, como un amanecer de
de oro» en la vida de El Salvador.
Con esos antecedentes, no es aventurado ni utópico pre-
decir, que El Salvador se halla abocado a un periodo de paz
fecunda, de renacimiento de su vitalidad económica, de re-
constitución de las fuentes de su riqueza y el bienestar y
adelanto en todos los órdenes de la vida nacional, asegura-
dos de hecho, con la elección acertada de los señores Melén-
dez y Quiñónez Molina.
Por grandes que sean los efectos adversos de esta cri-
sis que atravesamos, la presencia de don Carlos Meléndez
en el Poder, vigorizará poderosamente la producción y el
trabajo nacional, porque cesará la estancación de los ca-
pitales sustraídos, de la circulación ante las visicitudes de
nuestra crisis política.
Asegurada la paz, un aliento de nueva vida, llevará a
170
ALBUM PATmÓTlCO
todos los ámbitos del país un firme sentimiento de confianza,
y los hombres reasumirán tranquilos las faenas del trabajo.
Al patriotismo salvadoreño, a todas las agrupaciones y
elementos políticos, compete rodear sin envidias ni rencores
al Sr. Meléndez, acatando asi los mandatos de la ley, para
afianzar la tranquilidad y la paz de la República.
No implica que quien rodea a un Gobierno que surge
de las elecciones descienda al servilismo: la obligación de
todo ciudadano consciente es contribuir por las vias legales
a encarrilar al país a su engrandecimiento y a asegurar la
prosperidad de la Nación.
Una vez verificada una elección, extrictamente honrada,
como la que llevará al solio presidencial al Sr. Meléndez,
han de desaparecer los odios y enconos, y el patriotismo ha
de respetarla y acataria, obedeciendo a los mandatos de la
Constitución.
*
Según los datos numéricos y auténticos, que publicamos a
continuación los señores Meléndez y Quiñónez Molina, han
obtenido en la República, faltando varios pueblos, 143,136 vo-
tos efectivos, reales; suma que evidencia sin lugar a duda,
que el pueblo salvadoreño ha concurrido en su casi totali-
•dad a este debate eleccionario, con plena conciencia de la
alta significación que reviste la elección de los candidatos
-del melendismo.
No registra la historia electoral de El Salvador una elec-
ción en que un candidato presidencial haya alcanzado tal
número de votos, y bien podemos lanzar á la publicidad
esta afirmación sin temor de ser desmentidos, porque hemos
comprobado esta comparación con los registros respectivos,
con una ventaja moral de gran peso para la propaganda
melendista, cual es, la de que no se ha hecho uso de fraudes,
ni cohechos o suplantaciones, que siempre desdoran las me-
jores victorias del sufragio universal.
Esa conducta de los electores salvadoreños, es un galar-
dón excelso para don Garios Meléndez y para el Dr. Qui-
ñónez Molina, que presta a esta elección el carácter de un
hermoso acontecimiento nacional, digno de conservarse eter-
namente en la memoria de las fuerzas democráticas de El
Salvador.
171
ALBUM PATRIÓTICO
De uno a otro extremo de la República, vibra entusias-
ta el salmo de la paz; y augurios de venturas para la Patria
se escapan de todos los nobles pechos de los patriotas, que
ansian la felicidad de nuestro suelo.
Hagamos fervientes votos por que este ambiente de sim-
patía que ha circundado a la figura procerctsa de don Carlos
Meléndez, como candidato, le sea perdurable como Presiden-
te de El Salvador, para la gloria, para la paz y para la
grandeza de la Patria!
KESUPvGlMIENTO
AI ciudadano Presidente de la
República, don Carlos Meléndez,
candidato en 1898 a la Goberna-
ción del Estado Federal de C. A.
Salvando los abismos de la historia,
en un tropel piafante de clamores,
acuden al crisol de mi memoria,
recuerdos que se bañan de fulgores
con los lampos de luz que da la gloría.
Fue el 98. Fecha gloriosa
que dio vida a un hermoso pensamiento,
y que fué de la Unión resurgimiento,
cual una aurora tropical, hermosa.
A los claros magníficos del día,
■ en medio de sonora clarinada,
el Pendón Federal, insignia amada,,
a los vientos flotó con gallardía.
Los cinco pueblos en estrecho lazo,
se unieron en sentires y pensares;
y en un inmenso, y fraternal abrazo,
se juntaron los cielos y los mares.
Y cuando todo terminado había,
ya para realizarse el grato sueño,
mostró en la sombra su siniestro ceño^
el desengaño cruel de la ironía 1
172
ALBUM PATRIÓTICO
De uno a otro extremo de la República, vibra entusias-
ta el salmo de la paz; y augurios de venturas para la Patria
se escapan de todos los nobles pechos de los patriotas, que
ansian la felicidad de nuestro suelo.
Hagamos fervientes votos por que este ambiente de sim-
patía que ha circundado a la fígura procerosa de don Carlos
Meléndez, como candidato, le sea perdurable como Presiden-
te de El Salvador, para la gloria, para la paz y para la
grandeza de la Patria!
PvESUPvGIMlENTO
Al ciudadano Presidente de la
Rc'pMhlicn, don Carlos Meléndez,
candidato en 1898 a la Goberna-
ción del Estado Federal de C. A.
Salvando ios abismos de la historia,
en un tropel piafante de clamores,
acuden al crisol de mi memoria,
recuerdos que se bañan de fulgores
con los lampos de luz que da la gloria.
Fue el 98. Fecha gloriosa
que dio vida a un hermoso pensamiento,
y que fué de la Unión resurgimiento,
cual una aurora tropical, hermosa.
A los claros magníficos del día,
• en medio de sonora clarinada,
el Pendón Federal, insignia amada^
a los vientos flotó con gallardía.
Los cinco pueblos en estrecho lazo,
se unieron en sentires y pensares;
y en un inmenso, y fraternal abrazo,
se juntaron los cielos y los mares.
Y cuando todo terminado había,
ya para realizarse el grato sueño,
mostró en la sombra su siniestro ceñO'
el desengaño cruel de la ironía I
172
ALBUM PATRIÓTICO
Hubo luchas sangrientes y reñidas
reclamando el derecho sacrosanto
del ideal sacrificando vidas
de hombres que fueron de valor, espanto.
La obra fracasó, mas no la idea
que germinó en cerebros prepotentes
como un incendio colosal que crea
las auroras que alumbran Continentes.
Pasó el tiempo dé olvido en los ideales
de la Federación; mas de improviso
torna a surgir el pabellón que quiso
estrechar nuestros lazos fraternales.
lY aquí está, otra vez, resplandeciente,
en medio de sus bravos luchadores,
que le supieron defender valientes
en época que fué llena de horrores.
Hoy que la luz de libertad alumbra
y derechos defiende el ciudadano
y cada corazón es un hermano
que al sentimiento del amor encumbra;
¡sepamos sostenerla, loh, muchedumbres
de pueblos que lucháis con hondo anhelo,
para que siempre flote en nuestras cumbres
como una santa bendición del cielo!
F. J. RiVAS.
San Salvador, 19 de marzo de 1915.
174
CUARTA PARTE
EH mñRCO DE ORO
PRIMERO DE MARZO
La rubia aurora de este hermoso día es precursora de
■un sol radiante, mensajero de paz, de progreso y telicjdad
nara el pueblo salvadoreño. Todos los corazones se sienten
animados por el más ferviente patriotismo, por la má? eit-
tera confianza y las más grandes esperanzas: este patnotismo
esa confianza y aquellas risueñas esperanzas que se agitan
como mariposas de luz en las almas de los ciudadanos, que
su^an con un porvenir de gloria para el quendo suelo que
los vTó nacer, están muy bien fundadas y serán el báculo
•sobre el cual han de descanzar todos los actos del Gobierno,
■cuando se desconfia del gobernante, cuando no se tiene fe
en sus actos, cuando se contrarían sus disposiciones, parece
Que vacila, que duda; el pesado fardo de la opinión publica
?e agobia y en su afán de librarse de esa penosa carga se
olvida de sus deberes más triviales y tiene por fueiza que
rodearse de hombres de no muy sanas conaencias,_ para que
le ayuden a sostenerse en el poden he aquí el pnnapio de
^'torUeblos hacen a los buenos o malos gobiernos y
los gobiernos hacen a los pueblos buenos o malos, según
convenga a sus intereses personales.
Gobernar a entera satisfacción de todos es muy difícil;
mas lo que debe procurar todo gobernante es mandar con
3 pueblo que lo ha elevado a las cimas del poder; pues
.es el único que, en un caso dado, puede empuñar el arma
12
177
ALBUM PATRIÓTICO
para defenderle y ayudarle a conservar la paz. La mayor
parte de los gobernantes se rodean de las clases privilegiadas*
Los principales puestos públicos son monopolizados por éstas^
mientras que los hijos del pueblo, los desheredados de la
fortuna, aún cuando tengan méritos y puedan ser útiles a la
Patria Jos dejan relegados al olvido, porque en estos tiempos
de vil mercantilismo no vale la honradez y el talento: para
escalar los altos puestos públicos basta tener dinero, buena
posición social, o haber nacido en otras latitudes, y aunque el
individuo sea una nulidad. Allí están nuestros principales
hombres de letras, los que con su talento han dado nombre
y gloria a la Nación, completamente olvidados, otros abruma-
dos por la pesada carga de las injusticias se han dejado
arrastrar por esa corriente impulsora de los vicios, que se engen-
dran en el corazón humano, cuando las decepciones hieren en
lo más intimo del almal La juventud que ve el poco aprecia
que se hace de sus Maestros» de los hombres de talento,
que por su saber son acreedores a toda clase de considera-
ciones, se desalienta y en lugar de consagrarse al estudio
se precipita por la empinada pendiente de los vicios. Los
gobernantes honrados deben procurar poner dique a tales
prácticas y tratar de estimular a todo aquel que de un modo
u otro, pueda sobresalir del nivel común de la vulgaridad.
El gobierno debe ser para todos y no solamente para la clase
acaudalada. Los hombres más eminentes, más notables, que
con su ciencia, con sus inventos y descubrimientos han asom-
brado a la humanidad, han surgido de las clases más pobres^
y humildes del pueblo, y a fuerza de sacrificios y afrentas han
logrado dar a conocer sus aptitudes; otros menos fuertes o
más decorosos han pasado desapercibidos, siendo, tal vez,
verdaderos genios. En El Salvador han sido muy raros los
gobiernos que han tratado de estimular a la intelectualidad;
pero la Historia ha escrito con letras de oro los nombres de
tan distinguidos patriotas y la juventud guarda en su corazón
un altar a su memoria!
Ahora que la suerte ha querido que llegue al poder un
hombre genuinamente honrado y progresista, que está inspi-
rado en los más grandes y nobles ideales, es de esperarse
una gran reorganización en todos los ámbitos del pais y que
de una vez para siempre terminen las injusticias que, en pre-
téritas ocasiones, han sido las más altas barreras con que
han tropezado la civilizadón y el progreso.
178
Hospicio Moraga.
ALBUM PATRIÓTICO
para defenderle y ayudarle a conservar la paz. La mayor
parte de los gobernantes se rodean de las clases privilegiadas.
Los principales puestos públicos son monopolizados por éstas,
mientras que los hijos del pueblo, los desheredados de la
fortuna, aún cuando tengan méritos y puedan ser útiles a la
Patria, los dejan relegados al olvido, porque en estos tiempos
de vil mercantilismo no vale la honradez y el talento: para
escalar los altos puestos públicos basta tener dinero, buena
posición social, o haber nacido en otras latitudes, y aunque el
individuo sea una nulidad. Allí están nuestros principales
hombres de letras, los que con su talento han dado nombre
y gloria a la Nación, ct)mpletamente olvidados, otros abruma-
dos por la pesada carga de las injusticias se han dejado
arrastrar por esa corriente impulsora de los vicios, que se engen-
dran en el corazón humano, cuando las decepciones hieren en
lo más íntimo del alma! La juventud que ve el poco aprecio
que se hace de sus Maestros, de los hombres de talento,
que por su saber son acreedores a toda clase de considera-
ciones, se desalienta y en lugar de consagrarse al estudio
se precipita por la empinada pendiente de los vicios. Los
gobernantes honrados deben procurar poner dique a tales
prácticas y tratar de estimular a todo aquel que de un modo
u otro, pueda sobresalir del nivel común de la vulgaridad.
El gobierno debe ser para todos y no solamente para la clase
acaudalada. Los hombres más eminentes, más notables, que
con su ciencia, con sus inventos y descubrimientos han asom-
brado a la humanidad, han surgido de las clases más pobres
y humildes del pueblo, y a fuerza de sacrificios y afrentas han
logrado dar a conocer sus aptitudes; otros menos fuertes o
más decorosos han pasado desapercibidos, siendo, tal vez,
verdaderos genios. En El Salvador han sido muy raros los
gobiernos que han tratado de estimular a la intelectualidad;
pero la Historia ha escrito con letras de oro los nombres de
tan distinguidos patriotas y la juventud guarda en su corazón
un altar a su memoria!
Ahora que la suerte ha querido que llegue al poder un
hombre genuinamente honrado y progresista, que está inspi-
rado en los más grandes y nobles ideales, es de esperarse
una gran reorganización en todos los ámbitos del país y que
de una vez para siempre terminen las injusticias que, en pre-
téritas ocasiones, han sido las más altas barreras con que
han tropezado la civilización y el progreso.
178
Punta Cutuco Bahía La Unión.-EI Salvador.
ALBUM PATRIÓTICO
Allí está el probo ciudadano don Carlos Meléndez, quien
con su mano benéfica y su potente brazo ha de destruir
todas las tiranías y hacer de nuestra joven República un país
grande, hermoso y soberano, donde reine la más completa
igualdad: el pueblo salvadoreño así lo espera!
Comprendemos que el señor Meléndez llega al poder
en momentos muy difíciles: a consecuencia de la guerra
europea todas las rentas nacionales han disminuido de manera
alarmante, y por lo mismo no se le puede exigir mucho, por
de pronto, pero conforme la situación vaya cambiando, no
dudamos, empezará su gran obra de regeneración y de
progreso.
El señor Meléndez cuenta con buenos y expertos colabo-
radores que le ayudarán a dirigir la nave del Estado por
ios encrespados y turbulentos mares de la política y condu-
ciria con feliz éxito hacia el puerto soñado.
RAFAEL GARdA ESCOBAR.
San Salvador, marzo 19 de 1915.
EL SOL DE MARZO
(Para el "Album Patriótico")
Sin orden, sin concierto, sin disciplina no se llega a
conseguir los resultados que se pretenden en pro de esta
o aquella causa política o social; cuando más se obtiene es
un efecto efímero, que descansa sobre cimientos de arena,
con lo que no se adelanta nada, sino que— al contrario — se
pierde: la acción comprometida, los esfuerzos empeñados.
Es preciso que haya unidad de plan en los procedimientos
y realización de los ideales que se persiguen.
Tal vez no haya en la vida política de los pueblos re-
publicanos un acto que implique mayor trascendencia que
el ejercicio del derecho del sufragio para la exaltación al
Poder del ciudadano que lo merezca por sus virtudes cívi-
cas y por sus dotes de mando. Y esa trascendencia sube
180
ALBUM PATRIÓTICO
Allí está el probo ciudadano don Carlos Meléndez, quien
con su mano benéfica y su potente brazo ha de destruir
todas las tiranías y hacer de nuestra joven República un país
grande, hermoso y soberano, donde reine la más completa
igualdad: el pueblo salvadoreño asi lo espera!
Comprendemos que el señor Meléndez llega al poder
en momentos muy difíciles: a consecuencia de la guerra
europea todas las rentas nacionales han disminuido de manera
alarmante, y por lo mismo no se le puede exigir mucho, por
de pronto, pero conforme la situación vaya cambiando, no
dudamos, empezará su gran obra de regeneración y de
progreso.
El señor Meléndez cuenta con buenos y expertos colabo-
radores que le ayudarán a dirigir la nave del Estado por
los encrespados y turbulentos mares de la política y condu-
cirla con feliz éxito hacia el puerto soñado.
Rafael García Escobar.
San Salvador, marzo 19 de 1915.
EL SOL DE MARZO
(Para el "Altum Patriótico")
Sin orden, sin concierto, sin disciplina no se llega a
conseguir los resultados que se pretenden en pro de esta
o aquella causa política o social; cuando más se obtiene es
un efecto efímero, que descansa sobre cimientos de arena,
con lo que no se adelanta nada, sino que— al contrario — se
pierde: la acción comprometida, los esfuerzos empeñados.
Es preciso que haya unidad de plan en ios procedimientos
y realización de los ideales que se persiguen.
Tal vez no haya en la vida política de los pueblos re-
publicanos un acto que implique mayor trascendencia que
el ejercicio del derecho del sufragio para la exaltación al
Poder del ciudadano que lo merezca por sus virtudes cívi-
cas y por sus dotes de mando. Y esa trascendencia sube
180
ALBUM PATRIÓTICO
de punto cuando se trata de pueblos que, como los nues-
tros, apenas empiezan a dar los primeros pasos en la vía
de su progreso. Son incipientes, y por lo mismo, debe ser
muy prudente y esmerada la acción de los hombres públicos
encargados de dirigir sus destinos.
Hay épocas de transición que deciden, desde luego, la
suerte futura de las naciones. Entonces el es:adista, está lla-
mado, más que otras veces, a proceder con serano criterio, en
el sentido que ha de conducir a la patria, en último resultado,
a feliz salvamento. Desde ese punto de vista la responsabili-
dad de los hombres del Poder no puede ser más delicada. Si
esto es así: ¡cuánta atención y cordura se requieren en la apli-
cación de los medios que han de dar el éxito apetecido!
Pero, ante todo es preciso, es urgente que las cabezas
que dirigen conciban un plan organizado, sin descuidar un
detalle, y que se empeñen en desarrollarlo con elementos ho-
mogéneos, absolutamente acordes, porque una sola nota dis-
cordante da en tierra con todos los trabajos efectuados y con
los que se preparan. La razón es muy clara: cuando la indis-
ciplina se manifiesta en el cuerpo directivo de una asociación
cualquiera, desciende a todos los miembros, entra el desalien-
to, desaparece la fe, y el caos de las dudas y temores lleva la
indecisión más completa a los espíritus mejor inclinados. Si,
mucha energía reclaman las circunstancias; empléese; y antes
de proceder piénsese bien el paso que se va a dar; pero una
vez madurado el pensamiento y tomada una decisión, llévese
a cabo, sin reticencias ni vacilaciones de ninguna clase.
Bien definidos y terminantes los deberes y derechos de
los asociados, miembros de una misma causa, o correligiona-
rios, la marcha de los procedimientos será más regular y efi-
caz. La constancia y la firmeza de carácter deben ejercer su
influjo poderoso, deben predominar como potencias de prime-
ra fuerza; es decir, las cabezas que dirigen han de mantenerse
en la realización de los propósitos convenidos, inmovibles co-
mo el roble corpulento, y no sujetarse por debilidades que
puedan ser de consecuencias funestas para la sociedad — ^a los
caprichos de voluntades veleidosas que, consecuentes con su
conducta primera, serán siempre tránsfugas.
La confianza ha de cubrir todos los ánimos; y eso no se
consigue sino inspirándola debidamente; de lo contrario,
la indisciplina cunde y todo se pierde. Esa confianza,
solo puede inspirarse por medio de la rectitud de procedi-
182
ALBUM PATRtóTlCO
miento, y sobre todo, demostrando consecuencia inquebran-
table como que sin ella, la tierra tiembla bajo tes plantas,
los pies vacilan como si estuvieran colocados en un resba-
ladizo plano inclinado. ,
Notamos con satisfacción que el espíritu pubhco se des-
Dierta entre nosotros de una manera muy marcada; que el
dttdadano comprende que debe tomar participación activa
en te lucha electoral, una vez que trata de designar la per-
sona que más garantías dé, de que operara el bien generah
Perfectamente, la indiferencia en este caso no sena en ma-
nera alguna, justificable. Y con no menos saüsfacción y
iúbilo himos visto salir triunfante por aclamaaón unánim^^
de los comisios electorales, la candidatura_del excelentisim^^
patriota don Garios Meléndez para ocupar te primera Magis-
tratura en el periodo constitucional que pnncipia de este día
y que la popularidad de su conducta franca y leal le había
firr&nieado en todas partes.
^ El pueblo admira y estima siempre a los hombres de
carácter enérgico, esforzado, veridico y recto; a los que
poseen la fuerza y la unidad de propósito, adunadas a una
honradez a toda prueba.
San Salvador, lo. de marzo de 1915.
MANUEL RECINOS.
UNA FECHA GLORIOSA PARA U REPUBLKA
EL 1^. DE MARZO DE 1915
Mcensión de don Carlos Melénde2: a la Presidencia.
La ^^^^"^^Z.i^o en la senda del progreso
y <fe la imertad
Nada hay más grande en la vida política de los pue-
blos, como el triunfo pacífico de los principios del Derecho
sobre los instintos de la violencia y de la anarquía.
Una democracia que por virtud del cumplimiento de
sus leves resuelve sin conmociones los problemas funda-
mentales de su evolución; un pueblo que aprende a armo-
nizar los principios del orden y de la libertad, en la practica
de sus instituciones; una sociedad que en la transacción de
183
ALBUM PATRIÓTICO
doctrinas y ambiciones opuestas sabe encontrar la clave
de su desarrollo, dejando a un lado los viejos procedimien-
tos sangrientos, para acogerse a los principios del civilismo;
esa democracia, ese pueblo, esa sociedad, son . eminente-
mente propicios para alcanzar un maravilloso progreso y
afirmar lentamente la vida de la libertad I
Tal es el diagrama histórico que presenta El Salvador
en esta época.
Después de largas luchas violentas entre las doctrinas
exaltadas de la libertad, y los principios tradicionales y de
resistencia emanados de las doctrinas que preconizan el
orden y la autoridad, una resultante de equilibrio entre
ambas tendencias, se perfila de manera definida en la for-
mación moral y política de El Salvador.
Un signo inequívoco de ese estado ideológico del país,
es la elección de don Garios Meléndez, dentro de las ñor*
mas estrictas de la ley, después de los dolorosos aconte-
cimientos de febrero de 1913.
¿Qué razón fundamental ha llevado al país a preferir
un hombre civil, antes de hoy alejado de la política y exen-
to de ambiciones al Poder?
Desde que Spinoza formuló su gran ley del determinis-^
mo que sirvió de base a Hipólito Taine para fundamentar
toda su grandiosa obra histórica y filosófica, los hombres
y los fenómenos políticos se explican por los factores de
la raza, del temperamento, la educación, el clima, el medio-
en fin, en todas sus faces. ■
Los antecedentes y el carácter del sefior Meléndez, ex-
plican perfectamente por qué razón en la crisis gue atrave-
só el país en 1913, fuera una personalidad de su talla, la
llamada de conjurar con el prestigio inmenso de sus virtu-
des, la caliginosa vorajine, que amenazaba destrozar al país
entre convulsiones de agonía.
Dos grandes cualidades necesitaba un hombre para lle-
nar la misión histórica de levantar del abismo a la Repú-
blica, sin provocar reacciones sangrientas: una gran influencia
social y política en todo el país y sobre las facciones po-
líticas en pugna, y un gran espíritu de justicia, para volver
a los cauces del Derecho, los desbordes de las pasiones
desencadenadas. •
Esos atributos fluyen de la historia de don Carlos Me-
léndez.
184
ALBUM PATRIÓTICO
Miembro de una honorable familia, de posición acep-
table en la sociedad salvadoreña, llevando de una mano un
gran capital, amasado con honradez, y de otra un corazón
todo filantropía, ha podido por raro don del destino, gozar
siempre de gran consideración en un extenso círculo de
amigos leales en todo el país, y verse rodeado del cariño
de las masas populares, porque posee cierta ecuanimidad per-
sonal que le hace muy afecto al genio del pueblo salvadoreño.
Educado en la escuela práctica de los negocios y del
mundo a usanza inglesa, desde muy niño; con una variada
cultura en cuestiones financieras e industriales, su ideología
en asuntos políticos, se inclina resueltamente del lado de
la democracia, empero su criterio templado con la observa-
ción de la vida evolutiva de otras nacionalidades, aléjanle,
tanto de armonizar con las exageraciones doctrinarias del
autoritarismo, como de contemporizar con los desenfrenos de
la demagojía.
Natural es que un criterio amplio y culto formado en
continuados viajes, de una resultante de excesiva tolerancia
para las opiniones agenas; y de ahi el espíritu conciliador
y liberal que respiran todos los actos del sefior Meléndez^
en lo social, en lo político y en lo particular.
Esa gran influencia social y ese temperamento concilia-
dor y sereno, fueron los atributos erplendorosos de la alta
personalidad de don Garios Meléndez, que influyeron en la
opinión pública, para que caído el Gobierno del Dr. Araujo
en 1913, los ojos de todo el país se volvieran hacia el
señor Meléndez, como la única figura que en aquellos mo-
mentos aciagos, pudiera enfrenar el vórtice de pasiones e
intransigencias que amenazaban hundir al Salvador en la
anarquía.
Se invocó ante el señor Meléndez para que se decidie-
ra a aceptar el Poder en aquellos aciagos momentos para
la Patria, su patriotismo nunca desmentido y la necesidad
de su presencia en la Jefatura de la Nación, como la única
solución que podía salvar el principio de autoridad; y no
obstante la conturbación y las agitaciones del pafs, don
Carlos Meléndez conociendo a conciencia el peso enorme
de las responsabilidades que asumía, aceptó el sacrificio de
llegar a la Presidencia, con el objeto de apaciguar el hu-
racán de las pasiones políticas, que tronaban tormentosas
por hundir al país en la más fiera conflagración.
185
ALBUM PATRIÓTICO
Hecho cargo del Poder don Carlos Meléndez, el país
respiró tranquilo; serenóse el horizonte político; volvió la
RepTlica íe^ntamente a la normalidad y todos los hombres
volvieron a las faenas del trabajo.
Al mismo tiempo, la Administración PÚWica resumía
sus labores y continuaba El Salvador sus avances en la
senda del progreso y de la cultura sin que ningún contra-
tiempo pudiera detenerlos.
Paralelamente con el nuevo orden de cosas, en es «
caoital se formó un Partido político denominado Consti u-
doñS comoTu cognomento lo indica al parecer para velar
ñor el cumplimiento de la Consütución.
En sus filas se congregaron diversos «'«"^^"tos de cre-
dos contrarios, unidos quizá por el deseo de conquistar e
Poder a todo evento, y entre ellos algunos hombres capa-
¿esf bien intencionados y patriotas, que verdaderamente
peréeguían el bien general.
Mas como sucede generalmente en Países de poca edu-
cación política, que en los P^^t-dos son U-s homb^^^^^
tados con tendencias anárquicas quienes dinjen ^os }.om
és V los Clubs, y quienes pretenden dirijir a suguisar a la
oDinión muy p ontí debido a la diversidad de procedi-
mientos poHticos, ocurrieron en el seno de dicha agrupación
disidenciL muy graves entre sus elementos importantes, lo
que le restó grandes prestigios aquella colectividad.
No obstante esa crisis que atravesaba dicho Partido
nue oor último dió al traste con él, algunos núcleos del
mfemrhabí?n con embustes y maniobras hábiles, logrado
íín?r en efervescencia a gran parte del país, y sembrar la
KuL en ^gunos puebtos, l'asta el punto de presentarse
un aumento de criminalidad alarmante.
Las propagandas sediciosas que hacían algunos de los
órganos de su prensa, minaban por su base el principio de
auforidad V no repuesta aún la sociedad salvadoreña de
fas tristes conturbaciones de febrero, creíase verdaderamen-
e Que si el pais continuaba en aquella desorientación , sir
brúiula en medio de tanta agitación, la República caería
sin remedio en la anarquía y acarrearía para la Nación su
omplSa ruina. La opinión de las .gantes sensatas ya com-
»;/.rifi2iH 21 la éooca en que ocurrieron los sucesos ue re
CaÍ^¡h^¡ ém ¿nos Meléndez como candidato a
186
O
C/3
O*
o
lo
ALBUM PATRIÓTICO
Hecho cargo del Poder don Carlos Meléndez, el país
resp "ó tranquilo; serenóse el Horizonte político; volvió la
República íelitamente a la normalidad y todos los hombres
volvieron a las faenas del trabajo.
Al mismo tiempo, la Administración pública resumía
sus labores v continuaba El Salvador sus avances en la
senda del progreso y de la cultura sin que ningún contra-
tiempo pudiera detenerlos.
Paralelamente con el nuevo orden de cosas, en esta
canital se formó un Partido político denominado Constitu-
do^ñal como su cognomento lo indica, al parecer para velar
ñor eí cumplimiento de la Constitución.
En sus filas se congregaron diversos eleme"tos,,f4í''!:
dos contrarios, unidos quizá por el f^eo de conquistar el
Poder a todo evento, y entre ellos algunos hombres capa-
ces bien intencionados y patriotas, que verdaderamente
perseguían el bien general.
Mas como sucede generalmente en países de poca edu-
cación polüka. que en los partidos son los hombres exal-
ados cSníenderIcias anárquicas ^^-^ .'^^Tl^::^^^TL
tés y los Clubs, y quienes pretenden dinjir a suguisar a la
onintón muy p onto debido a la diversidad de procedi-
miSs p^íiíicos, ocurrieron en el seno de dicha agrupación
disiSias muy graves entre sus elementos importantes, lo
nue íe restó grandes prestigios aquella colectividad.
No obstante esa crisis que atravesaba dicho .Parjido
nue por último dió al traste con él, algunas ."ucl^^^^f^
mismo habían con embustes y maniobras hábiles, logrado
noner e efervescencia a gran parte del país, y sembrar la
Larc uii en algunos pueblos, hasta el punto de presentarse
un aumento de criminalidad alarmante.
Las propagandas sediciosas que hadan algunos de los
oréanos de su prensa, minaban por su base el princpu, de
aKdad y no repuesta aún la sociedad salvadoreña de
fas tristes conturbaciones de febrero, creíase verdaderamen-
tf aue sfel país continuaba en aquella desorientación, sir
Sújl n medio de tanta agitación, la R^n-|bhca caería
sin remedio en la anarquía y acarrearía para la Nación su
comnlda ruina. La opinión de las gentes sensatas, ya com-
nic rfdacf a la época ín que ocurrieron los sucesos de
breío. señalaba a don cirlos Meléndez como candidato a
186
ALBUM PATRIÓTICO
las elecciones de 1915; .testimonio de ello es que fue elec-
to 1er Designado, sin serlo propuesto otic.almente.
NatuSmente en los trances tan difíciles en que se vio
colocado eT país después de aquellos tristes acaecmi.entos
el Selo de que el señor Meléndez continuara gobernando
U República, Isumió las proporciones de una í-erte convic-
ción y de esos reclamos de la opinión nacional nació d
empeño de varios de sus amigos de formar un Part»do AJe-
leTidista que hiciera frente a todas las propagandas antiso-
ciales aue despejara el horizonte de incertidumbres peh-
Jrosa; para l^paz de la República, y que agrupara en
ler edorde uni^figura moral de incontrastables prestigios
ríodos los elementos que anhelaban sobre toda la paz
m^T\¡^Vu^m3.d de la República y la segundad de
"s^rnlnglntfimo se formaron en toda la República
dive^i agr^upaclones con aquel fm. y los trabajos adelan-
**""M:r'uT°punTo importantísimo era difícil de resolver ea
el arduo problema : la aceptación del sefior Meléndez de
ser presentado como candidato. Este asunto escencal preo-
rnnaha hondamente a todos los patriotas.
'"P^Era un hecho, notorio, que a todas las personas que le
habían insinuado al Sr. Meléndez la conveniencia de lanzar
SfSSdSurl? habla negado su asentimiento y mam-
f^tXsus^^^^^^ de volver a gozar de la tranquih-
d?d de sihogar, poniéndose fuera de las agitaciones políticas^
imh^ra^^^^ la opinión nacional se atirmaba en la
ÍL«fiií?f de^Q^^ Sr Meléndez fuera disuadido de su
ZX»o t íetiralse a la vida privada, y los tobajos.
ideSdfno es«, compI..a™an,e decUlido
en su fuero interno a aceptar trabajos en pro de su candi-
datura eTsr Meléndez nS quería que su aceptación pesara
e^e ánimo dríos pueblos desde que le fueron ofrecidos
^abaios CT ^^^^^^ de incertidum-
?^ ¿m^^^^^ sus co/religionarios durante mucho tiempo.
Mas no por eso se daban punto de reposo sus correh-
irionaSos los le^^ del Partido Melendista en sus trabajos,
? tes ex^^ de los Departamentos menudeaban requi-
Lndo al S^^^ la aceptación de la propaganda en su fa^
ÍSf sin teneVs^^ la certeza de que el candidato aceptaría.
188
ALBUM PATRIÓTICO
Muchos meses después de comenzada la propaganda,
con vista de solicitaciones de todos los pueblos de la Re-
pública y de reiteradas súplicas de amigos y de correligio-
narios, que desde en 1899 formaron en las filas del melen-
dismo, el señor Meléndez se vió obligado a aceptar su
candidatura, ya que la gran mayoría de los salvadoreños
habia exteriorizado en forma indubitable y de manera
inequívoca y con entera libertad su propósito inquebranta-
ble de elegirle para Presidente, en las elecciones de 1915.
Inmenso regocijo causó en todos los ámbitos del país
la decisión del señor Meléndez. Como por milagro cesarpn
las rivalidades en los pueblos y villorrios, y la confianza
en la paz y el apaciguamiento se abrió paso en todos los
ánimos, ante la hermosa esperanza de llevar en propiedad
al sefior Meléndez al solio presidenciaL
El júbilo era muy legítimo!
Don Carlos Meléndez había salvado al país de una
gran catástrofe, de la cual se .vió ai borde con motivo de
los sucesos de febrero.
Habia restablecido en el país el principio de autoridad
había continuado con actividad, con tacto, con energía la
obra administrativa, no obstante las dificultades financieras;
y había por eso mismo evitado el derramamiento de sangre
de hermanos, que hubiera sido fatal hasta para nuestra
soberanía.
Don Carlos llegó al Poder cuando. el pandemónium de
las pasiones políticas desencadenadas parecía que iban a
hundir al país en la sima sin fondo de la anarquía, y al
dejarlo en agosto último, ya la fiebre política habia cesado
y los pueblos estaban entregados tranquilamente al trabajo.
Aceptó la Presidencia como un puesto de trabajo y en
tal sentido la desempeñó de un modo irreprochable.
Su actividad en el Gobierno fué ejemplarísima; le ha
comunicado a la Presidencia, cierta dignidad emanada de
su probidad sin tacha, un poco descuidada por otros hom-
bres que desfilaron por el Poder; cierta atmósfera de dis-
tinción a la que no poco ha contribuido la exquisita cultura
y gentileza de su atnable compafiera dofia Sara* No ha
sido un mandatario hosco, autoritario, imperante en el
ejercicio de su alto cargo; ha conservado en él su carácter
de ciudadano de costumbres austeras, laboriosas y sencillas
y un noble sello de hombre de sociedad y de familia.
189
ALBUM PATRIÓTICO
Hizo, pues, con constancia, con tesón y patriotismo todo
lo que podía hacerse de bueno, en las circunstancias azaro-
sas en que mantuvieron al país las disputas acaloradas de
los politiqueros y agitadores del pueblo. , -4
¿A quién que examine sin pasión, pues, el colorido de
los últimos acontecimientos de la Naciófi, los antecedentes
limpios del señor Meléndez, y su proficua actuación guber-
namental, puede sorprenderle que haya sido aclamado por
el país entero el depositar el 29 de agosto ultimo la Pre-
sidencia en el señor doctor Quiflónez, y que en la campana
electoral ninguno se haya presentado a disputarle el voto
del pueblo salvadoreño? ,
A nadie puede causarle sorpresa el desenlace pacifico
de esa jornada eleccionaria, en que el pueblo, la democra
cia por espontáneo movimiento de su conciencia ha con-
sagrado con sus sufragios al prestisiado caudillo social
señor Meléndez. . , j-
La vida y la obra del señor Meléndez tienen la diafa-
nidad y la limpidez de un cielo sereno, puro y tranquilo,
V por eso su política empalma con una ética elevada, que
se impone a la admiración de todas las conciencias nobles.
Por eso es memorable y digno de marcarse con piedra
blanca en las páginas de la Historia, la ascensión de un
hombre como el señor Meléndez que lleva al Poder gran-
des ejecutorias morales y mentales, que garantizan plena-
mente que hará la felicidad de los salvadoreños, con una
administración en donde brillen, la probidad y el animo per-
fecto de redimir de la ignorancia y de los vicios a las masas.
Ante las grandes conveniencias nacionales, ante la
necesidad imperiosa de evitar que el tumulto de las pasio-
nes políticas desgarraran el manto sagrado de la República,.
V de que el suelo salvadoreño no se manchara con la san-
gre de sus hijos, la elección de don Carlos Meléndez se
imponía con todos los caracteres de una necesidad nacio-
nal. Era y es, podemos decirlo muy alto, el hombre necesa-
rio para salvar la situación. j a
Ese hombre moralmente se impuso a la consideración
de tod(»s y ante su presencia los odios se aplacaron, las
ambiciones cayeron por su base y los pueblos los rodearon,
como el único hombre capaz de mantener la armonía de la
familia salvadoreña y de poner a raya a los facciosos que
se disputaban el Poder.
190
ALBUM PATRIÓTICO
Hizo pues, con constancia, con tesón y patriotismo todo
lo que podía hacerse de bueno, en las circunstancias azaro-
sas en que mantuvieron a! pais las disputas acaloradas de
los politiqueros y agitadores del pueblo. , ■ , ,
¿A quién que examine sin pasión, pues, el coloiido ue
los últimos acontecimientos de la Nación, los antecedentes
limpios del señor Meléndez, y su proficua actuación guber-
namental, puede sorprenderle que liaya sido aclamado por
el pais entero el depositar el 29 de agosto ultimo la Pre-
sidencia en el señor doctor Quiñónez, y que en la campana
electoral ninguno se haya presentado a disputarle el voto
del pueblo salvadoreño?
A nadie puede causarle sorpresa el desenlace pacitico
de esa jornada eleccionaria, en que el pueblo, la democra
cía por espontáneo movimiento de su conciencia, ha con-
sagrado con sus sufragios al prestigiado caudillo social
señor Meléndez. , t„
La vida V la obra del señor Meléndez tienen la diata-
nidad y la limpidez de un cielo sereno, iniro y tranquilo,
V por eso su política empalma con una ética elevada, que
se impone a la admiración de todas las conciencias nobles.
Por eso es memorable y digno de marcarse con piedra
blanca en las páginas de la Historia, la ascensión de un
hombre como el señor Meléndez que lleva al Poder gran-
des ejecutorias morales y mentales, que garantizan plena-
mente que hará la felicidad de los salvadoreños, con una
administración en donde brillen, la probidad y el animo per-
fecto de redimir de la ignorancia y de los vickís a las masas.
Ante las grandes conveniencias nacionales, ante la
necesidad imperiosa de evitar que el tumulto de las pasio-
nes políticas desgarraran el manto sagrado de la República,
V de que el suelo salvadt)reño no se manchara con la san-
gre de sus hijos, la elección de don Carlos Meléndez se
imponía con todos los caracteres de una necesidad nacio-
nal. Era y es, podemos decirlo muy alto, el hombre necesa-
rio para salvar la situación.
Ese hombre moralmente se impuso a la consideración
de todtis y ante su presencia los odios se aplacaron, las
ambiciones cayeron por su base y los pueblos los rodearon,
como el único hombre capaz de mantener la armonía de la
familia salvadoreña y de poner a raya a los facciosos que
se disputaban el Poder.
190
■y.
C/3
a>
ni
u.
c
ALBUM PATRIÓTICO
Eso fue muy natural.
Ya en otros pueblos la Historia ha recogido el mismo
fenómeno. ,
Los amplios senos de las democracias modernas, están
surcados de opuestas e impetuosas corrientes de ideas, mas
no son los hombres que patronean las luchas políticas, los
que en una elección general se llevan los laureles de la
victoria. , i .
Bien miradas las cosas, una elección general es una
transacción, es un acuerdo, es un alto en la brega, y su
resultado no puede ser otro que la elección de un hombre
relativamente nuevo en la política, de uno que concihe, que
concierte, que armonice por su temperamento liberal las
opuestas propensiones de la sociedad. ^
Esa ha sido la característica de repetidas elecciones en
Francia, en Estados Unidos, en Chile y en el Brasil y
creemos que ellas han liecho mucho bien a la vida de
aquellas democracias. ^ , . x
Ha sido, pues, en cierto modo, la opinión del justo me-
dio la que ha llevado al señor Meléndez al solio presiden-
cial ese justo medio que fue la característica de la política
de un Guizot, y que también ha sido preconizado para
transar las disidencias entre la Cámara de los Comunes y
la de los Lores en Inglaterra en 1910.
Lógico es que esa orientación civilista, sea de grandes
y benéticas consecuencias para la democracia salvadoreña
y que ella entrañe el afianzamiento de las instituciones re-
publicanas, base de la prosperidad de la Nación.
Ha recibido el Poder el sefior Presidente Meléndez del
sefior Presidente doctor Quiñónez, quien ha ejercido aquella
alta magistratura durante siete meses.
Forzoso es que en esta reseña nos detengamos con
respeto un momento, ante la atinada labor gubernamental
del Sr Dr Quiñónez, este joven Académico que ha sabido
poner muy alto el prestigio de la Presidencia de El Salvador,
resolviendo con verdadera pericia y acierto los múltiples
problemas con que se ha encarado la República en estos
tiempos de crisis, en que se hallan sumidos todos los pueblos
del Orbe con motivo de la horrenda conflagración europea.
192
ALBUM PATRIÓTICO
Ha puesto de resalto el doctor Quiñónez M., en los pocos
meses de mando en que le cupo desempeñar la Presiden-
cia, raras dotes para la Administración, excelentes facultades
de paciente organizador y activo propulsor de la cultura
del país, en todas sus manifestaciones.
La penuria financiera no le ha permitido hacer labor
de estadista, pero su estadía en el Poder, hale permitido
mostrarse Presidente hábil y Gobernante capaz para ma-
yores empeños y proyecciones fructuosas para el desenvol-
vimiento progresivo de la República.
Ahí está la Escuela Normal abierta por él, como test!-
monio de su profundo amor por la instrucción popular.
Esa será la obra de más consecuencia de los meses de
mando del doctor Quiñónez M.; mas también lo demás de
su árdua labor administrativa, lleva el sello de la opwtuni-
dad y de la eficacia.
Saludemos con el corazón henchido de esperanzas esta
fecha inmortal de este día glorioso, punto de partida
de una ristra de triunfos para la cultura y la grandeza de
la República.
ISIDRO MONCADA.
QE ñYER ñ HOY
(Para el * Album Patriótico.»)
El día que el actual Presidente de la República prestó
ante la Asamblea Nacional Legislativa la promesa constitu-
cional de ser fiel custodio de las instituciones y de los fueros
e integridad de la Nación, es una fecha que marcará una
nueva era en la vida política de la Patria Salvadoiefia. Es
cierto que todos los que han escalado la Presidencia han
hecho igual protesta a la faz del Primer Poder Público y de
todo el pais; pero raros son los ciudadanos que no han
subrayado con hechos ominosos en las páginas de la patria
historia el cánon que debe ser sagrado para todo hombre
de honor y de conciencia. Decir, nada cuesta, cuando no
hay integridad en la palabra ni el interés de conservar una
13
193
ALBUM PATinÓTlCO
reputación moral evidente. Pero, cumplir con fidelidad y hasta
con sacrificios supremos, lo que se ha prometido, máxime
ante la majestad de un pueblo, es deber que solo está al
alcance de las almas sencillamente heroicas en el cumpli-
miento de sus destinos. Por eso es que, todos los que conoce-
mos intimamente la hsonomía moral de los dilectos prohombres
<iue asumieron el Supremo Poder Ejecutivo el día primero
de marzo, fecha inicial del cuatrienio político de la República,
nos sentimos poseídos de un sentimiento muy intenso que
podría traducirse por este grito interno y espontáneo: ¡Viva
la Patria!
Lo que decimos del meritísimo ciudadano don Carlos
Meléndez, puede pensarse también al evocar la simpática
figura que, aureolada por la luz de la ciencia y la honradez
más pura, se presenta a la contemplación del pueblo, a la
par del eximio patriota que rige nuestros destinos, del Dr.
don Alfonso Quiñónez Molina, cuya prudente política y
atinada Administración interina le valieron el justo premio
de ser elevado a la Vicepresidencia de El Salvador en el
período que terminará en 1919.
Don Carlos Meléndez y el doctor don Alfonso Quiñónez
Molina, simbolizan, en el actual momento histórico, la suma
de ideales, los más altos, a que puede aspirar un pueblo
libre en evolución. Nada hay en ellos, en su vida privada
y pública, que no concurra a afirmar la confianza que la
Nación tiene puesta en sus excepcionales dotes para mandar
la República con brillo y provecho. Cultura social y moral,
sólida experiencia, y, sobre tan recomendables prendas, un
patriotismo que nadie puede poner en duda, después de
haber ejercido ambos con singular pericia el Poder Ejecutivo
Nacional.
Sin remontamos a los lejanos períodos de la historia
patria, creemos que cualquier hombre de observación y
prudencia puede formar un paralelo entre lo que ha sucedi-
do y sucede hoy con lo que hemos dado en llamar política.
Esta era antes el arte de llegar a las alturas del Poder
para conculcar las libertades individuales, ejercer dominio
absoluto sobre personas y bienes, y diezmar a los ciudada-
nos por divergencias de opinión y de creencias. La política
de hoy, es decir, la que conocemos de los dos prominentes
hombres del momento, es presentar de modo transparente
e indubitable» brillanti«mas fojas de servicio en pro de la
194
ALBUM PATRIÓTICO
reputación moral evidente. Pero, cumplir con fidelidad y hasta
con sacrificios supremos, lo que se ha prometido, máxime
ante la majestad de un pueblo, es deber que solo está al
alcance de las almas sencillamente heroicas en el cumpli-
miento de sus destinos. Por eso es que, todos los que conoce-
mos intimamente la tisonomia moral de los dilectos prohombres
que asumieron el Supremo Poder Ejecutivo el día primero
de marzo, fecha inicial del cuatrienio político de la República,
nos sentimos poseídos de un sentimiento muy intenso que
podría traducirse por este grito interno y espontáneo: ¡Viva
la Patria 1
Lo que decimos del meritisimo ciudadano don Carlos
Meléndez, puede pensarse también al evocar la simpática
figura que, aureolada por la luz de la ciencia y la honradez
más pura, se presenta a la contemplación del pueblo, a la
par del eximio patriota que rige nuestros destinos, del Dr.
don Alfonso Quiñónez Molina, cuya prudente política y
atinada Administración interina le valieron el justo premio
de ser elevado a la Viccpresidencia de El Salvador en el
periodo que terminará en 1919.
Don Carlos Meléndez y el doctor don Alfonso Quiñónez
Molina, simbolizan, en el actual momento histórico, la suma
de ideales, los más altos, a que puede aspirar un pueblo
libre en evolución. Nada hay en ellos, en su vida privada
y pública, que no concurra a afirmar la cc-nfianza que la
Nación tiene puesta en sus excepcionales dotes para mandar
la República con brillo y provecho. Cultura social y moral,
sólida experiencia, y, sobre tan recomendables prendas, un
patriotismo que nadie puede poner en duda, después de
haber ejercido ambos con singular pericia el Poder Ejecutivo
Nacional.
Sin remontamos a los lejanos períodos de la historia
patria, creemos que cualquier hombre de observación y
prudencia puede formar un paralelo entre lo que ha sucedi-
do y sucede hoy con lo que hemos dado en llamar política.
Esta era antes el arte de llegar a las alturas del Poder
para conculcar las libertades individuales, ejercer dominio
absoluto sobre personas y bienes, y diezmar a los ciudada-
nos por divergencias de opinión y de creencias. La política
de hoy, es decir, la que conocemos de los dos prominentes
hombres del momento, es presentar de modo transparente
e indubitable, brillantisimas fojas de servicio en pro de la
194
í
s
re
es
•a
re
re
re
ALBUM PATRIÓTICO
cultura intensiva de los salvadoreños; oponer su fortuna
personal y todas sus energías a la tremenda crisis que vino
a coronar la obra nefasta de los malos patriotas de otras
épocas; robustecer el principio de autoridad y promover
obras de mayor cuantía ahí donde la anarquía quiso des-
quiciar los cimientos de la sociedad y destruir el acervo de
muchos lustros de paciente labor inteligente.
Si hay consecuencia en el proceso etiológico de deter-
minadas personalidades, y si hay lógica para precisar las
trayectorias de los espíritus fuertes, capaces de realizar grandes
cosas, podemos esperar que esas energías disciplinadas y
fortalecidas con la opinión incondicionnl del país, señalarán
su paso por el Poder como los antiguos patricios griegos
que constelaron su querido suelo de obras de la más alta
belleza, y su historia de ejemplos perdurará en el pen-
samiento de los pueblos mientras haya humanidad que rinda
cuito al genio del trabajo y la constancia.
San Salvador, 4 de marzo de 1915.
Carlos Urrutia F.
EL TRIUNFO DEL PATWOTISMO
LA TRASMISION DEL PODCR
De uno a otro confín de la República se celebra hoy^
con patriótico entusiasmo, la exaltación a la Jefatura del Estado,
del honrado ciudadado don Carlos Meléndez. En todas las
poblaciones del pais se festeja esta fecha, tanto por la alta
trascendencia que representa, como por ser un triunfo de la
democracia salvadoreña, que hace más de una década vie-
ne dando pruebas de verdadadero republicanismo, encau-
zándose por una vía amplia de paz y bienestar. Desde que
el nombre del señor Meléndez fué lanzado a los cuatro
vientos como un heraldo de concordia y esperanza, halló
profunda acogida en el corazón del pueblo, porque la per-
sonalidad de tan brillante salvadoreño, hace mucho tiempo
que es blasón y orgullo de la Patria,
Al principio de la campaña electoral, no faltaron seres
extraviados, que empujados por manos aviesas, pretendieran
callar los vítores de las muchedumbres que proclamaban a!
196
ALBUM PATRIÓTICO
cultura intensiva de los salvadoreños; oponer su fortuna
personal y todas sus energías a la tremenda crisis que vino
a coronar la obra nefasta de los malos patriotas de otras
épocas; robustecer el principio de autoridad y promover
obras de mayor cuantía ahí donde la anarquía quiso des-
quiciar los cimientos de la sociedad y destruir el acervo de
muchos lustros de paciente labor inteligente.
Si hay consecuencia en el proceso etiológico de deter-
minadas personalidades, y si hay lóiíica para precisar las
trayectorias de ios espiritus fuertes, capaces de realizar grandes
cosas, podeiiK^s esperar que esas energías disciplinadas y
fortalecidas con la opinión incondicional del país, señalarán
su paso por el Poder como los antiguos patricios griegos
que constelaron su querido suelo de obras de la más alta
belleza, y su historia de ejemplos perdurará en el pen-
samiento de los pueblos mientras haya humanidad que rinda
culto al genio del trabajo y la constancia.
San Salvador, 4 de marzo de 1915.
Carlos Urrutia F.
EL TRIUNFO DEL PATMOTISMO
LA TRASMISION DEL PODE,R
De uno a otro confín de la República se celebra hoy,
con patriótico entusiasmo, la exaltación a la Jefatura del Estado,
del honrado ciudadado don Carlos Meléndez. En todas las
poblaciones del pais se festeja esta fecha, tanto por la alta
trascendencia que representa, como por ser un triunfo de la
democracia salvadoreña, que hace más de una década vie-
ne dando pruebas de verdadadero republicanismo, encau-
zándose por una vía amplia de paz y bienestar. Desde que
el nombre del señor Meléndez fué lanzado a los cuatro
vientos como un lieraldt) de ct)ncordia y esperanza, halló
profunda acogida en el corazón del pueblo, porque la per-
sonalidad de tan brillante salvadoreño, hace mucho tiempo
que es blasón y orgullo de la Patria.
Al principio de la campaña electoral, no faltaron seres
extraviados, que empujados por manos aviesas, pretendieran
callar los vítores de las muchedumbres que proclamaban al
196
ALBUM PATRIÓTICO
señor Meléndez como candidato al Poder; pero luego urt
examen de conciencia y la contemplación del formidable
partido melendista, hizo que esos patrioteros rindieran las
armas y quedaran mudos ante la opinión sensata de las
masas. Y entonces tomó más potente peso la candidatura,
con tantas proporciones, que la elección del señor Meléndez,
ha sido, puede decirse, por aclamación.
La nación debe sentirse intimamente ufana por haber
demostrado una vez más .que sus hijos saben sobreponer a
los intereses de bandería, los sagrados intereses de la Patria,
cuando se trata de salvar la paz y el buen nombre de la
República.
El ciudadano que regirá sus destinos en el próximo
cuatrienio, es una prenda de orden, progreso y libertad.
Tanto él como el Vicepresidente, doctor don Alfonso Qui-
ñónez M., deben sentirse satisfechos por haber sido premiados
sus merecimientos con la alta dignidad de ser ungidos por
el óleo del patriotismo patrio.
El Comercio, que se considera como uno de los voce-
ros del sentimiento salvadoreño, tiene hoy el honor de rendir
sus homenajes a las personalidades de don Carlos Meléndez
y Dr. don Alfonso Quiñónez M., quienes, en la actualidad,
representan los ideales más altos de este pueblo viril y sen-
sato.
San Salvador, marzo lo. de 1915.
IMPORTANTES CARTAS POLITICAS A LOS
SEÑORES MELENDEZ-QUIÑONEZ
San Salvador, lo. de marzo de 1915.
Señor Üon Carlos Meléndez, Presidente Constitucional de la
República. — Presente.
Excelentísimo señor:
Se ha llegado el momento supremo en que se abre pa-
ra vos el libro de la historia, para conquistaros en él una
de sus páginas como personalidad política, influyente en los
destinos de la Nación, página luminosa, como tenemos de-
recho a esperarlo todos vuestros conciudadanos, si las ideas
que lleváis al ejercicio del gobierno levantan muy alto los
198
ALBUM PATMÓTICO
intereses y el nombre de la República, y si los propósitos
que deseáis realizar corresponden a la confianza Que hoy
se os deposita, pues como se ha dichoya en igualdad de-
circunstancias, no basta "la simple promesa de cumplir la
Constitución y las leyes, porque esto, es deber de honorso-
bre entendido al desempeño de funciones publicas.
Vais a estimular, a activar y promover en consonancia
con las ideas modernas y con la observancia de los pre-
ceptos legales, sin los cuales no tienen base la justicia ni
el orden social. , ,
Hacemos votos al cielo porque vuestras nobles aspira-
ciones armonicen la ley con las ideas y necesidades de la
^*^^^Que encarriléis al país en una mayor cuitara integral,
en una más amplia instrucción popular, fundada en la ido-
neidad docente, por medio de las Escuelas Normales de
Institutores, en una sólida enseñanza facultativa, en una
consciente organización y armónico funcionamiento municipal,
nara realizar la educación de la raza indígena, cuya moditica-
ción psíquica y social la hace apta para entrar de lleno en
el concierto de la ciudadanía, objetivo que no alcanzan el
rutinarismo ni la escuela sin proyecciones.
Ojalá señor, que encaucéis las instituciones bancarias,
para hacer práctico el régimen monetario y más regular y más
severo el manejo del crédito, pues el verdadero desarrolla
de la vida económica de las naciones depende del movi-
miento firme y seguro de esos dos ejes.
El espíritu moderno exije que los gobiernos prevean
el cumplimiento de las garantías aceptadas por las naciones
v tiendan a crear fondos especiales destinados a la impe-
riosa necesidad de servidas, para aumentar, si fuere posible,
el crédito del estado. .
No dudamos, señor, que vuestro gobierno propenda a
fortalecer los medios de seguridad con que cuenta el país,
desarrollando el espíritu de nacionalidad y el anhelo pa-
triótico de ser grandes y fuertes, sobre cuya base descan-
sa el edificio político y constituye el alma misma dd orga-
nismo institucional. , . . x usx
Vuestro espíritu de previsión debe fortalecer también
las condiciones económicas de la República, adoptando un
proteccionismo razonable, para hacernos más independientes
del exterior, proveyendo con la producción propia las mas
199
ALBUM PATRIÓTICO
premiosas necesidades de nuestra existencia. Así formare-
mos un pueblo normal con nuestras aptitudes para defen-
dernos y xon nuestros propios recursos para vivir, acre-
centados y desarrollados constantemente por su comercio,
por su industria y agricultura.
De vuestra honorabilidad y limpios antecedentes espera
el país que concurráis como gobernante a hacer "pronta y
positiva la justicia, porque es bien sabido, que en un am-
biente de impunidad, de inercia o de retardación judicial, no
pueden prosperar ni subsistir los vitales intereses de ningu-
na asociación/' y la comunidad salvadoreña, en este augusto
recinto y en este momento histórico, os entrega la direc-
ción suprema de sus destinos.
Vuestra lealtad como hijo y como esposo modelo, como
amigo sincero y como ciudadano integérrimo, tiene que
acompañaros y presidir todos vuestros actos como gobernante,
y es en esta última y elevada esfera en donde debéis afir-
mar "la cordialidad internacional, como tópico primordial de
toda sana política y condición indispensable de reciproca
prosperidad y de vinculación de intereses entre las naciones
del globo" y, sobre todo, entre aquellas con quienes El Sal-
vador está vinculado en sus destinos finales por su origen,
por su raza, por su historia y por su común porvenir.
Es en este sentido, señor, que vuestro elevado y pa-
triótico criterio ha comprendido la necesidad de ordenar la
administración de nuestras fronteras, y realizar la conquista
moral de las componentes sociales de la República, para
que todos los elementos coadyuven a levantar, como medios
de segura grandeza, las energías morales e intelectuales del
. pueblo, por medio de la saludable enseñanza del ejemplo,
que es sin disputa, la más edificante si es buena y la más
corruptora si es mala.
Risueño porvenir nos espera, si durante vuestro gobier-
no, se prolongan empeñosamente los ferrocarriles, llevándolos
como al efecto está sucediendo, de frontera a frontera, acep-
tando con energía los sacrificios que la ejecución de esa
grande obra impone al país, a cuyo efecto se espera, y con
sobrada razón, de vuestras dotes financieras, que daréis con-
sistencia a la economía general, para hacer que la riqueza
pública y privada tengan garantías de estabilidad, y hacer
que el país cubra con su producción sus primeras necesidades,
que la harina, o sea el pan, deje de ser artículo de impor-
200
ALBUM PATRIÓTICO
premiosas necesidades de nuestra existencia. Asi formare-
mos un pueblo normal con nuestras aptitudes para defen-
dernos y xon nuestros propios recursos para vivir, acre-
centados y desarrollados C()nstantemente por su comercio,
por su industria y agricultura.
De vuestra honorabilidad y limpios antecedentes espera
el país que concurráis como gobernante a hacer "pronta y
positiva la justicia, porque es bien sabido, que en un am-
biente de impunidad, de inercia o de retardación judicial, no
pueden prosperar ni subsistir los vitales intereses de ningu-
na asociación," y la comunidad salvadoreña, en este augusto
recinto y en este momento histórico, os entrega la direc-
ción suprema de sus destinos.
Vuestra lealtad como hijo y como esposo modelo, como
amigo sincero y como ciudadano integérrimo, tiene que
acoHipañaros y presidir todos vuestros actos como gobernante,
y es en esta última y elevada esfera en donde debéis afir-
mar "la cordialidad internacional, como tópico primordial de
toda sana política y condición indispensable de reciproca
prosperidad y de vinculación de intereses entre las naciones
del globo" y, sobre todo, entre aquellas con quienes El Sal-
vador está vinculado en sus destinos finales por su origen,
por su raza, por su historia y por su común porvenir.
Es en este sentido, señor, que vuestro elevado y pa-
triótico criterio ha comprendido la necesidad de ordenar la
administraciíni de nuestras fronteras, y realizar la conquista
moral de las componentes sociales de la República, para
que todos los elementos coadyuven a levantar, como medios
de segura grandeza, las energías morales e intelectuales del
pueblo, por medio de la saludable enseñanza del ejemplo,
que es sin disputa, la más edificante si es buena y la más
corruptora si es mala.
Risueño porvenir nos espera, si durante vuestro gobier-
nOy se prolongan empeñosamente los ferrocarriles, llevándolos
como al efecto está sucediendo, de frontera a frontera, acep-
tando con energía los sacrificios que la ejecución de esa
grande obra impone al país, a cuyo efecto se espera, y con
sobrada razíHi, de vuestras diUes financieras, que darcMs con-
sistencia a la econtímía general, para hacer que la riqueza
pública y privada tengan garantías de estabilidad, y hacer
que el país cubra con su producción sus primeras necesidades,
que la harina, o sea el pan, deje de ser articulo de impor-
200
Lago de la Quinta Modelo de San Salvador.
4
Interior del Cuartel de Artillería de Santa Ana.— El Salvador
ALBUM PATRIÓTICO
tación, como lo son ya la carne, el arroz, los frijoles, el mafz^
el azúcar, sino en circunstancias excepcionales.
En vuestro carácter de simple ciudadano y como in-
dustrial en grande escala, habéis fundado empresas y fo-
mentado industrias que honran al pais; y por eso se espera
de vuestras iniciativas como gobernante, el implantamiento
de nuevos derroteros a nuestras industrias rudimentarias,
ensanchando las existentes, perfeccionándolas por medio del
estímulo y haciéndolas verdaderamente lucrativas, para dar
trabajo remunerador a nuestra clase obrera que, a pura lucha
tenaz con la rutina y el desaliento, se ha conquistado pues-
to de honor en las lides del trabajo. Ejemplo palpitante
ts el de nuestros telares, cuyas producciones compiten en
calidad y donosura con las de las grandes manufocturas
movidas por el vapor y la electricidad.
Ojalá, señor, que el cultivo del algodón le dé valo-
rización a las tierras que en inmensas proporciones todavía
existen incultas en el Estado, para que en no lejano tiempo,
y quizá antes que descendáis del poder, nuestros telares, o
los que debemos formar, vistan a nuestros soldados, y que
esos millones de pesos que se van del país por hilos y telas,
aumenten la riqueza pública y ensanchen el bienestar y mo-
ralidad de vuestros compatriotas, para que la fabricación del
alcohol y algunos de nuestros impuestos, como el estanco,,
de ese producto abandonen su actual base antisocial, sir-
viendo asi los verdaderos y permanentes intereses nacionales.
Vuestro ilustre antecesor, el modesto Doctor Quiftónez.
Molina, en su corto interinato, reglamentó ya de manera
sabia y previsora, una adecuada inmigración, destinada a
procurar aptitudes para los trabajos mineros, ferroviarios y
otras industrias, conteniendo asi esa avalancha de charlatanes
y hasta de presidiarios que vienen a burlarse con su insolen-
cia de nuestra hospitalidad y a satisfacer su sed de oro y
de riqueza mediante explotaciones vergonsozas y leoninas.
Durante los veinte meses que gobernásteis. desde la
trágica muerte del infortunado Dr. Araujo, hasta entregar el
Poder Supremo al Designado por la ley, se os vió no omitir
nada para completai la organización militar de la Nación y
para hacer del ejército una gran personalidad moral, cuya
conciencia sea: "el deber sin restricciones, la regla de su vi-
da, el trabajo sin tregua, la razón de su existencia, la abne-
gación sin límites, el ideal de su heroísmo". Siempre que el
202
ALBUM PATRIÓTICO
ejército lleve inscritos en sus estandartes, esos lemas, desapa-
recerá el caudillaje y las bastardas ambiciones que han man-
chado las páginas de nuestra historia con cuartelazos y
traiciones.
Todos los ideales patrióticos y nobles aspiraciones de
bien procumunal, que, como candidato habéis manifestado, y
en parte practicado como gobernante interino, al llegar cons-
títucionalmente ál solio presidencial, para su completa efec-
tividad, requieren el concurso nacional, la colaboración de
todos los ciudadanos, el aporte patriótico de todos los
salvadoreños, sin distinciones de ninguna clase, ni coloridos
políticos, ya sea en el ejercicio de funciones públicas o en
el valioso concurso de su opinión.
Para obtener tal concurso, siempre se os ha visto fomentar
la eficacia de los principios reguladores de la justicia, que
en todo tiempo, han sido como lo serán durante vuestra ad-
ministración, la égida de los procedimientos nacionales. Por
eso habéis fomentado la respetabilidad práctica, que está
en razón directa de la fuerza, no descuidando la institución
armada para conservar la paz, que "nunca es más cierta
que cuando la defensa bien preparada la garantiza."
Nuestra situación económica no sería tan critica, si el
viento huracanado de desolación y de muerte que arraza a
la infortunada Europa, no hubiera matado en la cuna vues-
tra patriótica iniciativa, ter dente a fundar el Banco Agríco-
la Hipotecario. Pero el país ha tomado nota del espíritu de
previsión y patriotismo que implica aquel ideal económico
y espera, con sobrada razón, que no omitiréis ningún es-
fuerzo, por difícil que se considere, por impracticable que
parezca, para alcanzar los resultados que en el orden eco-
nómico reclaman los más vitales intereses públicos y pri-
vados*
El Salvador es un país riquísimo y el malestar que lo
aflije no fluye del agotamiento de sus fuentes de producción,
sino de la irregular circulación monetaria, pues los bancos
no nos pueden dar en canje de su billete, el oro que dice
representar, para pagar con ese oro, en defecto de letras,
nuestros saldos en el exterior y retirar de ese modo a los
giradores la facultad de alterar el cambio a su arbitrio, más
allá de las fluctuaciones naturales, lo que constituye un
agio, para depreciar nuestra producción agrícola e indus-
trial. Pero se tiene plena confiaza en que el gobierno que
203
ALBUM PATRIÓTICO
hoy inauguráis, hará de este punto la piedra angular de su
política, pues las necesidades del momento priman ^ sobre
otras por su importancia, y que de acuerdo con los ideales
del patriotismo y en consonancia con vuestras honradas
aspiraciones, después de las circunstancias anormales que
atravesamos, con motivo de la catástrofe Europea, quedará
establecida para siempre la supresión inaplazable, absoluta,
definitiva, del billete inconvertible, puesto que nuestras ins-
tituciones bancarias, en virtud de las medidas sabias y
previsoras que comprende la ley de moratoria, tienen en
caja el metálico suficiente para respaldar el billete circu-
lante.
Dignaos recibir, señor, mi humilde felicitación por vue-
tro ascenso constitucional al Poder Supremo de la Nación,
y los fervientes votos que hago por el acierto administra-
tivo que todos anhelamos, para la prosperidad y engrande-
cimiento de la Patria.
PEDRO Flores.
San Salvador, 1? de marzo de 1915.
Señor Doctor Don Alfonso Quiñónez Molina, Vicepresidente
de la República. — Ciudad.
Muy distinguido señor :
Corta ha sido vuestra labor administrativa, pero fecunda
en bienes para el porvenir y la ventura de la patria.
Al descender del solio presidencial, para confundiros
con vuestros conciudadanos, lleváis la conciencia tranquila
y la satisfacción de haber cumplido, como leal y como bueno,
los deberes del gobernante, en la más critica de las épocas
que atraviesa el pueblo salvadoreño.
Todas las medidas dictadas para conjurar la tempestad
económica que nos azota y las demás sabias disposiciones de
vuestro gobierno enaltecen vuestro nombre.
No pretendo juzgar vuestra obra como Jefe del Ejecutivo
Nacional", porque esa es tarea que pertenece ya a la historia.
Tan solo voy a referirme a una de las inspiraciones de vuestro
patriotismo, a una creación humilde en sí, tal vez desaper-
cibida por la generalidad; pero destinada a fundar sobre
204
ALBUM PATRIÓTICO
hoy inauguráis, hará de este punto la piedra angular de su
política, pues las necesidades del momento priman sobre
otras por su importancia, y que de acuerdo con los ideales
del patriotismo y en consonancia con vuestras honradas
aspiraciones, después de las circunstancias anormales que
atravesamos, con motivo de la catástrofe Europea, quedará
establéenla para siempre la supresión inaplazable, absoluta,
definitiva, del billete inconvertible, puesto que nuestras ins-
tituciones banearias, en virtud de las medidas sabias y
previsoras que comprende la ley de moratoria, tienen en
caja el metálico suficiente para respaldar el billete circu-
lante.
Dignaos recibir, señor, mi humilde felicitación por vue-
tro ascenso constitucional al Poder Supremo de la Nación,
y los fervientes votos que hago por el acierto administra-
tivo que todos anhelamos, para la prosperidad y engrande-
cimiento de la Patria.
PEDRO Flores.
San Salvador, 19 de marzo de 1915.
Señor Doctor Don Alfonso Quiñónez Molina, Vicepresidente
de la República. — Ciudad.
Muy distinguido señor:
Corta ha sido vuestra labor administrativa, pero fecunda
en bienes para el porvenir y la ventura de la patria.
Al descender del solio presidencial, para confundirías
con vuestros conciudadanos, lleváis la conciencia tranquila
y la satisfacei()n de haber cumplido, cnmo leal y como bueno,
los deberes del líobernante. en la más critica de las épocas
que atraviesa el pueblo salvadoreño.
Todas las medidas dictadas para conjurar la tempestad
económica que nos azota y las demás sabias disposiciones de
vuestro gobierno enaltecen vuestro nombre.
No pretendo juzgar vuestra obra como Jefe del Ejecutivo
Nacional, porque esa es tarea que pertenece ya a la historia.
Tan solo voy a referirme a una de las inspiraciones de vuestro
patriotismo, a una creación humilde en sí, tal vez desaper-
cibida por la generalidad; pero destinada a fundar sobre
4-
204
ALBUM PATRIÓTICO
sólidas y estables bases la felicidad y el progreso de la
Patria.
Más tarde recordarán los pueblos con orgullo a los que
les deben la felicidad y el bienestar que emanan de una
educación sólida y positiva: Me refiero a la fundación del
El «Instituto Normal Central de Varones», o sea a «La
Escuela Normal de Institutores».
Vuestro espíritu recto y honrado, ha merecido la conside-
ración y el respeto que se debe al titulo de Institutor Primario^
titulo tanto más honroso, cuanto porque es mejor desempeñado
por quien lo lleva; los delicados deberes que impone— profe-
sión que encierra una alta misión, un ministerio moral de la ma-
yor trascendencia, una función social en extremo importante.
Vuestro criterio ha tomado en cuenta la naturaleza, la
duración y la extensión délos servicios del Institutor, quien
maneja los intereses más preciosos y los que tocan más de
cerca, lo más eminente que hay en la humanidad, las cos-
tumbres y la Instrucción. Servicios que proveen a las primeras
necesidades del espíritu y del corazón, como mensajeros de
la razón y de la virtud.
«La duración de esos servicios es indefinida; desde el
principio de la vida esparcen la semilla en un suelo virgen,
echan los cimientos del edificio social, pues reciben tierna y
radiante de candor y de inocencia a la infancia y la intro-
ducen y guían por los senderos de la ciencia y del bien.
La extensión de tales servicios es ilimitada. Se^ aplican
desde un principio a un número considerable de niños. En
torno del Institutor se suceden las generaciones y reciben sus
lecciones. ,
Las buenas costumbres, la industria, el bienestar general,
la paz, el orden público, tales son los frutos lentos, pero
s^rosde la buena dirección dada a la primera educación de
la infancia, a la educación en general.
Esos son los elementos saludables de prosperidad, las
garantías para el porvenir que la sociedad espera de los ser-
vicios del Institutor. Su misión es sagrada, pues se extiende
a los progresos de la civilización.
Ella mejora la condición de las clases laboriosas, que es
uno de los más importantes intereses de la sociedad, pues ella
significa el afianzamiento y el desarrollo de las instituciones.
Solo esa mejora puede haceria producir todos sus frutos,
206
ALBUM PATRIÓTICO
reposando como reposa en la mejora de las costumbres y en
los progresos de una sólida instrucción.
Las naciones que aspiran a la libertad deben hacerse
<iignas de ella, y no se hacen dignas de ella sino por medio de
la virtud y de las luces» .
Tal es, en síntesis, la trascendencia de la obra que habéis
fundado. Pensar todo eso, querer todo eso, realizar tan nobles
y levantados ideales, es hacerse acreedor a la gratitud nacional.
Vuestra inspiración, señor, ha echado los cimientos del
edificio social, destinado a la regeneración de la patria, por
medio de la educación primaria, basada en la idoneidad do-
<;ente.
Esperamos que vuestro ilustre sucesor colme los deseos
y aspiraciones del verdadero patriotismo, asegurando y mejo-
rando la suerte del Institutor; que la solicitud del legislador y
<lel gobierno provean a su situación presente y le preparan
un porvenir tranquilo, que la asignación que se le garantice,
■aunque módica, baste a sus necesidades.
Que la sociedad le pague con su estimación, que es mo-
neda de inestimable valor, pues en los esfuerzos del Institutor
•debe fundar gran parte de su esperanza.
Que el gobierno, para realizar sus generosos propósitos
de regeneración nacional, apoye a la gran asociación de
maestros, que le brinde su protección y una vigilancia ampa-
rada, y, que, como Jefe Supremo de la Nación y Administra-
dor de la Instrucción Pública, confiera a los Institutores Pri-
marios el honroso titulo de Mentores de la Juventud, guardán-
doseles, como a tales, los honores, privilegios, garantías e
inmunidades que nuestro Código Político confiere a otros
funcionarios de menor importancia social.
Por vuestra obra meritorisima, y por vuestro ascenso
constitucional a la Vicepresidencia de la República, recibid,
doctor Quiñónez, la cordial y sincera felicitación de vuestro
liumilde servidor y amigo.
Pedro Flores.
TRIUNFO EN LA PAZ
iHurra! | Salud! .... El pueblo soberano
en este día prueba su cordura,
del Poder elevando hasta la altura
ai m^ conspicuo y noble ciudadano.
207
ALBUM PAIWÓTICO
¡Hurra! Salud! .... Todo el país, ufano
de la octaviana paz que goza, jura
sostener al Gobierno que es su hechura,
y el desorden batir con férrea mano.
El pueblo Cuscatleco está dispuesto
a demostrar a las demás naciones
que es franco y leal, y culto y generoso.
Y, haciendo ahora un soberano gesto,
ilustra sus brillantes tradiciones
con un triunfo en la paz .... leí más glorioso I
C. MORENO.
LA TPJ^SMISION DEL PODEP.
GIRAN OES F^ESTI VAI_EQ EN L-A R ERU BL.IOA
El Decreto emitido porta Asamblea Nacional, el 19 del
próximo anterior, declara electo Presidente de la República
al ciudadano don Carlos Meléndez, para el período que co*
mienza el primero de marzo de 1915 y termina el primero
de marzo de 1919. Al propio tiempo declara electo Vice-
presidente, para el mismo periodo, al ciudadano Dr. don Al-
fonso Quiñónez Molina.
Los agraciados concurrirán a tomar posesión de sus
cargos ante la Asamblea, a las diez de la mañana del pri-
mero de marzo, previa la protesta constitucional.
Por eso, la aurora de este día, ha sido saludada con ale-
gres dianas ejecutadas por la Banda Marcial, despertando
dulcemente a la ciudad dormida de Sonsonate.
A las 6 de la mañana, la Canción Nacional y el esta-*
llido del cañón, que estrepitosamente hería la majestad se-
rena de la madre Naturaleza, el eco de los clarines y los
golpes de las cajas de guerra, todo ese alborozo que pres-
tigia el patriotismo, indicaba, como un heraldo de ventura
que la enseña nacional subía a la cima del asta para salu-
dar con sus sonrisas de ondulaciones, el gran acontecimien-
to que se verificaría a las diez a. m. en el Palacio Nacional
de la ubérrima San Salvador.
208
ALBUM PATRIÓTICO
Del programa de festivales que hoy se desarrolla dare-
mos crónica en nuestra próxima edición.
Hoy todo el país positivamente regocijado celebra en el
altar de la Patria, con explosiones de júbilo, el acto más
hermoso y de más trascendencia politica en una República
democrática : la trasmisión del Poder, obedeciendo a los pre-
ceptos constitucionales.
El Alfiler, en este gran día presenta sus cordiales feli-
citaciones a los probos e ilustres ciudadanos don Garios Me-
léndez y Dr. don Alfonso QniRónez Molina.
(De «£/ Alfiler» de Sonsonate.)
ALREDEDOR DEL MANIFIESTO DEL SEÑOR
PRESIDENTE MELENDEZ
PMMNEMTO
«Mi patriotismo y mi honor, deben empeñarse
«en mantener incólume la dignidad de la Repú-
44>lica, que debe perseguir sin vacilaciones la
«noble magistratura que la historia le ha con-
«ferido, dentro del concierto de los pueblos del
«isteo, |Mra coastitaírse en centinela avanzado
«de los destinos ceotroamcricanos, sin awdirla»
«responsabilldaáes ni mirar al sacrifido ai «I
«peligro,»
Carlos moléndbz.
Si la prestancia de los documentos políticos se aquilata
serenamente, con un criterio lúcido y libre del fardo de
viejos prejuicios, tenemos que convenir en que el interés
intrínseco de los mismos, está en razón directa del momento
histórico en que fueron concebidos, y en íntima relación
con el cúmulo de ideas que sustentan sus autores. De ahí,
pues, que nos expliquemos la marcada impiutaiicia qne
encierra para nosotros el patriótico MANIFESTO que tí
sefior Presidente Meléndez leyó el primero del presente mes
ante la Honorable Asamblea Nacional, con m<^vo de su
exaltación a la Jefatura del Estado.
Ese importante documento, de tan marcado relieve, que
bien puede considerarse como un resumen de ideas enci-
clopédicas acerca de las ciencias de Politica y de Admi-
nistración, se presta para levantar alrededor de él un fuerte
andamiaje de elevados pensamientos y de nobles sentimientos
14
209
ALBUM PATRIÓTICO
en armonía con la majestad y la grandeza de la GRAN
Patria. Por eso, pues, están nuestro sincero entusiasmo y
nuestra modesta pluma, a las órdenes de los honrados
propósitos del gobernante que así piensa, sencillamente,
pairióticamente: «Una política de leal fraternidad y de
«íntima y verdadera solidaridad, constituye la fórmula de
«acercamiento y de fusión de los cinco Estados; y ella
«preparará, estoy seguro de ello, la evolución nacional de
«que todos anhelamos ver resurgir a Centro -América redi-
«viva, grande y fuerte, civilizada y rica.»
El señor Presidente JWeléndez, como todo buen centro-
americanista, sin POSES mentales de POLÍTICO profesional,
está convencido de que la realización del fúlgido ideal
morazánico, es la salvación y el afianzamiento de la vida
angustiosa y doliente de esta MADRE Nuestra i Centro-
América' para que pueda perdurar en los siglos y en la
historia, contrariando asi el paralelismo de esa fuerza todo-
poderosa, inmensa, infinita, que hace de la selección de los
seres y de las cosas, la fórmula imperativa de todo lo
que existe.
No de otro modo se explica la formación de las especies
en el mundo orgánico, y de las razas y de las naciones en
el mundo de ias relaciones políticas internacionales.
Esa, y no otra, es la razón vital que esplende peren-
nemente' en la conciencia del patriotismo de estos pueblos,
máxime si se piensa que Centro -América, por la ley inelu-
dible de la evolución, está situada actualmente dentro del
círculo de hierro de este dilema fatal e incontrarrestable:
lU Unión y la Paz, o la Muerte! Y, para hacer tal afirma-
ción no es necesario ser un zahori en eso de desentrañar
el aima compleja y difícil de los problemas políticos y
sociológicos que afectan a nuestros pueblos. La historia, a
este respecto es más elocuente que todos los párrafos de
nuestra prosa lírica y mal forjada. Por eso el señor Presidente
Meléndez, dice así en su MANIFIESTO: «No es posible con-
« seguir ningún progreso, ni siquiera la tranquilidad indis-
«pensable al desarrollo de la vida, sin que la paz y el
« orden público estén sólidamente asegurados y garantizados
«por el imperio de las leyes.»
La experiencia de cerca de cien años de incesante
convulsionismo fratricida, es aterradora, innegable y aplastante
210
ALBUM PATRIÓTICO
en armonía con la majestad y la grandeza de la GRAN
Patria. Por eso, pues, están nuestro sincero entusiasmo y
nuestra modesta pluma, a las órdenes de los honrados
propósitos del gobernante que así piensa, sencillamente,
pairióticamente : «Una política de leal fraternidad y de
«íntima y verdadera solidaridad, constituye la formula de
«acercamiento y de fusión de los cinco Estados; y ella
«preparará, estoy seguro de ello, la evolución nacional de
«que todos anhelamos ver resurgir a Centro- América redi-
«viva, grande y fuerte, civilizada y rica.»
El señor Presidente Meléndez, como toilo buen centro-
americanista, sin POSES mentales de POLÍTICO PROFESIONAL,
está convencido de que la realización del fúlgido ideal
morazánico, es la salvación y el afianzamiento de la vida
angustiosa y doliente de esta MADRE NUESTRA ¡Centro-
América' para que pueda perdurar en los siglos y en la
historia contrariando así el paralelismo de esa fuerza todo-
poderosa, inmensa, infinita, que hace de la selección de los
seres y de las cosas, la fórmula imperativa de todo lo
que existe.
No de otro modo se explica la formación de las especies
en el mundo orgánico, y de las razas y de las naciones en
el mundo de las relaciones políticas internacionales.
Esa y no otra, es la razón vital que esplende peren-
nemente' en la conciencia del patriotismo de estos pueblos,
máxime si se piensa que Centro- América, por la ley inelu-
dible de la evolución, está situada actualmente dentro del
círculo de hierro de este dilema fatal e incontrarrestable:
¡La Unión y la Paz, o la Muerte! Y, para hacer tal afirma-
ción no es necesario ser un zahori en eso de desentrañar
el aima compleja y difícil de los problemas políticos y
sociológicos que afectan a nuestros pueblos. La historia, a
este respecto es más elocuente que todos los párrafos de
nuestra prosa 'lírica y mal forjada. Por eso el señor Presidente
Meléndez dice así en su MANIFIESTO: «No es posible con-
« seguir ringún progreso, ni siquiera la tranquilidad indis-
«pensable al desarrollo de la vida, sin que la paz y el
«orden público estén sólidamente asegurados y garanüzados
«por el imperio de las leyes.»
U experiencia de cerca de cien años de incesante
convulsionismo fratricida, es aterradora, innegable y aplastante
210
ALBUM PATRIÓTICO
con sus lecciones sangrientas de odios parroquiales y de
miserias sin cuento.
Todo un evangelio de verdad y de sinceridad repubiicana
contiene el siguiente párrafo del MANIFIESTO PRESIDENCIAL:
. La primera condición del reinado de las instituciones libres
«radica, en todo pais culto, en el respeto a la ley y en el
«cumplimiento de los deberes cívicos, entre los cuales cul-
«mina el que impone a los ciudadanos la obligación de
«acatar a las autoridades legitimas y de no traspasar el
«limite del derecho propio para no invadir la esfera positiva
«del derecho ageno. » ^ j ,
En esta concepción, impera, precisamente, el secreto del
equilibrio institucional de las leyes con relación al medio
ambiente de las colectividades humanas en su existencia
política y iuridica. Porque, de lo contrario, ¿qué otra cosa
significa la falta del cumplimiento de los deberes cívicos y
el no respeto que debemos a las leyes, en su mas amplia
e imparcial aplicación? Esto implica, naturalmente, la des-
armonía y el gran conflicto en que se agitan las sociedades
desorganizadas e imprevisoras que no han logrado encauzar
el alma de las muchedumbres dentro de las normas jurídicas
del Derecho y de la Justicia. A eso se debe el aparecimiento
de ios pueblos raquíticos y desorbitados que se precipitan
irremediablemente hacia el negro báratro de la anarquía,
impulsados por las mismas leyes de la evolución y por
el atropello de las razas y de las naciones bien organizadas
que se encaminan triunfalmente a la conquista de sus
grandes destinos.
•«*
Es una verdad axiomática, que la educación de ios
pueblos constituye la columna vertebral en el organismo
de los mismos, toda vez de que, a su benéfico intlujo, los
individuos se transforman, de rebaños explotables por todas
las supersticiones e ignorancias, en seres conscientes de
sus derechos y deberes para con la colectividad a que
pertenecen De esta virtud cardinal — la cultura cívica — que
alguien ha llamado la médula de las razas, ha nacido la
conciencia y el heroísmo de las naciones que hoy se dis-
putan la supremacía en la enorme concurrencia del mundo.
El ejemplo de Alemania, acerca de este orden de ideas, es
concluyente e inapelable. Y, si no, recordemos lo que a este
212
I
ALBUM PATRIÓTICO
con sus lecciones sangrientas de odios parroquiales y de
miserias sin cuento.
Todo un evangelio de verdad y de sinceridad repubticana
contiene el siguiente párrafo del MANIFIESTO PRESIDENCIAL:
«La primera condición del reinado de las instituciones libres
«radica, en todo pais culto, en el respeto a la ley y en el
«cumplimiento de los deberes cívicos, entre los cuales cul-
«mina el que impone a los ciudadanos la obligación de
«acatar a las autoridades legitimas y de no traspasar el
«límite del derecho propio para no invadir la esfera positiva
«del derecho ageno.»
En esta concepción, impera, precisamente, el secreto del
equilibrio institucional de las leyes con relación al medio
ambiente de las colectividades humanas en su existencia
política V jurídica. Porque, de lo contrario, ¿qué otra cosa
significa'la falta del cumplimiento de los deberes cívicos y
el no respeto que debemos a las leyes, en su más amplia
e imparcial aplicación? Esto implica, naturalmente, 'a des-
armonía y el gran conflicto en que se agitan las sociedades
desorganizadas e imprevisoras que no han logrado encauzar
el alma de las muchedumbres dentro de las normas jurídicas
del Derecho y de [ajusticia. A eso se debe el aparecimiento
de los pueblos raquíticos y desorbitados que se precipitan
irremediablemente hacia el negro báratro de la anarquía,
impulsados por las mismas leyes de la evolución y por
el atropello de las razas y de las naciones bien organizadas
que se encaminan triunfalmente a la conquista de sus
grandes destinos.
***
Es una verdad axiomática, que la educación de los
pueblos constituye la columna vertebral en el organismo
de los mismos, toda vez de que, a su benéñco influjo, os
individuos se transforman, de rebaños explotables por todas
las supersticiones e ignorancias, en seres conscientes de
sus derechos y deberes para con la colectividad a que
pertenecen De esta virtud cardinal— la cultura cívica — que
alguien ha llamado la médula de las razas, ha nacido la
conciencia y el heroísmo de las naciones que hoy se dis-
putan la supremacía en la enorme concurrencia del mundo.
El ejemplo de Alemania, acerca de este orden de ideas, es
concluyente e inapelable. Y, si no, recordemos lo que a este
212
ALBUM PATRIÓTICO
respecto aseguraba el célebre Canciller de Hierro, Conde
de Bismack, cuando decía épicamente, que el triunfo de
Alemania sobre Francia, en la guerra del 70, se debía al
maestro de escuela, al forjador de almas, como llamaba a
éste Víctor Hugo.
Por eso, el actual Jefe del Estado, inspirado en los
mejores anhelos por el progreso de la cultura nacional,
ha dicho así en el mencionado documento: «De mi sé decir,
«que no concibo la república democrática sin la formación
«de ciudadanos conscientes de sus responsabilidades en el
«cumplimiento de sus importantes y múltiples deberes cívi-
«cos, y tampoco creo que pueda inculcarse al ciudadano
«la noción de estos deberes, si en la escuela primaria no
«se toma empeño en formarle el carácter y enseñarle el alto
«ministerio cívico que está llamado a desempeñar como
«ciudadano de un país libre y como miembro del cuerpo
«electoral — fuente y raíz de todo poder soberano y de toda
«autoridad legitima en los países de sistema constitucional
«republicano, como el nuestro.»
«Por tanto, mi actuación patriótica en lo que a la pú-
«blica instrucción se refiere, es y debe ser amplia y eficaz-
«mente práctica, para levantar el nivel de instrucción y de
«cultura ética en las masas y aún de las clases directoras
«de la sociedad.»
«Si logramos que con sinceridad y positivo empeño se
«imparta a la juventud estudiosa una enseñanza sólida y
«de orientaciones modernistas, que contribuya eficientemente
«a desarrollar la dignidad moral del carácter y la conciencia
«firme del cumplimiento del deber, habremos hecho obra de
«patriotas y contribuido a salvar al país del mayor de sus
«peligros: la degeneración del carácter y de las costumbres
«de los ciudadanos, cuyo abatimiento y depresión incontes-
«table comprometería el bienestar presente y el porvenir
• de la Nación. »
«La enseñanza pública, pues, en todos sus órdenes y
«grados, hallará en mí un apóstol ferviente y un admirador
«convencido y entusiasta.»
No cabe duda de que la misión polílica y social del
maestro de escuela, es marcadamente trascendental en la
formación del carácter de los pueblos, toda vez de que su
sagrado apostolado encuentra en el alma de la niñez un
terreno feraz y limpio de mandrágoras, y la simiente fecun-
214
ALBUM PATMÓTKX)
dante de su verbo liberatriz y de su ejemplo edificante, se
arraiga fuertemente en el surco prístino, fresco y palpitante
de la psiquis juvenil.
Por eso el señor Presidente Meléndez, con su patrio-
tismo sereno y práctico, que en verdad le honra altamente,
se ha preocupado, como es debido, por el adelanto de la
instrucción pública nacional, durante su interinato, y, al
efecto, a su enérgico impulso, se han introducido varias
• importantes mejoras en ese Ramo de la Administración Pú-
blica, como puede verse en la última Memoria presentada
al Congreso Nacional por el Ministerio respectivo. Es, pues,
en tal sentido, que no es aventurado barruntar que El
Salvador tendrá en el señor Presidente Meléndez a^ un es-
forzado y convencido paladín de su enseñanza pública.
Como un complemento de su vasto programa de go-
bierno, con relación al estímulo y a la preparación del pue-
blo para el triunfo en la lucha por la vida, ha diclio asi el
digno Jefe del Estado: «Y mi entusiasmo por el perfeccio-
«namiento de nuestras artes y oficios y por hacer más
«provechoso y lucrativo el trabajo industrial de nuestros
«artesanos con la mayor perfección de los artefactos nacio-
«nales, ha de llegar hasta enviar a los centros industriales
«europeos a algunos de aquellos jóvenes artesanos que se
«distingan por su moralidad y aptitudes, para que adquie-
«ran el aprendizaje artístico que ha hecho de la moderna
«industria una fuente de producción de obras, verdadera-
« mente útiles y bellas.»
Bien comprende el gol>emante salvadoreño, que el es-
timulo y la protección para el desarrollo de las actividades
e iniciativas nacionales, es uno de los principales deberes
de los buenos conductores de las naciones que aspiran a
desacirse de las garras de la esclavitud económica e indus-
trial, para no extinguirse, como así les sucede, irremedia-
blemente, a las colectividades sin ambiciones de prosperidad
y sin impulsos bravios por descubrir nuevos y espléndidos
horizontes en las lides infinitas del trabajo regenerador.
Por eso, bien puede afirmarse: que los pueblos más labo-
riosos y más conscientes de sus funciones políticas y so-
ciales, son los que están menos expuestos a sufrir los
bárbaros horrores y las sangrientas expoliaciones de la con-
quista, en cualquiera de sos formas. Y El Salvador, en
Centro -América, es» a este r^pecto, una gloriosa excepción.
215
ALBUM PATRIÓTICO
tanto por la división y el intenso laboreo de su rico terri-
torio, como por la actividad y el heroísmo legendario de
sus hijos.
***
Es indudable que el señor Presidente Meléndez, cono-
ciendo bastante de cerca las inagotables fuentes de riqueza
con que cuenta la Nación, lo mismo que sus fértiles re-
cursos agrícolas, se esfuerce, como es natural, por conse-
guir «la mejora y protección de sus sagrados intereses,
«que son también los intereses más caros del país, ya que
«es esencialmente agricultor.» Por eso dice asi el distin-
guido funcionario: «Otro de los proyectos que abrigo en
«pro de nuestra agricultura, es el mejoramiento intensivo y
«extensivo del cuULko de nuestros granos y cereales, por
«un sistema de irrigación artificial, prudentemente calculado
«y en la medida de las posibilidades del Erario Nacional. »
Con tales perspectivas, como se comprende, la Admi-
nistración Pública, con sus patrióticas y honradas iniciati-
vas, en tal sentido, contribuirá a la elevada misión de abrir
nuevos y más extensos derroteros, no solamente a las
actividades agrícolas, sino también al espíritu creador y
laborante de las ciencias, las letras, las industrias y las
artes, siendo así que, como lo deiQuestran elocuentemente
la Historia y la Sociología, las colectividades que cuentan
con más medios de subsistencia, que gozan del don mara-
villoso de la previsión y que guardan en sus graneros el
oro de la vida y del trabajo, son las que están mejor pre-
paradas para darse una cultura superior y para vencer en
el gran torneo de todas las actividades humanas. Los pue-
blos que se alimentan más sólidamente son los que tienen
mayores probabilidades de triunfar en la inmensa lucha de
la selección y del progreso. De ahí, pues, que nos expli-
quemos claramente la certeza del célebre aforismo griego:
Mens sana in corpore sano.
Si nos detenemos a contemplar la actual situación eco-
nómica del mundo, por efecto de la guerra europea, bien
podemos asegurar que El Salvador, es üno de los prósperos
paises de nuestra América, que menos ha sufrido, relativa-
mente, el desequilibrio financiero que ha llevado a otros a
las puertas de la bancarrota y de la anarquía asoladora.
Esto, como se entiende, es consolador y altamente edifican-
te, no solamente para el prestigio moral y material de la
216
Volcán de Izalcc—Sonsonate.— El Salvador.
ALBUM PATRIÓTICO
tanto por la división y el intenso laboreo de su rico terri-
torio, como por la actividad y el heroísmo legendario de
sus hijos.
***
Es indudable que el señor Presidente Meléndez, cono-
ciendo bastante de cerca las inagotables fuentes de riqueza
con que cuenta la Nación, lo mismo que sus fértiles re-
cursos agrícolas, se esfuerce, como es natural, por conse-
guir «la mejora y protección de sus sagrados intereses,
«que son también los intereses más caros del país, ya que
«es esencialmente agricultor,» Por eso dice así el distin-
guido funcionario: *Otro de los proyectos que abrigo en
«pro de nuestra agricultura, es el mejoramiento intensivo y
«extensivo del cultivo de nuestros granos y cereales, por
«un sistema de irrigación artificial, prudentemente calculado
«y en la medida de las posibilidades del Erario Nacional.»
Con tales perspectivas, como se comprende, la Admi-
nistración Pública, con sus patrióticas y hcnradas iniciati-
vas, en tal sentido, contribuirá a la elevada misión de abrir
nuevos y más extensos derroteros, no solamente a las
actividades agrícolas, sino también al espíritu creador y
laborante de las ciencias, las letras, las industrias y las
artes, siendo así que, como lo demuestran elocuentemente
la Historia y la Sociología, las colectividades que cuentan
con más medios de subsistencia, que gozan del don mara-
villoso de la previsión y que guardan en sus graneros el
oro de la vida y del trabajo, son las que están mejor pre-
paradas para darse una cultura superior y para vencer en
el gran torneo de todas las actividades humanas. Los pue-
blos que se alimentan más sólidamente son los que tienen
mayores probabilidades de triunfar en la inmensa lucha de
la selección y del progreso. De ahí, pues, que nos expli-
quemos claramente la certeza del célebre aforismo griego:
Mens sana in corpore sano.
Si nos detenemos a contemplar la actual situación eco-
nómica del mundo, por efecto de la guerra europea, bien
podemos asegurar que El Salvador, es uno de los prósperos
países de nuestra América, que menos ha sufrido, relativa-
mente, el desequilibrio financiero que ha llevado a otros a
las puertas de la bancarrota y de la anarquía asoladora.
Esto, como se entiende, es consolador y altamente edifican-
te, no solamente para el prestigio moral y material de la
216
Volcán de Izaico. — Sonsonate.— El Salvador.
ALBUM PATRIÓTICO
Nación, sino también para poder aquilatar el patriotismo y
la honredez administrativa de su actual gobernante, quien,
con tal propósito, ha dicho: «Sería, pues, el mayor de los
«atentados y la temeridad más punible, si se pensara siquie-
«ra en desvirtuar nuestros medios de circulación y cambio,
«insinuando la idea insidiosa y pérfida del establecimiento
«del billete incontrovertible del Estado, cualquiera que pu-
«diera ser la forma velada de su implantamiento.»
«De mí sé decir, que podría pasar hasta por el más
«duro de los extremos, antes que contribuir a la ruina del
«país en esa forma tan desastrosa, y, felizmente, absolu-
«tamente innecesaria en un país de los recursos económicos
«del nuestro y ia actividad industrial positivamente asom-
«brosa del Pueblo Salvadoreño.»
La política monetaria del señor Presidente Meléndez,
en su período administrativo, tiene que ser diáfana y pro-
vechosa para el pais, lo cual se desprende, lógicamente,
de las honrosas pruebas que dió, durante el interinato en
que desempeñó la Jefatura del Estado. Tal aseveración está
en la conciencia de la mayoría de los salvadoreños bien
intencionados y libres de los apasionamientos del momento.
««•
Al escribir estas modestas cuartillas, con el más sano
propósito, alrededor del MANIFIESTO PRESIDENCIAL, ha sido
con el elevado sentimiento de consagrar nuestro sincero
voto de aplauso y de franca admiración al gobernante que,
en la hora nona del patriotismo centroamericano, ha tenido
la entereza y, al mismo tiempo, la altivez legendaria de El
Salvador, para decir así, con un gesto de máximo denuedo :
«Mi patriotismo y mi honor deben empeñarse en mantener
«incólume la dignidad de la República, que debe perseguir
«sin vacilaciones la nobte magistratura que la historia le ha
«conferido, dentro del concierto de los pueblos del Istmo,
«para constituirse en centinela avanzado de los destinos
«centroamericanos, sin medir las responsabilidades ni mirar
«al sacrificio ni al peligro.»
Todo el más puro idealismo de los románticos empeños
por el triunfo definitivo del gran pensamiento de NUESTRO
SEÑOR DON FRANCISCO MORAZÁN; todo el fervor de nuestra
juventud exaltada al calor de la santa contienda por la gran-
218
ALBUM PATRIÓTICO
deza y la dignidad de Centro-América— todo — nuestro es-
píritu, nuestro constante bregar por el glorioso y todopo-
deroso ideal de nuestros mayores, se ha conmovido ante el
civismo y la convicción patriótica de ese pensamiento lapi-
dario y magnífico del señor Presidente Meléndez. El, como
inspirado en la esplendorosa tradición política de El Salvador
—el hijo mayor de la Libertad de Centro- América— ha sin-
tetizado en unas pocas palabras de oro, de hierro y de
mármol, el alma quijotesca y bravia del pueblo que ^está
llamado, por mandato de Dios, a "constituirse en centmela
avanzado de los destinos centroamericanos."
¡Bienaventurados sean los pueblos que tienen conciencia
de su misión histórica, porque de ellos es el reino de la Li-
bertad !
SALVADOR TURCIOS R.
Centro- América.— San Salvador, 15 de marzo de 1915.
LA PROXIMA TRASMISION DEL PODEP.
EJECUTIVO DE EL SALVADOPv
Pasado mañana, ÍV de marzo, previa protesta constitu-
cional, tomará posesión de la Presidencia de la República
el honorable ciudadano don Carlos Meléndez, electo por la
inmensa mayoria del pueblo salvadoreño para regir los des-
tinos de la Patria durante el próximo periodo.
Durante el año y medio que desempeñó ese alto pues-
to en concepto de Designado, dió a conocer el señor Me-
léndez sus grandes dotes de gobernante honrado y respetuo-
so a la ley. El país tuvo oportunidad de palpar las cuali-
dades que lo adornan y de ahí que su antiguo prestigio se
cimentara y que su candidatura fuera popularmente aceptada.
El Salvador está de plácemes, porque con la exaltación
de don Carlos Meléndez a ia Presidencia de la República
ve afianzado un período de paz interior y exterior, una era
de honradez política y administrativa y de progreso en to-
dos los órdenes de la actividad nacional.
Hombre versado en la difícil ciencia económica, sabrá
conducir el Erario público por el camino menos escabroso
en estos tiempos de angustia financiera; y mediante sus ges-
219
ALftUM PATRIÓTICO
tiones patrióticas, no dudamos que, la situación mejorará
notablemente.
El país se regocija de haber solucionado su difícil pro-
blema electoral de manera tan satisfactoria, pues nunca co-
mo hoy se habrá sentido tan seguro del porvenir, teniendo
como jefe del gobierno a un preclaro ciudadano que velará
fielmente por sus intereses.
Llegue el señor Meléndez en momento feliz al elevado
puesto a donde lo llevan sus indiscutibles méritos y la vo-
luntad nacional ampliamente manifestada en los comicios, y
y que las aspiraciones del pueblo se vean colmadas.
Si acertado estuvo el pueblo salvadoreño al elegir Pre-
sidente de la República a don Carlos Meléndez, no lo estu-
vo menos al elegir Vicepresidente al doctor Alfonso Quiñó-
nez Molina, ciudadano patriota, honrado y eminentemente
apto para tan alto puesto.
La Carta fudamental de la Nación, previsora para que
el funcionamiento del organismo político no sufra interrup-
ción en un caso desgraciado— que quiera Dios que no
ocurra,— estatuye que haya un Vicepresidente de la Repú-
blica; y pocas veces como esta la designación habrá estado
tan en consonancia con las aspiraciones públicas.
El Dr. don Alfonso Quiñónez Molina reúne todas las
cualidades del ciudadano Uamado a gobernar pueblos. Lo
hemos visto en el interinato actual, dar la nota más alta de
competencia para salvar al país de la crisis que parecía
arrastrarlo por las circunstancias que todos conocemos.
Sólo ese tacto político es una recomendación apreciable.
Pero además de eso hay muchos puntos de vista que lo
presentan como un estadista de gran talla. Su Gobierno ha
sido fecundo en bienes para la Patria, la cual sabrá agra-
decerlos debidamente.
De antiguo, el país entero veia en el doctor Quiñónez M.
a un ciudadano de grandes capacidades, pues siempre se
distinguió en sus puestos como funcionario predestinado pa-
ra escalar altas jerarquías por sus relevantes méritos, por su
amplio criterio y por su honradez.
El interinato de su gobierno nos lo ha acabado de re-
velar, y al descender de la Primera Magistratura de la Re-
pública, debe llevar la satisfacción de que el país ha sabi-
do apreciar su labor, premiándola con su elección de Vice-
presidente.
220
ALBUM PATRIÓTICO
tienes patrióticas, no dudamos que, la situación mejorará
notablemente.
El país se regocija de haber solucionado su difícil pro-
blema electoral de manera tan satisfactoria, pues nunca co-
mo hoy se habrá sentido tan seguro del porvenir, teniendo
como jefe del gobierno a un preclaro ciudadano que velará
fielmente por sus intereses.
Llegue el señor Meléndez en momento feliz al elevado
puesto a donde lo llevan sus indiscutibles méritos y la vo-
luntad nacional ampliamente manifestada en los comicios, y
y que las aspiraciones del pueblo se vean colmadas.
Si acertado estuvo el pueblo salvadoreño al elegir Pre-
sidente de la República a don Carlos Meléndez, no lo estu-
vo menos al elegir Vicepresidente al doctor Alfonso Quiñó-
nez Molina, ciudadano patriota, honrado y eminentemente
apto para tan alto puesto.
La Carta fudamental de la Nación, previsora para que
el funcionamiento del organismo político no sufra interrup-
ción en un caso desgraciado — que quiera Dios que no
ocurra,— estatuye que haya un Vicepresidente de la Repú-
blica; y pocas veces corro esta la designación habrá estado
tan en consonancia con las aspiraciones públicas.
El Dr. don Alfonso Quiñónez Molina reúne todas las
cualidades del ciudadano Mamado a gobernar pueblos. Lo
hemos visto en el interinato actual, dar la nota más alta de
competencia para salvar al país de la crisis que parcela
arrastrarlo por las circunstancias que todos conocemos.
Sólo ese tacto político es una recomendación apreciable.
Pero además de eso hay muchos puntos de vista que lo
presentan como un estadista de gran talla. Su Gobierno ha
sido fecundo en bienes para la Patria, la cual sabrá agra-
decerlos debidamente.
De antiguo, el país entero veía en el doctor Quiñónez M.
a un ciudadano de grandes capacidades, pues siempre se
distinguió en sus puestos como funcionario predestinado pa-
ra escalar altas jerarquías por sus relevantes méritos, por su
amplio criterio y por su honradez.
El interinato de su gobierno nos lo ha acabado de re-
velar, y al descender de la Primera Magistratura de la Re-
pública, debe llevar la satisfacción de que el país ha sabi-
do apreciar su labor, premiándola con su elección de Vice-
presidente.
220
LA TRANSMISION DEL PODER SUPREMO
0£ LA REPUBLICA
UMA RRAOXIOA f»ROV«úO MOaA DK NUBOTRO
eiaxBMA ooNamruoioNAt-
Los publicistas del siglo XVIII, que establecieron los
cánones del credo democrático y formularon los principios
substantivos de la libertad política y civil, tuvieron la ad-
mirable intuición de comprender que la permanencia en el
ejercicio del Poder Supremo, de! mismo personal del Gobierno,
gasta los resortes de las instituciones y las fuerzas morales
de quienes lo ejercen.
Este axioma, que el inmortal Montesquieu puso en evi-
dencia, ha venido a ser una de las bases fundamentales de
la organización republicana y democrática de las jóvenes
nacionalidades de este Continente.
Por manera, pues, que la sucesión de los hombres pú-
blicos más connotados de un país republicano, en las altas
dignidades del Gobierno— lo que todos llamamos la alterna-
bilidad del Poder— es la esencia intangible del espíritu de
las instituciones democráticas. La escuela radical del libera-
lismo americano llevó las exigencias de ese axioma político
a todos los órdenes de la jerarquía política y administrativa
^n que se condensan los servicios públicos de los Gobiernos
republicanos.
Estos precedentes teóricos nos explican a maravilla la
tendencia firme y constante que aparece en nuestra historia
constitucional, para hacer prevalecer el principio invulnerable
de la alternabilidad en el ejercicio del Poder Público.
Si tuviésemos tiempo y espacio para ello, y si no fuese
impropio de este órgano oficial, hartamos fácilmente la his-
toria de las vicisitudes por las cuales ha atravesado la de-
222
ALBUM PATRIÓTICO
mocracia salvadoreña, en orden al cumplimiento o violación
•del principio que antes hemos consignado.
Y, resumiendo en síntesis concreta la tesis que venimos
desarrollando, puede decirse— sin temor de padecer una equi-
vocación flagrante— que la historia de nuestro sistema constitu-
cional y de nuestras libertades públicas, se condensa en las
evoluciones orgánicas que el principio déla alternabilidad en
el Poder Público ha seguido durante el decurso de nuestra
vida nacional independiente.
Pues bien: hoy, en este día, se acaba de verificar una
•confirmación más, de la eficiencia de ese principio— alma y
substancia de las instituciones republicanas— al recibir cum-
plida aplicación el precepto fundamental de nuestra Constitu-
ción Política, que limita los poderes legales del Presidente de
la República por el término indefectible de cuatro años, sin
reelección posible en la persona que ejerza la Suprema Ma-
:gistratura de la República.
Tales son las consideraciones sumarias que surgen a la
mente del periodista oficial, al consignar el hecho trascenden*
talisimo que acabamos de presenciar en este día histórico.
Nadie ignora que las evoluciones de la conciencia nado-
nal han venido preparando— merced a la virilidad del pueblo
salvadoreño y a su fe en la virtualidad de los principios
constitucionales— un terreno propicio para que se verifique,
sin estremecimientos convulsionarios y antipatrióticos, la su-
•cesión del Mando Supremo en la Presidencia de la República-
problema el más grave y pavoroso que apenas hace pocos
lustros se presentaba a la contemplación de nuestros hombres
públicos y al querer de nuestras masas populares.
Pues bien, ese problema pavoroso, ha quedado hoy
resuelto en la forma más satisfactoria y pacifica.
La voluntad nacional, merced al patriotismo del doctor
Quiñónez Molina, ha recibido su más legitima y espontánea
consagración en las elecciones últimas de enero, condensando
en el voto popular a favor de uno de sus más preclaros ciu-
dadanos, la esperanza más noble del patriotismo nacional.
Para dar pleno y absoluto cumplimiento a las ejecutorias
de esa voluntad nacional, que quiere y manda que un hombre
de los prestigios de don Carlos Meléndez, sea el guardián fiel
de los destinos nacionales, verificóse hoy la entrega del
Poder Público, que el Encargado interino de la Presidencia
hizo en la persona del ungido de los pueblos.
223
ALBUM PATRIÓTICO
Ya el público de nuestros lectores conoce cuáles bañado
las ceremonias solemnes y patrióticas que han consagrado ese
gran acontecimiento de la Democracia salvadoreña, y, en pre-
sencia de lo magnifico del acto constitucional que acaba de
cumplirse, y mirando hacia el porvenir las grandes proyeccio-
nes que él ha de significar en la consolidación del régimen
constitucional y de las libertades públicas, apenas si nos queda,
débiles cronistas de la voluntad nacional, un aliento personal
para cooperar al entusiasmo patriótico, que en esta forma
consagre el triunfo de la voluntad del Pueblo Salvadoreño.
Nota simpática en la evolución de los grandes aconteci-
mientos de este día, ha sido la forma espontánea con que la
Iglesia Nacional Salvadoreña ha querido también consagrar
los triunfos déla voluntad popular, invitando a un Te Deum
extraoficial después de las ceremonias protocolarias, que todos
hemos presenciado. ..... i
No puede el órgano oficial dejar desapercibido el alcance
profundo y el gran sentido práctico que informa el Manifiesto
del señor Presidente Meléndez— que en otro lugai de este Dia-
rio reproducimos — y que condensa — podemos decirlo, sin
temor de equivocarnos— todos los anhelos y las aspiraciones
máximas de la voluntad nacional, en este momento histórico
para el Pueblo Salvadoreño. • . . ^
Y, para concluir, no nos queda sino la satisfacaón de
haber hecho que se registre en las columnas de este órgano
oficial, uno de los acontecimientos más trascendentales de la
vida democrática del país, y, en consecuencia, es justo que^
como ciudadanos, tributemos el homenaje de nuestra ad-
miración y de nuestro cariño, al ciudadano integérrimo que
tanto ha contribuido a este triunfo de las instituciones li-
bres, es decir, al señor doctor don Alfonso Quiñónez Mo-
lina.
(Del «Diario Oficial»)
224
PEN/AMIENTO
DON CARLOS MELENDEZ
Tan conspicua personalidad es acreedora a la estima-
ción del pueblo salvadoreño, por sus cualidades sobrcsaliCB-
tes de estadista y por su reconocida y acrisolada honradez.
Encomendados a tan distinguido patriota los destin<^
de la República, es de esperarse que ésta marche sin vaa-
ladones en el sendero luminoso del proi^eso.
j. iGNApio Salinas.
Chalatenango, 1915.
EL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE
EL SALVADOR
En las monarquías absolutas es timbre glorioso para c!
soberano, ya que pretende ejercer el poder por derecho dK
vino, mostrar una genealogía compuesta de varones msignes
y damas aristocráticas que se pierda— si es posible— cu la»^
hermosas tinieblas de los tiempos heroicos o, por lo menos^
que arranque de alguno de esos invencibles guerreros que
abrieron con la punta de la espada las puertas de una
época nueva o de un periodo lleno de esplendor. De ahí que
todas las dinastías aparezcan rodeadas de una aureola tan
luminosa como el derecho divino, de que emanó su poder. . . . . .
Afortunadamente nosotros, los hijos del Nuevo Mundo^
poseemos otro criterio sobre el origen del Poder Supremo^
y creemos firmemente en la soberanía popular, fundada ca
15
ALBUM PATRIÓTICO
los tres grandes principios de libertad, igualdad y fraternidad
de los hombres, manifestada a la luz del sol en los comi-
cios electorales, después de propagandas hechas al aire libre,
ora en los clubs, en donde los ciudadanos discuten sus
derechos, o bien en las columnas de las hojas periódicas,
en donde la opinión pública se manifiesta clara y distinta,
o ataviada con las formas maravillosas del lenguaje de los
grandes pensadores. Y, si bien es cierto que algunas veces,
en varias ocasiones se abusa del poder, comprimiendo, por
la fuerza o por la astucia, tan primordial derecho, también
lo es que ese mismo abuso viene a servir después de com-
bustible para alimentar la hoguera de la indignación popular.
Desde el año de 1821, en que los pueblos centroameri-
canos proclamaron su independencia, no habia atravesado
El Salvador una época tan bonancible como la presente, po-
líticamente hablando.
Todos los viejos partidos que antes se disputasen el
poder en procesos sangrientos, han renunciado a la prepon-
derancia en esta ocasión. La modesta cultura que hemos
venido conquistando con afán tesonero, nos pone a igual
nivel que otros pueblos más grandes y populosos de la
misma raza: la era délas revueltas y asonadas escandalosas,
ha pasado y aunque con grandes esfuerzos y sacrificios hemos
ll^do a una situación bonancible bajo todos aspectos:
material y moral, político, económico y social.
A la consecución de tan altos fines ha contribuido la
plena confianza que el pueblo tiene en la conspicua perso-
nalidad del ciudadano don Garios Meléndez, quien ha dado
tantas pruebas de abnegación y patriotismo, que nadie duda
de su labor proficua.
Llegó la fecha en que tome posesión de su elevado cargo,
de acuerdo con el texto de nuestra ley constitutiva, i Loado
sea Dios 1
LA ADMINISTRACION MELENDEZ
Y LA PAZ CENTROAMERICANA
Estudiábamos hace poco la Administración Meléndez
baio el aspecto hacendario, y hacíamos ver cuán provecho-
sa ha sido para El Salvador su actuación administrativa.
226
ALBUM PATRróTiGO
los tres grandes principios de libertad, igualdad y fraternidad
de los hombres, manifestada a la luz del sol en los comi-
cios electorales, después de propagandas hechas al aire libre,
ora en los clubs, en donde los ciudadanos discuten sus
derechos, o bien en las columnas de las hojas periódicas,
en donde la opinión pública se manifiesta clara y distinta,
o ataviada con las formas maravillosas del lenguaje de los
grandes pensadores. Y, si bien es cierto que algunas veces,
en varias ocasiones se abusa del poder, comprimiendo, por
la fuerza o por !a astucia, tan primordial derecho, también
lo es que ese mismo abuso viene a servir después de com-
bustible para alimentarla hoguera déla indignación popular.
Desde el año de 1821, en que los pueblos centroameri-
canos proclamaron su independencia, no había atravesado
El Salvador una época tan bonancible como la presente, po-
líticamente hablando.
Todos los viejos partidos que antes se disputasen el
poder en procesos sangrientos, han renunciado a la prepon-
derancia en esta ocasión. La modesta cultura que hemos
venido conquistando con afán tesonero, nos pone a igual
nivel que oíros pueblos más grandes y populosos de la
misma raza: la era de las revueltas y asonadas escandalosas,
ha pasado y aunque con grandes esfuerzos y sacrificios hemos
llegado a una situación bonancible bajo todos aspectos:
material y moral, político, económico y social.
A la consecución de tan altos fines ha contribuido la
plena confianza que el pueblo tiens en la conspicua perso-
nalidad del ciudadano don Carlos Meléndez, quien ha dado
tantas pruebas de abnegación y patriotismo, que nadie duda
de su labor proficua.
Llegó la fecha en que tome posesión de su elevado cargo,
de acuerdo con el texto de nuestra ley constitutiva. ¡Loado
sea Dios 1
LA ADMINISTRACION MELENDEIZ
Y LA PAZ centroame:ricana
Estudiábamos hace poco la Administración Meléndez
bajo el aspecto hacendario, y hacíamos ver cuan provecho-
sa ha sido para El Salvador su actuación administrativa.
226
o
•a
s
c
C/2
■r.
U
ALBUM PATRIÓTICO
Efectivamente, basta hacer un paralelo entre los ingre-
sos y las erogaciones nacionales durante el corto lapso de
tiempo en que el señor Meléndez ha manejado las riendas
del Estado, para que se vea la notable diferencia que arro-
jan a favor del Fisco los ingresos rentísticos, y cuánta eco-
nomía, cuánta pureza ha habido en su distribución en los
diversos ramos administrativos. .
Durante el tiempo que el señor Meléndez, como Desig-
nado a la Presidencia, ejerció el Poder Supremo, fueron dig-
nas de notarse varias tendencias políticas y sociales, que
pueden sii-tetizarse así:
1? — Centroamericana.
2? —Tranquilidad interior y
3?_Poca política y mucha Administración.
Vamos, aunque a la ligera, a considerarías separadamente:
I
La Paz Centroamericana depende en gran parte de la
actuación administrativa de El Salvador, tanto por la situa-
ción geográfica como por los antecedentes históricos de di-
cho Estado. Siempre que los salvadoreños han sido gober-
nados por hombres cívicos, hánse cultivado sinceras rela-
ciones con los Estados vecinos; lo cual no tiene nada de
extraño, y si, mucho de lógico, porque todo hombre, puesto
al frente de los destinos de un pueblo, se esfuerza por ha-
cer prevalecer sus principios y colmar sus aspiraciones. To-
do lo contrario ha acontecido cuando han llegado a la pri-
mera Magistratura hombres de espíritu guerrero: amantes
de las glorias que se recogen en los campos de Marte, han
arrastrado a este heroico pueblo al sacrificio, como lo hi-
cieron, sin ir más lejos, los Presidentes (jonzález, Ezeta y
Regalado, para sólo citar jefes de nuestra Historia Contem-
poránea.
II
La tranquilidad interior depende, asi mismo, de la ac-
tuación gubernativa. Cuando un gobernante tiene por norma
la ley y trata de ajustar todos sus actos a los principios
eternos de justicia, los pueblos, por lo regular, no dan oí-
dos a las insinuaciones de los ambiciosos y revolucionarios
de oficio; antes bien, muéstranse fieles a sus mandatarios.
228
ALBUM PATRIÓTICO
Efectivamente, basta hacer un paralelo entre los ingre-
sos y las erogaciones nacionales durante el corto lapso de
tiempo en que el señor Meléndez ha manejado las riendas
del Estado, para que se vea la notable diferencia que arro-
jan a favor del Fisco los ingresos rentísticos, y cuánta eco-
nomía, cuánta pureza ha habido en su distribución en los
diversos ramos administrativos.
Durante el tiempo que el señor Meléndez, como Desig-
nado a la Presidencia, ejerció el Poder Supremo, fueron dig-
nas de notarse varias tendencias políticas y sociales, que
pueden sii'tetizarse así:
1?— Paz Centroamericana.
2?_Tranquiiidad interior y
3a_Poca política y mucha Administración.
Vamos, aunque a la ligera, a considerarlas separadamente:
La Paz Centroamericana depende en gran parte de la
actuación administrativa de El Salvador, tanto por la situa-
ción geográfica como por los antecedentes históricos de di-
cho Estado. Siempre que los salvadoreños han sido gober-
nados por hombres cívicos, hánse cultivado sinceras rela-
ciones con los Estados vecinos; lo cual no tiene nada de
extraño, y si, mucho de lógico, porque todo hombre, puesto
al frente de los destinos de un pueblo, se esfuerza por ha-
cer prevalecer sus principios y colmar sus aspiraciones. To-
do lo contrario ha acontecido cuando han llegado a la pri-
mera Magistratura hombres de espíritu guerrero: amantes
de las glorias que se recogen en los campos de Marte, han
arrastrado a este heroico pueblo al sacrificio, como lo hi-
cieron, sin ir más lejos, los Presidentes (jonzález, Ezeta y
Regalado, para sólo citar jefes de nuestra Historia Contem-
poránea.
La tranquilidad interior depende, asi mismo, de la ac-
tuación gubernativa. Cuando un gobernante tiene por norma
la ley y trata de ajustar todos sus actos a los principios
eternos de justicia, los pueblos, por lo regular, no dan oí-
dos a las insinuaciones de los ambiciosos y revolucionarios
de oficio; antes bien, muéstranse fieles a sus mandatanos. 4-
228
ALBUM PATRIÓTICO
Creemos inoficioso citar elocuentes ejemplos al respec-
to, porque la generación actual ha sido testigo de muchos
de ellos.
La' poca política y mucha Administración es la caracte-
rística principal de los gobernantes honrados y patriotas.
Es por eso que la Administración Meiéndez puede señalarse
como una de las mejores que hemos conocido. Desde que
don Carlos, con ocasión de un hecho trágico de todos co-
nocido, se hizo cargo de la primera Magistratura, ha pues-
to el mayor empeño en cultivar las mejores relaciones coa
los gobiernos de los paises vecinos, los cuales descansan
tanto en su honorabilidad, que, sin pecar de exagerados,,
podemos afirmar que, desde la Independencia hasta nues-
tros dias, nunca los pueblos vecinos han tenido tanta con-
fianza como la tienen hoy, en la sinceridad de nuestras re-
laciones y en la estabilidad de esa política de orden, respe-
to y honorabilidad que caracteriza al actual gobierno salva-
doreiio.
LA ADMINISTRACION MELENDEZ Y LAS
FINANZAS NACIONALES
Es preciso convenir en una cosa: en que han llegada
los tiempos en que la Ciencia económica será irremisible-
mente la principal auxiliar de la Ciencia administrativa
r asi como es un axioma que «El número rige al Uni-
verso» es también un apotegma que «Las buenas finanzas
hacen la buena Administración». Gobierno que desatiende
las finanzas y no pone toda su alma en la plantificación de
un sistemado procedimiento económico, lejos de labrar la
felicidad de los pueblos, contribuye a su ruina. Han pasa-
do los buenos tiempos en que se consideraba como una
felicidad oue hubiera un puchero en todos los hogares los
días festivos: los pueblos modernos marchan hacia el por-
venir empujados por una noble ambición: satisfacer amplia-
mente todas sus necesidades y ver que al fin de cada ano
sus rentas arrojen un superávit para hacer frente a las
eventualidades del porvenir.
230
ALBUM PATRIÓTICO
Creemos inoficioso citar elocuentes ejemplos al respec-
to, porque la generación actual ha sido testigo de muchos
de ellos.
La poca política y mucha Administración es la caracte-
rística principal de los gobernantes honrados y patriotas.
Es por eso que la Administración Meiéndez puede sena.arse
como una de las mejores que hemos conocido. Desde que
don Carlos, con ocasión de un hecho trágico de todos co-
nocido se hizo cargo de la primera Magistratura, ha pues-
to el mayor empeño en cultivar las mejores relaciones con
los i^obiernos de los paises vecinos, los cuales descansan
tanto en su honorabilidad, que, sin pecar de exagerados,
podemos afirmar que, desde la Independencia hasta nues-
tros dias, nunca los pueblos vecinos han tenido tanta con-
fianza como la tienen hoy, en la sinceridad de nuestras re-
laciones y en la estabilidad de esa política de orden, respe-
to y honorabilidad que caracteriza al actual gobierno salva-
doreño.
LA ADMINISTRACION MELENDEZ V LAS
FINANZAS NACIONALES
Es preciso convenir en una cosa: en que han llegad»
los tiempos en que la Ciencia económica será irremisible-
mente la principal auxiliar de la Ciencia administrativa.
Y así como es un axioma que «El número rige al Uni-
verso», es también un apotegma que «Las buenas finanzas
hacen la buena Administración». Gobierno que desatiende
las finanzas y no pone toda su alma en la plantificación de
un sistemado procedimiento económico, lejos de labrar la
felicidad de los pueblos, contribuye a su ruina. Han pasa-
do los buenos tiempos en que se consideraba como una
felicidad oue hubiera i.n puchero en todos los hogares los
dias festivos: los pueblos modernos marchan hacia el por-
venir empujados por una noble ambición: satisfacer amplia-
mente todas sus necesidades y ver que al fin de cada ano
sus rentas arrojen un superávit para hacer frente a las
eventualidades del porvenir.
230
ALBUM PATiadnco
La organización de la Hacienda Pública y la razonada
distribución de sus rentas es el timbre más glorioso de los
gobiernos en esta época de positivismo. Sin buenas finan-
zas no puede haber Administración ordenada y correcta,
marcha progresiva ni seguridad nacional. El honor mismo
de los Estados se afecta por modo serio cuando los com-
promisos contraidos no llegan a realizarse por escasez o
falta de recursos.
Cuando el famoso Colbert, en tiempos de Luis décimo-
cuarto, se hizo cargo de las finanzas, vió que la nación
francesa se encontraba en bancarrota; que el lujo de la
Corte devoraba a la Nación; que solamente sobre el «esta-
do llano, esto es, sobre la clase trabajadora gravitaban las
cargas nacionales, dando esto por resultado que las indus-
trias manuales, la agricultura y el comercio no podían pros-
perar, porque el Fisco las oprimía y ahogaba con impues-
tos exagerados. Fue entonces que aquel insigne estadista
balanceó la producción nacional y las erogaciones adminis-
trativas- y ante el espectro fatídico de una bancarrota se-
gura pidió y obtuvo del Soberano la disminución de las
listas civiles y militares, y la suspensión de las asignaciones
que por razón de privilegio, gozaban algunos «grandes del
reino» y tuvo el valor suficiente de suprimir algunas ero-
gaciones cuantiosas que figuraban en el Presupuesto, rela-
tivas a fiestas palaciegas y hasta las pensiones arbitrarias
a los bufones, cortesanos y demás parásitos que medraban
a la sombra del poder real.
Y si a esto se agrega que fueron creándose nuevas
rentas y foméntandose razonadamente las antiguas, a nadie
sorprenderá que durante el reinado de Luis el Grande la
nación francesa haya comenzado a figurar en primera linea
entre las nacionalidades del Viejo Mundo.
Adrede registramos los expedientes históricos de una
ilustre nación, porque, como dijo Cervantes, «la Historia
es el espejo de lo pasado, la lección de lo presente y la
advertencia de lo porvenir.»
Nuestro país venía hundiéndose desde que, para mal
de nuestras desgracias, un soldado impetuoso, pero escaso
de luces, arrebatóle el poder a otro soldado poco ilustrado,
■ pero bastante honorable. La Deuda de la nación había ve-
nido creciendo sin que el pueblo lo sospechara, hasta el
232
ALBUM PATRIÓTICO
-extremo de obscurecer por completo las esperanzas del pa-
^'*°*'So<)le al Presidente Araujo la gloria de contener la
Ola dev^tadora que ya nos envolvía v de pagar con pun-
tualidad los intereses de una enorme Deuda ; consegu r una
reforma trascendental en la Contrata del Ferrocarril, que
nos amenazaba con otro desastre, y encauzar a la nación
por la senda de la h-norabilidad bien entendida. Su trági-
ca muerte hubiera hundido al país en una sene de lamen-
tables desgracias, a no haber encontrado entre los Designa-
dos a la Presidencia de la República un hombre tan honra-
do querido y respetado, como don Carlos Melendez, que
tuvo la entereza de hacerse cargo del Poder Supremo en
hora tan angustiosa, como llena de horrendas incertidum-
Aparecer en el escenario político el señor Meléndez y
restablecerse la confianza, no solo en el Salvador sino tam-
bién en los Estados vecinos, todo fue uno. Hombres de ^
naturaleza necesitan los pueblos en sus horas de tnbuia-
-ción e incertidumbre.
INDEPENDENCIA DEL MUNICIPÍO
(Para el «AWum Patriótico^)
Arto 117. C. P. — Las Municipalidades, en
el eiercicio de sus funciones, son enteramente
independientes; pero serán responsables por sus
actos, ya como personas jurídicas o iadividuai-
monte, según los casos, etc., etc.
Basta dirigir una mirada hacia el pasado y contemplar
el presente, para que comprendamos el inmenso beneficio
nue reportan las poblaciones con esta Instituaón; pero aun
nos falta mucho todavía para saber apreciar como se debe
este beneficio de la ley. Se ha visto que Municipios funda-
•dos en el precepto Constitucional, han pretendido sobrepo-
nerse a disposiciones generales, con menosprecio de los
fundamentos en que descansan nuestras instituciones demo-
<rát¡cas; y es por esto, que algunas veces ha habido nece-
233
ALBUM PATRtóTICO
sidad de coartar abusos que solo tendrían explicación si.
fuera absoluta la esfera de acción en que han girado los.
asuntos locales. Esta explicación la hemos creído neosana,
porque se trata de perfeccionar las sociedades que forman
la Nación Salvadoreña, haciendo uso de los derechos con-
cedidos por la ley, no de una manera arbitraria, sino ba]o
los principios que rigen la colectividad en general, puesto
que los Municipios forman parte integrante del todo que
se llama República. El que habla, está de acuerdo en que
se haga uso del derecho de libertad, sin llegar al libertinaje
y que los Municipios sean independientes para evitar asi la
centralización Administrativa y los abusos contra los intere-
ses locales- pero asi como estas colectividades necesitan el
apoyo del Gobierno Central, deben caminar de acuerdo en
todo y por todo con las disposiciones generales, porque dfr
lo contrario se contemplaría el mismo caso, que uno de
nuestros miembros se opusiere a las funciones generales del
organismo, que traería por consecuencia el desequilibrio de
las fuerzas vitales, la consunción y quizá la muerte, porque
así como existen en el orden moral y material, leyes impres-
criptibles, existen también en la organización de las Socie-
dades ¿Qué sería dei Municipio que dijera: «Pongo aL
frente de los asuntos locales a don Fulano», que es un
criminal declarado y del cual tiene perfecto conocimiento el
Municipio, y desobedeciere éste, las indicaciones de la Au-
toridad Superior? Su resultado seria deplorable con per-
juicio de la comunidad. Estoy de acuerdo con la indepen-
dencia del Municipio, pero no debe entenderse de una ma-
nera absoluta, que seria la desmoralización social y el com-
pleto desequilibrio de los intereses locales.
Al eucribir estas líneas, no pretendo en manera alguna
mancillar la honra de los que, de común acuerdo con los
intereses generales, han marchado por las vías de su en-
grandecimiento y mejora local, sino hacer un recuerdo ajos
que durante el presente bienio, procuran hacer todo el bien,
posible a los ciudadanos de cada circunscripción municipal,,
luchando por el adelanto de la localidad; y excitar a los
que están errados para que sigan el derrotero de los Mu-
nicipios del año anterior, que contribuyeron a la organiza-
ción de un Gobierno honrado, pues tanto, el ciudadano don
Carlos Meléndez, como el Dr. Alfonso Quiñónez Molina,,
durante sus interinatos, como Jefes del Estado, procuraron.
234
ALBUM PATRIÓTICO
sidad de coartar abusos que solo tendrían explicación st
fuera absoluta la esfera de acción en que lian girado los
asuntos locales. Esta explicación la liemos creído necesaria,
porque se trata de perfeccionar las sociedades que forman
la Nación Salvadoreña, haciendo uso de los derechos con-
cedidos por la ley, no de una manera arbitraria, smo bajo
los principios que rigen la colectividad en general, puesto
que los Municipios forman parte integrante del todo que
se llama República. El que habla, está de acuerdo en que
se haga uso del derecho de libertad, sin llegar al libertinaje
y que los Municipios sean independientes para evitar asi la
centralización Administrativa y los abusos contra los intere-
ses locales; pero asi como estas colectividades necesitan el
apoyo del Gobierno Central, deben caminar de acuerdo en
todo y por todo con las disposiciones generales, porque de
lo contrario se contemplarla el mismo caso, que uno de
nuestros miembros se opusiere a las funciones generales del
oro^anismo, que traería por consecuencia el desequilibrio de
las fuerzas vitales, la consunción y quizá la muerte, porque
así como existen en el orden moral y material, leyes inipres-
criptibles, existen también en la organización de las Socie-
dades. cQué seria dei Municipio que dijera: «Pongo al
frente de los asuntos locales a don Fulano», que es un
criminal declarado v del cual tiene perfecto ci.nocimiento el
Municipio y desobedeciere éste, las indicaciones de la Au-
toridad Superior? Su resultado seria deplorable con per-
juicio de la comunidad. Estoy de acuerdo con la indepen-
dencia del Municipio, pero no debe entenderse de una ma-
nera absoluta, que seria la desmoralización social y el com-
pleto desequilibrio de los intereses locales.
Al escribir estas líneas, no pretendo en manera alguna
mancillar la honra de los que, de común acuerdo con los
intereses generales, han marchado por las vías de su en-
grandecimiento y mejora local, sino hacer un recuerdo a los
que durante el presente bienio, procuran hacer todo el bien
posible a los ciudadanos de cada circunscripción municipal,
luchando por el adelanto de la localidad ; y excitar a los
que Citan errados para que sigan el derrotero de los Mu-
nicipios del año anterior, que contribuyeron a la organiza-
ción de un Gobierno honrado, pues tanto, el ciudadano don
Carlos Meléndez, como el Dr. Alfonso Quiñónez Mohna,.
durante sus interinatos, como Jefes del Estado, procuraron.
234
ALBUM PATRIÓTiCO
siempre el cumplimiento del precepto constitucional y vela-
ron por la mejor marcha de los Municipios, cooperando a
llenar las necesidades de cada población.
Santillana.
■
Usulután, marzo de 1915.
RECUERDOS DE NUESTRA FEDERACION
En el periódico "El Eco de Occidente" que en Sonsonate redactaba don
Francisco J. Rivas en el año de 1898, encontramos algunos artículos
que creernos de oportunidad reproducir en este Album comemora-
tivo. He aquí algunos de aquellos hermosos conceptos:
OARUO* MKL^NOKZ
He aquí el nombre de nuestro candidato para Goberna-
dor del Estado en el próximo periodo constitucional, de
marzo de 1899 a marzo de 1903.
Títulos: su hombría de bien y su reconocido desin-
terés.
Con estos antecedentes, presentamos a la pública con-
sideración de nuestros conciudadanos, al hombre de buena
voluntad, que puede hacer un Gobierno del pueblo y para
el pueblo.
El señor Meléndez, modesto y sin ambiciones ilegíti-
mas, acatará, agradecido, las indicaciones de la prensa y
las de todas las personas que quieran auxiliarlo en la di-
ñcil labor de la Administración Pública.
El sefior Meléndez, como delegado del pueblo se em-
peñará en mejorar la condición de la clase obrera, digna
h'ja del trabajo, que merece sus simpatías y las de todos
los que militamos en sus filas.
236
ALBUM PATRIÓTiCO
El señor Meléndez y los que lo proclamamos tenemos
por axioma que, «El Gobierno, el verdadero Gobierno, el
buen Gobierno es aquel que acepta todas las condiciones
del desarrollo social, que observa, estudia, explora, experi-
menta, que acoge la inteligencia, como un auxilter-y no
como un enemigo, -que ayuda a la verdad a Mlk de
confusión de los sistemas, que emplea las libertad» todas
en fecundar las fuerzas, que aborda con buena fe en e
problema de la educación del niño; y del trabajo para el
hombre. El vewladero Gobierno e» aquel a quien no ofen-
de el aumento de luz y a quien no atemoriza el engrande-
cimiento del pueblo. , ,^ .
El verdadero Gobierno es aquel que con lealtad pone
a la orden del día, para profundizarlas y para resolverlas
como la nación desea, todas esas cuestiones tan apremian-
tes y tan graves, de crédito, circulación, producción, consu-
mo, colonización, desarme, malestar y bienestar riqueza y
miseria, y todas las promesas en fin de la Consütuaón. en
suma, la gran cuestión del pueblo. • ^ „t
Él verdadero Gobierno es aquel que organiza y no el
que comprime; aquel que se pone a la cabeza de todas las
ideas y no el que marcha arrastrando todos los rencores.»
EN LA AP.ENA
Lucha franca y leal vamos a tener.
Con iguales armas vamos a disputarnos en el campo
la victoria. , ^ ^ t. wa-
Si de nosotros, bueno; si de los demás, también.
Ante la mayoría sensata que tiene conciencia de sus
hechos, que no es opresa ni vejada; que goza de libertad
Que no acata órdenes superiores ni amedrentada, sigue el
camino que se le señala, nos inclinamos reverentes y ataca-
mos su voluntad. Y esto es lo que hoy puede suceder, si
el Gobierno no cumple estrictamente con lo ofrecido ...
De esta manera, los ciudadanos pueden optar libremente
por el candidato que sea de sus simpatías, sin temor de
verse agredidos por las gentes que coartan la libertad de
***"^Tres candidatos hay en la palestra: dos militares y un
231
ALBUM PATRIÓTICO
civil- los primeros llevan sobre sus hombros cargos que
aún 'no han desvanecido, y que los hace aparecer como
culpables; el segundo no tiene una mancha: sus advérsanos
no pueden enrostrarle ni una acción de esas que pueden
avergonzar a un cludadadano honrado.
A este último, no obstante la estadía de los otros can-
didatos en el poder lo han rodeado desde sus principios,
personas sensatas y de valer, mientras que tras los otros
van los desesperados, esa clase de gente que sólo gusta
vivir pegada a la Caja Nacional. Por supuesto no son todos
así : incapaces seriamos de calificar de este modo a muchos
amigos nuestros ; pero eso es lo cierto ! Y sabe el publico
por qué ha sucedido esto?
Ahora será muy diferente la cuestión.
El pueblo buscará al hombre más aparente, más hon-
rado que preste más garantías en pro del orden y buena
administración de lo3 caudales públicos; que sea un digno
representante de la Nación ; que constituya la salvanguardia
de sus intereses y autonomía; que corresponda a las aspi-
raciones generales. ^ . u a
En un Estado como el nuestro, en donde no hay verda-
deros partidos, lo que conviene es un Gobierno que mande
con el pueblo y ninguno más aparente para ello, que el señor don
Carios Meléndez, porque es una persona sin compromisos,
sin odios. Él no va tras las granjerias; es rico, no tiene
vicios de carácter suave y de trato afable: su religión es
el trabajo. Las consideraciones para el grande las tiene pa-
ra el pequeño; caritativo siempre ha sido con la clase menes-
terosa • un favor nunca lo ha negado ni jamas hecha en
olvido' a sus partidarios y amigos, como han _ hecho otros
Gobernantes, que una vez han escalado las cimas del Po-
der han dado un puntapié a sus verdaderos partidarios y se
han rodeado de los contrariós, burlando la fe y el afecto de
sus partidarios y amigos, lo que les ha costado muy caro I
¿ Quiere el pueblo salvadoreño un gobernante mejor!»
Nuestros Estados necesitan enírar de lleno en la vida
del trabajo y en la vida de la ley
F. J. R.
Sonsonate 1898.
238
ALBUM PATRIÓTICO
civil- los primeros llevan sobre sus hombros cargos que
aún 'no han desvanecido, v que los hace aparecer como
culpables- el setíinido no tiene una mancha: sus adversarios
no pueden enrostrarle ni una acción de esas que pueden
avertíonzar a un ciudadadano honrado.
A este último, no obstante la estadía de los otros can-
didatos en el poder lo han rodeado desde sus principios,
personas sensatas y de valer, mieniras que tras los otros
van los desesperados, esa clase de gente que solo gusta
vivir peeada a la Caja Nacional. Por supuesto no s(mi todos
asi- incapaces seriamos de calificar de este modo a muchos
amigos nuestros; pero eso es lo cierto! Y sabe el publico
por qué ha sucedido esto?
Ahora será muy diferente la cuestión.
El pueblo buscará al hombre más aparente, más hon-
rado que preste más garantías en pro de! orden y Iniena
administración de lo:, caudales públicos; que sea un digno
representante de la Nación; que constituya la saivanguardia
de sus intereses y autonomía; que corresponda a las aspi-
raciones generales. ... j„
En un Estado como el nuestro, en donde no hay verda-
dero^ panidos, lo que conviene es un Gobierno que mande
con el pueblo y ninguno más aparente para ello, que el señor don
Garios Meléndez, porque es una persona sin compromisos,
sin odios. Él no va tras las granjerias; es rico, no tiene
vicios de carácter suave y de trato afable : su religión es
€l trabajo. Las consideraciones para el grande las tiene pa-
ra el pequeño; caritativo siempre ha sido con la clase menes-
terosa un favor nunca lo ha negado ni jamás hecha en
olvido' a sus partidarios y amigos, como han _ hecho otros
Gobernantes, que una vez han escalado las cimas del Po-
der han dado un puntapié a sus verdaderos partidarios y se
han rodeado de los contrarios, buriando la fe y el afecto de
sus partidarios y amigos, lo que les ha costado muy caro!
¿ Quiere el pueblo salvadoreño un gobernante mejor.-'
Nuestros Estados necesitan enirar de lleno en la vida
del trabajo y en la vida de la ley
F. J. R.
Sonsonate 1898.
238
í
PRENSA NACIONAL
e:l impuesto sobre, la renta
(Editorial del «Diario de Occidente» de Santa Ara»)
Desde que publicamos el proyecto de ley enviado por
el Poder Ejecutivo a la Asamblea Nacional acerca del Im-
puesto sobre la Renta, tratamos de avocamos con personas
entendidas en asuntos económicos, tanto en esta ciudad co-^
mo en las demás de Occidente, para conocer su opinión y
publicar un comentario que represente el sentir y el pensar
de la zona; y en vista del resultado de esa encuesta, esta-
mos en aptitud de consignar que aquel proyecto ha sido
recibido aquí, como no podia menos que suceder, desde
luego que se basa en la justicia y en la razón, con el mayor
beneplácito.
Fácil ha sido nuestra tarea, y lo confesamos con gusto,
porque entre los propietarios y en los capitalistas occidentales
predominan la franqueza y la lealtad ; de manera que aun-
que al parecer el implantamiento de esa ley es escabrosa
porque afecta directamente al capital, que durante siglos ha
sido el que menos ha soportado cargas en el occidente na
ocurrirá así, porque desde el primer momento todos a una
voz proclaman que esa ley contiene las bases de lo racional
y responde a los consejos de la moderna ciencia económica.
Existen dos circunstancias favorables para la buena
aceptación del Impuesto sobre la Renta:
la. Que la mayoría de las personas afectadas son de
criterio elevado y conocen, más o menos que tal impuesta
es corriente y bien acogido en todos los países civilizados.
2a. La confianza absoluta que tiene la nación entera en
240
Album patriótico
el señor Presidente Meléndez, porque sabe perfectamente-
que él solo persigue el bien de la patria.
Esta última circunstancia es la que da mayor presügio
al proyecto. , . . j
El Salvador entero sabe que el gobernante que da un
paso tan gigantesco como es ese para la reforma hacenda-
ria, lo hace seguro de que conoce a su pueblo, que quiere
para él días de bonanza y que está escudado en la opinión
pública, que es la que desde hace mucho tiempo reclamaba-
esa medida.
Se necesitaba que llegara al poder un gobernante ge-
nuinamente honrado, para que viera los grandes males que-
padece el pueblo y con mano vigorosa tratara de cortarlos.-
Por eso don Carlos Meléndez se preocupa de que cese
la costumbre de cargar con impuestos crecidos a la clase
humilde, sobre la cual casi en su totalidad ha gravitado
todo; por eso quiere que los que en realidad puedan ayu-
dar, lo hagan en una escala que no los perjudique, pero
que contribuyan con algo.
Y ha tenido el valor de pensar en lo funesto que esei
vicio del alcoholismo para la raza y en tratar de desterrar-
ese vicio, aboliendo, en la medida que las circunstancias lo-
permitan, la renta ominosa que produce. _
Solo esto es un motivo suficiente para que la opmión
sensata del país apoye al señor Meléndez.
Y el occidente de la República, que rinde culto a la.
justicia y a la hidalguía, aplaude sin reservas al mandatario-
que de tal guisa procede, y está pronto a secundarlo en sus
nobles propósitos. r-i -j *
Venga, pues, ese impuesto en hora buena. El occidente
lo acepta, porque comprende que él significa un gran paso
para la prosperidad de este país tan inmisericordemente-
explotado y tan digno de que se le gobierne con honradez:
y buena voluntad, como lo es en el presente.
16
241
COMPOSICION POEITICA
IRecitada por la niñita María Teresa Paz el día lo. de marxo,
con motivo de las grandes festividades con que
la ciudad de San Mig'uel Ka celebrado la toma
de posesión del Poder Constitucional por los
ciudadanos don Cajrlos Meléndez y dcífetor
don Alftmso Quiftónez Molina
¡Gloria a Dios allá en el cielo
por su divina bondad,
que en toda la inmensidad
derrama luz y consuelo I
Hoy El Salvador unido
del Paz hasta el Goascorán
celebra con noble afán
el mayor triunfo obtenido.
La vida republicana,
que tanta sangre nos cuesta,
se encuentra ahora de fiesta
y de sus triunfos se ufana.
Después de las tiranías
y horrendas revoluciones,
que pasaron cual ciclones,
asoman mejores días.
En el laborioso seno
de una paz no interrumpida
está surgiendo a la vida
el país, de glorias lleno.
La discordia fraticida
apagó su horrenda tea
ante la sublime idea
de la Unidad bendecida.
242
Una de las calles que conducen al Campo de Marte de San Salvador.
COMPOSICION POEITICA
Recitada por la niñita María Teresa Pa^ el día lo. de marzo,
con motivo de las grandes festividades con que
la ciudad de San Miguel Ka celebrado la toma
de posesión del Poder Constitucional por los
ciudadajnos don Caerlos Meléndex y doctor
don Alfonso Quiñónez Molina
¡Gloria a Dios allá en el cielo
por su divina Lx)ndad,
que en toda la inmensidad
derrama luz y consuelo!
Hoy El Salvador unido
del Paz hasta el Goascorán
celebra con noble afán
el mayor triunfo obtenido.
La vida republicana,
que tanta sangre nos cuesta,
se encuentra ahora de fiesta
y de sus triunfos se ufana.
Después de las tiranías
y horrendas revoluciones,
que pasaron cual ciclones,
asoman mejores días.
En el laborioso seno
de una paz no interrumpida
está surgiendo a la vida
el pais, de glorias Heno.
La discordia fraticida
apagó su horrenda tea
ante la sublime idea
de la Unidad bendecida.
242
AtBUM PATRIÓTICO*
La unidad del pensamiento
trae unidad en la acción:
unido un pueblo es león,
montaña, mar, firmamento.
Nuestra patria ha conseguido*
desterrar el caudillaje
y solo rinde homenaje
al honor bien entendido.
Por eso entrega el Poder
a dos ilustres prohombres
cuyos conocidos nombres
es demás enaltecer.
Pues están en la conciencia
nacional por sus acciones,
y Meléndez y Quiñónez
vdan por su independencia.
EL CIUDADANO DON CARLOS MEILENDEZ
EN LA PRIMERA MAGISTRATURA
TDE. LA NACION
Una de las muchas aberraciones de los espíritus pu-
silánimes y enfermizos, es la simulación en la política, tan
magistralmente estudiada por efi insigne pensador argentino
José Ingenieros
Pues bien. En la evolución pacifica de nuestra vida de^
mocrática; en el desenvolvimiento progresivo de las acti-
vidades nacionales para eí afianzamiento de las fórmulas
del Derecho, hemos tenido ocasión de constatar las parti-
cularidades de ese Upo especifico de nuestra fauna política,,
el simulador profesional, que vive aferrado al formulismo
de todos los convencionalismos de la simulación solapada y
criminal, asi como el bandido fascineroso que se pega a los
recodos de la sombra para hundirte en la espalda el puñat
a su viciima indefensa.
244
. ALBUM PATRIÓTICO
Decimos esto a propósito de la convicción que abnga-
:mos acerca de la sinceridad y de la honradez que deben
presidir en todos los actos de los hombres, como una con-
secuencia de la hidalguía y de la cultura, si se quiere, que
han de imperar en la armonía .de las relaciones polUicas y
sociales.
En política, como en todas las determinaciones de la
vida, hay que definirse, hay que perfilarse con tintes claros
V francos, para romper el amorfismo en que se agitan los
seres y las cosas de las bajas concreciones colectivas. Solo
así se puede ostentar con dignidad y altivez el .gran califi-
cativo de hombre, i Seamos, ,pues, hombres, .porque solo asi
podremos vencer o morir con gloria 1
Si alguien nos dijera, ¿por qué usted simpatiza con es-
ía o aquella personalidad pública, y pone su contingente
mental por ella, a la luz meridiana, con tanto entusiasmo
magnífico y el qptimismo más arrobador.?, nosotros le con-
testaríamos asi:
lo. Porque en nuestra sinceridad indígena no caben los
términos medios. Queremos o aborrecemos con intensidad
bravia, asi como amaban u odiaban nuestros abuelos pre-
colombinos, con franqueza y, al mismo tiempo, con rudeza,
sin la sutilidad y el paradugismo que estilan los modernos
Maquiavelos tropicales.
2o. Porque en nuestra bandera de combate se muestra a
las cálidas miradas del Sol un león ;rampante, en un campo
de paz florecido de olivos y de laureles. El símbolo de la
fuerza primitiva y de la mansedumbre lírica y soñadora.
3o. Porque en nuestros ensueños de patriota esplende
milagrosamente la virtud déla verdad suprema, el imperativo
categórico de la vida, según el pensamiento kantiano, que
hace de las covicciones humanas la .finalidad consciente del
espíritu y;
4o. Porque nuestras aspiraciones en las contiendas de
la política local, basadas en la honradez de la juventud, son
-diáfanas y legitimas en la formación de nuestras democracias
embrionarias, para conseguir el reinado de la paz, por lo
mismo que buscamos el triunfo .definitivo de la .Libertad en
Centro-América.
Por el espíritu de los párrafos anteriores, justificamos,
^in eufemismos j ^in .hipocresías, nuestra iraaca Adhesión a
2^
ALBUM PATRIÓTICO
la personalidad política del patriota Don Carlos Meléndez,
electo, en buena liora, para regir los destinos de la Patria.
Salvadoreña, durante los próximos cuatro años.
*
m «
El ciudadano Don Carlos Meléndez, en la primera ma-
gistratura de la Nación, es prenda segura de progreso y de
honradez administrativa, toda vez de que, lógicamente, los actos
de un hombre público, son, por lo general, el reflejo de sus
acciones en la vida privada; y, el señor Meléndez, tanto por
sus limpios antecedentes como por su actuación en la cosa
pública, últimamente, ha dado pruebas más que suficientes
para encaminar la existencia nacional por los amplios sen-
deros del orden y de la más pura orientación hacia los altos
fines que persigúela colectividad salvadoreña.
Ya en otras ocasiones lo hemos dicho. Están en un
error monumental los que suponen que para ser buen pa-
triota, para ser honrado y bien dispuesto a servir sin mácula
los grandes intereses del país, es indispensable haber enar-
bolado un guiñapo de bandería a la vera de cualquier ba-
rricada de motín carnavalesco; haber entintado la albura de
unas cuantas cuartillas, Cándidas y sumisas, para esteriotipar
en ellas la estitiquez de muchas ideas mal digeridas y peor
expresadas, para llevar dignamente el dictado de patrio-
ta convencido, probo, y ser acreedor a la admiración de
los demás. Y esto, como se comprende, es el modo de razonar
de los que hacen del partidarismo miope y estrecho, una re-
ligión de odio y de división para reinar en la conciencia de
las masas amorfas y explotables de nuestros pueblos.
Una experiencia encanecida y dolorosa, que es, como si
dijéramos, un bautismo de cordura y de buen sentido, ha
principiado a derramar su luz vivificante en la mente de las
muchedumbres autóctonas, y ya en la época presente, no
se dejan sorprender por la pirotecnia de los profesionales de
la política, del proletariado de nuestras repúblicas balbu-
cientes y hurañas, para irse a los puños en los retozos de-
mocráticos, como decía Arboleda, y que tanto han contribuido
al descrédito y a la postración de la Patria luminosa del 21.
Los tiempos han cambiado. A las nuevas modalidades
de ía existencia corresponden nuevos hombres. A la idea
arcaii:a y apoliUada de nuestra política de antaño, ha sus-
246
Estatua del General Barrios en el «Parque Bolívar».
San Salvador.
ALBUM PATRIÓTICO
la personalidad política del patriota Don Carlos Meléndez,
electo, en buena hora, para regir los destinos de la Patria
Salvadoreña, durante los próximos cuatro años.
* *
El ciudadano Don Carlos Meléndez, en la primera ma-
gistratura de la Nación, es prenda segura de progreso y de
honradez administrativa, toda vez de que, lógien mente, los actos
de un hombre público, son, por lo general, el reflejo de sus
acciones en la vida privada; y, el seilor Mclcudez. tanío por
sus limpios antecedentes como por su actuación en la cosa
pública, últiníaniente, ha dado pruebas más que suficientes
para encaminar la existencia nacional por los amplios sen-
deros del orden y de la más pura orientación hacia los altos
fines une persigúela colectividad salvadoreña.
Ya en otras ocasiones lo hemos dicho. Están en un
error monumental los que suponen que para ser buen pa-
triota, para ser honrado y bien dispuesto a servir sin mácula
los grandes intereses del país, es indispensable haber enar-
bolado un guiñapo de bandería a la vera de cualquier ba-
rricada de motín carnavalesco; haber entintado la alliura de
unas cuantas cuartillas. Cándidas y sumisas, para esteriotipar
en ellas la estitiquez de muchas ideas mal digeridas y peor
expresadas, para llevar dignamente el dictado de patrio-
ta convencido, probo, y ser acreedor a la admiración de
los demás. Y esto, como se comprende, es el modo de razonar
de los que hacen del partidarismo miope y estrecho, una re-
ligión de odio y de división para reinar en la concienciada
las masas amorfas y explotables de nuestros pueblos.
Una experiencia encanecida y dolort)sa, que es, como si
dijéramos, un bautismo de cordura y de buen sentido, ha
principiado a derramar su luz vivificante en lamente délas
muchedumbres autóctonas, y ya en la época presente, no
se dejan sorprender por la pirotecnia de los profesionales de
la política, del proletariado de nuestras repúblicas balbu-
cientes y hurañas, para irse a los puños en los retozos de-
mocráticos, como decía Arboleda, y que tanto han contribuido
al descrédito y a la postración de la Patria luminosa del 21.
Los tiempos han cambiado. A las nuevas modalidades
de la existencia corresponden nuevos hombres. A la idea
arcaica y apelillada de nuestra política de antaño, ha sus-
246
ALBUM PATRIÓTICO
tituido la concepción razonable y cientifica del triunfo de la
Patria por sobre todos los convencionalismos y las estreche-
<ces individualistas. Es por eso que nosotros nos explica-
mos de otro modo el concepto de la modernidad del ver-
dadero patriotismo.
Por eso, pues, estamos parapetados tras el baluarte de
esta convicción. El ciudadano Don Carlos Melémhz. en la
primera magistratura de El Salvador, por su prestigio mo-
ral y por su patriotismo, es una fiel garantía para la marcha
.ascedente de la Nación hacia la cumbre de la prosperidad
bien entendida, a pesar del contrario parecer de los simuladores
cacoquimios de la feligresía caudillaje, que anteponen el
fiero individualismo a los sagrados tesoros de la Patna,
para la Patria y por la Patria.
Ya anteriormente, desde las columnas de La Roca Tar-
peya, a raíz del bárbaro asesinato del Doctor Araujo, levan-
taraos nuestra humilde voz, pero sin falsía, para esbozar,
parte, las características y los procedimientos malsanos
que emplean en sus ambiciones desmedidas los llamados
políticos opositores de todos los gobiernos; y demostramos,
también, sin miedo y sin hipocresía, las conveniencias que
existían y existen para que el honrado ciudadano Don Car-
Jos Meléndez, desempeñe la primera magistmtura de la Nación,
con el beneplácito de la mayoría sensata del pueblo salva-
uioreño.
Salvador Türcios R.
San Salvador, lo. de marzo de 1915.
HOMENAJE
{Al cinácáano Presidente, áon Cario* MtUnétx.)
Propicia tu persona a magno altruismo
y bullendo en tu espíritu hidalguía,
has conquistado amena simpatía
.como el actual apóstol del civismo.
248
ALBUM PATRIÓTICO
Esperan de tu regio patriotismo
que serás de la Patria su honra y guia,
que ha de darie su gran soberanía
entonando el dies (roe al despotismo.
Todo lo esperan de tu ser gallardo,
de la fe de tus ansias y tu ensueño,
que tus pasos serán lejos del cardo.
Y que pondrás un vigoroso empeño
de ser, o ya un Catón, o ya un Bayardo,
que sostenga el honor salvadoreño.
JOAQUIN ZALDiVAR.
EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA DEL
CAPITAL EN EL SALVADOR
La obra trascendental que deja establecida el Congreso
de este año, es el impuesto sobre la renta. Discutido y aproba-
do el proyecto de esa ley, que envió a la Cámara Legislati-
va el Poder Ejecutivo de la Nación, y con él se ha dado un
gran paso de progreso en nuestro sistema de contribucio-
nes en pro del fisco, que no sólo acrecenta su riqueza,
sino que justicieramente coloca a los ciudadanos todos pa-
ra contribuir a los gastos públicos, sin que éstos sigan
pesando únicamente sobre las clases populares.
Antes de ahora, era recurso muy socorrido, para au-
mentar los egresos fiscales, recargar los impuestos estable-
cidos, y ello redundaba en gravamen de esas clases popu-
lares principalmente, toda vez que ellas han sido, de modo
directo o indirecto, las tributarias efectivas para la vida
nacional.
Con la nueva ley, sin gravar el capital, los habitantes
de El Salvador que disfruten de efectiva renta aportarán
su contingente contributivo para dicha vida nacional; y co-
mo en la reglamentación de tal impuesto se han consultado
249
ALBUM PATRIÓTICO
los principios de justicia y equidad y tomándose en cuenta
lo que sobre la materia prescribe la ciencia económica y lo
que aconseja entre nosotros la experiencia, bien podemos
esperar de la nueva ley resultados provechosos para el país,
cuyo progreso reclamaba ya saludable evolución de nuestro
sistema de contribuciones, que ha venido durante largo
tiempo girando en torno de viciadas prácticas, cuando no
de ideas en absoluto reñidas con la moderna ciencia eco-
nómica. 1 U1 J
Como toda innovación, ésta de que venimos hablando,
por ejemplo, han tenido, entre nosotros, y aún tienen difi-
cultades para su implantamiento, dificultades que viejas ru-
tinas y falsos perjuicios le ponen, sin que falte la pugna
sorda de los intereses creados por la gente capitalista; las
suspicacias inherentes a nuestra raza, de suyo inclinadas a
echarlo todo a en horamala; las declamaciones de los poli-
tiqueros ambiciosos que creen que todavía puede ésta ga-
narse con un ciego espíritu de oposición a los Pode-
res Públicos; los que, por ignorancia o mala fe, hacen
profesión de criticarlo todo; y aquellos que, apegados ser-
vilmente a los antiguos hábitos, meten ruido de alarma
y miedo al contemplar los hechos que el progreso^ social
impone y que destruyen favoritismos de clase y sistemas
del pasado. .
El Presidente Meléndez, con ánimo resuelto y fe inque-
brantable, ha puesto todo su patriotismo en esta obra de
tanta importancia para el porvenir de las rentas del Esta-
do. Y es tal su firme convicción de que su labor es en bien
de la República, que no ha retrocedido en el propósito de
echar las bases para ese porvenir. A él le tocará el trabajo
improbo, es cierto, y el cúmulo de amarguras que siempre
cosechan los innovadores; pero debe sentirse ufano, al
pensar que en venideros años, cuando se palpen los bene-
ficios de la ley que acaba de ser sancionada por el Con-
greso, no sólo se hará justiciero honor a su nombre como
gobernante previsor v patriota, sino que el Tesoro del Es-
tado deberá a esta iniciativa suya un notable florecimiento.
Al Presidente Mélendez le tocará lo arduo, lo espinoso
e ingrato de la faena. Otros Gobiernos recogerán, en bene-
ficio del país, el abundante fruto. Mientras tanto, es deber
de patriotismo y mandato de la cordura, que los ciudada-
nos todos coadyuven coa su buena voluntad a que la ley
250
ALBUM PATRIÓTICO
los principios de justicia y equidad y tomándose en cuenta
lo que sobre la materia prescribe la ciencia económica y lo
que aconseja entre nosotros la experiencia, bien podemos
esperar de la nueva ley resultados provechosos para el país,
cuyo progreso reclamaba ya saludable evolución de nuestro
sistema de contribuciones, que ha venido durante largo
tiempo girando en torno de viciadas prácticas, cuando no
de ideas en absoluto reñidas con la moderna ciencia eco-
nómica.
Como toda innovación, ésta de que venimos hablando,
por ejemplo, han tenido, entre nosotros, y aún tienen difi-
cultades para su implantamiento, dificultades que viejas ru-
tinas y falsos perjuicios le ponen, sin que falte la pugna
sorda de los intereses creados por la gente capitalista; las
suspicacias inherentes a nuestra raza, de suyo inclinadas a
echarlo todo a en horamala; las declamaciones de los poli-
tiqueros ambiciosos que creen que todavía puede ésta ga-
narse con un ciego espíritu de oposición a los F^ode-
res Públicos; los que, por ignorancia o mala fe, hacen
profesión de criticario todo; y aquellos que, apegados ser-
vilmente a los antiguos hábitos, meten ruido de alarma
y miedo al contemplar los hechos que el progreso social
impone y que destruyen favoritismos de clase y sistemas
del pasado. ,
El Presidente Meiéndez, con ánimo resuelto y fe mque-
brantable, ha puesto todo su patriotismo en esta obra de
tanta importancia para el porvenir de las rentas del Esta-
do Y es tal su firme convicción de que su labor es en bien
de la República, que no ha retrocedido en el propósito de
echar las bases para ese porvenir. A él le tocará el trabajo
improbo, es cierto, y el cúmulo de amarguras que siempre
cosechan los innovadores; pero debe sentirse ufano, ai
pensar que en venideros afios, cuando se palpen los bene-
ficios de la ley que acaba de ser sancionada p(»r el Con-
greso, no sólo se hará justiciero honor a su nombre como
gobernante previsor v patriota, sino que el Tesoro del Es-
tado deberá a esta iniciativa suya un notable florecimiento.
Al Presidente Mélendez le tocará lo arduo, lo espinoso
e ingrato de la faena. Otros Gobiernos recogerán, en bene-
ficio del pais, el abundante fruto. Mientras tanto, es deber
de patriotismo y mandato de la cordura, que los ciudada-
nos todos coadyuven con su buena voluntad a que la ley
250
ALBUM PATRIÓTICO
del impuesto sobre la renta, mediante su buen implanta-
iniento y fiel observancia, rinda cuanto antes sus frutos y
éstos vengan a dar impulso a la obra progresiva de üo-
bierno de nuestro país, cuya riqueza debe ponerse al ser-
vicio de su engrandecimiento en todos los órdenes de su
existencia.
BP.EVES C9NSIDEKACIONES
eOBRE IMPORTANTE UABOR AD M . N.STRATIVA
DEL. PRESIDENTE MKUElNDtZ
Cuando ineludiblemente tuvo que asumir el mando Su-
premo de la nación, el notable hombre público don Larlor
Meléndez en virtud de! incidente trágico que puso tin a la
existencia del Dr. Araujo, ya eran sulicientemente conocidas
la probidad, sensatez y elevados sentimientos que distin-
guen a tan egregio ciudadano.
^ Recuerdo que, el año de 1898. un núcleo de hombres
prominentes del país, difundían eficazmente sus gestiones a
L de ascender al Solio Presidencial al señor Melendez.
Pero él. alejado siempre de la política y desapacionado por
completo de todo ideal que propendiera a hacerle figurar
«n tan elevados puestos, desechó la cordial exitativa de sus
conciudadanos, sin tomar en cuenta, desde luego, los tra-
bajos que se emprenderían en ese sentido.
Esta muestra de sincera abnegación, esa franqueza re-
publicana, propia de su carácter inmaculado y ese desmt^
rés consciente con que armonizó su espíritu de patriota
honrado le hicieron acreedor una vez más a la estimación
V confianza con que le distingue el pueblo salvadoreño, sin
¿xcepción de clases sociales, l Ejemplo grandioso que hizo
eco en los anales de la historia!
Así fue como él mismo nos privo en aquella fecha
inolvidable de la esperanza de ver en la Primera Magistra-
tura de la Nación a este preclaro ciudadano, quien, con la
exquisita providad que le caracteriza, hubiera dirigido, des-
de entonces, con éxito brillante y próspero, la nave del
^^Sin embargo, estaba reservado en el arcano de la vida
que el señor Meléndez riguiera los destinos del Pf.J; aunque
1q verificara en cumplimiento de un deber ineludible.
252
ALBUM PATRIÓTICO
Y en efecto; don Carlos asumió el mando en horas de
dolor y confusión; en momentos que un duelo irreparable
conmovía hondamente el alma nacional; en instantes acia-
gos y funestos que amenazaban envolver la patria en la
anarquía; en circunstancias que, solamente una mano de
hierro y una inquebrantable energía, podían salvarla del
naufragio que le amenazaba. Y he haí que, con solóla pre-
sencia de éste grande hombre, en el poder, fracasaron todas
las malas intenciones que abrigaban algunos hijos espúreos
del país, y el orden y la tranquilidad volvieron a su estado
normal.
Inspirado en el más acendrado patriotismo y en las
más puras fuentes del altruismo humano, dió principio a su
labor de Gobernante, continuando con exquisito tino la
obra de regeneración iniciada por su antecesor Dr. Araujo.
Conocida la labor proficua del Excelentísimo señor Me-
léndez, no obstante el corto lapso de tiempo de su perma-
nencia interina en el poder, el pueblo entero se entusiasmó
de una manera admirable, acariciando incontinenti el gran-
dioso ideal que sustentara desde el precitado año de 1898;
y, obedeciendo a ese sacrosanto impulso, apresuróse a exci-
tarle una vez más a fin de que aceptara la aclamación uná-
nime para elevarlo a la Primera Magistratura de la nación,
durante el período constitucional de 1915 a 1919.
Como esta manifestación espontánea tuviese resonancia
en todos los ámbitos del país, el seftor Meléndez vióse
obligado a aceptar los trabajos proyectados en pro de su
digna causa; y de ahí que, los hombres más prominentes
de la República entraran de lleno en la propaganda respec-
tiva, haciendo uso de la prensa libre y de todos los medios
que creyeron más propicios para conseguir el triunfo defir
nitivo de su ideal.
En manera alguna podía evadirse de la aspiración uná-
nime de sus conciudadanos; y, como queda expuesto vióse
en el inprescindible caso de escuchar el clamor palpitante
de su gran partido, armonizando el ánimo de éste, esto es,
recomendando que todo trabajo que se realizara en favor
de su candidatura, tuviese por norma los preceptos consti-
tucionales, respetando, en todo caso, las agenas opiniones.
Pero, afortunadamente, el sentimiento y espíritu de cor-
dialidad eran compactos. Las masas populares, sin distinción
de clases, obedecían al impulsa de su conciencia para adr
253
ALBUM PATRIÓTICO
herirse incondicional y espontáneamente a tan legítima y
benefactora causa, comvictas además, que la gran mayoría
estaba dispuesta a entrar de lleno y en la lucha abierta en
la campaña electoral, con tal de ver salir victonso del
torneo al hombre de su estimación y confianza.
Mientras estos trabajos obtenían cada dia un incremento
prodigioso, el sefior Meléndez continuaba su actuación ra-
diante y progresista, llevando a su debido término obras
de positiva utilidad, e iniciando otras que formarán el pe-
destal más bello de nuestra grandeza y civilización, todo
lo cual no se ocultaba a la vista de ningún ciudadano
honrado, aunque este no simpatiza con nuestras opiniones,
externadas ya a la faz de toda la nación, sin guiarnos ín-
teres alguno, porque así debe proceder todo patriota de
corazón. ...
Aproximóse, por fin, la fecha en que se verificarían
las elecciones; y, nuestro digno candidato, en atención a
lo dispuesto por la Constitución Política, solicitó licencia
de la Honorable Asamblea Nacional para depositar el man-
do en el primer designado por la ley, Dr. Alfonso Quinonez
Molina, cuya transmisión se verificó el 29 de agosto del
año próximo pasado.
Este rasgo de pureza del señor Meléndez; su respeto
a las leyes vigentes; su sentimiento altruista; y sobre to-
do, su celo eficaz por los caros intereses de la patria, le
hicieron acreedor, una vez más y con demasiada justicia,
a la aclamación íntegra del pueblo salvadoreño, convencido
plenamente de que en él concurren todas las cualidades que
requiere el artículo 83 de nuestra Carta Magna; además de
poseer también otras secundarias que le honran y le enal-
tecen sobre manera. ^. , ,
En este estado de cosas verificáronse, por fm, las elec-
ciones en el más perfecto orden y armonía, cuyo éxito ob-
tenido en los comicios fue unánime, como no ha habido
ninguno hasta la presente fecha.
Coronadas así nuestras esperanzas, convertidos en una
esplendente realidad nuestros fervientes y genuinos anhelos,
vimos ascender nuevamente al solio Presidencial a tan con-
notado ciudadano, consagrando su vida y su trabajo, en
■ beneficio exclusivo de su patria. . *
Tarea escabrosa y ardua es la de un gobernante, es-
pecialmente tratándose del sefior Meléndez, a quien no le
254
es
tu
o
O-
o.
o
o
•o
o
u
ALBUM PATRIÓTICO
herirse incondicional y espontáneamente a tan legitima y
benefactora causa, comvictas además, que la ij^ran mayoría
estaba dispuesta a entrar de lleno y en la lucha abierta en
la campaña electoral, con tal de ver salir victonso del
torneo al hombre de su estimación y confianza.
Mientras estos trabajos obtenían cada día un incremento
prodigios(\ el seño/ Meléndez continuaba su actuación ra-
diante y progresista, llevando a su debido término obras
de positiva utilidad, e iniciando otras que formarán el pe-
destal más bello de nuestra grandeza y civilización, todo
lo cual no se ocultaba a la vista de ningún ciudadano
honrado, aunque este no simpatiza con nuestras opiniones,
externadas ya a la faz de toda la nación, sin guiarnos ín-
teres alguno, porque así debe proceder todo patriota de
corazón.
Aproximóse, por fin, la fecha en que se venhcanan
^is elecciones; y. nuestro digno candidato, en atención a
lo dispuesto poi-'la Constitución Política, solicitó licencia
de la Honorable Asamblea Nacional para depositar el man-
do en el primer designado por la ley, Dr. Alfonso Qmñonez
Molina, cuya transmisión se verificó e! 29 de agosto del
año próximo pasado.
Este rasgo de pureza del señor Meléndez; su respeto
a las leyes vigentes; su sentimiento altruista; y sobre to-
do, su celo eficaz por los caros intereses de la patria, le
hicieron acreedor, una vez más y con demasiada jusiicia,
a la aclamación integra del pueblo salvadoreño, convencido
plenamente de que en él concurren todas las cuahdades que
requiere el articulo 83 de nuestra Carta Magna: ademas de
poseer también otras secundarias que le honran y le enal-
tecen sobre manera.
En este estado de cosas verificáronse, por fin, las elec-
ciones en el más perfecto orden y armonía, cuyo éxito ob-
tenido en los comicios fue unánime, como no ha habido
ninííuno hasta la presente fecha.
Coronadas asi nuestras esperanzas, convertidos en una
esplendente realidad nuestros fervientes y -enuinos anhelos,
vimos ascender nuevamente al solio Presidencial a tan con-
notado ciudadano, consagrando su vida y su trabajo, en
beneficio exclusivo de su patria.
Tarea escabrosa v ardua es la de un gobernante, es-
pecialmente tratándose del señor Meléndez, a quien no le
254
ALBUM PATRIÓTICO
guía ningún interés ni ambiciones rastreras: oorque ninguno
como él ha gozado de más perfecta tranquilidad y de en-
vidiable y bienliechora posición en la esfera social, consa-
grado desde temprana edad a las labores agrícolas en grande
escala, que le han permitido impulsar el progreso del país,
lo mismo que amasar una colosal fortuna que es la principal
garantía para el pueblo salvadoreño.
Volúmenes enteros podían escribirse para narrar detalla-
damente lá vida, hechos y patrióticos sentimientos que han
distinguido y distinguen a este notable ciudadano, tanto en
lo privado como en el alto ministerio que le ha conferido
la voluntad espontánea del pueblo. En este pequeño articulo
que es solamente una reseña breve de sus méritos, no nos
es posible bospuejar detenidamente la magnitud de su gran-
de obra. .
Sin embargo, es preciso convenir en que, por mucnos
méritos que concurran en un Gobernante; por exquisita que
sea su ilustración y cortesanía; por muy honrada y bene-
factora que sea su labor, siempre existen individuos que le
odian y censuran infundadamente su actuación. Esta censu-
ra, emana, algunas veces solamente por la circunstancia
de no conseguir lo que desean, ya sea empleos públicos o
favores de otra naturaleza, aunque para denegarlos, le asis-
tan razones poderosas al Jefe Supremo de la Nación, lo
cual tal vez no se oculta al criterio de los solicitantes.
Estos son, en los más casos, los únicos móviles que
les impulsan a criticar los actosde la Administración Pú-
blica, sin tomar en cuenta que no para todos puede haber
empleos públicos, y que no todos somos aptos para de-
sempeñarlos de la manera que corresponde, y que por
consiguiente, no es este un motivo para hacer propaganda
de medios ruines e irrazonables.
El señor Meléndez no puede ser más laborioso; honra-
do y genuino gobernante; sus hechos están en armonía con
sus ideas. . , , , a
Las personas que aún no hayan tenido la honra de cono-
cer personalmente a este grande hombre, no pueden formaise
un concepto bien definido de las sublimes virtudes cívicas
que le enaltecen; pero los que ya hemos tenido la honra
de tratarle y contemplar de cerca su voz de aliento y la
benignidad de su carácter, estamos plenamente satisfechos de
la hidalguía y demás méritos que le enaltecen.
256
JUBUM PATRIÓTICO
La bondad y dulzura con que trata y atiende a sus go-
!bernados, es digno de encomio. , r. ^ c
Con la exaltación de tan preclaro ciudadano al Poder bu-
-premo, ha renacido el sol de la esperanza. El pueblo sal-
vadoreño continuará rápidamsnte su marcha de progreso, si
!SU régimen depende de gobernantes como el actual
Yo que veo y juzgo imparcialmente su obra de regenera-
ción- que fui uno de los primeros que tuvieron a honra adherirse
asu'digna causa, en pro déla cual colaboré desinteresada y
patrióticamente, seré también uno de los primeros en levantar
mi humilde voz, lo mismo que poner mi insignificante, pero
leal y decidida colaboración con el objeto de dar a luz los
actos de una administración horada y laboriosa, que busca
ios derroteros del orden en los regeneradores pnaapios de
:ia democracia: r * i
La historia se -encargará de consignar en sus fastos la
¡labor progresista y prepotente del señor Presidente Meléndez,
•cuya vida de abn^ación merecería ser trazada por la pluma
de un Plutarco.
Allí aparecerá su nombre nimbado: alli aparecerán narra-
dos extensamente sus brillantes actos de gobernante recto, jus- ■
ticiero, honrado, progresista, etc., los cuales servirán de norma
•a los gobernantes .posteriores.
Juzgados imparcialmente los hechos y los excelsos senti-
mientos de un góbemante probo como el actual, se honran
las páginas de nuestra -historia patria, y su nombre queda
igrábado indeleblemente en el corazón de sus conciudadanos.
Alguien..también, puede criticar de aduladora y servil es-
ta muestra de cordial afecto que guardo al Supremo Jefe de
la Nación. Conozco que unís humildes frases carecen por
completo de -elegancia y corrección; pero son expresiones na-
cidas espontáneamente de lo intimo de mi alma y no las guia
interés alguno. Es un .humilde homenaje que tributo respe-
tuosamente al recto y juicioso criterio del señor Meléndez.
La justicia y el honor al mérito debemos hacerlas eter-
namente, y no sólo cuando la persona está ejerciendo el
mando; es decir^siempre que haya razones suficientes para ello.
Tal es la Indole -de mi carácter, como plenamente lo
he demostrado ^antes.
No desconozcamos, pues, los méritos que concurren en
nuestro Supremo (Gobernante; no pongamos en tela de jui-
;/7
1257
ALBUM PATRIÓTICO
Cío la acrisolada honradez de su actuación; no dudemos de
que su obra de regeneración es y será muy benefactora para
el país; recordemos, antes bien, que sin necesidad alguna
interrumpió su tranquilidad para servir honradamente a su
patria juzguemos imparcial y desapasionadamente su obra
y su sacrificio, especialmente en las circunstancias actuales,
que tantos y tan denodados esfuerzos se están poniendo en
práctica para salvar al país del gran naufragio que lo ame-
naza con motivo de la guerra europea y la invasión chapu-
linera; hoy, más que en ninguna época, es cuando debemos
rodear a nuestro Gobierno, ayudándole decididamente en la
obra de regeneración que se ha propuesto.
Y ojalá que al descender del Solio Presidencial a la
vida privada, lleve su sien erguida y la conciencia satisfecha
del deber cumplido; que su nombre sea pronunciado esta-
blemente con respeto, suavidad y dulzura; y que su frente
sea coronada con lauros como una recompensa a su labor
a sus virtudes y a su sacrificio.
FRANCISCO ARQUETA A.
AL SEIÑOR PRESIDEINTE DE LA REPUBLICA.
CIUDADANO DON CARLOS ME-LENDEZ,
ELN DLA. DE SU ASCENCION AL PODER
(Para d *Aümm Patriótico. *f
Desinterés con alma de Patriota,
Conpasión a las penas del Estado,
Demócrata cariño, ciencia ignota,
Asi esperamos sea el designado;
Que regirá muy bien nuestro destino.
En el ambiente sacro del Progreso,
Hombre, sin ambiciones leal y fino,
Enemigo mortal del retroceso.
Hombre, que para el pueblo sea Padre,
Amante de las Artes y la Ciencia,
Noble de corazón, con experiencia,
Que humille jamás a nuestra Madre,
258
Escuela de Medicina de San Salvador
Bahía de La Unión.— El Salvador
ALBUM PATRIÓTICO
Cío la acrisolada honradez de su actuación; no dudemos de
que su obra de regeneración es y será muy benefactora para
el país; recordemos, antes bien, que sin necesidad alguna
interrumpió su tranquilidad para servir honradamente a su
patria: juzguemos imparcial y desapasionadamente su obra
y su sacrificio, especialmente en las circunstancias actuales,
que tantos y tan denodados esfuerzos se están poniendo en
práctica para salvar al país del gran naufragio que lo ame-
naza con motivo de la guerra europea y la invasión chapu-
linera hoy, más que en ninguna época, es cuando debemos
rodear a nuestro Gobierno, ayudándole decididamente en la
obra de regeneración que se ha propuesto.
Y ojalá que al descender del Solio Presidencial a la
vida privada, lleve su sien erguida y la conciencia satisfecha
del deber cumplido; que su nombre sea pronunciado esta-
blemente con respeto, suavidad y dulzura; y que su frente
sea coronada con lauros como una recompensa a su labor
a sus virtudes y a su sacrificio.
FRANCISCO ARQUETA A.
AL SEIÑOR PRESIDE:NTE de la REPUBLICA,
CIUDADANO DON CARLOS MELLENDEZ,
EX DIA DE SU ASCENCION AL PODER
(Para el ^ Album Patriótico,»)
Desinterés con alma de Patriota,
Conpasión a las penas del Estado,
Demócrata cariño, ciencia ignota,
Asi esperamos sea el designado;
Que regirá muy bien nuestro deslino.
En el ambiente sacro del Progreso,
Hombre, sin ambiciones leal y fino,
Enemigo mortal del retroceso.
Hombre, que para el pueblo sea Padre,
Amante de las Artes y la Ciencia,
Noble de corazón, con experiencia,
Que n-, humille jamás a nuestra Madre,
258
Bahía de La Unión.— El Salvador,
ALBUM PATRIÓTICO
Hombre, que Agricultores y Artesanos,
Les distribuya el tiempo en los quehaceres,
Y que ancianos y niños y mujeres,
^cen por sus ideales soberanos.
Hombre, que al jornalero e inexperto
Financiero que lucha por la vida,
Lo dirija a la esfera de lo experto,
Considerada ley bien esparcida.
Es asi el ciudadano que deseamos,
Para los cuatro años venideros,
Es asi el Presidente que soñamos
Y prometemos serle muy sinceros.
En hechos no en palabras rebuscamos,
Al Ciudadano leal de noche y día,
:Si en don Carlos Meléndez encontramos
firmeza de carácter e hidalguía.
Si él, juega con el tiempo y disminuye,
Las penas del Estado entristecido,
Sí levanta al País y se concluye,
Esta inercia fatal en que ha vivido.
iSu nombre en aras de la excelsa fama.
Con letras de oro grabará la Historia
Y si el bien Patrio el corzón le inflama,
Será eterna en las almas su memoria!
Pues es grande el que emplea su energía,
Por el bien de la pobre humanidad,
Que a su nación le tiene simpatía
Y progresista aprecia la lealtad.
NlLA MARTÍNEZ HERRERA.
(Obrera)
260
Escuela de Agronomía.— Ei Salvador.
ALBUM PATRIÓTICO
Hombre, cue Agricultores y Artesanos,
Les distribuya el tiempo en ios quehaceres,
Y que ancianos y niños y mujeres,
Gocen por sus ideales soberanos.
Hombre, que al jornalero e inexperto
Financiero que lucha por la vida,
Lo dirija a la esfera de lo experto,
Considerada ley bien esparcida.
Es asi el ciudadano que deseamos,
Para los cuatro años venideros,
Es asi el Presidente que soñamos
Y prometemos serle muy sinceros.
En hechos no en palabras rebuscamos,
Al Ciudadano leal de noche y día.
Si en don Carlos 'Ueléndez enc^Mitramos
Pirmeza de carácter e hidalguía.
Si él. juega con el tiempo y disminuye,
Las penas del Estado entristecido,
Si levanta al País y se concluye.
Esta inercia fatal en que ha vivido.
iSu nombre en aras de la excelsa fama,
Con letras de oro grabará la Historia
Y si el bien Patrio el corzón le inflama,
Será eterna en las almas su memoria!
Pues es grande el que emplea su energía,
Por el bien^de la pobre humanidad,
Que a su nación le tiene simpatía
Y progresista aprecia la lealtad.
NlLA MARTÍNEZ HERRERA.
(Obrera)
260
Escuela de Agronomía.— El Salvador.
4-
Sensuntepeque, 24 de febrero de 1915.
Señores don F.J. Rivas, don Rafael Carda Escobar, don B.
Calderón y don José Héctor Paz.
San Salvador.
JVluy señores míos:
Oportunamente me daré el gusto de enviarles mi cola-
l>oración para el «Album Patriótico», que ustedes se pro-
ponen publicar para reseñar, como se debe, la meritoria obra
patriótica de los distinguidos ciudadados señores don Carlos
Meléndez y doctor Alfonso Quiñónez Molina, durante su
interinato en la Presidencia de la República.
Comprendo que los productos de mi escasa cultura li-
teiaria, son indignos de ocupar lugar en las páginas de obra
de semejantes dimensiones; pero lo haré solo en acatamiento
a la bondadosa, cuanto inmerecida, excitativa de ustedes y
por cumplir con el deber que todo salvadoreño tiene de ex-
ternar sus juicios laudatorios sobre la conducta intachable
y altamente correcta de sus mandatorios, que, como los se-
ñores Meléndez y Quiflónez Molina, han sabido poner en
práctica los principios constitucionales y llevar a conclusión
obras de verdadero mérito y de provecho indiscutible para
todos sus connacionales.
Excepto que un grave inconveniente me lo impida, de-
jaré de cumplir un compromiso.
Agradezco a ustudes muchísimo la distinción con qua
me honran y me suscribo de ustedes muy atto. y S. S.
Pedro Pablo Moreno.
262
Usuiután, 22 de febrero de 1915.
Señores don F. J. Rivas, don Rafael Garda Escobar, don B.
Calderón y don José Héctor Paz.
San Salvador.
Con satisfacción he leído su muy atento oficio, referen-
te al propósito de publicar un libro que llevará por nombre
«Album Patriótico» en honor de los señores don Carlos
Meléndez y doctor don Alfonso Quiñónez Mohna, diseñan-
do la labor política de los referidos señores, durante los dos
interinatos que en carácter de Presidente, de la Kepamica
han desempeñado, ^^^o^^
Con mucho gusto enviaré mi colaboración, la que versará
sobre cualquiera de los ramos de la Administración Publica.
Me es placentero enviara Uds. mis felicitaciones por tan
simpática idea, suscribiéndome su muy atento seguro servidor,
/?, Quintanilla.
Chalatenango, 27 de febrero de 1915.
Señores don Francisco J. Rivas, don Rafael García Escobar,
don Belisario Calderón y don José Héctor Paz.
San Salvador.
Queridos amigos:
En el camino de la vida, a medida que se avanza ve-
mos que los hombres de sentimientos generosos y de pen-
samientos ordenados y sanos, de enérgica actividad, en bien
263
ABtUM PATRIÓTICO
de los asociados, sobresalen por sus propios esfuerzos, sin*
gularizándose asi y siendo, en consecuencia, admirados aún
por los descontentadizos.
Y, obsequiar a esos hombres singulares es cumplir con*
un deber.
Y grato y práctico es que en una obra impresa se de
expresión a los méritos de los ciudadanos que sirven con
patriotismo demostrado los intereses de la República.
Y, al tratarse de dos ciudadanos que lo son: don Carlos
Meléndez y doctor Alfonso Quiñónez Molina no se puede
menos que expresar, con orgullo, que ellos, en su interina-
to, como Piesidentes de la República, han sabido respetar los
derechos de la Colectividad Nacional.
No sé; no tengo siquiera dato alguno de que ellos, en
los varios Ramos de la Administración hayan usado de medros
coercitivos, o de marimañas que hayan destriudo los efica-
ces resultantes de la Ley en acción.
Espero con ansiedad ver el Album, ofrenda apoteosis a
los méritos de los distinguidos patriotas don Cafrlos Melén-
dez y doctor Alfonso Quifiónez Molina.
De Uds. distinguidos amigos Atto. S. S*
B. López Bertrand.
La Unión, 9 de marzo de 1915.
Señores don Francisco J. Rivas, don Rafael Cfeircía Escobar,
don Belisario Calderón y don José Héctor Paz.
San Salvador,
Siento especfalisima satisfacción, al enviarles adjunto a la
presente mi humilde colaboración, para el precioso libro que
se publicará en honor de los ilustrados hombres públicos^
señor Meléndez y doctor Quiflónez Molina; cumpliendo así,
con la generosa excitativa que Uds. se han servido hacerme.
Con un afectuoso y atento saludo, me es honroso sus-
cribirme su muy atto. y S. S.
Napoleón Osegaedcu
264
T
ABLUM PATRIÓTICO
T
de los asociadas, st)bresalen por sus propi^'S esfuerzos, sin-
i^ularizándose así y siendo, en consecuencia, admirados aún
por los descontentadizt)S.
Y, obsequiar a esos hombres singulares es cumplir con
un deber.
Y grato y práctico es que en una obra impresa se de
expresión a los méritos de los ciudadanos que sirven con
patriotismo demostrado los intereses de la República.
Y, al tratarse de dos ciudadanos que \o son: don Carlos
Meléndez y doctor Alfonso Quiñónez Molina no se puede
menos que expresar, con orgullo, que ellos, en su interina-
to, como Piesidentes de la República, han sabido respetar los
derechos de la Cnlecíividad Nacional.
No se; no teniio siquiera dato aUj^uno de que ellos, en
los varios Ramos de^a Auniinistración hayan usado de medios
coercitivos, o de marimañas que hayan destriudo los efica-
ces resultantes de la Ley en acción.
Espero con ansiedad ver el Album, ofrenda apoteosis a
los méritos de los distinguidos patriotas don Ca-rios Melén-
dez y doctor Alfonso Quiñónez Molina.
De Uds. distinguidos amigos Atto. S. S,
B. López Bertrané..
La Unión, 9 de marzo de 1915.
Señores don Francisco J. Rivas, don Rafael García Escobar,,
don Belisario Calderón y don José Héctor Paz.
San Salvador,
Siento especialisinia satisfacción, al enviarles adjunto a la
presente mi humilde colaboración, para el precioso libro que
se publicará en honor de los ilustrados hombres públicos^
señor Meléndez y doctor Quiñónez Molina; cumpliendo así,
con la generosa excitativa que Uds. se han servido hacerme.
Con un afectuoso y atento saludo, me es honroso sus-^
cribirme su muy atto. y S. S.
Napoleón Osegueda.
264
Berlín, marzo 18 de 1915
rSeñores don Francisco J. Rivas, don Rafael García Escobar,
don Belisario Calderón, don José Héctor Paz.
San Salvador.
.Muy distinguidos señores:
Es para mí objeto de particular satisfacción referirme
a la muy apreciable de Uds., fechada el 16 del comente,
.«n la cual se han dignado excitarme para que escriba en el
«Album Patriótico>» que en honor de los señores don Car-
los Meléndez y doctor Alfonso Quiñónez Molina, se publi-
cará. Y me veo en el caso de implorar de Uds., con toda
la franqueza de mi alma, la gracia del perdón: no me ha
sido posible corresponder a esa noble iniciativa. Pudiera
muy bien, distinguidos caballeros, alegar en mi favor la
incompetencia de mi pobre pluma. Pero, aunque esta es
una verdad bien sabida, siendo yo salvadoreño, y más que
todo, perteneciente y admirador de la Causa Melendista,
siento un torcedor que me inquieta y que no me justificaría
de esta falta, ni ante mi fuero. Creo, pues, que en mi abono
•debo decirlo todo: mis motivos han sido la falta de tiempo.
Es éste, para los que vivimos en esta zona, una época de
-combate, combate rudo que monopoliza toda atención: la
recolección del ca^é. Y deben Uds. tomar en cuenta, se los
suplico, que para los que estamos asi en provincia, aleja-
dos del estudio y observación de la Cosa Pública, viendo
las actuaciones del Gobierno como una hermosa cinta cine-
matográfica, necesitamos de mayor tiempo y sosiego para
hablar de ella ¿no es verdad?
Confío con justísima razón, que el patriotismo, y la
envidiable mentalidad de Uds., llenarán ese vacío que se
hacía necesario, y que con ellp provocando el estímulo para
:ios buenos Gobiernos, harán un verdadero twneficio a la
Patria.
De Uds. afectísimo S. servidor
D. de y. Guerrero.
266
lINDIGE
PflHiElUI PARTC
Páginas.
1. _ Dedicatoria, por los Editores 1
2. — Don Garios Meléndez, (articulo biográfico)
por F. J. Rivas 9
3. — Documentos Importantes 14-
4. — El Dr. Alfonso Quiñónez M., (artículo bio-
gráfico) por F. J. Rivas 25
5. — Monografías Políticas, don Carlos Meléndez
y doctor Alfonso Quiñónez Molina, por Ra-
fael García Escobar 31
6. — La Acción Benéfica de dos Interinatos, por
Gustavo A. Ruíz . - 35
7. — Don Carlos Meléndez, por Julio Soliz Luna . 39
8. _ Pro - Patria, por C. Barrios Castro .... 40
9. _E1 Prestigio de la Honradez, por R. Rivera . 43
10. — Tempestad y Bonanza, por Luis H. Guillén , 46
11. — Don Carlos Meléndez, por el Dr. Miguel A.
Fortín 48
12. — La Paz, por José A. Mazorra 50
13. — El Pueblo y su Mandatario, por Carlos Qüehl 52
14. — Discurso, por Rafael García Escobar ... 56
15. — U Opinión 58
— 2 —
Páginas..
16. — Alrededor de un Hombre, por S. Martínez
Figueroa • •
17. — La ObT^ Administrativa del Sr. Meléndez. . 62
18. — La Voluntad, por M. A. Santillana .... 66
19. — Albores de Libertad, por M. Alvarez Magafla 68
20. — Nuestra Clase de Gobierno y Nuestro Go-
bernante, por Porfirio A. Valencia L. R. . . 70'
21. _ Pro- Pueblo '^'^
22. — Conferencia Popular, por Rafael García Escobar 78
23. -Juventud
24. — Reflexiones, por Alberto V. Montitl . . . b4
25. — Una Página, por Napoleón D. Cañas ... 88
26. — Doctor Pió Romero Bosque, por Rafael Gar-
cía Escobar ;
27. — Evolución en la Instrucción Pública, por José
Angel Zelaya
28. — Prominente Figura Política Centroamericana,
don Carlos Aleléndez, por don Francisco J.
Rivas
29. — La Acción Benéfica de dos Interinatos, por
Gustavo A. Ruíz
SECÜSIDA PARTE
1. — Onomástico de Nuestro Candidato .... 10-1
2. — Los Festejos del día Cuatro: crónica, discur-
sos y una poesía de Rafael García Escobar,
recitada en el acto de la sesión extraordina-
ria del Comité Central Directivo «Carlos
Meléndez»
3 — Feliz Dichoso Día, por Gonzalo Gálvez Ose-
gueda
4, — Al Sr. don Carlos Meléndez, en su Día Ono-
mástico, por Doroteo J. Guerrero . . . . . 114
— 3 —
Páginas.
5. — El Sr. don Carlos Meléndez, en su Día de
Días, por A. Monches 116
6. — Medalla de Oro, (poesía) por Carlos Busta-
mante , . 118
7. — Onomástico del Ciudadano don Carlos Me-
léndez, por Arturo Inés Juárez 118
8. — Al Eximio Ciudadano don Carlos Meléndez,
(poesía) por José Femando Chávez ... 119
9. — Al Eximio Ciudadano don Carlos Meléndez,
(poesía) por Femando Garda Escobar • . 120
10. — Cuatro de Noviembre, a don Carlos Melén-
dez, por Ismael Acosta 120
11. — Discurso, por Porfirio A. Valencia L R. . 122
12. — Don Carlos, por Yanko 123
J3._ Propósito de esta Fecha, por Gonzalo Her-
nández
TERCERA PARTE
1.— Consideraciones, por M. Lima 128
2. — Nuestro porvenir, por Porfirio A. Valencia R. L. 129
3. — El Centro Directivo proclama como Candi-
dato para Vicepresidente al Dr. Alfonso Qui-
ñónez M., por Napoleón D, Cañas .... 132
4. — El Presidente Meléndez y el Vice-Presidente
Quiñónez M., por el Dr. Juan Gomar ... 133
5. — Los Interinatos de 1913 a 1915, don Carlos
Meléndez y el Dr. Alfonso Qiñónez M., por
R, Díaz Galiano 134
Don Carios Meléndez y el Dr. Alfonso Qui-
ñónez M., por Napoleón Osegueda .... 142
7. — Al Esclarecido Ciudadano don Carlos Melén-
dez, por Virginia Peña de Valle 145
8. — El Crédito de El Salvador enfrente de la Si-
tuación Actual * • • 148
— 2 —
Páginas..
16. — Alrededor de un Hombre, por S. Martínez
Figueroa • • ^0*
17. — La Obra Administrativa del Sr. Meléndez. . 62
18. — La Voluntad, por M. A. Santillana .... 66
19. _AIbores de Libertad, por M. Alvarez Magaña 68
20. — Nuestra Clase de Gobierno y Nuestro Go-
bernante, por Porfirio A. Valencia L. R. . . 70
21. — Pro-Pueblo 77
22. — Conferencia Popular, por Rafael García Escobar 7S
23. — Juventud 8-^
24. — Reflexiones, por Alberto V. Montiel ... 84
25. — Una Página, por Napoleón D. Cañas ... 88
26. — Doctor Pío Romero Bosque, por Rafael Gar-
cía Escobar 89
27. — Evolución en la Instrucción Pública, por José
Angel Zelaya 92
28. — Prominente Figura Política Centroamericana,
don Carlos Meléndez, por don Francisco J,
Rivas 94
29. — La Acción Benéfica de dos Interinatos, por
Gustavo A. Ruíz 97
SEQUSiOA PARTE
4
1. —Onomástico de Nuestro Candidato .... 104
2. — Los Festejos del día Cuatro: crónica, discur-
sos y una poesía de Rafael García Escobar,
recitada en el acto de la sesión extraordina-
ria del Comité Central Directivo «Carlos
Meléndez» 105-
3. — Feliz Dichoso Día, por Gonzalo Gálvez Osc-
gueda 112
4. — Al Sr. don Carlos Meléndez, en su Día Ono-
mástico, por Doroteo J. Guerrero 114-
— 3 —
Págiaas.
5. — El Sr. don Carlos Meléndez, en su Día de
Días, por A. Monches 116
6. — Medalla de Oro, (poesía) por Carlos Busta-
mante i
7. — Onomástico del Ciudadano don Carlos Me-
léndez, por Arturo Inés Juárez 118
8. — Al Eximio Ciudadano don Carlos Meléndez,
(poesía) por José Fernando Chávez ... 119
9. _AI Eximio Ciudadano don Carlos Meléndez,
(poesía) por Fernando García Escobar . . 120
30. — Cuatro de Noviembre, a don Carlos Melén-
dez, por Ismael Acosta 120
11. — Discurso, por Porfirio A. Valencia L. R. . 122
12. — Don Carlos, por Yanko 123
13. — Propósito de esta Fecha, por Gonzalo Her-
nández 124
TERCERA PARTE
1. — Consideraciones, por M. Lima 128
.2. — Nuestro porvenir, por Porfirio A. Valencia R. L. 129
3. — El Centro Directivo proclama como Candi-
dato para Vicepresidente al Dr. Alfonso Qui-
fiónez M., por Napoleón D. Cañas .... 132
4. — El Presidente Meléndez y el Vice -Presidente
Quiñónez M., por el Dr. Juan Gomar ... 133
5. _Los Interinatos de 1913 a 1915, don Carlos
Meléndez y el Dr. Alfonso Qifiónez M., por
R. Díaz Galiano 134
6. — Don Carlos jMeléndez y el Dr. Alfonso Qui-
ñónez M., por Napoleón Osegueda .... 142
7. — Al Esclarecido Ciudadano don Carlos Melén-
dez, por Virginia Pena de Valle 145
«. — El Crédito de El Salvador enfrente de la Si-
tuación Actual . 148
—4—
Páginas.
9,— Pro -Pueblo, por C Barrios Castro . . , 149
10. — Por el Bien Nacional, por J. A. Meza . . 150
11. — Frases Sinceras, a don Carlos Meléndez, por
Marcos J. Linares 152
12. — Las Próximas Elecciones 154
13. — La Hora se Aproxima, por Viejo Melendista 156
14. — El Problema Eleccionario, por Colbert . . 158
15. — Elecciones Presidenciales, por Rodolfo Soria 162
16. — Elecciones de Altos Poderes, etc 164
17. — La Voluntad Popular Expresada en los Co-
midos Electorales, por Francisco Zaldivar . 167
18. — La Elección de los Señores Meléndez y Qui-
ñónez M 168
19. — Resurgimiento, (poesía), por F. J. Rivas . . 172
CUARTA PARTE
1.. — En Marco de Oro, Primero de Marzo, por
Rafael Garcia Escobar 177
2. — El Sol de Marzo, por el Dr. Manuel Recinos 180
3. — Una Fecha Gloriosa para la República, etc.,
por Isidro Moneada 183
4. — De Ayer a Hoy, por Carlos Urrutia F. . . 193
5. — El Triunfo del Patriotismo, etc 196
6. — Importantes Cartas Políticas a los señores
Meléndez -Quiñónez, por Pedro Flores . . 198
7. — El Triunfo de La Paz ( poesía. ), por C. Moreno 207
8. — La Trasmisión del Poder, Grandes Festivales
en la República 208
9. — Al Rededor del Manifiesto del señor Presiden-
te Meléndez, por Salvador Turcios R. . . 209
10. — La Próxima Trasmisión del Poder Ejecutivo
de El Salvador , . r . . 219
— 5 —
Páginas-
11. — La Trasmisión del Poder Supremo de la Re-
pública, una práctica provechosa de nuestro
sistema Constitucional (editorial del Diario
Oficial) 222:
12. — Pensamiento, por Ignacio Salinas .... 225
13. — El Presidente Constitucional de El Salvador. 225
14_La Administración Meléndez y la Paz Centro-
americana 22&
15. — La Adminisrración Meléndez y las finanzas
• nacionales 330-
16. — Independencia del Municipio, por Santillana 233
17. — Recuerdos de nuestra Federación, etc. y en
la Arena, por F. J. Rívas 236-
18. — Prensa Nacional, el Impuesto sóbrela Renta,
por X. X 240-
19. — Composición poétiica, recitada por la niñita
Maria Teresa Paz, el dia primero de Marzo,
etc 242^
20. — El Ciudadano don Carios Meléndez en la
Primera Magistratura de la Nación, por Sal-
vador Turcios R. . . . , 244
21. — Homenaje al Ciudadano Presidente don Car-
los Meléndez, por Joaquín Zaldivar .... 248-
22. — El Impuesto sobre la Renta del Capital en
El Salvador 249
23. — Breves consideraciones sobre la importante
labor Administrativa del Presidente Meléndez,
por Francisco Argueta A 252'
14. — Al sefíor Presidente de la República Ciuda-
dano don Carios Meléndez, en el dia de su
ascensión al Poder (poesía) por Nila Martí-
nez Herrera 258
5, — Cartas Políticas dirigidas a los Editores de
este Libro, por diferentes autores . . 262 á 264-
'-1 - -
■ . • •
A
1 EDIFICIO Y JARDINES DE LA IMPREOTA NACIONAL y SU actuai Dircctor don Carlos Párraga.— San Salvador^— ^,
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MM MUVItOOR
IMPRBNTA NACIOMAU
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